CAPÍTULO 17
Confundido
Logan Black
Comienzo a salir de la casa de los Steele, cansado, casi no pude dormir por todo lo qué pasó anoche, la familia Steele con la Black ha estado más unida después de anoche, mis padres han cancelado algunos viajes y reuniones para proteger más a las personas que aman.
Saben que si dejan a los Steele en un momento fatal se sentirán mal por no ayudar cuando ya Jacob no está. Al salir veo como toda la seguridad está alejándose un momento del portón para así dejar entrar al auto que ya conozco bien.
La veo desmontarse, para así, verla caminar hacia la entrada a la casa, hasta qué pasa, Adrián se atraviesa en su camino y cuando creo que no voy a escuchar nada, termino escuchando todo.
—Me gustas.
Me retiro lento del lugar para así comenzar a caminar hacia mi casa, al llegar a mi hogar lo único que se percibe es el silencio, deben de estar tal vez descansando o en la oficina con Catalina, haciendo planes. Voy con dirección a mi habitación para tratar de dormir, algo que no logro ni un segundo, ya que, se escucha mucho ruido.
La puerta se abre dejando ver a los hermanos Steele entrando como Pedro por su casa.
— Quiero dormir —digo, con pereza incrustada en todo mi sistema.
— Yo también, pero Brad no me quiere en su casa —menciona Axel, todos los presentes lo observamos alzando una ceja—, dice que está ocupado.
— Brad está fuera del país —responde Dakaria, tranquila, como lo más normal del mundo.
— ¡¿Qué?! —El grito de Axel no se hace esperar.
— ¿Quieres que se quede en un lugar que está en peligro? —cuestiona Elena. Axel niega—: anoche le avisamos a sus amigos que lo mejor sería irse del país un tiempo. Obtendrán clases virtuales y todo eso, pero lo más importante, están en un lugar seguro.
— Bien, ¿Por qué estamos aquí?
— Amor eterno e inolvidable —Axel comienza a cantar feo—, ¿Qué? ¿No puedo cantar?
— ¿Puedo? —Dakaria señala la silla de mi escritorio, solo asiento, pero Axel va rápido y se sienta —Axel, yo iba ahí.
Me hago a un lado y ella, toma asiento en una parte de la cama, Axel toma entre sus manos una almohada y grita, decidimos no hacerle caso y concentrarnos en otras cosas, mientras se van acomodando en alguna parte de la habitación.
Luego de unos minutos, Dakaria se levanta y se dirige a la puerta contestando una llamada, la confusión llega, pero no dura mucho cuando vuelve con la cara roja.
— Hora de irse —informa.
— Pero apenas llegamos —Axel esta vez responde.
— Dije, hora de irse —los tres comienzan a salir. Me quedo otra vez solo. Cierro puertas y ventanas para volver a tratar de dormir, vueltas y vueltas es lo que doy en la cama hasta que encuentro una forma de poder dormir y así es que caigo en los brazos de Morfeo.
[...]
Hay una casa en un lugar apartado, solo me encuentro yo y una chica pelirroja, no logro verle la cara, pero se me hace conocida. Entramos a la casa y de lejos veo como ella observa todo, que casi las cosas son nulas, pero sí llega a encontrar algo. Una foto. No entiendo nada, camino hasta su dirección, trato de verle la cara, pero no lo logro.
La casa comienza a moverse. Un temblor quizás. Ambos corremos a la puerta más cercana, pero cuando estaba por cruzar alguien se atraviesa e impacta un disparo en mi cuerpo. Voy cayendo al suelo, la sangre brota de mí, pero solo escucho el grito de la chica que me acompaña. Se la llevarán si no hago algo, pero no puedo moverme, por más que quiera me estoy desangrando y moriré aquí si no llego a actuar rápido. La chica golpea insertándole golpes, pero no es tan rápida que llegan a dispararle un sedante.
—¡No! —grito, ¿pero de verdad ese grito salió de mí?
Veo como antes de yo caer en un pozo oscuro ella mueve los labios queriendo decir algo: —Cuídate, por favor.
Despierto de golpe, ¿Por qué me soñé con eso? Entiendo que no mando mucho en mis sueños, pero parecía una profecía, algo qué tal vez pasó y yo no recuerdo o algo que... pasará. Siento un escalofrío por todo mi cuerpo, no pude verle la cara a la chica, pero sé que la conozco. Miro la hora en mi celular, pero termino viendo todo menos la hora. Después de un rato me levanto de la cama para ir y tomar un baño, media hora después estoy despejado y listo para bajar.
En la cocina me encuentro a mi familia hablando en voz baja, al verme callan abruptamente, alzo una ceja en sus direcciones.
— ¿Qué?
— ¿Te sientes bien? —pregunta mi madre preocupada.
— Eh, sí, ¿Por qué? —mi cara de confusión es notoria.
— No, nada hijo —dice mi padre, pero Vaiolet lo interrumpe.
— Estabas gritando "No" repetidas veces, hubo un momento donde quise entrar y golpearte, pero luego callaste abruptamente.
— Estaba durmiendo.
— ¿Tuviste una pesadilla? —pregunta nuevamente mi madre a lo que yo simplemente asiento— ¿Quieres contar?
—Soñé que una chica pelirroja estaba conmigo en una casa, levantaba una foto y luego el lugar comenzó a removerse, hasta que hubo una contienda y pues... —me detengo en seco, trago saliva—. Tengo miedo.
—¿Dakaria? —cuestiona mi padre, frunzo el ceño negando.
—Dakaria es rubia —nos mantenemos en silencio, respiro hondo.
—¿Yo? —el miedo en la voz de Vaiolet es palpable en el ambiente.
—No —ahora la teoría de que sea Dakaria da mas miedo y el pánico dentro de mi ser continúa creciendo, me levanto de la silla con algo de jaqueca—. Saldré un rato.
—¡Te queremos! —gritan todos, antes que llegue a la puerta.
Comienzo a caminar hasta llegar al portón, abro para luego salir y ver como las personas —Algunos empresarios, agentes o policías—, están caminando normal de la vida. Escucho mi nombre a lo que volteo y veo a Dakaria caminando a pasos apresurados hacia mí.
— Oye, ¿Tienes tiempo? —asiento, respirando hondo al percibir su fragancia—: Mi familia acaba de ir a la agencia, yo me he quedado por unos "asuntos que resolver", pero es para cambiar algo, ¿Podrías decirme un color para mi cabello? —dice lo último tan rápido que me toca procesar todo.
— ¿Cualquier color? —solo asiente, ok, no mencionare el rojo para que el sueño no se haga realidad y todos felices— ¿Azul?
— No...
— ¿Verde?
— ¿Estás loco?
Me comienzo a reír: — ¿Negro?
— Me sentiría rara.
Miro por encima de su hombro y veo a mi hermana caminar por nuestro lado para solo gritar exasperada un: —¡Rojo!
En mi mente la he maldecido veinticuatro veces, ella se percata de su error y solo avanza con rapidez su paso. Que tortura.
— ¡¿Me acompañas?! —le pregunta Dakaria, simplemente Vaiolet niega comenzando a correr lejos.
Me observa con una ceja levantada, respiro hondo y sonrío levemente, ella salta de la emoción y toma mi mano comenzando a correr hasta su auto que esta parqueado frente a su hogar.
[...]
— ¿Ya llegamos? —digo, por décima vez, llevamos tres horas en auto y la verdad ya me duele mi trasero de estar sentado, quiero estirarme.
— No, ¿puedes esperar?
— Mujer por el amor de Dios, ¿Qué tan lejos es? ¿Me vas a matar y luego esconder mi cuerpo?
— Lo haré si no guardas silencio —me mira de reojo—, cuando vuelvas a preguntar que si ya llegamos te pondré una cinta en la boca.
Media hora más tarde...
— Ya hemos pasado este mismo lugar como diez veces.
— Tenemos malas noticias —que no sea lo que estoy pensando—, nos perdimos —observa mi cara de horror a lo que suelta una risa—, mentira, es broma, ya llegamos —estaciona el auto y comienza a bajar. Mi corazón lo siento a punto de salirse, dramático como siempre.
Después de bajar comienzo a seguirla hasta un lugar apartado. Es de dos niveles, a lo que tenemos que subir, porque abajo es una pequeña cafetería. Ella entra para así yo seguirla, estilistas caminando de aquí para allá esto me deja claro que duraré un largo tiempo. Hay una pequeña recepción donde Dakaria habla con el chico, al pasar unos minutos le indican un lugar a lo que ella solo asiente.
— Gracias por acompañarme —me da dos besos en la mejilla para así irse al lugar indicado, sonrío por inercia por su actitud de felicidad.
[...]
Ya oscureció, me aburrí de estar sentado y ya mi celular está en 20%. He hablado con mis padres, han ido a la agencia. Pero bueno, como decía, el aburrimiento me gana, estar sentado tantas horas me produce dolor de cabeza cuando no estoy haciendo algo.
Espero un poco más, pero no se en que momento coloque mi brazo en mis ojos y me quede dormido, luego ser removido y despertar de golpe.
— Ya nos vamos.
Una chica pelirroja y los cabellos cortos, mis ojos se abren de la impresión y levanto mi mano pasándola ligeramente por su cabellera, si ella no hubiera hablado no supiera que era Dakaria, me levanto acompañándola, todavía asombrado, halo levemente de el para estar seguro y la escucho gruñir.
Al estar en el auto, me giro de nuevo hacia su persona, me observa esperando alguna respuesta positiva.
— ¿Por qué lo cortaste?
— ¿Solo dirás eso?
— Te queda bien, pero ¿Por qué lo cortaste? —rueda los ojos divertida—, bien, bien, te queda bien el color, ¿te estás dando cuenta que tenemos el mismo color de cabello ahora?
— Sí —es lo único que dice, me doy cuenta de que se ha sonrojado.
Mueve su ahora cabello rojo hacia atrás, para así mirarme y sonreír.
—Parecemos hermanos —es lo que dice, no se la razón de porque ese comentario me baja los ánimos, solo asiento, creo que se ha dado cuenta de mi ánimo a lo que trata de cambiar el tema —¿Qué harás mañana?
—Nada —¿Por qué ese comentario me afecto tanto? ¿Es normal?
—Todos nosotros tenemos permitido tomar clases virtuales, ¿Quieres ir a algún lado para distraerte?
— No —me mira esperando al menos una aclaración a lo que simplemente me retracto—, digo, sí, mañana quizás.
Solo asiente. El camino a lo que creo es a la casa se torna más largo, pero al darme cuenta no estamos tomando ese camino.
— ¿Ahora me matarás? —ella ríe, mientras niega—, ¿Entonces?
— Tengo hambre, son las doce y catorce de la noche y durar tanto tiempo me causa hambre.
— Solo a ti se te ocurre venir a las cinco de la tarde y había una cafetería en el lugar.
— Obvio, es la mejor hora y ese sitio tiene una mala reputación—es lo que responde. Luego todo se resume en ir algún lugar abierto a estas horas, para cuando ya llegamos a nuestro hogares son las dos y media de la madrugada—. Gracias por acompañarme.
— No hay problema —bostezo, estirándome un poco—, entonces, ¿Mañana en el parque de diversiones?
— Sí —sonríe de medio lado—, ¿En tú auto o en el mío?
— En el mío.
— Buenas noches, Logan.
— Buenas noches, Dakaria —y sin más, bajo del auto.
Su cabello rojo, igual que aquella chica en el sueño. Oh, mierda.
[...]
Dakaria S.T
Me encuentro en el mismo lugar que la otra vez, pero no estoy sola, hay otra persona cerca de mí, al poder verle la cara, me doy cuenta de quien es. Logan. Es la persona que se encuentra cerca, entramos al lugar y vuelvo a encontrar la foto de la otra vez.
La tomo para ver al mismo señor de la otra vez, ¿Quién es? No logro analizarla tan correcta como debería, escucho pasos afuera a lo que me giro hacia las ventanas. Veo todas esas sombras que se acercan con dirección hacia acá.
No me da tiempo a nada cuando veo la puerta abrirse abruptamente, unos hombres vestidos de negro entran al lugar, llevo mi mano para tratar de buscar el arma, pero no está. ¿Dónde está mi arma? Antes que pueda analizar el problema escucho el ruido de un disparo. Llevo mi mirada hacia Logan, el disparo le ha dado cerca del pecho, trato de correr hacia él, pero unos brazos me agarran de la cintura haciendo que caiga de bruces al suelo, lanzo golpes después de levantarme del suelo, llego a dejar noqueados algunos, pero no fue suficiente. Me han lanzado un sedante, caigo lentamente al piso y antes de cerrar los ojos veo a Logan con pánico para tratar de decir: — Cuídate, por favor.
Siento como me alzan para así sacarme y ver como dejo a Logan atrás, trato de patalear y sacarles pelea a estos orangutanes. Me suben en una camioneta para así llevarme hacia él.
Despierto. Segunda pesadilla que es igual, el sudor me recorre la espalda, decido que es hora de levantarme al ver la hora, nueve y media de la mañana. Todo lo hago en un récord de tiempo, al ver mi celular me doy cuenta de que tengo dos mensajes de Logan.
Logan Black: Hey Daka, como habíamos hablado sobre el parque de diversiones quería saber la hora correcta.
Logan Black: Ok, no sé decir todo junto en un mismo mensaje, en fin, ¿La hora?
Me comienzo a reír, ni sé porque me rio, solo contesto con un "10: 30A.M". Apenas faltan siete minutos para esa hora a lo que decido cambiarme a una ropa deportiva, entrar algunas cosas en una pequeña mochila y sin más, bajar.
No encuentro a nadie en casa a lo que prefiero escribirle un mensaje a cada uno, salgo y voy a la casa de Los Black. El sol está en su máximo esplendor, me coloco las gafas de sol, para así seguir el camino hacia la casa. Toco el timbre para así ver a Logan salir —Con unas pantalones negros con un camiseta del mismo color con su chaqueta—. Nos dirigimos a su auto, para así, entrar.
— ¿Por qué tan temprano?
— ¿Es enserio? —se ríe, mientras niega.
Enciende el auto mientras va poniendo unas canciones, llega a una canción que me recuerda mucho a... Adrián.
— ¿No dirás nada? —es lo que dice después que me quedara pasmada sin decir nada— ¿Daka?
— Yo... yo... —Dakaria, joder, habla—. Lo siento, pero...
— No es obligado corresponder —ríe—, solo quería decirlo y sentirme sin un peso menos en los hombros. Me gustas tanto, Agh, pero siento que pronto te enamorarás y no será de mí.
— No... —me detengo abruptamente, ¿Para qué negar algo qué tal vez sí llegue a suceder?
— Tranquila —vuelve a reír—, te quiero, pero como sabes, no todos nos podemos quedar, quería ayudar, pero se negaron.
— Entiendo —asiento. Toma mi rostro entre sus delicadas manos y se acerca—. Adrián... no quiero que te ilusiones.
—No lo hare —me besa varias veces antes de alejarse y despedirse con la mano. Saboreo mis labios y luego suspiro.
Vuelvo a la realidad observando los árboles que van pasando por todo el lugar, el sol sigue resplandeciendo y eso solo causa que mire a otro lugar. La música sigue sonando, no me sé el nombre de la canción, nunca la había escuchado.
— Oh, no —eso es lo único que sale de mi boca al ver una rata muerta al lado de la carretera.
— ¿Qué? —Logan me observa por un segundo, por encima de las gafas de sol, para luego volver la vista a la carretera.
— Una rata —pongo una mueca de asco, mientras vuelvo a acordarme de todo.
— ¿Le tienes miedo a las ratas?
— Sí.
Escucho una pequeña risa de su parte a lo que lo fulmino con la mirada, pero ni se inmuta, decido contraatacar: — ¿A qué animal le tienes miedo? —para de reírse, esto se pondrá bueno.
— Ninguno —trata de decir orgulloso, aunque su voz salió mal de los nervios.
— ¿Seguro? —me comienzo a reír de su cara.
— Arañas —susurra. Alcanzo a escuchar eso, ¿Quiénes les tienen miedo a unas simples arañas? Comienzo a reírme a lo que recibo una mala mirada, no presto atención, sigo riéndome antes de sentir como se detiene. Hemos llegado.
Se gira hacia mí para decir: —Yo elijo primero —y sin más, baja.
Bajo tras de él para verlo con su cara de seriedad pura, me acerco para así halarlo a la entrada.
Tres horas después...
— Tengo hambre, señor araña —Logan se detiene a verme con su cara más seria posible, para así, llevarme a un puesto de comida y poder comprar algo. Muero del hambre.
— Después sí te asusto con una rata no te quejes —susurra en mi oído. Me tenso notoriamente para sentir su cuerpo vibrar, el pendejo se está riendo de mí.
Comemos algo para yo de lejos ver la casa del terror: — Es mi hora de elegir —Él asiente— Vamos, Señor araña —comienzo a reírme del apodo que le he puesto sintiendo como hala de mí para impactarme con su pecho.
— Deja eso —dice muy cerca de mi cara, lo desafío con la mirada sonriendo de medio lado, siento como nos estamos acercando más de lo debido, apoya su mano en mi mejilla y yo en su hombro.
— ¡Awww el amor! —unas chicas cerca suspiran, mientras hacen corazones con sus manos, nos separamos con el rostro lo suficientemente rojo por el casi beso.
Seguimos nuestro camino hasta llegar a la casa del terror, antes de entrar siento como Logan agarra mi mano para apretarla. Suelto un gruñido.
— Mi mano, suéltala.
— No, camina —entrelaza nuestros dedos.
Entramos a la casa del terror, escuchando de todo tipo, hasta personas disfrazadas de zombie a personas como payasos. Siento como algo me camina por los pies, bajo mi mirada hasta ahí obteniendo la vista de algo peludo.
Suelto un grito y subo como puedo a la espalda de Logan, la maniobra que utilice para subir fue tan rápida que casi hace que nos cayéramos.
— Dakaria, baja de mi espalda.
— Sentí algo en los pies, sigue caminando.
Hace el amago de bajarme a lo que aprieto mi agarre en su cuello y sigo sosteniéndome como puedo.
Comienza a caminar hasta la salida, cuando llegamos sigo en su espalda hasta sentir mi cara roja. Bajo de su espalda sintiendo un peso menos de un lado.
— Te falta un arete —ve mis orejas, toco mis orejas para confirmar—, ve adentro por el —le saco mi dedo, para darme la vuelta y caminar retirando el otro de mi oreja— Zanahoria dos.
Me rio para mis adentros parando para que llegue hasta donde estoy, cuando levanto mi mirada veo una montaña rusa, sonrío como el gato con botas.
— Ah, no, eso sí que no —dice.
Al fin y al cabo, termino ganando y ahora nos encontramos sentándonos, miro su cara de pánico para confirmar otra de mis sospechas. Miedo a las alturas.
— Señor araña, ¿Se encuentra bien? —su frente está bañada en sudor, sé que esto será pura diversión cuando este juego mecánico empiece.
— Zanahoria dos, guarda silencio —dice entre dientes, para darle apoyo lo abrazo por encima de sus hombros y se acomoda.
El juego empieza junto con mi diversión. Al principio va lento, pero cuando estamos en la cima es que empieza rápido, los gritos de Logan no se hacen esperar.
— Shit, ¡Dakaria no vuelvo a salir contigo! —comienza— ¡Para que yo vine para acá! —mi risa incrementa—, ¡Deja de reírte, loca!
Esas entre otras cosas era que salían de su boca, cuando ya estaba a punto de terminar veo cómo está más pálido de lo normal, creo que todas las personas que estaban en el juego mecánico escucharon sus gritos.
Al bajar creo que lo único que le faltó fue tirarse al suelo y besarlo, mis lágrimas a causa de la risa bajan por mi cara.
— Chico, ¿Quieres agua? —dice el hombre a cargo del juego mecánico. Logan niega—, te servirá para bajar la tensión —el hombre comienza a reírse, no espero nada para unirme a su risa.
Siento como me alzan para llevarme lejos de ahí, mi risa va cesando.
— Oye, bájame.
— No.
A lo más lejos veo un pequeño lugar para los helados, creo que sería buena opción, ¿No?
— Señor araña —escucho como gruñe—, ¿Quieres helado? —no recibo respuestas—, ¿Señor araña?
— Nos vamos —al ver todo me doy cuenta de que estamos en el estacionamiento, ¿Tan rápido nos vamos? —Te quiero llevar a un lugar donde no he pasado pena.
[...]
Nos encontramos en un parque acuático, ¿Cómo piensa que me mojaré sin un traje de baño?
— Logan...
— Hable con tus hermanas hoy temprano, entraron a tu habitación sin tú darte la más mínima cuenta y sacaron esto —Me da una mochila negra, la abro para observar lo que había dentro—, cuando me la dieron simplemente la guardé en el auto.
— ¿Tenías esta parte planeada? —asiente—, bueno, me iré a cambiar.
Señala por el lugar donde están los baños y así tomo el camino hacia el lugar indicado para colocarme un traje de baño rojo. Combina con el ahora color de cabello.
Salgo después de terminar de cambiarme y lo veo, un bañador negro y sin camiseta. Me agarra la mano para comenzar a arrastrarme hacia un tobogán algo grande color blanco. ¿No le tenía miedo a las alturas?
— Señor araña —recibo una mala mirada—, ¿No le tienes miedo a las alturas?
— Sí —se encoge de hombros—, pero eso es cerrado.
— ¿Sabías que en la montaña rusa estabas asegurado y aquí puedes salir volando?
— ¿Sabías que esto lo encuentro más seguro? —solo respondo con un "Ya veremos".
Media hora más tarde...
— ¿Logan?
— Shit, bebí como cinco kilos de agua.
— Exagerado —me fulmina con la mirada. Así pasamos un rato bajo el agua, llego el momento que mis dedos se volvieron pasas y decidimos salir.
Ya estaba anocheciendo, saque de la mochila una toalla para secarme y ver qué hay un pantalón corto. Me lo coloco para así seguir a Logan al estacionamiento del lugar.
Suena un ruido y al darme cuenta, es mi estómago, Logan se detiene a observarme para así indicarme que entre.
— ¿Tienes hambre?
— No, solo es mi estómago jugando conmigo, lo común.
— Ok, eso es un sí —lo miro fingiendo asombro, recibiendo una carcajada de su parte—, ¿Tenemos entrenamiento mañana?
Asiento.
— Tenemos que reforzar todo, ya al menos sabemos el nombre de la persona.
— No entendí una parte...
— Tranquilo —coloco mi mano en su hombro—, es normal, pronto sabrás.
Luego de esa pequeña conversación nos dirigimos a un puesto de comida rápida rusa, pedimos unas pizzas medianas con dos refrescos. Comemos entre pequeñas charlas para así poder irnos a nuestros hogares.
Las luces de las estrellas brillando en el cielo me hace sonreír. Una vez mi padre me dijo: — ¿Cuál estrella brilla más? —simplemente las busqué para así señalar a la que mi parecer brillaba más—, bien, esa estrella que ves allá es la estrella más hermosa. Esa estrella puede ser alguien tratando de cuidarte desde el cielo.
Ahora trato de buscar la estrella que brille más y la veo, en un centro, única, donde solo se encuentra esa. Es la estrella más brillante que puedo ver, pienso que es él cuidándome desde allá arriba o dándome ánimos a seguir con el peligro que se acerca.
Por estar en mis pensamientos no me doy cuenta de que ya Logan está entrando a la Residencia, todo se ve tan tranquilo. Al llegar, bajamos, saco las mochilas para tratar de dirigirme a la puerta principal, digo trato porque una mano me sostiene el brazo y tira de mí. Siento como los brazos de Logan me envuelven para así sentir su respiración en mi oído.
— ¿Sabes? Sí pude tranquilizarme... y tratar de olvidar todo por un momento.
— ¿De nada?
— Cuídate, por favor —me separo de golpe de él, su cara esta roja, se acaba de sonrojar, pero lo que ha dicho me ha dejado en un pequeño trance.
— ¿Qué dijiste? —Él repite lo que había dicho extrañado por mi reacción—, ¿De dónde sacas eso? —veo como se rasca la nuca nervioso—, ¡Logan!
— Solo me salió —dice indiferente—. Solo es eso, nada más.
Asiento mientras retrocedo y comienzo a caminar para irme a mi hogar. Me detengo abruptamente para verlo por encima del hombro, sonríe de medio lado a lo que yo alzo mi mano indicándole un adiós. Al llegar a mi casa encuentro todo silencioso.
El silencio se perpetua en el lugar, la oscuridad es instantánea, todo lo que se escucha son mis pasos hacia las escaleras. Ya había visto un mensaje de mi familia diciendo que iban a estar en la agencia, simplemente estaré ahí a temprana hora de la mañana. Solo estás pocas horas las usaré para pensar en algunos planes y poder dormir un poco.
[...]
Llamo por décima vez a la misma persona, ¿Por qué no ha llegado? Son las diez y nueve de la mañana y todos deben de estar temprano en el lugar.
O más bien, estando, trabajando en todo lo que he pedido.
¿Es tan difícil conseguir unas carpetas? Me levanto lista para ir a buscar yo misma las carpetas cuando la veo entrar con una sonrisa nerviosa, mi cara de seriedad le da a entender que mejor ponga su cara más seria y no de excusas baratas que no quiero escuchar.
Hoy me he levantado enojada con todos, he dado mil órdenes en este lugar que necesito que se cumplan sí o sí. Mi nueva asistente —Que por cierto es mi hermana, Diana, sí, decidió entrar a la agencia—, esta parada justo en frente de mi moviéndose incómoda de un pie al otro.
— ¿Te podrías calmar? —solo asiente— ¿Qué sucede?
— Hay un chico... —alzo una ceja en su dirección—, quiere hablar contigo.
Solo le doy el visto bueno para ver a un chico pelinegro con ojos azules, entrar para así sentarse.
— Bien, mi nombre es...
— Al punto.
— Solo quiero decirle que se proteja, el rey está haciendo lo posible para buscarla y si la encuentra... —hace una seña de morir—, pero, en fin, se está haciendo un acuerdo de dos personas, muchos dicen que el rey quiere encontrar a "su reina" para así obtener más de lo que desea, su más deseado trono y gobernador de mafias. El rey no hará nada hasta que no obtenga su Reina, pero como ya sabemos, su reina, eres tú y la única que tiene poder aquí... eres tú.
>> El rey ha visto que está saliendo con un chico, él ha observado el chico de cerca para dar a la conclusión que lo quiere fuera de todo esto —Logan—, por su expresión en la cara me imagino que ya sabe de quien le estoy hablando. Bueno, ¿Dónde me quedé? Ah, sí. El Rey luego de separar a su apreciada futura reina de ese chico la buscará por mar y tierra si es posible.
>> Tal vez dure meses, quizás años o quizás... semanas, por lo que tienen que estar atentos. Esta información se ha enviado de alguien de confianza —alzo una ceja en su dirección.
>>La mafia Moore les manda saludo, futura reina —se carcajea—, nuestro amado señor quiere protegerlas a ustedes junto a la familia Black —hace una mueca de asco—, así que, eso es lo que tengo por el momento.
Escucho como la puerta es tocada para ser abierta por Logan, él por el contrario no se da cuenta del chico que está frente a mí.
— Dakaria, he recibido... —Alza la vista hasta nosotros viendo simplemente al chico sin nombre, veo como se tensa para ver cómo el chico sonríe de medio lado.
— Bueno, me retiro —se levanta el chico, mientras comienza a caminar puedo ver cómo Logan lo sigue con la mirada, veo algo en su forma de mirar... ¿Odio? ¿Miedo? —. Nos volvemos a encontrar, Blackie —Por último, escucho su risa antes que la puerta sea cerrada.
— ¿Decías...? —trato de no ponerle atención a eso para concentrarme en lo que más importa, pero Logan sigue sin inmutarse, decido arrojarle un lapicero a su pecho— ¡Logan Black, ponga atención! —me fulmina con la mirada.
— Oh, sí —vuelve de su trance, aunque lo noto lejano, me levanto de mi asiento para ir donde él y sentarlo a la fuerza en la silla, retomo mi lugar—, he recibido unos papeles con algunos datos sobre el traslado de lo que está sucediendo.
>> Han desaparecido catorce niñas en menos de veinticuatro horas, están utilizándolas para luego venderse... —la ira comienza a subir a mi cabeza—, esas niñas según lo que han recolectado serán trasladadas hacia España, para así, ser llevadas a México: ¿Por qué a México? Todavía no tienen la respuesta concreta.
>> Si duramos mucho para salvarlas serán trasladas y después... será todo un caos —es lo último que dice antes de agregarle un: — Es hora de una nueva misión a la cuál, seré partícipe.
— ¡No! —me levanto rápido de mi asiento—, Tu no puedes ir.
— Sabía que te ibas a negar, pero ¿Cómo sé que puedo ser parte de esto sí ni una sola opción me dan? —trata de decir— Y he avanzado mucho...
Suspiro: —No quiero perder a otro agente, estas misiones son peligrosas, ¿De verdad estás seguro de esto? —veo como asiente, solo doy un suspiro—, Vale, pero no quiero que se cometa ni un error, doy una orden en plena misión...
— Y las órdenes que dan se tienen que cumplir, ya lo sé —rueda los ojos—, entonces... ¿Si puedo?
— Sí puedes.
— No fallaré en esta misión.
Eso espero, Logan, eso espero...
——————————————————
HOLAAAAAAA
¿Cómo están?
Espero que les haya gustado este capítulo, quería hacerlo más largo, tal vez ni largo es, pero me gustó lo que sucedió en todo esto. Desde el cambio de Look de Dakaria, hacia la vergüenza de Logan. Todavía no supero esa parte.
Bien, no me extenderé tanto, me conozco y puedo hacerles algo largo sólo hablando puras idioteces.
Trataré de actualizar mañana, tal vez no lo logre, pero es mejor hacer un esfuerzo. Hasta aquí mi reporte bellezas del mundo.
Con amor: Este intento de Escritora🥀🖤
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