Me recargo en la puerta de la cocina tratando de guardar silencio, observo a Lan sentada en la barra llevando un poco de gelatina a su boca, se ve entretenida en ello, la noto diferente, es cierto lo que dijo Duncan, si eso hizo con seis meses en Chicago, que hará cuando pase un año, no hemos hablado mucho acerca de lo de Lara, ha tratado de ignorarme todo el tiempo, procura estar junto a mis padres, o cuando está sola se queda pegada al celular supongo que para ignorarme, la detallo y me parece tan linda, tan única, tan perfecta. 

Deja a un lado el traste con gelatina mientras que veo toma su celular, parece que está recibiendo una llamada telefónica, ella sonríe de esa manera dulce que me fascina y comienza a platicar con alguien del otro lado, le cuenta como le ha ido en Chicago y es la manera en como me entero de muchas cosas, ella no me ha notado en lo absoluto, hasta que ciertos individuos llegan detrás de mi, haciendo demasiado ruido, típico en ellos, ella gira su cabeza y sonríe hacia los Dunne, mientras se baja de la barra para salir hacia el patio trasero donde la veo sentarse en la mesa del jardín, parece que no quiere ser interrumpida. 

—¿Qué hacen aquí? —pregunto a mis amigos. 
—Queríamos ir al cine con ustedes, puedes invitar a Lara si quieres —me observa Duncan mientras veo que agarra el traste del que comía Leilany —¿Es tuyo? 
—No, de Lan. —toma un poco de la gelatina y se la lleva a la boca. —Lara y Lan no se llevan, lo sabes. —¿Llevarás a Cassandra? —niega. 

Mi hermana entra a la cocina y va hacia el rubio, se ve muy linda con ese nuevo corte de cabello y trae cara de traviesa. 

—¿Por qué te comes mi gelatina Duncan? —le dice haciéndole un puchero y tomando nuevamente su postre. 
—¡Está buena! 
—Ya lo sé, me he terminado toda la que trajo nana, las hace Gabrielle su nieta para vender y hacer pagos de su escuela. —sonríe frunciendo su nariz; Duncan no le quita la mirada de encima y voy directo a ellos para ponerme en medio para tomar un poco de la gelatina que lleva mi hermana aún. 
—Dicen los chicos que si queremos ir al cine 
—Ahm... no lo sé... ¿Quienes irán? 
—Solo nosotros cinco como los viejos tiempos —dice Albert; mientras ella me observa, sus ojos van hacia el otro rubio quien le hace una mueca para tratar de convencerla
—No lo sé —si no fuera porque conozco la manera en que coquetea pensaría que lo hace; ambos se miran fijamente
—Anda, prometo comprarte las palomitas con caramelo que tanto te gustan —sigo comiendo de la gelatina de mi hermana más a fuerza que de ganas porque esto no me agrada en lo absoluto, ahora sus ojos azules van hacia mi, esa mirada helada que he visto en mi padre tantas ocasiones y que me hace pensar en como nos podemos mimetizar en las personas que tenemos a nuestro alrededor porque bien podría decir que es algo heredado aunque ilógico.
—Me parece bien, voy a cambiarme, ahora vuelvo. —mi mirada va hacia el rubio que parece detallarla y saco al tema a Cassandra para que deje de seguir con la mirada a la pelirroja que acaba de salir.

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No puedo decir que he disfrutado de la función, puesto que me he tenido que aguantar las ganas de golpear tres rostros de los individuos que vienen con nosotros.

Brandon se la ha pasado platicando acerca de las nuevas canciones que ha aprendido con la banda y que espera tener la oportunidad de antes de que regrese a Chicago puedan verse para que le muestre un poco de la música que ha estado ensayando, Leilany por su parte le dice que si, que le encantaría que siempre que ve un chico con una chamarra de cuero lo recuerda, que siempre le ha gustado ese estilo suyo, que se llevaría super bien con el famoso amiguito "con el que sale" en Chicago y me dan tantas ganas de desmentirla y decirle sé su secreto, pero revelar el de alguien más significaría que estoy dispuesto a revelar el mío; y no podría hacerlo hasta que ella decida a qué eso suceda o llevármelo hasta la tumba aunque eso signifique no tenerla en mi vida como mujer; crear una familia con alguien más y ver cómo ella formaría una con otra persona; a la mejor alguien más digno y destinado a estar con ella.

Albert la abraza como siempre lo ha hecho, como si fueran una pareja, y noto mis manos en puño, trato de respirar un poco para calmarme, calma Chad solo son amigos, calma Chad y entonces la pregunta incómoda que solo Albert podría hacer como siempre "¿Y ya te desfloró el chico con el que sales?" Mi cara se pone roja escucho a Duncan decir ¿Cómo se te ocurre preguntarle eso frente a su hermano? Y ver a Leilany sonrojarse mientras me observa. "No, aún no, yo... Quiero que sea especial para mí" trago probablemente en seco 

Duncan sonríe y le escucho decir el como ella merece alguien que le demuestre que vale toda la pena del mundo, que ella es una chica muy especial; que nunca permita que alguien la haga sentir que es solo para una ocasión, o un momento fugaz, que ella se sienta lista y preparada para esa persona, que sería hipócrita decir que nosotros somos unos santos, pero que siempre la protegeríamos de aquel canalla que se quisiera pasar de lanza o quisiera jugar con ella, lo escucha atenta y asiente.

—¿No lo crees así Chad? —pregunta el rubio observándome.
—totalmente —Albert le habla para mostrarle unas cosas y nos deja solos.
—¿Fue especial para ti? —pregunta mirando hacia el piso
—¿Qué? —hago la pregunta porque no quiero equivocarme a lo que se refiere.
—¿Fue especial para ti con Lara? —niego
—estaba borracho y dolido —ella me observa atenta. —anhelaba que fueras tu.
—¿Por qué no me esperaste? —su voz suena entrecortada.
—porque soy un idiota, porque te vi besando a alguien más y creí que tú y esa persona tenían ese tipo de experiencias y yo solo estaba aquí esperando algo que nunca sucedería.
—yo, él, no... No es algo que sucedería entre nosotros —la escucho suspirar —no en ese momento —sé a lo que se refiere pero no quiere perder el papel de la chica que sale "con el chico rudo"
—yo... Quieres que sea especial, puede serlo aún yo... —sonríe de medio lado.
—no, ambos hemos elegido, yo elegí irme a Chicago y hacer una vida allá por lo menos por un tiempo, quería alejarme de ti, lo terminé haciendo, no puedes jugar con ambas personas, es cierto que Lara no es una de mis personas favoritas, pero tampoco es como que yo pueda hacer algo así, tuve mi tiempo y simplemente no tuve el valor de decirle a la gente lo que siento por ti —lo dijo en presente y se que aún tengo oportunidad, esperanza aún hay.
—Y sabes que es mutuo —la interrumpo, y ella se avienta a mis brazos, anhelaba tenerla así porque ha estado alejada de mi desde que descubrió lo que sucedió con la pelinegra y yo quiero esto, este tipo de muestras de afecto con Lany y muchas más mentiría si no.
—Desde que me fui te he extrañado, estuve a punto de dar un paso hacia atrás, pero tomé el vuelo por una razón "Ve Leilany y si aún pasando un año tú sigues sintiendo lo mismo por él, regresa dispuesta a un para siempre" pero en el plan no venía que tú tuvieras intimidad con alguien más, yo... El beso, fue solo una apuesta un tipo de novatada, también besé a una de mis compañeras y no por eso me gustan las chicas, solo fue parte del momento y de la fiesta. Si tan solo hubieras solo besado a Lara yo no tendría ningún problema, yo... Entendería porque solo es juntar los labios y aunque si es algo bonito compartirlo con quién amas no es como ese momento, es... Diferente tú descubriste algo con otra persona, sentir placer, que te gusta, que no, te ha tenido en la manera en la que yo tanto te he deseado y anhelando estando lejos, te amo Chad pero esto duele, siento que me quema a carne viva, si te estoy abrazando en estos momentos es porque mi cuerpo parece necesitar sentir el tuyo, mi cabeza me dice olvídalo, mi corazón me dice perdónalo y soy un conjunto de sentimientos
—Lo siento Lany.... No quería, yo no quería, yo...
—Lo hiciste por impulso, porque así eres tú, no te odio, te perdono, se porque lo hiciste —la observo atento.
—estás roto y las personas rotas rompen a los demás... Quizá Chad algún día podamos abrazarnos de una manera tan grande y tan fuerte que podamos volver a unir nuestros pedacitos, pero esto no es hoy, ni es pronto, regresaré a Chicago, tú sigue experimentando porque Chad regreso al otro lado del mundo decidida a olvidarte

Si creía que yo estaba roto ahora me había hecho añicos.