Capítulo 23
Brandon toca la guitarra en el sillón de mi recamara mientras Duncan y Albert juegan frente a la pantalla, he tratado de enviarle unos mensajes a Lan desde hace unos días pero todo ha sido en vano.
¿Cómo va todo con nosotros? no sé exactamente como describirlo, la noche antes de que se fuera a Chicago platicamos prácticamente durante toda la noche, dormimos juntos, y prometimos que este año intentaríamos conocer a más gente, obviamente lo decimos de dientes para afuera, ni yo quiero que ella conoce a nadie y estoy seguro que le pasa lo mismo, pero en esta ocasión no puedo hacer absolutamente nada, está lejos y no estoy con ella, nos hemos mandado mensajes, nos hemos hablado por teléfono pero siempre que le digo que la amo, me evade, pasará las vacaciones de invierno aquí, mis padres no perdonarían que pasara esas fechas en estados unidos sola, así que... creo que ese será un momento decisivo en el que habremos pasado ya algunos meses lejos y podremos sentarnos a platicar acerca de como nos ha funcionado la lejanía. y entonces elegir si lucharemos por esto o lo dejaremos a un lado.
Escucho a Albert quejarse porque ha perdido en el juego, será muy bueno jugando futbol en vivo pero a veces no lo es tanto en el FIFA, Brandon deja la guitarra a un lado y se pone a lado de Duncan porque es su turno, el pelinegro se recuesta a mi lado en la cama mientras juega con su celular.
-¡Oh! no no no... ¡Esto no es cierto! -levanto la ceja mientras él va hacia Duncan y parece mostrarle algo que ha visto.
-¿Qué pasa? -pregunto
—Se ve que tu hermana la está pasando fenomenal en Estados Unidos —dice Albert
—Cállate hermano —dice Duncan en forma de advertencia
—¿Por qué lo dices? —pregunto
—¿No has visto sus redes sociales? —vuelve a decir el pelinegro mientras Duncan solo lo mira con cara de molestia
—¿Qué tienen sus redes sociales?
—Pues subieron fotos de ella besándose con un chico, ¡Necesitaba estar lejos de nosotros para que pudiera conocer a alguien! ¿Tan buenos guardaespaldas somos? —dice
—Albert —vuelve a advertir mi mejor amigo.
—Iré por unas cosas a la cocina —digo mientras dejo a los tres Dunne en la recamara...
Es inevitable quedarme con la duda, así que tomo como coartada cualquier cosa para revisar en ese momento las redes sociales de la chica que se fue a Estados Unidos; Leilany Berry tecleo en mi celular, entro a su muro y efectivamente, está con un chico de piel apiñonada, cabello castaño con una pinta de chico malo y algunos tatuajes en sus brazos, Duncan tiene tatuajes pero su finta es más de niño rico mimado, sobre todo por que como hombre acepto que mi mejor amigo es prácticamente un modelo, pero este chico... Es diferente... tiene una de sus manos sobre la cintura de Leilany mientras que con la otra detiene el cuello de esta, y si... efectivamente está besando a mi chica... ¡Carajo!
—¿Hola? —responde la voz femenina que tanto he añorado escuchar
—Lan, ¿me puedes decir que son esas fotos en las redes sociales?
—Uhm... ¿Qué fotos Chad?
—¡Ahora resulta que no sabes que fotos...
—¡Oh!... Daniel...
—¡No lo sé ni me interesa!
—Bueno Chad... si no te interesa ¿Entonces por qué el reclamo? Sabías perfectamente que yo venía a Estados Unidos a poner distancia entre nosotros, y pues creo que parte de eso es que conozcamos a más gente...
—Ok Lan... tienes razón. -cuelgo la llamada y muerdo mis labios con rabia
Me duele en el alma saber que la estoy perdiendo, que ella está conociendo más gente, que está probando cosas nuevas, Duncan baja a la cocina y me mira curioso.
—¿Viniste a ver lo de tu hermana cierto?
—¿Podemos ir a algún lugar?
—Hay una fiesta de la universidad ¿Quieres que vayamos?
—Si, me vendría bien viejo
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En cuanto llegamos a la fiesta busco el alcohol, no es que haya sido tan sano los últimos dos meses de lejanía con Leilany, pero hoy siento que amerita totalmente la situación, perderme en el alcohol, maldita sea... yo aquí como estúpido queriendo esperarla, mientras ella ya encontró a mi maldito reemplazo, Albert y Brandon están con unas chicas platicando y Duncan obviamente ha traído a Cassandra, después del susto de la prueba de embarazo que no era de ella, si no de una amiga suya, parece que platicaron y decidieron llevar la fiesta en paz e intentarlo nuevamente. ¡Me da gusto por él!... pero aquí estoy yo con el corazón roto...
Veo a una pelinegra acercarse a mí, es Lara quien me saluda efusivamente, desde que Leilany se fue nos hemos vuelto un poco más cercanos, quizá es justo que Lan con sus berrinches de niña pequeña que todo lo quiere y todo lo puede no me permitía conocer mejor a Lara...
-¡Hey tranquilo! no se va a terminar el mundo... -dice quitando la cerveza de mi mano y dándole un sorbo.
-Interesante analogía -le sonrío -pero no... solo trato de olvidar.
-¿A qué o a quién?
-A mi ex supongo...
-Así que ese corazón ya no le pertenece a nadie -alza la ceja y sonríe.
-No tiene dueña, no por el momento -le guiño el ojo.
-Eso suena tentador -sonríe.
Sé que no le soy indiferente, de hecho sé que le gusto demasiado, ha sido de más directa y yo en estos momentos lo que necesito es simplemente olvidar, tomo un vaso, no sé exactamente que es lo que contenga pero huele a alcohol y sabe a que mañana me dolerá la cabeza, pero no me interesa, llevo el vaso de la bebida a mis labios y rodeo la cintura de Lara, siempre me ha parecido que tiene muy buen cuerpo, tiene suficiente de todo, Pecho, cintura muy marcada y unas caderas que debo confesar como hombre he contemplado mientras la he visto caminar.
La acerco más a mi y le digo al oído lo bien que se ve hoy, lleva un pantalón blanco que hace que incluso su espectacular trasero se vea muy bien formado. ella sonríe mientras yo sigo bebiendo, Duncan me observa de lejos y a Albert y Brandon los he perdido de vista, un vaso, dos vasos, y comienzo a perder la cuenta.
Lara y yo bailando, Lara y yo besándonos, comienzo a divagar un poco, me siento mareado, pero me siento bien... ¿Por qué era que yo estaba bebiendo? oh si carajo, esa maldita foto que vi a través de las redes sociales... Leilany besando a alguien más, bailando con alguien más, seguramente experimentando sin culpa el que alguien la toque o la haga suya...
Tomo entre mis brazos a Lara y la beso como si la deseara con todas mis fuerzas, ella sigue el beso sin tener que esconderse, sin decir que no lo haga o que me ama pero no tiene el valor, se aleja de mi y me ve con esos ojos cafés.
-¿Quieres buscar algún lugar más privado Chad? -asiento y le doy otro beso mientras muerdo sus labios, ella se separa de mi y sonríe, toma mi mano y yo la sigo.
No sé exactamente de quien es esta casa pero ella parece conocerla bien, subimos unas escaleras y después de unas cuantas puertas entramos a una habitación.
-¿Cómo sabías a donde venir? -pregunto curioso.
-Es la casa de uno de mis mejores amigos...
Me lleva hasta la cama sentándome en ella mientras se sienta en mi regazo, toma de su muñeca una liga y se hace una cola de caballo; yo solo la observo ella sonríe y lleva su mano hacia el botón de mi pantalón desabrochándolo y bajando el cierre, soy hombre esto me excita... me pide que me levante un poco y baja el pantalón junto a mi boxer.
Siento que envuelve mi miembro con su boca, y lo caliente de esta me da una sensación que me pone al mil, quiero decir que no, pero lo único que se me viene a la mente es alguien que está del otro lado del mundo seguramente revolcándose con alguien...
Lara sabe lo que hace, chupa, degusta, lame, juguetea, mordisquea y yo estoy a casi nada de explotar, le pido que se haga a un lado pero ella solo niega y ahí estoy, levanta su rostro y veo solo como limpia sus labios con su dedo mientras parece saborear lo que he dejado dentro de su boca
¡Demonios! eso es increíblemente sexy... no sé si lo es, o ya estoy demasiado borracho que quiero saciarme de otras maneras...
Sonríe y se levanta para ir hacia mí, me da un beso, sabe a mí, creo que los hombres somos un tanto animales porque eso me encanta, llevo mis manos hacia los botones de su camisa que comienzo a desabrochar mientras que ella hace lo mismo con su pantalón, en ropa interior su cuerpo es todavía más seductor, desabrocho su brasier, y mis manos se mandan solas para ir hacia esos montículos de carne que parecen esperarme ansiosos, los beso, los mimo, en algún momento mi camisa desaparece y ella ya no lleva ropa interior mientras que mis manos indagan su interior...
-Chad, quiero más...
-Yo, yo no traigo condones -respondo.
-Tranquilo, se aleja de mí y va directo hacia el baño de la habitación, veo su cuerpo totalmente desnudo ir y venir trae en sus manos un par de sobrecitos metálicos, veo como con su boca lo abre y hace una maniobra con esta misma para ponérmela... no puedo quitarle la mirada de encima...
-Tienes experiencia -digo en susurros.
-Si -sonríe...
-Yo nunca he estado con nadie más -confieso -ella hace su rostro hacía atrás y sonríe...
-¿Seré la primera entonces? -asiento.
-¡Qué rico! Me lleva hasta la cama recostándome, se pone encima de mi y solo me observa -¿Estás listo? -quisiera decir que no... pero en estos momentos mi cabeza de abajo es la que está pensando así que mi pelvis inmediatamente busca adentrarse en ella, la veo morder sus labios y arquear su espalda hacia atrás dejando expuestos sus pechos para que mis manos las disfruten.
Sabe moverse, me invita a probar diferentes posiciones y voy entendiendo a los Dunne acerca de lo mucho que me estaba perdiendo, muerdo sus labios, ella muerde los míos, nuestras lenguas bailotean juntas y exploto, exploto dentro de ella...
-Eres mía Laaaa...ra -susurro y ella se ríe.
-Toda tuya y cuando quieras podemos repetir...
Cierro mis ojos... me siento mareado, satisfecho, mareado y con el corazón roto... perdón Lan...
-¿Estás bien? -pregunta preocupada.
-Si... todo bien -me acurruco en su pecho, mi cabeza me dice que he cometido la mayor estupidez de mi vida.
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