Mi celular no ha dejado de sonar, son mis padres, seguramente angustiados de donde carajos estoy metido, pero no quiero estar en casa, hoy es la fiesta de despedida de Leilany aunque se va en un par de días; solo mando a buzón de voz, observo de reojo a Duncan que solo está atento al paisaje de la ciudad que tenemos enfrente; suspira sé que se muere de las ganas de ir a despedirse de ella sin embargo está aquí sin decir ninguna palabra solo acompañándome, quizá en el fondo estamos pasando por lo mismo. Aunque para nada es comparado el gusto que él siente por ella al amor que yo le profeso; pero quizá tiene razón lo mejor es alejarnos... 

-Duncan está bien si quieres ir a despedirte de Leilany, por mi no te preocupes -digo. 
-No Chad, tú eres mi amigo, ella solo es tu hermana. 
-¿Todo bien?
-si, supongo, no sé... 
-Encontré a Cassandra vomitando -alzo una ceja y lo miro intrigado. -Ella no me ha dicho absolutamente nada, pero... también le encontré una prueba de embarazo en su mochila hace un par de días atrás. 
-¿Serás papá? 
-No lo sé, quise enfrentarla pero no tuve el valor. 
-Pero si tú siempre te has cuidado. 
-Si, pero, un condón se puede romper, o puede estar defectuoso, estoy consciente que no es totalmente efectivo. 
-¿No se supone que ustedes dos estaban mal? 
-En nuestro noviazgo si... en el sexo no... soy hombre y me gusta el sexo... me hace relajarme -me río. 
-¿De qué te ríes? 
-¿Y luego te preguntas por qué no dejo que pretendas a mi hermana? 
-Con Lany es diferente... pero no te preocupes... te hice una promesa. 
-¿y qué harás en caso de que venga un Duncansito en camino? 
-¡En primera no ponerle mi nombre! 
-¿por? 
-Quiero que tenga su propia personalidad. ¿Tú le pondrías a tu hijo Chad? -lo medito. 
-Me gusta el nombre de Adrien... seguramente ese le pondría a mi hijo. - suelta una carcajada. 
-Creo que por eso somos amigos, pensamos igual... si yo tuviese un hijo le pondría ese nombre. 
-Copión -le suelto una palmada en el brazo. 
-Para tu mala suerte seré primero padre que tú por lo que veo; así que ya está ocupado el nombre. 
-¿De verdad Duncan? ¿Te ilusiona ser papá a los 19 años? 
-¡No mucho! pero... tampoco pretendo abandonar a un hijo mío. sería muy cruel y despiadado; y sabemos que no me manejo de esa manera. No pretendo ser como mi padre. 
-¿Tu papá ha abandonado a algún hijo? 
-A nosotros dos... ¿Qué te parece? 
-Duncan, solo tu papá es diferente, muestra su cariño de otras maneras y supongo que no significa que no los quiera.
-Cómo no es tu padre, por eso lo dices, incluso a veces creo que por ahí tengo algún medio hermano perdido; con tantas amantes que ha tenido. -me río. 
-Me gustaría tener un hermano. 
-¿Si? ¿Y por qué has abandonado a tu hermana en el día de su despedida? 
-me refería a un hermano hombre... y es porque estoy enojado con ella, no quiero que se vaya lejos Duncan, tengo miedo de que le pase algo, vaya es prácticamente una niña, una niña preciosa que se va a ir a vivir al otro lado del mundo sin que podamos saber si come bien o no, si ha ido a sus clases, ¿Qué tal si se enferma? ¿Quién verá por ella? tengo miedo por ella, porque es muy inocente, porque cualquiera puede llegar y decirle palabras bonitas y ella caer. 
-No la podrás mantener encerrada toda su vida, y algún día tendrá que conocer a alguien, lo siento Chad, pero aunque te guste o no, ella algún día se enamorará, para bien o para mal, déjala que se equivoque, que conozca, que experimente. -¡No! eso sobre todo no quiero que suceda.
-Lo piensas así porque es más fácil que puedas solapar a Albert, es hombre, lo entiendes más, pero ella es diferente. 
-Chad, Yo también tengo miedo de que ella se vaya, pero es parte de su aprendizaje y si tus papás han dejado que vuele creo que todos los demás salimos sobrando. 
-Ya suenas como papá -me río -pero para que veas como es el karma, será una niña y entenderás lo difícil que es que tu niña crezca, así que lo siento, mi hijo se llamará Adrien... 
-¿Y quién pretendes que sea la mamá? 
-Algún día la conocerás, será la madre de todos mis hijos -espero... 
-Es una apuesta -termina por decir. 
-¿Qué? -pregunto confundido. 
-Quien sea padre primero y tenga un varón le pondrá a su hijo Adrien. 
-Trato hecho, espero que a Cassandra le guste el nombre. 
-Espero que de verdad no esté embarazada... 
-¿La quieres Duncan? -pregunto. 
-La quiero si, pero no la amo... creo que eso era lógico. 
-¿Por qué sigues con ella? -parece reírse ironicamente 
-No lo sé, supongo que costumbre, porque mi familia y su familia se conocen, porque creo que eso es lo que necesito en una pareja para toda la vida, me refiero a que es leal, entregada, incluso cuando yo no lo soy, obviamente entiendo que a veces se canse de que no sea el mejor novio y que solo cuando hay intimidad es cuando soy una perita dulce, pero... 
-Te estás comportando como George Dunne -interrumpo -creyendo que solo porque alguien soporta sus canalladas tiene el derecho de estar con ella. 
-Quizá me parezco a mi padre sin darme cuenta -levanta los hombros y suspira. 
-No quiero a Cassandra para toda mi vida... busco algo más. -suspira. 

El teléfono vuelve a sonar, ahora es desde el número de Leilany, no quiero responder pero mi inconsciente me traiciona y respondo. 

-Chad -dice y puedo escuchar que ha llorado. 
-¿Qué pasó?
-¿No vendrás? 
-¿Quieres que lo haga? 
-Por favor... ya todos se fueron... 
-Lan... 
-Quizá soy masoquista... -susurra y cuelga, no eres la única Leilany, muerdo mis labios y comienzo a caminar, Duncan va detrás de mi sin decir ninguna palabra. 

Me subo a la camioneta, mientras que Duncan se sube a su auto deportivo, me alcanza en un semáforo y se despide de mi diciéndome que lo mejor es enfrentar lo que vaya a suceder y que prefiere ir a visitar a su novia; llego a casa, mis papás están en la sala y solo me observan, papá se ve que está molesto por mi comportamiento mientras que mamá se acerca a mí y me pide que la siga a la cocina para platicar antes de que suba. 

-¿Qué sucede Chad? -pregunta. 
-¿De qué? 
-Tu hermana y tú son inseparables, sé lo mucho que se quieren, y los dos parecen estar sufriendo la decisión de que ella elija irse a Chicago. 
-Solo... no quiero que se vaya mamá... es un mundo desconocido, no podemos estar cuidándola allá. 
-Chad... debes de aprender que amar también es dejar ir, dejar que la otra persona se equivoque, cometa sus errores, que se conozca a si misma. -es como si mamá... es imposible, si lo supiera ya nos hubiera dicho algo, nos lo diría, nos enfrentaría... -Te entiendo, pero no somos los dueños de nadie más, más que de nosotros mismos, si la otra persona toma una decisión aun cuando a nosotros nos duela y nos rompa el alma, debemos de apoyarla, enfrentarla, y eso es lo que hace sublime el amor de todas las maneras, el dejar ir, el confiar, el no esperar, el ser desinteresado... tu hermana necesita volar, ella tendrá que aprender muchas cosas que aquí no puede, y en tu caso es exactamente igual, a ti te toca quedarte y enfrentar otras cosas... y eso no signifique que se dejen de querer, de amar, el amor solo se transformará... 
-¿Tú crees mamá? -pregunto. 
-Estoy segura, deberías de subir y platicar con ella, hazle saber lo mucho que la quieres, lo importante que es para ti, y que confías en ella, en que hará lo mejor para su persona. 
-¿Tú has tenido que dejar ir? -asiente -¿Dolió? 
-Si, pero también me dejó un gran regalo... siempre todo sucede por una razón... no somos los dueños de nadie, pero si esa persona te elige diariamente, como pareja, como hermano, como hijo... es un día más ganado. -trago saliva. 
-creo que subiré... 
-Suerte, te quiero -me abraza y me besa la frente -siempre estaré muy orgullosa de ustedes. 

Muerdo mis labios y doy la media vuelta, subo las escaleras, paso mi recamara y sigo a la suya, no toco, entro directamente, ella está recostada en su cama boca abajo, escucho su respiración se que ha estado llorando. doy la vuelta a la cama y me recuesto en el lado disponible, ella finge dormir. 

-Te amo Lan, pero no soy tu dueño, si... me duele que te vayas, obviamente, es como si te estuvieras llevando gran parte de mi, pero confío en ti, en lo que quieres hacer, en lo que quieres lograr, sé que quieres escapar de lo que sentimos, pero si cuando regresas, aún quieres que sigamos... solo dilo... siempre seré tuyo... 
-y yo tuya Chad... -susurra, abre sus ojos y me observa. -eres mi más hermoso secreto Chad... 
-y tú el mío -respondo en voz baja -ve, conoce a más gente... no quiero que lo hagas pero tampoco puedo tenerte a la fuerza. solo busca tu felicidad Lan... aunque esa no sea yo. 
-Tú igual... -giro mi rostro y nuestros labios se quedan a pocos centímetros, la tomo por la cintura y la acerco mucho más a mí, beso sus labios, y duele... quema, hiere... -este es mi beso de despedida

Me duele dejarla ir... pero es el momento de que ella vaya y conquiste al mundo aunque yo lo deteste, aunque me quede con el corazón roto... ella necesita volar y yo crecer... quizá es tanta nuestra costumbre que por eso insistimos en que juntos estamos mejor cuando en realidad... solo fuimos una parte de nuestro destino. 

Y no... no estoy contento con que se vaya... pero ya veré yo que hago conmigo.