Entro a la habitación de Lan, ya pasan de las cinco de la mañana pero es que simplemente no he podido conciliar el sueño, me acerco lentamente, parece que está dormida, la luz de la luna hace un buen trabajo al iluminar su rostro y puedo ver que ha estado llorando y solo finge que duerme. 

-Lan -susurro y no responde. -Lan... me acerco a ella y beso su frente. 
-¿Qué quieres? 
-¿Puedo dormir contigo? 
-No... 
-¿Por qué?
-Quizá prefieras irte a dormir con Lara -veo que lleva la colcha hasta su cabeza y se da la media vuelta. 
-Lan... yo no sabía que ella vendría. 
-Pero tampoco hiciste nada por quitarte cuando te besó. 
-Entonces es obvio que viste que ella fue quien me besó, no yo a ella. 
-Ay ya... como sea... quiero dormir, no me siento bien... 
-Lan... -me acomodo a un lado y tomo el folleto de la preparatoria de Chicago. -¿Qué hay con Chicago? 
-Nada... 
-Escuché lo que le dijiste a Duncan. 
-Si escuchaste ¿entonces para qué vienes y me preguntas?
-Quiero que me lo digas tú. -se levanta y me observa detenidamente, toma un suspiro. 
-Iré a estudiar el último año a Chicago. 
-¿Por qué no me dijiste nada? me refiero a... para ir buscando universidad allá e irnos. 
-Es que ahí está el detalle Chad... no quiero que vayas conmigo, quiero irme sola. 
-¿Qué? bonito regalo de cumpleaños me estás dando -digo enojado. -¿Cuándo planeabas decírmelo? 
-Acabo de tomar la decisión... si... si había considerado que nos fuéramos juntos, obviamente, pero hoy noté que no... que necesito irme lejos, que lo que sentimos solo nos está lastimando a ambos, tú, debes de buscar a alguien más, yo debo de hacer lo mismo, esto es una tortura, lo que tú y yo sentimos está mal. -dice llorando. 
-Lan -la tomo entre mis brazos y ella trata de quitarse. 
-Chad no... esta vez por favor no... entiéndeme, necesito que me dejes ir, necesito que demos por terminado esto. 
-No lo haré. 
-Si lo harás... porque nos amamos debemos de entender que hay cosas que simplemente no pueden ser. 
-Lan carajo... tú sabes lo importante que eres para mí, sabes que yo si soy capaz de decir lo que siento por ti, sabes carajo que a mi me vale un reverendo pepino lo que diga toda la gente allá afuera, Lan... tú eres lo único real en mi vida... no puedes dejarme. 
-Si puedo y si lo haré... 

Lan estaba haciendo añicos mi corazón, faltan cuatro meses para que termine este año escolar, tengo cuatro meses para convencerla de que no se vaya, de que no me deje, pero en estos momentos siento que me ahogo que no puedo conmigo mismo, me levanto. 

-Chad... 
-Entiendo Lan... simplemente es que tú no me quieres como te quiero yo, porque yo si tengo los suficientes para salir a decir que estoy enamorado de mi hermana... 
-Chad... lo acabas de decir... enamorado de tu hermana -solloza. 
-Carajo Lan... no tenemos ni una gota de sangre compartida... no somos familia, no hay adn similar entre nosotros... yo te amo... 
-Quizá yo me confundí y creía amarte... 
-Bien... 

Salgo de la habitación de Leilany, muerdo mis labios y bajo las escaleras, tomo las llaves de la camioneta, no quiero creer lo que acabo de escuchar, paso saliva y escucho que alguien viene detrás de mi, es ella. 

-Chad... regresa a casa por favor. 
-No Lan... lo acabas de decir, que estás confundida y que creías amarme, así que no te debe de importar a donde voy o que hago. 
-Chad -me suplica. 

Tengo cerca de mí algunas macetas que adornan la entrada de la casa y comienzo a patearlas con todas mis fuerzas, No razono simplemente necesito sacar todo lo que está dentro de mí, escucho sollozos, gritos, hasta que alguien me detiene por detrás. 

-¡Qué demonios estás haciendo Chad! -dice Duncan. 
-Nada... 
-Solo se enteró que -suspira Leilany - que tengo novio... -Duncan observa a Leilany y de ella a mí. 
-¿Quién es? -pregunta. 
-No quiero decir. 
-¿Por qué no? 
-Porque ustedes se ponen histéricos... ¿No lo acabas de notar? 
-No te entiendo Lany... -dice Duncan - ¿no que querías irte lejos de esa persona? 
-Díselo Lan... -le digo. 
-¿Qué?
-Lan... se lo dices tú o se lo digo yo... 
-No eres capaz Chad -dice ella 
-Lo soy, ya estoy harto... hastiado, fastidiado, ya no puedo más. 
-¿Qué me tiene que decir? 
-¿Qué pasó aquí? -pregunta mi padre. 

No lo había notado pero ya está amaneciendo, es domingo pero él parece estar listo para ir a trabajar. 

-No Chad. -dice ella casi en una suplica. 
-Solo... nada papá... la fiesta se descontroló. 
-Tu mamá se va a molestar eran sus flores favoritas; ¿Por qué lloras Leilany? 
-Yo... ando en mis días y vi las macetas y -vuelve a llorar y se acerca a mí para abrazarme. 

Sé que está actuando, que se está haciendo la víctima como la he visto hacerse de esa manera muchas veces, Duncan solo me observa y la ve a ella. 

-¿A dónde vas papá? -pregunto 
-Uno de mis clientes ha sido detenido por la madrugada y tengo que ir a sacarlo a la cárcel, vayan notando que la carrera que eligieron no tiene descanso, me da unas ligeras palmadas y sube a su automóvil. -levanten eso antes de que su mamá se despierte; y vayan a conseguir macetas nuevas. -asiento. 
-¿Quieres ir a dormir Lany? -pregunta Duncan
-No... ella y yo vamos a terminar de hablar. 
-Déjalo pasar Chad, no puedes tener presa a tu hermana todo el tiempo, era obvio que en algún momento iba a tener novio y aunque no nos guste, ella iba a crecer. ¿Qué era lo que me tenían que decir? 
-Chad... 
-Nada Duncan... ahora te alcanzo. 

Mi mejor amigo se da la media vuelta y entra a la casa, desde donde estoy veo que sube al segundo piso y Leilany sigue aferrada a mí; yo no quiero soltarla. 

-Esto está peor cada vez Chad... ¿Ves como te pusiste? 
-Leilany... 
-¿Leilany?... Chad... tenemos que separarnos, esto nos está afectando yo estoy bajando de calificaciones, tengo miedo que en cualquier momento alguien nos descubra y que se den cuenta que estoy enamorada de ti. 
-Dame otra oportunidad Lan... mira... mi mamá es mucho más relajada en muchos aspectos, ella, ella seguramente nos apoya, ella sabe que no tenemos una gota de sangre compartida y que podemos tener una relación. 
-¿Cuál es tu plan?
-Decírselo a nuestra mamá y que ella nos oriente. 
-Chad... no lo sé... 
-¿De verdad estás confundida? -niega. 
-No Chad... no confundo lo que siento por ti, sé que te amo y que eres lo más grande que tengo en mi vida, no dejo de pensarte, añorarte, desearte, pero... estoy confundida con respecto a los pasos a seguir... y de verdad quiero ir a Chicago... quiero estudiar en Estados Unidos, pero quiero hacerlo sola. 
-¿Cuáles son los pasos a seguir en tu idea Lan?
-Sólo déjame ir... déjame saber quien soy, date cuenta quien eres tú... 
-Lan pero aún faltan cuatro meses para que termine el año escolar. 
-Lo sé... pero necesito meter el papeleo desde ahora. -suspiro. -Déjame ir, solo quiero conocer a Leilany... sin un apellido después de su nombre, déjame saber quien soy, que puedo lograr, a donde puedo llegar, Te amo Chad, pero necesito que pongamos un poco de distancia. 
-¿Para olvidarme? 
-No... para tomar el valor de venir a enfrentar lo mucho que te amo, si superamos un año lejos podemos superar muchas cosas, porque quizá estamos tan aferrados a estar juntos que somos como si fuésemos mellizos, yo soy una sombra tuya, tú una sombra mía, nadie se imagina a los Berry separados, pero yo lo necesito... 
-Me vas a olvidar Lan... -susurro. 
-No lo sé... 

Muerdo mis labios, no me gusta para nada su idea, su magnífico plan, sé que alejados esto se va a terminar por enfriar, pero aunque me duela con el alma tampoco puedo ser tan cruel y egoísta de decirle que no haga lo que ella quiere hacer. 

-Lo haremos a tu manera Lan... pero entonces también cede en que mientras estés aquí esto aun no termina. 
-Pero Chad... 
-Tú tomaste tu decisión sin importar como me iba yo a sentir... déjame entonces ser un poco egoísta y entonces elegir que mientras sigas aquí esto no se ha terminado. -ella asiente. -y que si al final de estos meses tienes el valor de decirle a nuestra madre lo que sentimos lo haremos, por favor... 
-Si Chad... 

Me importa poco donde estamos o si alguien nos llega a ver, me voy directo a sus labios, y ella me corresponde, y se lo doy con todas mis fuerzas como si fuera la última vez que la bese en mi vida, y es que la amo con todas mis fuerzas, que si Duncan, Albert, Brandon o mi madre bajan en estos momentos no me interesa ni un poco lo que lleguen a opinar, porque la quiero para mí... aunque eso signifique dejarla ir para que se de cuenta que ni tiempo ni kilómetros de por medio harán que este amor algún día termine