Capítulo 17
Lan se sube a la camioneta con sus audífonos puestos, prácticamente todo el fin de semana no me ha dirigido la palabras más que frente a mis padres actuando como la mejor hermana, incluso ayer por la tarde vinieron los Dunne y no hizo más que saludarnos y encerrarse en su recamara que por que se sentía mal, era obvio que no, la conozco demasiado bien, simplemente ha tratado de ignorarme, de ignorar lo que tenemos.
La dinámica diaria es que la lleve a la preparatoria que queda de camino ya que ella entra más temprano que yo y después yo sigo hacia la universidad, de la misma manera por la tarde.
-Este no es el camino hacia la escuela. –dice
-No lo es...
-¿A dónde vas entonces?
-No iremos ninguno de los dos a clases...
-¿Cómo por qué? –dice de manera irritada.
-Porque tú y yo tenemos que platicar y sé que en casa solo te encierras en tu mundo y ni quien te saque de ahí.
-No tenemos nada de que hablar.
-Si tenemos Lan... -cruza los brazos y gira hacia la ventana.
Tendrá que en algún momento escucharme, tendremos que en algún momento decir lo que sentimos, por una cosa tonta e insignificante está haciendo un drama, sé que no soy la persona correcta para quejarme de este tipo de circunstancias porque soy mil veces peor, pero merezco una segunda oportunidad.
Salgo de Londres y manejo aproximadamente una hora, la misma en la que ella no se ha dignado ni siquiera a voltear a verme, la vi usar su celular, y después de eso solo se acurruco tipo video de canción triste con sus audífonos y viendo la carretera, salgo de la autopista, nuestros padres nos traían a pescar a un lago cuando éramos pequeños, ni siquiera los Dunne saben acerca de este lugar, de pronto papá despertaba los domingos temprano queriendo que experimentáramos la vida de los pescadores... Adivinen cuantos peces pescamos papá o yo... ¡No éramos buenos pero nos divertíamos!
Estaciono la camioneta y bajo de ella, voy directo al lago, suspiro, esperando a que hora se resigna esa señorita a bajar de la camioneta, no creo que vengamos aquí y se quede encerrada en la camioneta... aunque quien sabe, a veces con ella puedes esperar cualquier sorpresa, escucho la puerta de la camioneta cerrarse, sonrío, he ganado esta ocasión, la veo sentarse en una roca mientras quita sus audífonos.
-¿Recuerdas cuando veníamos a pescar? –pregunta
-¿Ya me hablas? –gira los ojos y yo sonrío.
-Si quieres me voy de nuevo a la camioneta. –se levanta de la piedra pero la alcanzo inmediatamente para tomar su muñeca, y no dejarla seguir su camino.
-Recuerdo Lan... -ella vuelve a sentarse.
-Ustedes me dieron un hilo de pescar con su anzuelo y yo solo lo aventé al agua como diciendo, si anda Lan, entretente mientras los hombres pescamos –me río.
-Fuiste la única que pescó.
-Si... -tomo su mano
-No me gusta que me dejes de hablar, no me gusta que te alejes de mí.
-Chad... no es porque yo quiera hacerlo, es porque siento que es lo mejor, tengo miedo, miedo de desilusionar a nuestros padres, de que nos vean como enfermos, porque aunque no llevamos la misma sangre, nos debíamos de haber visto como hermanos, crecimos como eso, está mal vernos de otra manera, de desearnos como lo hacemos...
-¿Me deseas Lan? –ella se sonroja y lleva su cabello detrás de la oreja, no me mira, solo observa el lago.
-Si Chad... es obvio, creo que lo he demostrado en cómo te veo, como te beso, en como busco la más mínima oportunidad para subir la intensidad de muchas cosas.
-¿Sabes que yo también te deseo?... si supieras cuantas veces me he tocado pensando en ti... -ella sonríe pero de inmediato cambia su rostro.
-¡ves, a eso me refiero Chad! Imagina como nos verán nuestros padres si se enteran de que nos hemos deseado carnalmente, que quiero entregarte mi virginidad, que quiero muchas cosas de ti y no todas son tan inocentes.
-Es que ese es el problema Lan, te estás yendo por el lado carnal, Lan... si te deseo, si te he pensado muchas veces de esa manera, obviamente deseo estar dentro de tu cuerpo, quiero conocerte en muchos aspectos, pero... olvidas algo y es que te amo... te amo con todas mis fuerzas, es obvio que no voy a llegar con mis papás a decirles, es que Lan y yo nos amamos y queremos hacer muchas cosas que van más allá... por que más allá de todo eso, Lan te amo de tal manera que yo si me veo formando una familia contigo, que yo si me veo tomándote de la mano en algún evento familiar, que yo si me veo pidiéndote matrimonio en algún momento, me veo siendo el padre de tus hijos, tienes que ver eso Lan... eso es lo que importa. –suspira.
-¿Soy una idiota?
-No lo eres... solo tienes miedo... te entiendo...
-No quiero decepcionarlos Chad.
-Pero te estás decepcionando a ti... -frunce su ceño y veo que su pecho sube y baja.
-No quiero decirlo aún –sus dedos entrelazan los míos, y me ve
-Lan... yo te amo, y cuando tú estés lista lo haremos, pero odio no poder decirle al mundo que te amo, que eres mi novia y muchas cosas más, si tú me dieras a elegir yo saldría en estos momentos a decir lo que sucede entre nosotros y no me importan ni mis papás, ni los Dunne, ni nadie. Tú eres la persona más importante en mi vida, soy tuyo a tu voluntad.
-Chad... ¿Y si lo decimos y nos corren?
-Nos vamos juntos, te tengo a ti, no me importa nada más.
-Sería como un secuestro Chad, yo aún soy menor de edad...
-Mejor veamos el vaso medio lleno en vez del vaso medio vacío.
Me levanto de la roca, no he soltado su mano así que la jalo hacia mí, envuelvo mis brazos alrededor de su cintura, y acomodo mi cabeza entre su cuello y su cabeza.
-Este es mi lugar favorito en el mundo, esto es lo que quiero para el resto de mi vida, quiero un día despertar junto a ti después de hacerte el amor, o también quiero despertar con el llanto de un bebé en medio de nosotros dos, quiero eso, y lo quiero contigo, con nadie más.
-¿Crees que nuestro amor sea tan grande como para que llegue a suceder?
-Lo creo Lan, porque confío en nosotros. –ella asiente y puedo ver como salen lágrimas de sus ojos.
-Gracias Chad, me estaba dando por vencida... por favor nunca sueltes mi mano, nunca me permitas irme, nunca me dejes arrepentirme.
-Haré lo posible, lo que esté en mis manos.
Nos quedamos así disfrutando de la mañana fría, del lago frente a nosotros del bosque, sería tan fácil si nuestra vida fuera distinta, lo sé, si ella no fuera mi hermana adoptiva, pero también sé que quizá ese era nuestro destino, estar juntos de esta manera, nuestros primeros recuerdos, siempre está ella ahí, alrededor de mí en todas las vistas que hago hacía atrás.
-Duncan no me gusta –susurra
-Lo sé, sólo lo dijiste porque estabas celosa.
-Si –dice en forma de berrinche. –No me gusta Lara, no me gusta específicamente cerca de ti.
-A mí tampoco... -levanto mi rostro y mi mano va directo a su quijada, ella se levanta en puntitas, es más pequeña que yo, no por mucho, pero si lo suficiente para que tenga que ponerse en puntitas, me da un beso en la comisura de mis labios.
-Sólo yo puedo besarte de esta forma –sonrío y asiento, toma con sus manos mi rostro y sus labios buscan desesperados los míos –y también de esta forma.
-Lan tú eres a la única a la que quiero besar el resto de mi vida, eso y muchas cosas más.
-Dime que me amas...
-Te Amo Lan...
-¿Podrías gritarlo?
-¡TE AMO LAN!
-¡TE AMO CHAD! LAMENTO HABER SIDO UNA TONTA. –la tomo entre brazos y me pierdo en sus labios.
Besarla es estar en otro lugar, disfrutar del sabor de sus labios, de lo tersa que es su piel, no me encanta que no quiera decir nada sobre nosotros, pero la entiendo, entiendo su miedo, su pavor, no es que yo no quiera decepcionar a mis padres, pero es que ella es lo único real que tengo en mi vida, y mientras ella esté conmigo, yo puedo seguir, sé que no será fácil sin su ayuda económica... que dolerá irse lejos de quienes hemos considerado nuestros padres, pero prefiero tenerla a ella a mi lado que todo el dinero del mundo, yo... yo si soy capaz de salir allá afuera a gritarle a todo mundo amo a Lan y nada más me importa.
¿Cuánto tiempo podremos ocultar esto? no lo sé, pero espero de todo corazón que en algún momento ella tenga el valor de enfrentar allá afuera a todos y decir. Chad es el hombre de mi vida.
Porque mi vida tiene nombre y es Leilany Berry.
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