Alzo mi mirada mientras observo a mi hermana en los camastros cercanos a la alberca; a un lado de ella está Bridgitte desde donde me encuentro no alcanzo a escuchar de lo que va su plática pero ambas se ríen. ¡Me gusta verla reír!.

De pronto siento que todo se nubla, mis ojos arden y sé que no debo respirar, escucho risas lejanas que identifico bastante bien, son de Duncan, así que como puedo me incorporo y logro sumergirlo de la misma manera en que él lo hizo conmigo; logramos salir los dos a flote y me da un golpe en la nuca.

-Te vi muy entretenido observando a... -hace sus ojos pequeños de manera intrigada -¿Te gusta Bridgitte? –termina por preguntar.
-No –alargo la o.
-Pensé
-Solo veía como se ríen, me gusta ver a mi hermana feliz, ya sabes... soy un hermano sobreprotector, solo quiero que sea muy feliz.
-Supongo que así será, es una gran chica.
-Lo es –trato de una manera sobrehumana evitar suspirar.
-Por cierto –dice acercándose a mí.
-¿Si?
-Hay alguien que quiere conocerte –dice sonriendo.
-¿Y eso significa?
-Se llama Anne; es amiga de Cassandra, bueno de hecho su prima y pensaba en que podríamos salir en una cita doble
-¿Pensaste?
-Lo sugirió Cassandra –rueda los ojos
-¿Cuándo?
-Podría ser el próximo fin de semana.
-¿La conozco?
-Claro Chad, fue una de las chicas que la acompañaron al cumpleaños de tu hermana.

Trato de recordar pero la verdad es que solo le presté atención a una persona en especial, la hermosa cumpleañera.

-Ojos grises, cabello rubio, es linda, es imposible no verla. –sinceramente no la recuerdo.
-Está bien –asiento sin mucha emoción, pero entiendo que mi vida debe seguir sobre todo porque la chica que me gusta es prácticamente un imposible.

Escucho un grito seguido de agua cayendo alrededor de nosotros, me giro para encontrarme a Albert saliendo del agua y a Leilany, parece que él la ha cargado y llevado al agua consigo; él se ríe mientras ella lo abraza; alzo la ceja y muerdo mi labio.

Aunque sé perfectamente de su estupenda amistad no puedo dejar de sentir celos con esa forma en la que ellos se llevan.

-No sabes perder Albert
-Tú eres una tramposa...
-¿De qué hablan? –pregunto uniéndome a ellos.

Los dos solo se observan y se ríen, parece ser un chiste local al que no me quieren invitar, y solo siento que muero un poquito... de hecho mucho... de celos.

-Tu hermana es una tramposa, solo porque la quiero demasiado, si no, en estos momentos perdería mi amistad, es lo único que diré –toma un suspiro.
-Calla –Ella parece abalanzarse sobre él, lleva su mano a sus mejillas apachurrando el rostro de Albert y él parece quedar dando un beso; bufo. – tú también haces trampa y yo no me quejo.
-Porque soy encantador –él le guiña un ojo.
-Si, no lo niego, pero no lo uses contra mí. –Brandon y Bridgitte solo observan lo que sucede desde los camastros.
-No entiendo porque Albert es tu Dunne favorito –dice Duncan; Leilany sigue apretando las mejillas de Albert.
-Sólo velo, su cabello negro, su piel blanca, sus ojitos verdes, es todo bonito de ver...

¡En estos instantes quiero golpear ese rostro bonito de ver! Pero me contengo, lo quiero y no es como que pueda pelear con Albert cuando es prácticamente mi hermano del alma; además... ¿Qué pretexto uso? qué difícil mi situación. 

-¿Entonces en qué te hizo trampa? –pregunto observando al pelinegro.
-¡Yo no hice trampa! –responde Leilany. –él que no sabe jugar tenis y no soporta las apuestas que hacemos...
-Apostamos la semana pasada que el que ganara tendría al otro como esclavo el día de hoy... así que seguramente utilizó toda la semana para pensar en que podría ponerme a hacer... así que ella pretende que yo... -ella comienza a reírse.
-No eres un mal perdedor ¿verdad Albert? –ella pregunta sonriéndole. –Debes hacerlo o dejarás de ser mi hermano Dunne favorito y ya no te voy a querer –hace un puchero.
-¡No lo hagas! –responde Duncan.
-¡Ey! –le doy un golpe en la nuca –No puedes ser el favorito de los dos –le digo.
-Lo haré Leilany –el pelinegro toma un suspiro –hazte para allá.

Él parece de pronto sonrojarse, no entiendo muy bien que está sucediendo y temo un poco de lo que se le ocurrió a esa cabeza traviesa de mi hermana, ella se acerca a mí, Albert levanta su mano derecha con el traje de baño que me imagino llevaba puesto. Y se lo avienta a Leilany ella parece estar disfrutando de espectáculo.

Veo que Brandon trae un celular y comienza a dirigirlo hacia Albert quien está tratando de salir de la piscina, hoy curiosamente no hay tanta gente.

-¿Qué hiciste Lan? –pregunto curioso y ella muerde su lengua.
-Sólo espera –susurra.

Albert logra salir completamente de la alberca con algo que parece ser ropa interior de gigolo.

-¿Qué es eso? –pregunta Duncan.
-¿Una Tanga? –dice Leilany riendo.
-¿Dónde la conseguiste? –pregunto asustado.
-Esa información no te la puedo dar.

Todos observan a Albert, que parece caminar con mucha seguridad alrededor de donde nos encontramos, incluso pareciera que va modelando, solo escucho las risas traviesas de mi hermana, la observo; definitivamente me gusta verla sonreír, escucharla reír, Dios... odio sentirme así con respecto a ella.

-Albert –advierte Duncan.

El pelinegro se da cuenta que nuestras mamás vienen en camino, ellas parecen entretenidas con algo y no parecen darse cuenta lo que estaba haciendo Albert, él simplemente se avienta al agua nuevamente y nada hasta nosotros.

-¿Y yo soy la tramposa? –dice desilusionada Leilany.
-¿Qué fue eso Lan?
-¿Qué? Me porté bien... originalmente tendría que haberlo hecho sin nada que lo cubriera.

Lan gira hacia Brandon y él levanta el pulgar, me refiero a que todo quedó grabado; y yo que pensaba que entre Duncan y yo nos hacíamos bromas pesadas. 

-Lo hice –dice Albert y Leilany le entrega su traje de baño -Haré que pierdas Leilany
-Podré perder pero mi hermano no dejaría que ustedes se salieran con la suya.¿Verdad? –dice con sus hermosos ojos azules suplicantes.
-Lo sabes –digo triunfante y Albert solo nos saca la lengua.

Ella me mira de manera dulce y besa mi mejilla.

-Siempre me cuidarás ¿verdad hermanito?
-Siempre...
-No empiecen con sus cursilerías de hermanos –dice Duncan.
-¡Celoso! Yo no tengo la culpa que te haya tocado un hermano y no una princesita. –tomo por los hombros a Leilany y beso su frente.
-Me hubiese gustado tener una hermana.
-¡Te escuché Duncan! –dice Albert haciéndole una señal con los dedos de la mano de que lo está observando.
-Pero Lany cumple bien el papel de una. –dice queriendo abrazarla.
-No, búscate a tu propia hermana –le digo alejándolo. –esta es mía.
-Algún día Lany seré el hermano Dunne favorito...
-Sueña –dice Albert.
-¡Oh Dios! Unos hermanos se están peleando por mí –dice Leilany. -¿He triunfado como guapa? –ríe.

Los dos hermanos solo se ríen mientras que ella les guiña el ojo y va directo hacía mí, sube a mi espalda en modo de caballito y yo disfruto de tenerla así de esta manera, de cuidarla, protegerla, es lo más cerca que puedo tenerla...

Y es que para todos allá afuera solo somos los hermanos Berry... pero la verdad está muy lejos de ser así...

Ninguno de los dos tenemos sangre Berry, ambos somos adoptados, y si, aunque hemos crecido como hermanos, en algún momento de los últimos años en mi ha cambiado la forma de verla de distinta manera... si... a todos ellos les digo que es mi hermana, mi princesa, el tesoro que me encanta cuidar...

Pero la verdad es que... la quiero, la quiero como mujer, una forma muy distinta de verla como hermana, no sé en qué momento sucedió, cuando toda la vida solo la he querido proteger de todo lo que le pueda pasar o acechar allá afuera,golpearía a quien la haga llorar, la haga sufrir, muero de celos de saber que en algún momento ella ha tenido un primer beso con alguien, que seguramente algún día tendrá un novio, que experimentará cosas, que incluso algún día llegará a casarse...

pero en el fondo... en el fondo ese quiero ser yo... quiero ser todo para ella...pero por más que no seamos hermanos sanguíneos, ella me ve de esa manera, todos nos ven de esa manera, nuestros padres nos han prohibido decir que somos adoptados...

Quiero tenerla conmigo, besarla, cuidarla... darle todas las experiencias que debería de tener, no quiero que alguien le rompa el corazón, porque yo sería incapaz de hacerlo.

Odio... Odio con todas mis fuerzas ser su hermano...

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En alguna ocasión Albert le comentó a Leilany que antes eran muy cercanos, eso es algo que veremos justamente. 

Y por lo visto era algo como que no le agradaba mucho ni a Duncan, y mucho menos a Chad... 

¿Qué les ha parecido?