Una tarde de invierno, acompañada de una buena taza de café mientras observas por la ventana el cielo nublado, es lo que todo el mundo ama, pero para Annie Greene era el inicio de algo desastroso.

Ella jamás debió observar por su ventana aquella tarde. Ella jamás debió dirigir su vista hacia el patio de su vecino y amigo de infancia, Adam. Porque esa tarde de invierno, un tormentoso secreto los uniría de manera desastrosa.

Esa noche lo comenzó todo. Annie debía callar lo que sus ojos vieron. Debía eliminar de su mente las imágenes que quedaron como recuerdos plasmados en su memoria.

Por ninguna razón debía revelar aquella escena con alguien, ni de ninguna manera contar el pacto que hizo con su vecino Adam aquel día.

Esa tarde, Annie y Adam fueron unidos y a la vez separados por un pacto. Un pacto que ocultaba...

El secreto de Adam.