De pie frente al edificio de la facultad, tres años después de lo que había planeado cuando estaba en la escuela secundaria, siente que todo tipo de emociones lo invaden, y la sensación de logro ni siquiera se acerca a ser una de las cinco más fuertes. Vendrá más tarde, lo sabe en el fondo, pero ahora, la mortificación y la duda en sí mismo corren por sus venas, haciéndolas tan densas y su cuerpo tan pesado que, durante un largo momento, cree que en realidad no logrará entrar, dominado por la ansiedad.

Entonces alguien choca contra él y en un instante lo saca de su estupor.

"¿Estás bien?", pregunta, agarrando a la otra persona por el brazo para que no se caiga. Le toma un momento, pero pronto descubre que el brazo que todavía sostiene está unido a un cuerpo de su tamaño, pero aún más pequeño, y a ese cuerpo está unida una cara.

Y también es una cara bastante bonita, con una nariz más grande en el centro, que llena la cara bastante bien, llamando primero su atención antes de que finalmente mire al otro a los ojos y oh ...

-¿Estás herido? -pregunta Namjoon de nuevo, y el chico frente a él solo parpadea, sus grandes y brillantes ojos todavía casi se salen de sus órbitas. -¿Oye...? -pregunta Namjoon de nuevo vacilante y agita su mano libre frente a la cara del otro, logrando finalmente traerlo de vuelta a la tierra.

-Sí, yo... -comienza el hombre lentamente, recuperándose visiblemente a medida que las palabras salen de su boca-. Sí, estoy bien, gracias, señor.

-Solo Namjoon está bien -dice rápidamente Namjoon, encogiéndose internamente ante la idea de que alguien que tenga más de la edad de un niño de jardín de infantes lo llame señor . Observa cómo el otro asimila sus palabras, los engranajes que giran en su cabeza son visibles incluso para él. -¿Tu nombre...? -pregunta Namjoon vacilante, su voz se apaga antes de que logre terminar la pregunta, pero hace su trabajo y saca al otro de su mente una vez más.

-Jeongguk. Mi nombre es Jeon Jeongguk -se presenta apresuradamente y finalmente parpadea, quitando los ojos de Namjoon. Parece como si estuviera debatiendo algo por un breve momento, y Namjoon ve en su rostro el momento exacto en que decidió qué hacer, antes de que al momento siguiente escuche como Jeongguk tropieza con sus palabras mientras le pregunta si él también es estudiante allí, y si es así, entonces en qué año y qué cursos está tomando.

Namjoon se ríe de buena gana, la tensión que se había acumulado en su cuerpo durante las últimas semanas lo abandona de repente, al menos por un momento, lo que le permite olvidarse de todas las preocupaciones que lo estaban devorando. "Sí, es mi primer día aquí, en realidad", admite tímidamente, los ojos de Jeongguk se agrandan aún más ante esa revelación.

-¿Y cuál es tu especialidad, Namjoon-ssi? -pregunta Jeongguk nuevamente, con su voz cargada de esperanza.

"Estudios de literatura", responde Namjoon, y la pequeña sonrisa que el otro había estado conteniendo finalmente se transforma en una enorme sonrisa.

"¡Igual que yo!", dice con una sonrisa radiante, casi vibrando de emoción. "¡Ya he estado aquí varias veces, sé dónde están nuestras clases!".

Comienza a caminar hacia la puerta de la facultad antes de recordar algo y darse la vuelta. "¿Vas a venir conmigo?"

Namjoon se queda esperando un minuto, indeciso. No está acostumbrado a eso, a la familiaridad en el habla del más joven, incluso si lo pidió, a la velocidad con la que Jeongguk aparentemente se encariñó con él. Sin embargo, algo en él le recuerda que es exactamente lo que pidió, por lo que no debería echarse atrás ahora que ya ha llegado tan lejos.

Luego toma la mano extendida de Jeongguk y se deja guiar a través de los numerosos pasillos y escaleras del edificio hacia la sala de su primera conferencia.

Ese encuentro sienta un precedente en la vida de Namjoon que sólo después de un tiempo logra notarlo y comenzar a captarlo cuando está sucediendo.

Desde aquel primer día, siempre hay alguien esperándolo frente al edificio de la facultad, siempre dispuesto a charlar con él, bebiendo sus respuestas como si fueran oraciones, incluso si solo está refunfuñando tonterías, todavía mentalmente inconsciente a la hora temprana en que a menudo comienzan sus clases, demasiado listo para volver a dormir. Y desde entonces, siempre está rodeado por los vómitos de palabras de Jeongguk o por la charla de sus amigos. Están con él cuando se supone que deben estudiar, están con él cuando se supone que deben comer, están con él cuando se supone que deben escuchar a los profesores.

Es agradable y abrumador al mismo tiempo, la atención definitivamente a veces se le sube a la cabeza.

No está acostumbrado a tener un grupo de colegas rodeándolo casi todo el tiempo, ni a tener un acompañante cuando no hay nadie más disponible. (Generalmente es Jeongguk el que más se queda con él, como si estuvieran unidos por las caderas).

Son mucho más sociales que él, establecen rápidamente una red social para ellos mismos y él puede observar cómo navegan hábilmente por sus alrededores, mezclándose con quien quieran y obteniendo lo que quieran de ellos también.

Son ellos los que también empiezan a divertirse, siempre animando a sus compañeros a sumarse a ellos, y no tardan en pedirle que se una a ellos también. Sucede entre clase y clase, lo rodean como una bandada de patos o una jauría de cachorros ansiosos, los cuatro le piden;

"¿Quieres acompañarnos esta noche, Namjoon-ssi? Podríamos ir a tomar algo y luego ir a alguna fiesta juntos más tarde". Es Jeongguk el que habla, por supuesto que es él, y Namjoon necesita un momento para pensar en esa propuesta.

Una vez más, mira a los chicos que lo rodean, observa la sonrisa traviesa de Mingyu, la sonrisa sincera de Dokyeom, los ojos aún cerrados de Minghao mientras deja que su cuerpo se desplome contra la pared y, finalmente, mira a Jeongguk y sus grandes ojos llenos de esperanza.

"Sí, podemos hacerlo", dice, rindiéndose, convenciéndose mentalmente de que es exactamente lo que él también quiere.

Le lleva un tiempo, demasiado para su gusto, decide más tarde, pero se da cuenta de que no es lo que quiere hacer. Se da cuenta de que a veces quiere tener un descanso para sí mismo, que quiere pasar algunos períodos libres estudiando y poniéndose al día con sus tareas, en lugar de charlar en la cantina o tonteando afuera. Se da cuenta de que se siente rodeado, atrapado como un animal salvaje, pero no está seguro de qué se supone que debe hacer para salir de la situación en la que se ha metido, cómo se supone que debe hacerlo sin lastimar a nadie.

Todo culmina con él en la fiesta de Jeongguk. Técnicamente es una fiesta para todos, ya que solo se suma el cumpleaños de Jeongguk a la lista de cosas para celebrar, pero, no obstante, él es, sin lugar a dudas, la estrella que más brilla en el evento.

Es una fiesta pequeña, privada, con solo ellos cinco y algunos otros amigos cercanos de Jeongguk. Todos se emborrachan con bastante facilidad, especialmente los más jóvenes, con Namjoon parado en el lugar de los "un poco achispados", ya que es el único que se toma su tiempo con las bebidas en lugar de beberlas de un trago. También es él quien se mezcla en un costado del evento, manteniendo su distancia de los demás, ya que recién ahora se está dando cuenta de lo ridículamente cansado que se siente después de todo el semestre y la serie de exámenes que acaba de terminar.

Oye pasos suaves que se acercan a él, pero no asume que es alguien que lo busca hasta que escucha la voz de Jeongguk detrás de él, llamándolo en voz baja. Se da la vuelta y observa en silencio por un momento mientras el más joven escanea sin éxito su entorno, su claro estado de profunda intoxicación le dice fácilmente a Namjoon por qué le está tomando tanto tiempo.

-Ven, Jeongguk-ah -grita finalmente, riéndose para sí mismo mientras observa cómo el rostro del más joven se ilumina cuando sus ojos se centran en su rostro. Jeongguk se acerca a él apresuradamente, con los pies inestables, pero su mente decidida a triunfar.

-¿Dónde te escondías, hyung? -pregunta Jeongguk con un severo puchero en su rostro, y Namjoon olvida instantáneamente que él también es el núcleo de muchos de sus problemas, su débil corazón cede sin pensarlo dos veces.

"Si no pudiste encontrar a hyung, entonces hyung piensa que es hora de que te vayas a la cama", responde Namjoon, pasando su brazo alrededor de la cintura de Jeongguk, comenzando a arrastrarlo hacia su habitación antes de que el menor pudiera darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Al principio va bien, antes de que las puertas y su proximidad llamen la atención de Jeongguk, lo que lo hace alejarse agresivamente del agarre del mayor.

"Pero ni siquiera bebimos juntos", se queja, y Namjoon cede, pensando que podría ser menos difícil que pelear con él siempre y cuando lleguen a un acuerdo.

"Solo una cosa, ahora tú deberías ser responsable", dice Namjoon con un suspiro de resignación mientras se une a Jeongguk en la cocina, donde el más joven está mezclando sus bebidas. Jeongguk solo sacude la cabeza en desacuerdo, pero no dice nada, claramente concentrado en hacer lo que sea que esté haciendo bien en el primer intento.

-Dos y tenemos un trato -responde después de unos minutos, mientras le entrega su bebida a Namjoon, las dos siguientes ya están listas en el mostrador para que las tomen.

-Dos es mejor que tres -dice Namjoon con un suspiro para sí mismo-. Dos y ni uno más -repite más fuerte y continúa con un sonoro «¡Salud!» antes de beber su primer trago de un trago. La música se siente un poco más fuerte y los vasos se pegan un poco más a menudo después de eso, pero no le presta mucha atención y ya está tomando el segundo trago.

No recuerda mucho de lo que pasó después de eso, todo es borroso cuando intenta recordarlo mientras piensa en lo que podría haber hecho de otra manera para evitarlo. Sin embargo, nunca encuentra otra manera, en todos los escenarios, él y Jeongguk terminan en la cama del menor, ambos con las extremidades flojas por las bebidas y el alcohol, sus pensamientos lentos y confusos mientras yacen juntos en el colchón. Es lo que Namjoon quería lograr después de todo, y casi se queda dormido allí, ya que encuentra las sábanas perfectamente cálidas debajo de él, pero luego siente que la otra persona se mueve demasiado, lo que lo impulsa a abrir los ojos con cansancio. Lo que ve solo lo confunde más cuando ve a Jeongguk, quien estaba borracho hasta la locura solo unos momentos antes, flotando sobre él en silencio con un ceño fruncido visible en su hermoso rostro.

-¿Qué pasa, Gguk-ah? -dice arrastrando las palabras, desesperado por conseguir que el más joven se acueste a su lado. No está listo para las palabras que vienen como respuesta:

"Creo que estoy enamorado de ti, hyung."

Esas palabras hacen que Namjoon se ponga serio, de modo que de repente casi siente náuseas, a pesar de la absoluta claridad de su mente y sus sentidos. Es casi como si alguien le hubiera arrojado un balde lleno de agua fría encima y él se aleja a toda prisa de debajo del más joven (¿cuándo logró acercarse tanto?), los movimientos del cuerpo del mayor los sorprenden a ambos.

-¿Pasa algo? -pregunta Jeongguk, arrastrando las palabras. Frunce el ceño mientras intenta concentrarse y entender qué está pasando.

-No, no me siento bien, creo que debería irme a casa -dice Namjoon entre dientes desde donde está parado, casi en la puerta. Jeongguk no parece convencido, pero para alivio de Namjoon, no lo increpa y lo deja ir libremente.

Se va sin mucho más que un silencioso adiós y un montón de pensamientos en su cabeza.

Es difícil, sorprendentemente difícil, Namjoon se da cuenta a medida que pasan los días, mientras el semestre comienza de nuevo y todo vuelve a la normalidad, excepto la mente de Namjoon. Todo va como estaba sucediendo hace solo un mes, pero ahora Namjoon se da cuenta de que no se siente bien tan a menudo. Que se siente apretado, rodeado con tanta regularidad, que se encuentra evitando a sus colegas, y especialmente a Jeongguk, lo está haciendo con más frecuencia de lo que hubiera esperado anteriormente.

Las siguientes semanas, meses son duros, muy confusos para Namjoon porque se da cuenta demasiado tarde de que nunca le decepcionó al más joven. Se entera por los demás de que le hizo asumir que solo tenía dolor de estómago o un leve caso de miedo, pero por lo demás no estaba en contra y para ser honesto... Namjoon ni siquiera estaba seguro de si le gustaban los chicos antes de esa noche, solo recordaba unas pocas veces escasas en las que pudo admitirse a sí mismo que encontraba atractivo a otro chico. Y para ser honesto, si sucedió de otra manera que no fuera la forma en que sucedió... sí, en medio de la noche, cuando no está rodeado de sus amigos y de Jeongguk, puede admitirse a sí mismo que encontraba atractivo a JK, que le gustaba su apariencia y su personalidad, pero era solo eso, no había nada en él que lo motivara a dar el siguiente paso y profundizar su relación más allá de la amistad que repararon juntos durante el semestre pasado.

Y ahora estaba a punto de terminar también, con Namjoon dándose cuenta demasiado tarde de que no estaba interesado en tener ese tipo de relación con Jeongguk, pero sin poder decírselo a la cara. Lo que elige en cambio, al igual que el adulto que se supone que es (su mente muy útil le proporciona), es simplemente distanciarse en silencio durante las próximas semanas, hasta que finalmente decide que evitar las clases a las que también se suponía que debía asistir lo está volviendo tan miserable y ansioso como estar allí.

Él va al asesor de estudiantes después de finalmente ceder a esa realización y hace una consulta sobre transferirse de nuevo a la universidad en Ilsan, encontrando que podría ser más fácil para él irse, sin importarle ver a sus padres más en el resultado también, que resolver esta situación él mismo con el estado en el que está su mente. Así es como un día simplemente desaparece, de la universidad y de la vida de Jeongguk también, sin bloquear al más joven, pero tampoco responde a sus mensajes.

Él sólo desea, mientras está de pie en medio de su habitación vacía, que pudiera haber una manera en que estuvieran listos para volver algún día a ser lo que eran antes de eso .

Mrs.KimJoon's