━━━02
Tres días ya tenía trabajando en el purgatorio el pequeño angelito.
Yuki miraba su computadora, mientras leía el manual que MinHo le había dado para comprender el artefacto. En ese momento el sonido de los tacones llamó la atención del angelito, que asomó su cabeza sobre el escritorio para ver qué era ese sonido.
Una mujer rubia ceniza portando un extravagante vestido rosado y unos tacones de aguja apareció, le dió una mirada al chico y le lanzó un beso para continuar su camino hacia la oficina de MinHo.
Y Yuki reaccionó. Se levantó rápido para correr y cerrarle el paso a la mujer que le dió una mirada interrogante.
—Disculpe bonita señora mi interrupción de esta forma, pero no le puedo dejar pasar.
La mujer apretó la mejilla del angelito.
—¿Y me dejarías pasar por un caramelo de cereza?—preguntó sacando la golosina de su bolso.
Los ojitos del ángel brillaron...
—¿Cómo diablos entraste, Jessi?—preguntó un molesto Minho viendo a la antigua mortal.
—El lindo niño me dejó pasar—dijo señalando a la entrada por donde Yuki con una paleta en sus labios entraba.
—¡Lo sobornaste!—acusó apresurándose a levantarse para sacar el caramelo de los labios del ángel— No vuelvas a aceptar dulces de desconocidos.
—Pero, era un caramelo.
—No los aceptes—regañó MinHo y Yuki hizo un puchero, sus ojos se aguaron y pronto empezó a llorar—. ¡Mierda! Deja de llorar, te compraré dulces pero deja de llorar.
—Eres un bruto, MinHo, pobre bebé—exclamó la mujer abrazando al niño que le miró mientras Jessi limpiaba sus lágrimas.
—Jamás fui amamantado—admitió el angelito sin pensar mucho sus palabras recibiendo una carcajada de la mujer.
—Dios, llévame o yo mismo me envió—murmuró por lo bajo MinHo mientras hacía una mueca de asco—. ¿Qué haces aquí Jessi?
—Vine a realizar una consul...
—No tengo, no puedo, y no quiero.
Y la mujer le miró asombrada antes de golpearlo.
—¡Eres un tonto!—la mujer bufó— ¡No puedo permanecer en el purgatorio para siempre!
—¿Prefieres ir al infierno?—una negativa— Entonces no andes de quisquillosa.
—Puedes revivirme aún.
—Ya tienes 3 años muerta, y bien que te lo mereces por estúpida.
—¡You are a damn!—chilló la mujer y el angelito cubrió sus labios ante la sorpresa, mientras miraba a MinHo y luego a Jessi.
A Yuki le gustaba el chisme.
—¡Mira gringa pendeja, tú hablame en coreano!—gritó un exasperado MinHo, sosteniendo a Yuki por las alas, cuando esté fue hacía la planta carnívora.
—Minho, ya no quiero estar muerta.
—¿Cómo murió señorita?—preguntó Yuki aún siendo sostenido por MinHo.
—¡Fue un asesinato!
—Te mataste—replicó MinHo sonriendo burlón—, por pendeja.
—¡No me digas así, Minho!
—No comprendo—susurró Yuki, y Jessi se apresuró a cubrir los oídos del lindo niño.
—No te atrevas.
La muerte apartó a la difunta y la hizo sentarse antes de mirar a Yuki.
—Ella quería matar a su Sugar Daddy, y se tomó ella el vino que le iba a dar al señor.
—¿Qué es un Sugar Daddy?
—Una persona mayor que le da dinero a otro, y regalos.
El angelito asintió y empezó a volar alrededor de MinHo sonriendo.
—¡MinHo-ssi es mi Sugar Daddy!—gritó el chico luego de que todo tuviese sentido en su cabeza.
—¡¿Qué?!
—Usted me da dinero, como cuando fui por su café, igual me da regalos, como las curitas después que me caí por las escaleras ayer en la tarde. ¡Además es un anciano!
Y MinHo tuvo un tic nervioso por la mente ignorante del chico, mientras Jessi reía a carcajadas en la silla.
—¡Tienes un Sugar baby, gato gruñón!
El mayor ya no lo soportaba. Hizo salir a Jessi luego de chasquear sus dedos y sostuvo a Yuki por los hombros.
—No vuelvas a decir eso, no soy tu "Sugar Daddy" solo tu jefe. No lo vuelvas a decir.
—Pero...
—Pero nada.
El angelito hizo un puchero e infló sus mofletes antes de empezar a volar levemente, completamente enojado.
—¡Es un viejo grosero!
¿Viejo? ¿Yuki le había dicho viejo y grosero?
No lo pensó bien cuando uso sus poderes en el angelito.
Pestañeó tratando de calmarse y cuando llevó su mirada a su secretario, se dió cuenta que este se había convertido en un gatito rosado que le miraba enojado, antes de morderle el tobillo.
—¡Yuki, no muerdas!
Jessi que estaba afuera solamente sonrió, bien, parece que alguien al fin alejaría a MinHo de su amargura.
¿qué les pareció
el capítulo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro