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Capítulo Cinco

Jungkook condujo a Seokjin al primer piso, donde estaba la urgencia y dos consultas que eran ocupadas por los médicos que trabajaban por horas. Lo presentó en forma general a los que allí estaban y Seokjin los saludó con una reverencia y presentándose brevemente. Tal y como había ocurrido con las asistentes, la mayoría se había alborotado con la presencia del guapo doctor beta. Pero sin duda lo que terminó por irritar al omega, fue la presencia del doctor Kwon Hyun Bin. Beta. Quien prácticamente acaparó a Seokjin dándole una bienvenida demasiado efusiva.

—Doctor Kim, soy el doctor Kwon Hyun Bin. Es un placer conocerlo. He escuchado excelentes comentarios acerca de su trabajo en el Hospital de Seúl. Me gustaría que en algún momento pudiéramos hablar acerca de esa experiencia.

—Claro doctor Kwon. Tal vez más tarde podamos charlar más tranquilos—. Si de algo se podía jactar Seokjin era de su capacidad para percibir los coqueteos que tanto omegas como alfas generalmente le hacían. Sabía que era guapo y que atraía miradas y algo más. Y esta no era la excepción. Así es que, para no ser descortés, le dio una agradable sonrisa al beta.

Y entonces sucedió. El aroma de Jungkook. El suave olor a cerezos cambió a uno ácido y casi picante. Kwon como beta apenas percibió el cambio, pero para Seokjin fue un golpe a sus sentidos. El doctor Jeon estaba molesto y su aroma lo delataba. Miró al omega que, sin embargo, no había movido ningún musculo de su cara.

Jin sabía que su rango era alto. Se había hecho exámenes al entrar a la universidad y la presencia de hormona alfa en su organismo estaba en la parte superior de la tabla de medición por lo que era sensible a los aromas tanto de alfas como de omegas. Tal vez eso explicaba porque se sentía tan atraído hacia éstos últimos y especialmente hacia uno, el omega que se había enfadado por la presencia del otro beta.

—Doctor Kim, realmente no tengo todo el día para ser su guía turístico —.Ofuscado, Jungkook finalmente interrumpió el diálogo de los dos betas.

Seokjin lo miró y le sonrió. Se despidió del doctor Kwon y siguió al omega que ya estaba llamando el ascensor.

Finalmente llegaron al casino de la clínica. Había algunos miembros del personal que inevitablemente miraron al recién llegado. La mayoría eran betas como Seokjin y algunos omegas. Jungkook sabía que no podía ser descortés y lo invitó a tomar algo, señalando una mesa que estaba en un rincón apartado. El beta le seguía sonriendo y haciendo pequeñas exclamaciones cuando le gustaba algo.

—Este lugar es muy acogedor. Siento que toda la clínica lo es. Está pensada no sólo para que los pacientes se sientan bien, sino también el personal—Seokjin ya se había dado cuenta de pequeños detalles que hacían del lugar algo especial. Los colores, las butacas para espera. La música calmada que se podía escuchar por los parlantes. Nada estridente.

—Supongo que así es. Refleja un poco la personalidad del director. A Jung Hoseok le gusta hacer sentir cómoda a la gente. Creo que es algo así como su sello. Los otros socios son así también.

—Yoongi y Sung-Hoon lo son ¿verdad?

—Y el hermano de Sung-Hoon. Él no trabaja aquí. Es psiquiatra, pero también es socio—contestó Jungkook, pensando que nunca lo había conocido, durante el tiempo que salieron.

—Ah sí, Sung-Hoon me ha hablado de él. Está haciendo un estudio muy interesante, acerca de él y Seon-Woo...—Seokjin miró al omega que ante la sola mención del nombre bajó la vista. Se arrepintió al momento de hablar de él.

—Lo siento, no debí mencionarlo. —Seokjin pudo notar la incomodidad del omega.

—Veo entonces que su amigo le contó todo acerca de mí. Debe saber qué rol cumplí en la vida de Sung-Hoon y todo lo que ha pasado...— Jungkook se sintió humillado por lo que eso implicaba. Seguro que el beta tenía una terrible imagen de él. Iba a pararse y dejar ahí al doctor, cuando su mano lo detuvo.

—Jungkook...—el omega frunció el ceño ante la informalidad—Sí, me niego a llamarte de otra manera. Siéntate por favor. Es verdad que sé tu historia con Sung-Hoon, pero puedo asegurarte que él jamás ha dicho algo malo acerca de ti. Ningún comentario mal intencionado. Y conozco sólo su versión de las cosas. No voy a negar mi amistad con él. Le tengo mucho cariño y admiración. Pero ahora, estoy aquí contigo y quiero conocerte.

—¿Por qué? —Jungkook ya lo había sentido. Había algo en el beta que lo atraía y que lo hacía hacer cosas que usualmente no haría con otra persona—. ¿Qué estás buscando? No necesitas un amigo aquí. Tienes a Sung-hoon.

—Oye..., eres realmente directo..., bueno entonces también seré directo. Porque creo que sabes perfectamente que algo pasó al momento de conocernos. Yo lo sentí y estoy seguro que tú también. Soy un beta, Jungkook y no tengo la sensibilidad o la percepción de los alfaa u omegas y sé que no tenemos pareja destinada, pero sentí algo especial no sólo hoy, sino aquel día que te vi en ese bar.

Jungkook miró al beta. Y maldita sea que tenía razón. Todo su cuerpo había reaccionado a su presencia y su lobo también. Seokjin no era un alfa, pero para él, se sentía como uno. Todavía se sentía levemente excitado en su presencia. Aun así y para no ser escuchado por el resto acercó su cuerpo, a través de la mesa, al beta.

—Es absurdo lo que dices. Simplemente me sorprendió tu llegada. No es que haya algo especial entre nosotros y ya te dije que sólo somos colegas. Si crees que soy un omega fácil porque estuve con Sung-Hoon, estás equivocado.

Jungkook apenas murmuró esas palabras. No quería volver a estar en boca de todo el mundo. Ya era el chisme favorito de toda la clínica.

—Oye...al menos dejaste las formalidades...—Seokjin también se acercó al omega, quien retrocedió de inmediato.

—Porque veo que no tienes la menor consideración a lo que te pedí..., entonces no tengo que usar honoríficos contigo, si tú tampoco los va a usar.

—Me parece justo. Y sobre todo lo demás que dijiste. Sabes que no miento. Y no creo que seas un omega fácil...al contrario me doy cuenta que tendré que luchar mucho para conseguir una cita contigo...

Esto era el colmo. ¿Qué se creía este beta arrogante y tan...tan guapo? Que le sonreía sin parar y le coqueteaba abiertamente.

—Apenas nos conocemos hace unas horas y estás pensando ¿en citas?

—Técnicamente te conocí hace meses..., en serio doctor Jeon, creo que eres el omega más bonito que he visto en toda mi vida y estoy feliz de haberte vuelto encontrar justo aquí...

—¡El tour ha terminado! —. Jungkook se había puesto demasiado nervioso para seguir escuchando al beta—. Espero que mañana tengas muchos pacientes que atender y te olvides de andar coqueteando con todo el personal de la clínica como hoy—. Se levantó de su asiento, hizo una reverencia y dejó a Seokjin solo en el casino. Iba a ir tras el omega, cundo vio al doctor Kwon sentarse en la misma silla que había estado Jungkook.

—Veo que el doctor Jeon te dejó solo. A veces es tan descortés. Vas a tener que cuidarte de él. Desde que el doctor Park lo dejó, esta insoportable.

Seokjin miró de mala manera al beta.

—¿Acostumbra a hablar de la vida privada de sus colegas doctor Kwon?, y todavía más, ¿referirse a ellos de mala manera?

El beta enrojeció. No había podido morderse la lengua para aprovechar de mostrarle al guapo doctor beta, la verdadera personalidad del omega.

—Lo siento. Pensé que te había hablado de mala manera. Pude notar una cierta tensión entre ustedes. Y sólo quería advertirte. Todos conocen la personalidad del doctor Jeon. Su frialdad en el trato a veces llega a ser irrespetuosa. Es menor que yo, pero nunca se inclina para saludarme.

Y Seokjin podía adivinar el motivo. Seguro que Jungkook sabía cómo el doctor Kwon hablaba de él. Por eso se había molestado tanto en la sección de urgencias y no podía culparlo.

—Si me disculpas, voy a subir a hablar con el director y acomodar algunas de mis cosas. Mañana comienzo con pacientes y quiero que todo luzca bien.

Seokjin no esperó respuesta del médico y se paró de la mesa, dispuesto a buscar a su amigo y hacerle algunas preguntas.

Cuando llegó al piso de su consulta, y preguntó por Hoseok, éste lo recibió de inmediato.

—Y ¿cómo estuvo ese tour? ¿Pudiste conocer la clínica? ¿El doctor Jeon fue amable contigo?

—Él lo fue, al igual que el resto del personal. A pesar de todos los muros defensivos que el doctor Jeon ha construido, puedo darme cuenta que en realidad es una gran persona.

—Vaya... Yoongi me hizo ver que ustedes dos... como decirlo... habían conectado..., pero no esperaba que pudieras leerlo tan fácilmente.

—Sung-Hoon me habló de él desde que comenzaron a salir... Sé todo lo que pasó o parte... No voy a negar que él me atrae.

Seokjin le contó a Hobi cuando se había encontrado a Jungkook en el bar y el alfa se sorprendió. El mundo realmente era un pañuelo.

—No me inmiscuiré en la vida privada de mi personal... A menos que afecte el prestigio de la clínica. Solo te pido que cuides de Jungkook. Está vulnerable con todo lo que sucedió—. Hoseok se abstuvo de mencionarle al beta que el doctor omega estaba en terapia. Era algo personal que sólo Jungkook estaba autorizado a revelar.

—No lo haría. Y tampoco lo voy a presionar demasiado. Pero sé que él también sintió algo hoy.

Era extraño para Hoseok que SeokJin se sintiera de esa manera con respecto a Jungkook. No era un alfa, por lo que el destino no tenía nada que ver con esa atracción fulminante. Por otra parte, su amigo Namjoon había descubierto tantas nuevas facetas acerca de destinados y no destinados, que no extrañaría que tal vez hubiese algo más allá de su propio conocimiento o entendimiento. No quiso decir nada de esto al beta. Era muy pronto y podía suceder que todo termina diluyéndose, si se cansaba del carácter del omega. Así que prefirió hablarle de los pacientes que tendría a contar del día siguiente.

Mientras, Jungkook había llegado hasta la oficina de Yoongi para su sesión de terapia. Sin poder sacar de su cabeza al nuevo doctor beta, a quien había dejado abandonado en el casino.

Yoongi pudo notar como su aroma estaba alterado, pero en una extraña mezcla de ansiedad y.... excitación.

—¿Tu celo está cerca Kook? —Yoongi miró al omega que se sonrojó. Sabía que su aroma iba a delatar esos estúpidos pensamientos que estaba teniendo sobre Kim Seokjin.

—Estoy tomando supresores. Supongo que debo ajustar la dosis. Me he sentido un poco extraño hoy. Más tarde iré con una de las enfermeras a tomar una muestra de sangre.

—¿Estás seguro que son los supresores y no el nuevo integrante del equipo médico?

—No sé a qué te refieres hyung... —Sí, Jungkook ya había comenzado a llamar así a Yoongi, quien había logrado ganarse en parte la confianza del omega.

Yoongi lo miró y olfateó. El psicólogo tenía muy desarrollados sus sentidos que, al conectar con su lobo, le ayudaban mucho a descifrar el estado de ánimo de sus pacientes. Sabía que al omega de alguna manera le había impactado la llegada de Seokjin, pero también sabía que por ahora sería difícil sacarle alguna información.

Así es que lo dejo de lado y se dedicó a hablar de los hechos recientes.

—Estoy bien hyung... Sung-Hoon y yo casi no hablamos. Supongo que aún me guarda rencor, por lo de su omega. Pero en realidad ya no me importa. Ninguno de los dos. El pasado es eso y no podemos hacer nada para cambiarlo.

—Ya te he dicho que ninguno de los dos está resentido contigo, Kook. Y sí tienes razón el pasado no se puede cambiar, pero aún siento que debes cerrar ese capítulo e intentar hablar con ambos. Cuando estés listo. No te estoy presionando. Ahora, quiero que nos enfoquemos en ti, en tu relación con tus madres. Ya te dije que quiero ayudarte. Quiero que aprendas a mostrar tus emociones y sentimientos.

Los ojos de JungKook una vez más se llenaron de lágrimas. Por eso le gustaba Min Yoongi porque era una de las pocas personas que reconocía en él sentimientos y emociones.

—No sé si quiero exponerme todavía más. Las personas aquí siguen murmurando cosas acerca de lo que pasó con Sung-Hoon y mi arranque de ira. Ellos piensan que por mi trato distante y parco no siento nada..., pero no se dan cuenta que, aunque no sepa demostrar mis emociones, no quiere decir que no existan. Que no me sienta herido o triste o abrumado... No soy una piedra....

El omega seguía llorando. Estaba sacando tanto dolor en esta terapia. Tanta soledad acumulada por años de desamor y abandono.

Yoongi suspiró. Tendría un gran trabajo por delante, pero estaba seguro que lograría avanzar con Jungkook y esperaba que la llegada del doctor Kim, contribuyera en ese objetivo.

También era urgente que hablara con su compañero, para poner fin a la ola de rumores y chismes en la clínica. Hoseok tendría que hablar con el personal. No era justo para Jungkook estar siempre en la comidilla de todos.

—¿Puedo pasar?

Sung-Hoon estaba terminando de escribir los últimos apuntes de sus pacientes. Eran más de la tres y aún no había comido.

—Pasa. ¿Comiste ya? Podemos pedir algo si quieres

—Pide sólo para ti. Hoseok y yo acabamos de comer. Su compañero está con un paciente aún.

Sung-Hoon sabía que ese paciente era Jungkook, pero no dijo nada.

—¿Y bien? ¿Cómo fue todo?

—Es maravilloso. Me siento tan feliz de comenzar aquí. Nunca dejaré de darte las gracias por haberme recomendado.

—Todo el mérito es tuyo, no tienes nada que agradecerme—. Sung- Hoon se acomodó en su silla y miró con una sonrisa a Seokjin—. Pero ahora quiero saber, ¿qué fue ese numerito con Jungkook en la sala de reuniones?

Y una vez más Seokjin contó su historia acerca de haber conocido a Jungkook y la muy especial atracción que sentía por él.

—Nunca hubiese imaginado que ese bonito omega que vi hace unos meses iba a ser tu Jungkook. Necesito que me digas que cosas le gustan.

—Él no fue ni es mío... Lo sabes. Y la verdad no lo sé. Salíamos a veces..., le gustan los restaurantes caros, los bares Vip y esas cosas... No es un mal chico. Pero ya te lo dije es diferente a ti y a mí. Es frío y un poco calculador... Es culto e inteligente, pero... Ya sabes pasábamos los celos juntos y en esas ocasiones no hablábamos mucho...

—Quiero conocerlo por mí mismo. Tal vez no te diste suficiente oportunidad para conocerlo. Tampoco quiero saber de sus celos ni de los tuyos.

Sung-Hoon sonrió. Era extraño para él saber que su amigo podía sentirse atraído por Jungkook, pero ¿quién podía juzgar eso? El amor y las relaciones surgían de donde menos se esperaban. Él y Seon-Woo eran un ejemplo de aquello.

—Pues no será fácil. Además, por lo que Seon-Woo me dijo acerca de su pasado, Jungkook no lo ha pasado bien. No voy a darte más detalles, pues creo que debes ganar su confianza y que sea el mismo quien te lo diga.

Seokjin estaba contando con eso. Esperaba ganarse la confianza del omega poco a poco.

Se despidió de su amigo, con la promesa de encontrarse más tarde en el departamento de Seon Woo.

Al día siguiente, Seokjin comenzó su trabajo con varios pacientes. La mayoría eran omegas que habían conseguido una fertilización asistida. Como había llegado temprano se aseguró de averiguar si tenía acceso a ver la agenda de Sung-Hoon y de Jungkook. Cuando comprobó que si lo tenía, imprimió la del omega.

Por eso, cerca de las 11:30 y luego de despedir a su paciente con una gran sonrisa, fue a golpear la puerta de su colega. Las secretarias lo miraron con incredulidad y asombro, sabían que al doctor Jeon no le gustaba ser interrumpido en sus escasos minutos libres, pero ya era demasiado tarde y el beta estaba dentro.

Jungkook había evitado acompañar a sus pacientes a la puerta, justamente para evitar encontrarse con Seokjin. Por eso, al verlo entrar en su oficina, sus feromonas se dispararon y su lobo movió la cola entusiasmado.

—¿Se le perdió su oficina doctor Kim? La suya es justo la de al lado—. El omega hizo entonces como si estuviera tecleando algo muy importante en su computador.

—Veo que amaneciste de buen humor Jungkookie—el omega levanto la vista ante el apodo que utilizó Seokjin. Nunca nadie lo había llamado así.—. En realidad, quería invitarte a tomar un café o lo que desees.

—Tengo que atender a mis pacientes, doctor Kim—Lo dijo sin siquiera levantar la vista de su pantalla.

—No hasta media hora más...

Jungkook entonces dejó de escribir y levantó sus ojos hacia el beta.

—¡No puedo creer que hayas estado espiando mi agenda! ¡Eres un verdadero acosador!

—Creo que estas siendo dramático. La agenda está ahí y sí, tal vez la miré, pero fue para no interrumpirte con algún paciente. Entonces, ¿vamos por ese café?

—No bebo café...

—Tal vez un jugo. Vamos Jungkookie... no seas pesado... Es mi primer día... Tienes que ser amable...

Jungkook no podía negar que le gustaba toda la atención que el beta le estaba dando. Sabía que, en los tiempos de sus abuelos, los omegas eran cortejados previos a establecer el lazo. Pero estábamos en pleno siglo XXI y Seokjin era un beta, no un alfa.

Aun así, era... insufriblemente adorable ver a un hombre de treinta años haciéndole pucheros para ir a tomar un café. Y tenía claro que el beta no dejaría de insistir.

—Está bien. Iré por un jugo. No quiero que te quejes con el doctor Jung por no ser amable contigo... hyung.

El uso del honorífico hizo que a Jin se le acelerara el corazón y sintiera que al fin tenía un pequeño triunfo.

—Todos me dicen Jin, entonces, puedes llámeme, Jin hyung, Kook-ah.

Jungkook puso los ojos en banco. Este doctor se tomaba demasiadas atribuciones con él.

—Sólo un jugo. No tengo toda la mañana.

—Lo prometo—. Salieron juntos y esperaron el ascensor. Cuando este se abrió la figura de Min Yoongi, los saludó. Una sonrisa iluminó al omega al verlos juntos, y Jungkook se sonrojo.

¿Qué estaba pasando con él, con sus feromonas y su lobo, que reaccionaban así a un simple beta?

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