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Capítulo 3

El sol se alzaba en el cielo, dando comienzo a un nuevo día para la tribu de las mujeres conejo y también para cierto pelirrosa que se encontraba durmiendo hasta que los amables rayos del sol decidieron hacer acto de presencia llegando a parar en los ojos del pelirrosa, el cuál se levantó lanzando alguna que otra maldición

Después de tener que levantarse decidió vestirse y salir a la pequeña aldea de la tribu, las cuáles algunas ya estaban despiertas y ocupadas con la reconstrucción de algunas de sus estructuras o atendiendo a las heridas

Y siendo como es Natsu, este se acercó a preguntar si necesitaban ayuda

-Emm...hola chicas, ¿Necesitáis ayuda?-preguntó Natsu a un grupo de mujeres conejo que intentaban levantar un tronco

-Ehh...esto...no tienes porque molestarte, pero muchas gracias-respondía una de las guerreras un tanto insegura ya que no sabía como tratarlo

-No te preocupes, no es ningún problema para mi-respondió el pelirrosa antes de dejar contestar a la mujer

-Espera! Ten cuidado esos troncos son muy...pe..sa...dos...-intentaba advertir una de las guerreras a Natsu solo para quedar boquiabierta como sus compañeras que se encontraban cerca de la escena

Y es que todas veían asombradas como el chico llevaba cuatro troncos en cada brazo, preguntándose el cómo era capaz de aguantar tanto peso

Lo que ellas no sabían es que el pelirrosa ya tenía mucha experiencia en reformas y reconstrucciones ya que tenían que arreglar el gremio diez veces por semana, y eso en las semanas en las que menos peleaban

Después de un par de horas donde Natsu colaboró en el transporte de algunos troncos y de construcción hasta que su estómago le dijo basta

En ese mismo momento le preguntó a una de las chicas conejo dónde quedaba el río o lago más cercano para poder pescar algo y comer

Al mismo tiempo cierta guerrera conejo de pelo negro y ojos ámbar de nombre Parna se encontraba en la pequeña clínica que tenía preparada la tribu, donde seguían atendiendo a algunas de las heridas con remedios naturales

Ahora mismo la pelinegra estaba siendo revisada por Mamina, la curandera y especialista médico de la tribu, esta tenia el pelo y orejas de un tono castaño claro con ojos entre un tono rosado y rojo

-Bien...parece que las heridas más leves ya no te suponen un problema y he de admitir que gracias a ese hombre pudimos salvarte de algo peor-decia Mamina a su compañera justo cuando acababa de revisar a su compañera

-Si, hablando de eso no lo he visto en lo que va de mañana, así que creo que iré a despertarlo-comentaba Parna

-¿Y eso?-preguntaba curiosa Mamina a su compañera

-Es lo mínimo que puedo hacer para agradecerle lo que ha hecho-respondía Parna yéndose antes de que su compañera volviese a hablar

No tardó mucho tiempo en llegar a donde se ubicaba la habitación del pelirrosa para encontrarla vacía, por lo que se preocupó de que este se hubiera marchado por la noche

Salió apresuradamente de ahí para poder preguntarle a alguien de la tribu si vio a Natsu

En ese momento se topó con el grupo de guerreras que habían sido ayudadas por Natsu en la construcción y transporte de los troncos

Estas le dijeron que el pelirrosa les había preguntado por el lago o río más cercano y que se había dirigido hacia allí

Sabiendo ya donde encontrar al chico se dispuso a ir al río y por supuesto recriminarle al chico por haberla asustado

Después de unos diez minutos caminando por fin llegó al río donde se encontraba el pelirrosa

Y ahí lo encontró de espaldas intentando atrapar algún peza con sus manos

-Por fin le encuentro Natsu-sama!-exclamba la pelinegra-no sabe lo preocupada que me te...ni...a-intentaba hablar Parna solo parar al ver el cuerpo de Natsu

Y es que la guerrera estaba sorprendida al ver el cuerpo esbelto y bien trabajado del pelirrosa a la vez que algunas gotas de agua se escurrian por su torso. La chica sabía que él era un mago y la mayoría de los magos que vio tenían cuerpos frágiles

Pero era todo lo contrario en Natsu. Esto era algo que encontraban atractivo varias guerreras cuando debían de buscar un hombre con el cuál procrear, mientras que otras preferían a un hombre amable y de buen corazón

Pero si juntabas eso dos factores el resultado era el pelirrosa, el porqué, pues muy fácil. Ayer al curarla demostró no ser como los soldados y nobles del Imperio, ya que si estos la hubieran visto en la forma en la que estaba no dudarían ni un segundo en convertirla en una esclava sexual. Tan solo pensar en que eso hubiera ocurrido sino hubiera llegado el pelirrosa le producía pánico

-Hey Parna! ¿Estás bien?-preguntó Natsu un poco preocupado al ver que la chica no reaccionaba y seguía viendo a la nada

-Eh...l-lo siento Natsu-sama-se disculpaba la pelinegra

-No te preocupes, pero ya que estás aquí.¿Podrías ayudarme a llevar todos los peces a la aldea?-preguntaba Natsu señalando a un lado del rio

La chica dirigió su vista para abrir los ojos de forma cómica, todo debido a una pila de unos cincuenta peces de tamaño mediano. Ellas nunca fueron grandes pescadoras ya que preferían cazar algún animal salvaje, pero algunas veces conseguían pescar unos pocos peces

-¿Natsu-sama...ha pescado todo eso?-preguntó con un tono incrédulo la guerrera

-Si, era lo menos que podía hacer por dejarme pasar la noche en vuestra aldea-respondía el pelirrosa dejando un pez más en esa pila

-No hacía falta que hiciera esto, pero gracias. Ahora vuelvo a la aldea a por una carretilla ya que creo que será más fácil llevarlos de esa forma

Así fue como Natsu y Parna consiguieron transportar todos los peces hasta la aldea, allí por supuesto el chico volvió a recibir agradecimientos y miradas asombradas de todas las guerreras, las cuáles poco a poco veían que podían confiar en al menos un hombre

-Como dijo Parna no hacía falta que hicieras esto, pero gracias a ti parece que tendremos pescado por varios días-agradecía Tyuule al pelirrosa mientras veía como algunas de sus guerreras disfrutaban de sus raciones de pescado-y he de admitir que esta receta tuya está deliciosa-halagaba la ojirroja

-Muchas gracias, tan solo usé la misma receta que a un gran amigo mío-respondía Natsu mientras recordaba como Happy disfrutaba de esta misma receta suya

-¿Por qué no nos habla sobre el lugar de donde vienes Natsu?-preguntaba curiosa Delilah

-Bueno...respecto a eso sería algo difícil-respondía Natsu nervioso rascándose la nuca

-¿Y eso?-preguntaba Griine

Cuando el DS iba a responder a la guerrera rubia, una nueva voz lo interrumpió

-Eso puedo explicarlo yo-decía una voz femenina familiar para Natsu pero desconocida por las guerreras, por lo que rápidamente sacaron sus armas para hacer frente al posible enemigo

Pero lo que vieron fue a una niña con un vestido, pelo largo rubio, ojos verde y que parecía tener unas pequeñas alas blancas en su cabeza y que estaba levitando en el aire

-Primera!-gritó sorprendido Natsu al ver de nuevo a Mavis

-¿La conoces Natsu?-preguntó Tyuule al ver que el pelirrosa conocía a la intrusa

-Si es Mavis...un momento ¿Vosotras podéis verla?-preguntaba de nuevo sorprendido ante el hecho de que las guerreras conejo pudieran verla ya que el tenía entendido que solo los miembros de Fairy Tail eran los único que podían

-No te preocupes Natsu, he decidido dejar que ellos me vean. Yo os explicaré amablemente el lugar de origen de Natsu-decía Mavis con una sonrisa

Tyuule, Delilah, Parna y Griine echaron una mirada a Natsu y este les asentía con la cabeza diciéndoles que era de confianza por lo que accedieron a escucharla, pero por supuesto no bajarían la guardia

Desde ese momento Mavis les contó que Natsu venía de otro universo, todo lo que era Fairy Tail, un gremio de magos en el cuál se encontraba Natsu y ahí fue dónde le encontraron el significado de ese tatuaje que tenía ya que les explicaron que era la insignia del gremio

También Mavis les contó todas las aventuras y peleas que Natsu disputó y ganó junto a sus compañeros del gremio. Dejó a un lado de donde provenía el poder de Natsu, ya que contarles todo esto y decirles que fue entrenado por Igneel el rey dragón del fuego sería demasiado en este momento para el cerebro de ellas

Al finalizar Mavis su relato, todas las guerreras miraban a Natsu con una nueva luz, después de haber oído todas sus hazañas

-¿E-en serio...has hecho todo eso?-preguntaba Tyuule aún estupefacta tras escuchar a Mavis

-B-bueno...tampoco es para tanto-decía ahora avergonzado Natsu al ver que todas las miradas de las guerreras estaban enfocadas en él-Por cierto primera ¿Ha venido por algo más?-preguntaba el pelirrosa esperando desviar el centro de atención

-Por supuesto Natsu, he venido a decirte que vendrán tres amigos tuyos, bueno mejor dicho dos ya que a una aún no la conoces-respondía Mavis la pregunta dejando con la duda a Natsu de quién sería esa persona a la que aún no conoce

-Etto...puedo preguntarle algo...¿Mavis-sama?-preguntaba dudosa Parna ya que no sabía como referirse a la niña frente a ella

-Por supuesto, y llámame solo Mavis-respondía con una sonrisa amigable

-Como es que está flotando...y ahora que me fijo...¿No está algo transparente?

-Eso se debe a que yo soy un espíritu...o también llamado...Fantasma!-exclamaba Mavis intentando asustar a todos

Natsu solo puso una cara de palo ante el inútil intento de la primera maestra de asustarlos, pero en ese momento se fijó que todas las guerreras incluidas Tyuule, Delilah y Parna estaban mirando hacia él

Poco tardó en darse cuenta de que no era a él a quien miraban, sino a la persona sentada a su derecha, Griine. Natsu giró su cabeza para ver lo que pasaba y vio como la pobre guerrera había perdido su tono normal de piel y ahora tenía un tono pálido

-KYAAAAA! U-un fantasma!-exclamó aterrorizada y se refugió en lo primero que tenía a su alcance, Natsu, más concretamente abrazando su brazo y enterrandolo entre sus pechos

-Ara, si que le tiene miedo a los fantasmas-comentó Mavis

-Si...desde que cierta persona pensó que era una gran idea contar esas historias-decía Tyuule mirando de soslayo a Delilah

-Y-ya me disculpe varias veces por eso, ni que hubiera sido mi intención-respondía Delilah al verse recriminada por su líder

-Lo sé Delilah, lo sé. Y ahora Griine, Mavis no te va a hacer nada, así que por favor ¿Podrías soltar el brazo de Natsu?-preguntaba Tyuule ya que por alguna razón no le gustaba la cercanía que tenían en este momento

Esos mismo pensamientos los compartía con Parna, la cuál tenía una mirada afilada dirigida a su compañera

Griine al ver que se produjo un momento de silencio abrió sus ojos para ver que todas sus compañeras la estaban mirando, después sintió como estaba férreamente agarrada al brazo de alguien y pudo ver que ese alguien era el pelirrosa

En menos de un segundo soltó el brazo del DS y su cara se puso como un semáforo

-L-l-lo siento-se disculpaba la guerrera conejo rubia

-N-no te preocupes...¿Ahora estás más calmada verdad?-preguntaba Natsu a Griine la cuál asintió

-Bueno no es por ser grosera, pero debo marcharme. Espero que te alegres de ver a estas personas Natsu y como te he dicho poco a poco iré trayendo al gremio hacia aquí y muchas gracias Tyuule por dejar que se queden aquí. Makarov-kun te envía saludos. Hasta otra!-se despedía Mavis mientras poco a poco se desvanecia en el aire

Natsu solo esperaba que dos de esas personas no fueran Wakaba, Macao o Gildarts, ya que sabía como eran y como se comportarian aquí

A los cinco segundos de que Mavis se hubiera ido, se formó el mismo portal por el que salió Natsu ayer, y de este salieron dos pelirroja y un gato azul, los tres en un estado de sueño

De alguna forma inexplicable ambas pelirrojas aterrizaron suavemente, mientras que el gato azul...

-Mmmphft-era la reacción de dicho gato al caer al suelo al igual que cierto pelirrosa

-Bua! ¿Donde está mi pescado?-exclamaba el gato

-Happy!-gritaba Natsu al ver su mejor amigo

-Esa voz...-decia el felino azul para girar la cabeza

Lo siguiente que pudieron ver las mujeres conejo fue un borrón azul estamparse contra la cara del pelirrosa

-NATSHUUUU! Estás vivo!-exclamba con lágrimas de felicidad Happy

-Por supuesto amigo

Después del pequeño reencuentro Happy pudo ver donde se encontraban su figura paterna y el

-AAAAAH! Natsu ten cuidado! Estamos rodeados de conejos gigantes con forma de mujer!-gritaba dramáticamente Happy mientras enfundaba un pequeño palo de madera

-Happy no nos van a hacer nada...y además es que son mujeres conejo-hablaba Natsu con una gotita anime en su nuca por la reacción de su compañero

-Eh...¿Y eso existe?-preguntaba Happy inocentemente

-¿Y lo pregunta un pequeño gato azul con alas blancas a su espalda?-preguntaba de manera irónica Delilah ante la situación

Antes de que Happy pudiera responder unos gruñidos que provenían de donde estaban las pelirrojas llamó la atención de todos

-Agh! Mi cabeza-se quejaba la más joven de todas intentando ponerse en pie

-Erza!-exclamaron alegres Natsu de ver a su amiga sana y salva despertando

-Natsu! Happy!-exclamaba forma similar la pelirroja

-Es bueno verte entera Erza y...¿Mujer parecida a Erza?-preguntaba dudoso el pelirrosa al ver que la mujer que llegó junto a Erza tenía muchas similitudes con ella. Esta vestía un traje bastante revelador de un tono oscuro que cubría una cicatriz en su abdomen y llevaba una especie de báculo o bastón magico siempre con ella como también un sombrero que tenía el aspecto de ser como el de las brujas de los cuentos, por último su pelo estaba atado en dos coletas frontales con varios aros sujetándolo

En ese mismo momento los ojos del pelirrosa se abrieron a más no poder al recordar dicho evento que pasó en Edolas y comenzó a entrar en pánico

-Nonononono Nooooooo! Dos Erzas otra vez no! Apocalipsis! Fin del mundo! Happy! Activa ya la alerta máxima!

-Aye sir!-exclamaba el felino azul activando una alarma que solo Kami sabe de donde salió

A Erza dicha reacción no le sentó muy bien, ya que no llevaba ni cinco segundo consciente y ya tenía que soportar las locuras de ese par

PLAF!

PUMM!

-¿Vais a comportaros y no armar más alboroto?-preguntaba con voz de mando Erza frente a unos arrodillados Happy y Natsu con unos chichones humeantes en sus cabezas

-Aye!-exclamaron de forma sincronizada ambos, sacando gotitas anime de todas las guerreras conejo al ver como consiguieron derribar al chico

Por otra parte la pelirroja mayor miraba de forma atenta en la dirección en la que se encontraba su hija, más concretamente al pelirrosa

-"Asi que ese chico es Natsu Dragneel, el hermano pequeño de Zeref. Por lo que recuerdo nos dijo que el chico fue entrenado por Igneel. Recuerdo muy bien que Belserion tenía un gran respeto hacía ese tal Igneel, como también de decir que si algún humano llegaba a ser entrenado por Igneel este sería alguien de quien deberías estar atento. Además...no puedo negar que se ve apuesto, aunque un poco idiota"-era el hilo de pensamientos de Irene sobre el pelirrosa, el cuál seguía siendo regañado por Erza

-Erza...¿Quién es la mujer que vino contigo?-preguntó Natsu aprovechando un momento donde la maga del reequipo

-Como explicarlo...ella es Irene Belserion, una exspriggan y...mi madre-decía la pelirroja joven esperando la reacción del pelirrosa

-Asi que ella es una de las spriggan de las que me habló la primera-decía Natsu sorprendiendo a Erza por no haber reaccionado de una forma más violenta

-¿La primera te habló de ella?-preguntó la pelirroja joven

-Si...me dijo que ella y Brandish por algún motivo fueron también atrapadas en el Fairy Sphere...solo que me olvidé de ello hasta que dijiste su nombre jejeje-reia nerviosamente mientras Erza negaba con la cabeza por las costumbres

-Bueno, solo espero que te comportes delante de ella ya que nos gustaría a las dos empezar desde cero nuestra relación-comentaba Erza

Natsu desvió su mirada hacia Irene para ver si ella tenía la misma intención

-Tranquilo Natsu Dragneel, yo también quiero arreglar lo que sucedió en el pasado con mi hija-decia esta vez Irene

Después de varios de la escena del reencuentro entre los compañeros de gremio, Natsu decidió presentar a Erza, Happy e Irene al resto de guerreras conejo

-Ella es la reina de las guerreras Tyuule, a su derecha está Delilah y a su izquierda Parna y Griine respectivamente-presentaba el pelirrosa a las principales guerreras

-Es un placer conocer a más compañeros de Natsu, ppr supuesto todos seréis bienvenidos aquí-decia de forma relajada Tyuule, ya que estaban más cómodas alrededor de mujeres

-Muchas gracias-decía Erza con una pequeña reverencia en forma de respeto-solo espero que Natsu no hay dado muchos problemas mientras ha estado con vosotras-seguía hablando la pelirroja joven ignorando el "hey" que salió de la boca de Natsu

-Por supuesto que no, Natsu-sama ha sido bastante amable y atento con nosotras en este poco tiempo-se apresuró a decir Parna con una sonrisa al recordar como el pelirrosa utilizó ese extraño fuego para curar su herida en el estómago y su oreja

La maga del reequipo se sorprendió levemente al oír como la conocida como Parna se dirigía a Natsu. Por lo que afilo su mirada y la clavó en el chico haciéndolo sudar

-Natsu...¿Por qué Parna te llama con el sama?-preguntó Erza en un tono de voz que prometía dolor si no le convencía la respuesta

-E-e-erza! Prometo que no hice nada! S-solo usé unas llamas nuevas que me dijo la primera que poseía-decia Natsu rápidamente y concentrándose en de nuevo en las llamas verdes, las cuáles aparecieron en sus brazos sorprendiendo a la pelirroja

-¿Y que hacen esas llamas verdes?-preguntó ahora con un tono curioso Erza

-Pues lo mismo que los poderes de curación de Wendy. Los usé para curar a Parma y desde ese momento me llama por el sama. Yo ya le he dicho que no tenía que llamarme así pero ella insistió-explicó Natsu sus razones consiguiendo convencer a Erza, aunque en el fondo no le gustaba que esa chica fuera como una especie de maid personal

Después tanto Erza como Irene mostraro y explicaron sus respectivas magias a las guerreras, las cuáles se quedaron asombradas al ver cuantas armaduras tenía en su arsenal la maga del reequipo

La noche llegó rápidamente, así que tras cenar de nuevo varias raciones del pescado que consiguió Natsu todos se dirigieron a sus respectivos aposentos para descansar

-Lo siento Erza, Irene...pero tendréis que compartir una de la habitaciones, todo esto nos cogió de imprevisto-se disculpaba Tyuule tras conocer de que más compañeros de Natsu vendrían en un futuro. Por supuesto a ella no le molestaba que se quedaran en su aldea...mientras el propio pelirrosa estuviera presente

-No te preocupes Tyuule, te agradecemos tu hospitalidad, pero yo me quedaré en la misma habitación que Natsu, así mi madre puede estar más cómoda-explicaba Erza sorprendiendo a todos, aunque su madre dibujó una sonrisa ladeada en su cara

-"Vaya, vaya...parece que mi hija ha visto las miraditas que le lanzaban la reina y una de sus amigas a Natsu, esto será muy divertido"-pensaba Irene refiriéndose a Tyuule y Parna

-¿C-como?-preguntaron la reina peliplatina y su amiga pelinegra a la vez, ya que Delilah y Griine se habían retirado a sus habitaciones a descansar

-Quiero asegurarme personalmente de que Natsu no haga ningún estropicio-respondía Erza, aunque los pensamientos de su madre eran acertados y ella había las miraditas que lanzaban al pelirrosa

-Y-ya veo, sinceramente lo veo innecesario...pero lo acepto-decía Tyuule no queriendo comenzar un conflicto...ya tendría su momento a solas con el pelirrosa

Parna no dijo nada pero miró intensamente a la pelirroja antes de que esta y el chico entraran a la habitación ya que este no quería decir nada por miedo a sufrir la ira de la pelirroja por llevarle la contraria, dejando así que el resto se retiraran también

Ya dentro de la habitación Erza, Natsu y Happy debatieron como podrían organizarse

-Erza tu coge la cama yo con una mante y un cojín puedo dormir perfectamente en el suelo y a Happy le basta con un cojín-explicaba el pelirrosa a su compañera, giró su cabeza para ver que le parecía a su amigo felino solo para ver que este ya estaba profundamente dormido en un cojín

-Lo siento Natsu pero no pienso dejar que duermas en el suelo, me sentiría culpable ¿Por que no compartimos la cama?-preguntaba Erza disimulado un leve sonrojo que por suerte el pelirrosa no vio

-¡¿C-compartir la cama?!-exclamó el pelirrosa ante la idea

-Si, yo no le veo problema...además de pequeños ya tenemos dormido la siesta y bañado juntos-reafirmaba su decisión la pelirroja

-Está bien-aceptaba el chico con un suspiro sabiendo de antemano que la chica no cambiaría su decisión

Por lo que Erza usando su magia de reequipo se vistió con un camisón blanco y el pelirrosa utilizó un camiseta y unos shorts ambos se metieron en la cama, sin ver los sonrojos del otro

Unas horas antes, en una de las ciudades importantes del Imperio, Itálica, más exactamente en uno de los edificios estaban reunidos tres personas. Un hombre y dos mujeres

El hombre era un soldado del Imperio pero se le veía agotado tfas cabalgar varios kilómetros

Una de las mujeres tenía ojos marrones, rubia, de pelo largo y en tirabuzones y que lucía una armadura con su espada atada a la cintura. Esta chica rondaba los 18-19 años y era la segunda en la línea de mando de Los Caballeros de la Rosa, una división del imperio formada en su mayoría por mujeres, era una noble conocida por el nombre de Bozes Co Palesti

Y la última de las mujeres tenía ojos rojos y pelo rojo oscuro y largo, luce una armadur ligera pero con una gruesa protección sobre los hombros junto a una camiseta que se ceñia a su figura y dejaba expuesto un poco su escote, a diferencia de la otra chica esta irradiaba un aire de la realeza. Al igual que la primera rondaba también los 19 años y era la comandante de la orden de Los Caballeros de la Rosa, era nada más ni nada menos que la princesa Piña Co Lada, hija del Emperador Molt Sol Augustus

-¿Así que dices que mi hermano intentó atacar a la tribu de las mujeres conejo pero un hombre de pelo rosa se lo impidió?-preguntó la mujero de pelo rojo al hombre tras oír el relato de esto

-Así es Piña-hime, ese hombre era muy hábil con la magia de fuego, ni siquiera el orco pudo con él-aseguraba el soldado

-Entiendo...muchas gracias por la información, puedes retirarte-anunciaba la princesa al soldado, el cuál mostraba una última reverencia a ambas mujeres y salía del lugar

-¿Usted cree que podemos fiarnos de la información que nos acaba de dar mi señora?-preguntaba ahora Bozes a Piña

-Sobre el ataque de mi hermano a la tribu de las guerreras conejo al cien por ciento, sé de antemano de las costumbres de Zorzal...es capaz solo de atacar pequeñas aldeas sin vigilancia...-respondía Piña a la pregunta de su compañera pero sin querer acabar la frase, sabía de los ataque de su hermano a espaldas de su padre, pero no podía culparlo sin pruebas y después salir perjudicada, por lo que debía de permanecer callada hasta que tuviera la oportunidad perfecta

-¿Y sobre lo de ese hombre de pelo rosa que maneja el fuego?

-Sobre eso no lo sé...muy pocos son los magos capaces de enfrentarse tan fácilmente a un orco sin salir heridos, solo el tiempo responderá a nuestra pregunta-respondía Piña a la pregunta hecha por Bozes mientras se retiraban a descansar

A la vez que tenía lugar esta conversación en otra ciudad cercana a la capital del Imperio, podíamos ver al príncipe Zorzal soltar varias maldiciones a Natsu

Desde que llegó a su castillo, con los pocos hombres que decidieron retirarse junto a él después de ver como el pelirrosa vencía al orco, no dejó de hacer otra cosa

-Tenía a esa reina ya en la palma de mi mano...Y DE LA NADA APARECE ESE ESTÚPIDO PELIRROSA Y LO ARRUINA TODO!-gritaba como un histérico Zorzal ante el nerviosismo de alguno de sus guardias, que nunca lo vieron en tal berrinche

-Por favor Zorzal-sama, tranquilicese-decía uno de sus consejeros tratando de apaciguarlo

-¿¡Que me tranquilice?!-volvía a gritar iracundo el rubio-como sino tuviera suficiente con los problemas al sucesor del trono con mis hermanos y Piña-hablaba Zorzal aunque decía el último con más desdén

Todo porque Piña era la única de las hijas de Molt que decidió seguir el camino del caballero y entrenarse como tal, a diferencia del resto de sus hermanas. Eso provocó que el Emperador estuviera más orgulloso, aunque nunca lo admitiría en público

-Tu! Quiero que reunas a un ejército de mercenarios y que ataquen Itálica, tienes unas semana para reunirlos, pagales lo que sea-ordenaba Zorzal al mismo consejero que le habló

-¿Itálica? Pero ahí es donde se encuentra Piña-hime y es el hogar del clan Formal-respondía el consejero sabiendo que Piña estaba negociando ciertos trámites en nombre del Imperio con el clan Formal

-¿Y? Quiero quitarmela de encima de una vez, con ella fuera tendré muchas más probabilidades de llegar al trono. Así que en marcha y haz lo que te dije!-exclamaba de nuevo Zorzal haciendo que el consejero se fuera a cumplir la orden de inmediato

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