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Parte 6

— Y tendremos muchos hijos... y una gran casa con piscina ¿Podemos tener una casa con piscina, verdad Hyung?—

— Mhj.—Estaba tan cómodo.

— Y nuestros hijos seran lindos porque nosotros somos muy atractivos ¿Cierto hyung? —

—Si .— suspiro

— Y nosotros seguiremos siendo muy guapos y todos nos dirán que somos la pareja del añ- ¡Hyung!—

Sip, Min Yoongi estaba roncando.

Luego de que Yoongi saliera del baño y se colocara la pijama, se metió en la cama con jimin y este al instante lo obligó a abrazarlo y Min solo acepto porque...Bueno no hay un porque.

El olor dulce de su pareja más lo calentito que estaba y las suaves caricias que este dejaba sobre su cabello lograron mantenerlo en una tranquilidad hasta que cayó rendido a los brazos de Morfeo.

Jimin solo se dejó abrazar apretadamente por su alfa. Yoongi tenia su cabeza apoyada en el pecho de su omega y sus brazos se mantenían fuertemente cerrados en su cintura como si tuviera miedo de que se lo llevasen, sus piernas estaban entrelazadas y jimin dejaba mimos en su espalda y cabellos.
 
Cómo no dormirse así. 

El Omega bajo su mirada para ver los chiquitos párpados de su alfa cerrados, la respiración caliente de este chocando contra su pecho y el tierno mohín que se había formado en sus labios. También sentía como, aunque estaba dormido, sus manos dejaban leves caricias en la piel de su cintura pues min había metido las manos bajo su camiseta. Jimin se sentía plenamente en paz. Corriendo algunos mechones con sus deditos, dejó un beso en la frente del pálido y apoyo su cabeza contra la coronilla de Min dispuesto a dormir también.

Aunque su alfa fuera un poco tonto, flojo, malhumorado y gruñón, el lo quería. Le estaba tomando cariño y eso en gran parte le asustaba, pero le era imposible si Min le traía detalles como el de la cena o simplemente le hacía reír con sus ocurrencias. Su alfa no era como el que tenía soñado, pero tampoco le desagradaba. 

Era bueno, inteligente, divertido (A veces), respetuoso y sumamente guapo.

Simplemente no podía estar más que conforme con eso.

Con la tranquilidad abordando cada parte de su ser.

Se durmió.

.

.

Cuando Yoongi despertó, noto varias cosas.

1» Esa no era su cama. 2»¿Por qué le estaba costando más de lo normal abrir los ojos?  3» ¿Por qué sentía una piel calentita contra su mejilla?

Abriendo y cerrando sus ojos para tratar de acostumbra su vista a la oscura habitación, deslizó su nariz por lo que era ¿... Un ombligo? ¡Qué!

Levantando la vista, solo encontró el cuello con papada de alguien y la remera de un pijama. 

Olisqueando un poco, se calmó al saber que ese era el olor de su Omega y que al parecer, por la madrugada había pasado de estar en el pecho de su Omega ha deslizarse hasta abajo y terminar con la cara apoyada en su abdomen con la mitad de su cuerpo entre sus piernas. Sus brazos estaban fuertemente rodeando la cintura de jimin y este parecía más que cómodo con esa posición ya que aún no se había despertado. 

Dejando una caricia de nariz por el abdomen y un besito en el ombligo de este, se enderezó para besarle la frente a su Omega y luego fijar la vista en el reloj que descansaba en la mesita de luz.

«7:30» A está hora tendría que estar llegando a la compañía, pero estaba tan calentito y agusto con su Omega que no quería despertarlo ni abandonarlo. Por lo que cogió su móvil que estaba en la otra mesita de luz y llamo por teléfono a su secretaria.

Luego de dos tonos ella respondió.

—Señor Min buenos días ¿Ocurrió algo, Señor?—

— Buenos días Rose, No, solo llamaba para avisarte que hoy no pasaré por allí, si necesitas algo urgente llámame o pásame el recado por el correo.—

—Si señor, disfrute su día.— Sin más que decir colgo. 

Dejando de nuevo el celular en la mesa escucho unos pequeños quejidos y murmullos de jimin.

Este estaba con los entreabiertos y buscando algo al parecer. Cuando sus ojos chocaron el Omega sonrió levemente con la mirada cansada y rápidamente se acercó a él hasta tener su cabeza apoyada en el pecho del otro.

—Buenos días, Hyung.—

—Buenos días, Mocoso.—

Sería tan lindo despertar todos los días así; pensaron los dos.

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