💦Capítulo 20-Castigo💦
Jimin estaba desnudo, su cuerpo extendido en forma de equis, muñecas y tobillos amarrados en la ruleta circular que giraba cuando presionaba un botón, podía ver cada parte de su cuerpo, sus ojos me invitaban a hacer cosas perversas y sus labios no paraban de provocarme. ¿Estaba siendo en realidad castigado?
—¿Por qué sonríes? —le pregunté.
—Porque me gusta el castigo —dijo mirándome a los ojos—. ¿Qué vas a hacerme?
—Primero, pondré esto adentro de tu uretra —dije sosteniendo el dilatador uretral de 6mm. Era color plateado y tenía distintas bolitas a lo largo del tubo.
—He visto como se usa, pero nunca lo he usado —dijo sin dejar de sonreír—. Se cuidadoso.
—Por supuesto que seré cuidadoso, mi amor.
Me puse un par de guantes blancos de látex, después coloqué bastante lubricante en mi mano y me senté en la silla frente al miembro erecto y desnudo de Jimin. Lo embarré con el lubricante, mordí su muslo y después coloqué la punta del juguete sexual en la entrada de su uretra. Comenzó a gemir al instante y eso que lo estaba introduciendo muy lentamente.
—¿Qué sientes?
—Cala... —dijo con respiración agitada, alcé la vista y pude mirar su pecho bajar y subir una y otra vez—. Detente...
—Es un castigo, no puedo detenerme.
—Jungkook, porfav... —En ese momento introduje más adentro el dilatador—. ¡Ah, Jungkook, duele! —Lo ignoré por completo hasta que lo introduje hasta el fondo.
Jimin gritó más fuerte y yo sonreí al mismo tiempo que me ponía de pie, al ver su rostro me quité los guantes de inmediato porque estaba llorando.
—Hijo de perra, te dije que me dolía —dijo en medio del llanto.
Me acerqué para limpiar sus lágrimas y darle un besito en la punta de la nariz.
—Lo siento, es tu castigo. Así lo pensarás dos veces antes de volver acercarte a Min.
—No volveré a hacerlo, ya te lo había dicho —alegó.
—Eso lo veremos, te dije que me vengaría por meterme a prisión diez años. ¿Lo recuerdas? —pregunté al quitarle la esposa de una mano.
—¿Y es lo que estás haciendo ahora? ¿Vengarte de mí?
—Algo así. —Sonreí—. Te vas a tomar una droga, esto hace que aumente tu deseo sexual.
—¿Por qué tomaría drogas? Te deseo, no necesito de esas mierdas.
—La vas a necesitar —dije al quitarle la otra esposa de la mano.
—Pero...
—¿No quieres obedecerme? ¿Quieres que te obligue a tragarte la píldora? —pregunté al agacharme para quitarle la primer esposa de los pies.
—Yo te obedezco...
—Amor, recuerda que no puedes volver a mencionar el nombre de ese bastardo —añadí antes de quitarle la otra esposa del pie.
—Ya me quedó claro... ¿Y esta cosa, cuando me la quitas? —preguntó refiriéndose al dilatador uretral.
—Hasta que yo quiera.
Lo tomé de la mano, jalándolo con suavidad para recorrer los pasillos de la mansión hasta llegar a nuestra habitación. Ahí en la mesita de noche estaba la píldora junto a un vaso con agua. Le dije que se la tomara y lo hizo sin titubear, tampoco volvió a poner resistencia. Después lo hice ponerse en cuatro en el piso, me desabroché los pantalones, hice emerger mi miembro de su escondite y me alinié en su entrada penetrándolo duro y certero, él gimió, sus gemidos eran música para mis oídos. Estaba gimiendo más que nunca, eso era en parte por el dilatador, yo estaba seguro que le molestaba, pero también lo estaba disfrutando porque se corrió a los pocos minutos de iniciar.
Comencé a gemir para provocarle más excitación, le pegué una y otra vez en el trasero, también mordí su espalda, estaba tratándolo tan violenta y deliciosamente que era insano.
—¿Qué soy para ti, Jimin?
—M-mí novio...
—Ssssss, respuesta incorrecta.
No quería escuchar eso de sus labios, por eso aumenté la fuerza con la que le estaba dando, quería que sintiera que me pertenecía y que su cuerpo lo recordara durante varios días. En ese momento la droga estaba haciendo efecto en Jimin y estaba dejando de gemir, ahora estaba disfrutando, pero de todas maneras sentía que se desmayaría en cualquier momento porque las piernas le estaban temblando y sentía su culo apretarme, por eso tenía que aprovechar.
Me separé de su cuerpecito, lo tomé entre mis brazos y lo aventé en la cama, ahora lo penetraría mirándolo a los ojos y frotándole su miembro con las manos, quería hacerlo sentir más.
—Jungkook... Esto es...
—Cierra la boca, habla nada más cuando yo te lo pida.
—¿Pero qué demonios dices...?
Mis embestidas eran fuertes y la forma en la que lo frotaba también, Jimin ya no estaba gimiendo, ahora estaba gritando.
—¿Qué soy para ti, Jimin?
—¡Ya... Te dije, eres mi novio...!
—Volviste a responder mal. —Gruñí.
—Detente, quiero terminar esto... —suplicó, sus ojos estaban en blanco, su cuerpo se sentía más suelto. Supe que era el momento de quitarle el dilatador de uretra para que no sintiera el dolor. Pues la droga ya había hecho efecto.
Tomé la punta con mis dedos y se la quité, gimió más fuerte y al instante llegó a su segundo orgasmo, al mismo tiempo que yo.
Dejó caer su cabeza en la cama, lo abracé dejándome caer ahí encima de su cuerpo desgastado. Sus ojitos estaban cerrados, pero su pecho seguía subiendo y bajando acelerado, besé su cuello y suspiró sin mover un solo músculo puesto que la droga ya había hecho efecto, Jimin se estaba quedando dormido.
—Te amo —le dije en un susurro.
—Te amo —contestó con voz casi inaudible.
—Eso está por verse —dije y en ese momento entraron dos hombres a la habitación haciendo gran escándalo, rompiendo cosas, empujándome. Haciendo un grande alboroto, yo lo único que pude hacer fue cubrir el cuerpo de Jimin con una sábana antes de separarme de su lado.
El alboroto en la habitación era difícil de comprender, pero logré mirar como se llevaban a Jungkook. ¿Quienes eran? ¿Qué querían? Me puse de pie tambaleante, me temblaban las piernas a causa del tremendo sexo que acababa de tener, pero no pude llegar a Jungkook porque un sujeto al que no le distinguí el rostro a causa de la droga que acababa de tomar me amordazó la boca, me enredó en una sábana y me sacó de mi casa.
Pude ver que me subieron a una furgoneta blanca y después todo se puso oscuro, todo se puso frio.
No tenía fuerzas, así que no protesté cuando la camioneta comenzó a moverse, mi cuerpo no respondía a mi cerebro y eso me volvía loco, quería gritar, quería marcar el número de Taemin para que se encargara de esos hijos de puta, pero no podía.
¡¿Quiénes eran?! ¡¿Qué querían?!
El sonido de las olas me despertó, el sol me calaba en los ojos y la arena picaba en mi cuerpo. ¿Qué mierda hacía en la playa? Me senté algo atontado, mirando hacia todas partes, eso parecía un terrible sueño, una terrible pesadilla. Me encontraba desnudo, utilizando únicamente unos boxers negros en medio de una isla aparentemente desierta.
—¡Hijos de puta! —grité—¡Ahhh, malditos! ¡¿Quién está haciendo esta mierda?!
Caminé por la orilla de la playa buscando algún barco, alguna choza, algo, lo que fuera, pero no encontré nada.
Estaba solo.
¿Y Jungkook?
Si le pasaba algo a Jungkook no me lo perdonaría jamás, él era nuevo en ese mundo, nunca debí haberlo metido en el negocio. Era un novato, yo debí hacerme cargo durante más tiempo.
Comencé a llorar en la arena, pero una voz conocida me hizo salir de mi llanto.
—Me da pena verte en esta bochornosa situación. ¿Qué prefieres? ¿Que te mate a ti o a Jungkook?
—Min Taehyung —dije al mirarlo.
Lucía un pulcro traje color blanco, estaba acompañado de distintos guardias. Miré hacia todas partes, pero no había rastro de barcos, ni tampoco a yates privados.
—Vine en helicóptero —dijo al notar que buscaba un barco—. Y ya no seré Min, pienso divorciarme, así que puedes volver a decirme Kim Taehyung.
—¿Dónde está Jungkook? —Me puse de pie.
—Eso tendrás que descubrirlo tú mismo. —Sonrió con malicia—. Está allá, metido en la selva de esta peligrosa isla. Si lo encuentras antes de las seis de la tarde es todo tuyo y yo mismo los llevaré a su casita, pero si no llegas a tiempo. ¡Boom! —gritó asustándome—. Ambos morirán,
—¿Por qué haces esto?
—Jugaste conmigo aquella vez y me lastimaste la carita. ¿No te acuerdas? —preguntó señalándose la mejilla que apenas estaba sanando—. Aparte, detesto que Yoongi se sienta atraído por ti.
—Bien. —Apreté los labios—. ¿Dónde está Jungkook?
—En el lago. —Sonrió de oreja a oreja—. Rodeado de serpientes.
Mi corazón se detuvo al escuchar sus palabras.
Jungkook, rodeado de serpientes, en un lago en medio de la selva. Era una situación desesperada, y yo era el único que podía salvarlo.
—¿Cuál es el trato? —pregunté apretando los puños.
—Sácalo del lago con vida y pueden irse.
—Si salgo de aquí voy a hacerte picadillo. ¿Lo sabes, verdad?
—No creo que salgas de aquí. —Sonrió seguro de sí mismo—. Porque para salir de aquí tienen que estar los dos con vida. No se puede ir uno sin el otro y hace rato que Jungkook dejó de respirar. Lo miré soltar su último aliento.
—¡¿Qué dices?! —Sentí que mi corazón se detuvo por un segundo.
—Compruébalo.
Comencé a correr hacia la selva, ignorando el ardor y dolor en mis pies descalzos, ignorando los peligros que pudiera haber. Lo único que quería era encontrar a Jungkook, salvarlo, ir a casa, que estuviera tranquilo y feliz. Pero me dolía todo el cuerpo a causa del sexo de la noche anterior, me dolía el corazón a causa del momento difícil que estaba viviendo y no podía pensar con claridad.
Lloraba mientras corría y por primera vez luego de muchísimo tiempo le supliqué a Dios que me escuchara, supliqué por el bienestar de Jungkook, a mí me podía llevar la chingada, iría al mismísimo infierno, me arrancaría las vísceras y se las daría a comer a los buitres, pero Jungkook... Él no merecía sufrir, no de nuevo, no por mi culpa.
Comencé a recordar los momentos junto a él desde que decidí involucrarlo en mi mundo...
"Hola, soy nuevo en el programa. ¿Sabes dónde está el aula?"
"¿Me trajiste aquí para que sea tu novio?
"Te vas a enamorar de mí, Park".
"No quiero alejarme de ti, Park Jimin".
"Estoy perdidamente enamorado de ti. No quiero fingir ser tu novio, quiero serlo de verdad y me duele porque no estoy a la altura de alguien como tú. Yo... Yo no puedo hacerte regalos caros, no puedo hacer lo que alguien de tu nivel podría y eso me frustra".
"Voy a entregarme, entraré a prisión para saldar tu crimen".
"Yo te seré fiel aquí adentro así que espero lo mismo de ti allá afuera... Aunque si un día conoces a alguien que haga palpitar tu corazón y que haga el amor mucho mejor que yo, entonces eres libre de hacerlo. No te sientas atado a mí".
"He torturado a dos personas que se quisieron pasar de listos. ¿Eso... Está bien?"
"Tardaste muchos años en volver por mí, casi enloquezco allá adentro. Pero no me olvidaste, tú volviste".
"Abre más las piernas, yo se que quieres sentirme en tu interior".
"Mi Jimin, siempre voy a cuidarte. No olvides que estuvimos alejados durante diez años para protegerte".
"Te dije que ayudaría en lo que fuera. Yo haré lo que sea por ti".
"Yo haría trizas a cualquiera que intente acercarse a Jimin".
"Odio, detesto y aborrezco a Min Yoongi. No vuelvas a estar a solas con él, si lo haces voy a tener que castigarte y no te va a gustar".
"Eres mío, Jimin. Solo mío".
"¡Estuve en la cárcel diez putos años por un crimen que no cometí! ¡Estuve ahí porque querías salvar a tu novio!"
"Voy a vengarme Jimin, de ti y de Yoongi. ¿Me seguirás amando después de eso?"
"Si te vuelves a acercar a Jimin voy a cortarte las pelotas y haré que te las comas crudas. ¿Entiendes?"
Jungkook siempre estuvo para mí y yo no había sabido protegerlo. Le fallé una y otra vez, no quería volver a fallarle.
Me di cuenta de que tenía todo, y aun así nada me importaba más que Jungkook.
Lo quería solo a él.
Me enamoré de Jungkook...
Estaba enamorado hasta los huesos...
El era la luz de mis ojos...
Lo amaba...
Pero tal vez, el destino planeaba burlarse de mí.
HASTA AQUÍ EL CAPÍTULO DE HOY!!!!!!
Teorías (aquí)
YA CASI LLEGAMOS AL FINAL CHIKISTRIKISSSSSSS
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Y SI NO TE ESTÁ GUSTANDO NO ME DEJES COMENTARIOS FEOS PORQUE LLORO👺😒🤌🏻
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