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💦Capítulo 19-Advertencia💦

Estaba sudando bastante y en sus ojos pude ver el terror acompañado de lágrimas a medida que lo hacía sangrar de la mejilla con la punta del cuchillo. Recordé que le preguntó a Jungkook de manera grosera acerca de su rostro herido, por eso lo hice.

Le hice un corte más profundo y largo, algunos seis centímetros de largo, justo en la mejilla.

—¡Jimin! —chilló—. ¡¿Qué mierda haces?!

—Contesta mi pregunta. ¿Quieres que te corte la lengua o que te saque los ojos?

—¡¿Estás loco?! ¡Suéltame! ¿Po-por qué harías algo como eso?

—Le dijiste a Jungkook que fui con Yoongi a Alemania...

—¡Porque es verdad!

—Exacto, pero no contaste que yo no lo invité, no contaste que Yoongi fue atrás de mí y que al no conseguir reconquistarme se conformó contigo.

—¡Yoongi me ama tanto como yo a él! —gritó molesto.

—¿En serio? —Alcé las cejas mientras sonreía—. ¿Quieres comprobarlo?

—Déjate de estupideces y suéltame, hijo de puta.

—Creo que no estás en condiciones de hablarme de esa manera. Si quiero puedo matarte.

—Si me quisieras matar, ya lo habrías hecho. —En eso tenía razón, quería divertirme un rato.

—Le llamaré a Yoongi, le diré que venga porque quiero follarmelo. —Sonreí—. Quiero que escuches lo que va a decir.

—Va a negarse. —Apretó los puños.

—No creo. —Sonreí, después saqué mi teléfono del pantalón y busqué su contacto—. No hables, si se da cuenta que es una trampa dejará de ser divertido.

—No sé qué planeas con esto... —Levanté el dedo índice para que se callara porque acababa de contestar. En ese momento puse el alta voz.

—¿Jimin? ¿Qué pasa?

—Oye, pensé lo que me dijiste. Ven a la bodega del norte, quiero follar contigo.

—¡¿De verdad?! —preguntó emocionado y pude ver la desilusión en los ojos de Taehyung.

—Sí, ven solo y se discreto.

—Voy en seguida.

—Oye. ¿Y Taehyung? —pregunté tratando de no reír.

—Descuida, no se dará cuenta porque siempre está ocupado comprando bolsos nuevos.

—Okay, te espero.

Cuando finalicé la llamada guardé mi teléfono y comencé a reír.

—¿Por qué haces esto? —preguntó Taehyung.

—Yoongi intentó separarme de Jungkook, por eso quiero que veas la clase de basura que es. Además fuiste bastante grosero con mi prometido y anduviste de lengua suelta.

—Lo que dije fue por amabilidad, Jungkook no es como tú. Él no es un monstruo.

—¿Ah, no? —pregunté alzando las cejas con diversión—. Jungkook haría cualquier cosa que yo le pida, si le digo que coma estiércol y se lo embarre en el rostro, lo haría.

—Lo sé. —Taehyung sonrió—. Se más de lo que crees, Park.

—¿Qué sabes?

Taehyung no dijo nada, él se quedó en silencio, observando la escena en silencio y una sonrisa gatuna en los labios. En ese momento ingresaron un par de mis hombres, empujando con violencia a Marcus, él estaba atado de manos, sus ojos desesperados pedían una explicación del porqué estaba en ese lugar, pero al mirarme y reconocerme comprendió para dónde iba la cosa.

—Llegas temprano, lo encontraron rápido muchachos. Les depositaré el doble de sueldo esta semana.

—¡Gracias, señor Park! —agradecieron ambos, sonriendo y mostrándome su lealtad.

Marcus, por su parte, comenzó a forcejear y a gritar, tratando de liberarse de los chicos que lo sujetaban.

—¡Esto es secuestro, escoria! Cuando salga de aquí presentaré cargos, todos sabrán lo que me hicieron tus empleados. —gritó, lleno de rabia y desesperación.

Comencé a reír, mi risa era fría y calculada, tanto que estaba seguro que helé la sangre de Taehyung porque sabía lo que sucedería, llevaba bastantes años conociéndome. Por eso no se sorprendió cuando me acerqué a Marcus, enterrando el cuchillo que llevaba en la mano en su abdomen, levantándolo hacia arriba y haciendo un corte fino y largo. La sangre comenzó a fluir de la herida y Marcus ni siquiera pudo gritar porque fue un movimiento rápido e inesperado para él.

—¿Qué te hace creer que saldrás de aquí con vida? —pregunté divirtiéndome con la situación, mientras miraba a Marcus con desprecio—. Lastimaste a Jungkook en el pasado y hoy volviste a intentarlo. ¿Creíste que te dejaría ir sin hacerte nada? —pregunté, mi sonrisa seguía creciendo en mi rostro.

Taehyung se estremeció al escucharme, cayendo en cuenta de que estaba en presencia de un hombre muy peligroso, alguien que no tenía límites ni escrúpulos. Supo que estaba en grave peligro y que su única forma de escapar de ahí era que llegara Yoongi en cuanto antes.

—Preparen un tambo con ácido, quiero derretir cada parte del asqueroso cuerpo de este imbécil —ordené.

Mis hombres obedecieron, llenando un bote grande con ácido y químicos, mientras que Marcus soltaba su último aliento. Le entregué el arma homicida a Taemin para después pedirle a otro de mis sirvientes un par de toallitas higiénicas para limpiarme la sangre que había salpicado en mis manos.

—Mancharse es tan desagradable —dije al desechar las toallas en un bote de basura—. Aunque el aroma de la sangre derramada me gusta. Me recuerda que tengo el poder en mis manos.

—Señor, Min Yoongi está afuera y quiere ingresar —dijo un guardia al entrar a la bodega.

—Hazlo pasar. —Sonreí, ya era hora de divertirme, aunque pude ver al pobre de Taehyung apretar los labios.

Cuando Yoongi entró a la bodega se quedó quieto al mirar a Taehyung esposado en un poste y el cuerpo de Marcus siendo arrastrado en el suelo para ser echado al bote con ácido. Ver esa escena le hizo entender que no iba a follar conmigo, le hizo entender que era una mentira, una trampa.

—¿Quieres follar en frente de tu esposo? —pregunté sonriendo con picardía—. No trates de ocultar nada, Taehyung escuchó nuestra llamada.

—Dijiste que ya no sentías nada por Jimin —dijo Taehyung con voz entrecortada.

—Hablamos después, Taehyung —dijo Yoongi tratando de ocultar el enojo y decepción—. Pero primero voy a desatarte. —Avanzó hacia su esposo, pero se detuvo al ver la sangre escurriendo de su rostro—. ¿Por qué está sangrando? ¿Por qué lo heriste, Park?

Sonreí, mis escoltas sostuvieron sus armas sin sacarlas de su lugar, listos para recibir órdenes. A lo lejos se escuchó el sonido del cuerpo de Marcus haciendo contacto con el ácido mientras era desintegrado.

—Por lengua suelta. Mira que le dijo a Jungkook que tú y yo estuvimos juntos en Alemania.

—¿Y es mentira? —preguntó Yoongi, sacando de su saco un pañuelo gris con el que limpió la mejilla de Taehyung—. Iremos a casa, estarás bien. Ya estoy aquí.

—Hubiera preferido que no vinieras... —murmuró Taehyung con lágrimas en los ojos—. Jimin, mátame, pero primero mata a Yoongi. Quiero verlo morir con mis propios ojos.

Abrí la boca en una enorme "A" impresionado por el giro que estaba tomando la trama.

—¿De verdad? Eso suena interesante, Yoongi es un cadillo en el zapato... Oye. ¿De verdad creías que iba a follar contigo? —le pregunté a Yoongi—. ¿No te quedó claro ayer que no me prendes? Mi amiguito ni siquiera se emociona contigo. —Suspiré.

—Suelta a Taehyung, él no merece esto.

—¡No me hagas reír, imbécil! —gritó Taehyung—. ¡Viniste acá a follar con Park! ¡No te hagas el buen esposo ahora, yo no te importo!

—¡Claro que me importas, ya cállate! Jimin, te lo advierto, suelta a mi esposo o no respondo por el desmadre que puedo hacer si sigo un segundo más en este lugar.

—No quiero. —Sonreí, yo quería matarlos, a los dos—. ¡Taemin! Tráeme un arma, una fácil de usar.

Taehyung tragó saliva y Yoongi lo veía estremecido porque sentía pena por él. Era cierto que no lo amaba como a mí y nunca llegaría a hacerlo, sin embargo lo quería porque siempre estaba ahí para él. Era su amor incondicional, quien había secado sus lágrimas en incontables ocasiones, quien lo había estado esperando pacientemente durante muchos años y estar en una situación donde yo, el amor de su vida mataría a Taehyung, su incondicional le molestaba.

Aquella madrugada, Yoongi se dio cuenta de que no podía permitir que le hiciera daño a Taehyung. No podía permitir que su amor incondicional sufriera.

Pero para mi sorpresa, las puertas de la bodega se abrieron de par en par, dejando entrar a Jungkook vestido de un traje verde oscuro, en su mano llevaba un arma y a sus costados un par de hombres, entre ellos aquel de cabello largo que se parecía a Harry Styles que interactuó con él cuando lo anunciaron como nuevo jefe de la mafia. Se veía tan apuesto, ardiente y poderoso. Mis ojos brillaron cuando miré a su novio, pero ese brillo se oscureció cuando Jungkook me ignoró por completo para acercarse a Taehyung.

Por cierto. ¿Cuando se enteró de que lo dejé solo en casa?

Taehyung no sabía qué iba a suceder, pero sabía que no iba a ser nada bueno. Jungkook se detuvo frente a él, su mirada fría y mentón endurecido.

—Desátenlo —ordenó Jungkook con mirada calculadora—. Llévenlo con el médico a que le cosan la herida y después llévenlo a casa.

—Sí, señor.

Taehyung tragó saliva, tratando de encontrar las palabras para decir algo. Pero antes de que pudiera hablar, intervine.

—¿Qué haces, Jungkook? —cuestioné.

—Tomo mi papel como jefe de la mafia. ¿Por qué hiciste todo esto? —Acarició mi mejilla con suavidad, en ese momento supe que no estaba molesto conmigo, al menos no tanto—. Taehyung no ha hecho nada malo y no está involucrado en esto.

—¿Cómo sabes?

—Es más que obvio. —Encorvó los hombros.

—Vámonos —dijo Yoongi cuando Taehyung ya estuvo libre.

—Tú te quedas —ordenó Jungkook—. Quiero hablar contigo.

—Gracias, Jungkook —dijo Taehyung al salir de la bodega.

—Quiero que todos salgan de aquí —ordenó Jungkook al sentarse en una silla cruzando las piernas mientras veía a Yoongi a los ojos con recelo—. Hablaré un asunto privado con estos dos.

—¡Ya oyeron a nuestro líder, salgan todos! —gritaron y todos salieron.

Yoongi comenzó a reír bajito y después se sentó en otra silla frente a Jeon. Yo no me senté, prefería seguir de pie.

—¿De verdad quieres follarte a Jimin? —preguntó Jungkook, después pasó su lengua por su labio inferior—. Si quieren pueden hacerlo, no sería capaz de impedir algo como eso.

—¡¿Qué diablos dices?! —cuestioné indignado.

—Lo haría con gusto, pero Park acaba de pasar a mi lista negra —dijo Yoongi luciendo despreocupado.

—Es obvio, con la humillación que acabas de recibir. —Jungkook encorvó los hombros—. Si te vuelves a acercar a Jimin voy a cortarte las pelotas y haré que te las comas crudas. ¿Entiendes? Ya no estoy en prisión, estoy libre, no necesitas perseguirlo para que te de su atención porque si antes no te la daba ahora que estoy más cerca suyo tampoco lo hará.

Escucharlo defenderme me prendía, de verdad que quería que Yoongi se fuera de la bodega para follarme a mi novio.

—Descuida, Jimin ya no me interesa. —Escupió en el suelo—. Por cierto, gracias. —Yoongi se puso de pie, colocando ambas manos en sus bolsillos—. Por saldar mi deuda en prisión, si pudiera hasta un besito te daba.

Hijo de puta.

—Favor con favor se paga, Min. No creas que lo he hecho de a gratis, algún día te cobraré el favor. —Jungkook sonrió con malicia—. ¿O prefieres una venganza por mentirme?

Eso mi amor, no te dejes.

Esperaré para devolverte el favor —dijo Yoongi apretando los dientes, estaba molesto, lo conocía bien.

Bien, no te vuelvas a acercar a Jimin, cualquier asunto de negocios lo hablaras directamente conmigo o romperé cada acuerdo con tu asociación. Esta es mi primera y última advertencia, ahora lárgate, tienes cosas por arreglar con tu esposo —dijo Jungkook.

Yoongi no dijo nada, simplemente se dio la media vuelta y se marchó. Me quedé solo con Jungkook.

—Oye. ¿Cómo supiste que estaba aquí?

—Llamé a mis hombres.

—¿Tus hombres?

—Ajá, soy ele jefe de la mafia surcoreana. Le pedí al mayordomo de la casa que me diera un par de números, llamé aquí y allá, después hice que me contaran todo lo que estaba sucediendo por la radio. —Sonrió—. Vine antes de que mataras a Taehyung o a Yoongi.

—¿Por qué no me dejaste hacerlo? ¿Te caen bien o algo?

—Taehyung fue amable conmigo y a Yoongi, a él pienso destruirlo de una manera distinta. Además vine porque estoy molesto contigo.

—¿Conmigo? —Me senté en sus piernas—. ¿Tanto te molesta que quise asesinar a Tae?

—No, pero te dije que no quería que volvieras a ver a Yoongi, o hablarle, ni siquiera mencionar su puto nombre sin mi presencia. ¿Por qué me desobedeces?

—No quería meterte en líos...

—Cariño, estoy metido en líos desde la noche que te conocí. —Acarició mi mejilla.

—¿Te había dicho que luces ardiente vestido de verde? —pregunté acercando mis labios a los suyos.

—No me quieras distraer, sigo molesto. ¿El ácido eliminará por completo el cuerpo de Marcus?

—Sí. ¿Estás molesto por eso? —Negó con la cabeza.

—Ya te dije, es porque no te quiero cerca de Yoongi.

—Castígame —pedí en un susurro cerca de sus oídos.

—Lo voy a hacer, pero por hoy quiero ir a casa. A la cama, a dormir y nada más que eso. —Palmeó mis piernas con suavidad—. Vámonos, y por favor ya no te despiertes a media noche para hacer travesuras.

Me puse de pie, tomando su mano y pegándome a su cuerpo como un gato.

—No prometo nada —dije y ambos sonreímos.

¡¡¡¡¡HASTA AQUÍ EL CAPÍTULO DE HOY!!!!!

¿Les está gustando?

Si la historia es difícil de leer para ti, no leas, evita comentarios mal intencionados hacia mí porque tengo corazón de pollito de colores y soy llorona oki.

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