💦Capítulo 1 - Lo hice por amor💦
De una cosa estoy completamente seguro; Lo hice por amor.
Desde el primer día que Marcus fue ingresado a mi salón caí perdidamente enamorado de sus ojos y de su sonrisa. Con él descubrí la razón de mi rechazo a las mujeres, poco a poco nos fuimos acercando hasta que un día nos besamos en los baños de la escuela y con el tiempo nos hicimos más unidos a tal grado de, ya saben, tener sexo.
Con cuidado me mostró lo delicioso que puede llegar a ser. Me entregué en cuerpo y alma en distintas ocasiones, nuestra relación era oculta porque Marc no quería que sus padres se enteraran, debía mantener una reputación, no puse objeción porque los míos también son prejuiciosos con ese tema y para evitar problemas accedí.
Fue tonto de mi parte porque no sabía las verdaderas intenciones de quien creía era el amor de mi vida.
Aquella noche, como me gustaría borrarla de mi vida, retroceder el tiempo para suplicarme no salir de casa, para rogarme mandar a la mierda a Marcus. Sin embargo todo quedará en deseos atorados en mi corazón porque ese día nos vimos en su casa ya que sus padres estaban de viaje, devoramos nuestros cuerpos, tan esquisitamente que recordarlo me causa náuseas.
—¡Oh, vamos Jungkook! —gemía mientras le hacía un oral que me estaba dejando sin aliento.
Mi estupidez y enamoramiento no me permitieron ver las distintas cámaras en la habitación.
Marcus estaba filmando nuestro encuentro en ultra HD y desde los mejores ángulos posibles.
—Eres mi maldita perra —decía a medida que eyaculaba encima de mi rostro.
Recordar ese instante me hace sentir avergonzado porque cerré los ojos, porque no me percaté de que estaba grabando mientras distribuía su asquerosa esencia en mis mejillas.
—Soy tuyo... —dije en un jadeo lamiendo el semen salado con la lengua.
—Por supuesto que sí.
Al finalizar me limpió el rostro y depositó besitos en mi frente. Pasamos el resto del día, comiendo comida chatarra, bailando y riendo. ¡Me sentía en una película romántica! Pero sí estaba en una película, porque todo era actuado, al menos por parte de Marcus porque yo estaba enamorado del hijo de puta que arruinó mi reputación.
En la noche me llevó a mi casa en su motocicleta, me híper juró que me amaba y le creí cada una de sus palabras.
Pero al día siguiente, al llegar a la universidad las miradas curiosas penetraban mi piel con tosquedad. A medida que avanzaba por los pasillos escuchaba cuchicheos de mis compañeros y risitas a mi alrededor ¿Qué había pasado? ¿Algún nuevo video viral del que no estoy enterado? Me preguntaba al verlos observar sus celulares con entretenimiento.
—Jeon Jungkook. —Era el director Jung Hyuk, me lo topé en el pasillo—. Acompáñame a la dirección.
—Ah, sí ¿Pero por qué, señor?
—Solo, vamos... —dicho eso me empujó por la espalda obligándome a avanzar.
Las maestras se me quedaban viendo con pena y yo seguía sin comprender qué era lo que estaba pasando.
—¿Sucede algo? —cuestioné tomando con fuerza las correas de mi mochila.
—Verás... —Hizo una pausa—. Toma asiento. —El director Jung me invitó a sentarme, accedí porque quería averiguar en cuanto antes de qué trataba toda esa situación tensa.
"Se filtraron unos videos."
"Apareces en ellos."
"Son, ¿cómo explicarlo sin caer en lo inapropiado?."
"Se trata de tu intimidad, lo mejor es que regreses a casa para evitar incidentes y burlas hacia tu persona."
Las palabras del director hicieron eco en mis oídos, ¡Por eso mis compañeros cuchicheaban! ¡Por eso veían sus móviles divirtiéndose ante la situación! Pero yo... Yo no había tenido relaciones con nadie además de Marcus, él me amaba, entonces era un error ¡Sí, se trataba de un error!
—No creo ser yo el de los videos, director —hablé finalmente. El director hizo una mueca invadida de lástima.
—¿Quieres verlos? Tus padres ya vienen en camino y no creo que quieras mirarlos frente a ellos.
Asentí.
El director giró su laptop mostrándome un video que confirmaba cada una de sus palabras.
Era yo.
Estaba haciéndole un oral a Marcus, no se veía su rostro, él lo cubrió con emoticones graciosos, una cara roja con la lengua de fuera y sudor en la frente. ¡Hijo de perra! Mi corazón se achicó, se estaba fragmentando en mil pedazos, mis nudillos hormiguearon y la cólera en mi interior se disparó al igual que una bala.
—¿Mis padres vienen para acá? —pregunté nervioso luego de ver la mitad del video. No fui capaz de verlo completo.
—Sí.
—¿Ellos han visto esto?
—Se los tuve que enviar para que comprendieran la situación en la que estamos.
—Entiendo, profesor. —Suspiré poniéndome de pie y quitándome la mochila—. Sé quién los subió y si me permite iré a partirle la cara.
Al decir eso salí de la oficina, dirigiéndome invadido de furia hacia mi salón, encontraría a Marcus, le partiría la cara y terminaría con él. Ese mal nacido no merecía mi amor, no merecía ninguna clase de piedad.
Echando chispas ingresé al salón, las clases todavía no comenzaban por eso no había ningún maestro ahí dentro, los únicos que estábamos eran mis compañeros, Marcus y yo.
Marcus, maldito gusano asqueroso.
—¡Marcus, asqueroso hijo de puta! —grité desde la puerta del aula. Él dejó de hablar con mis compañeros para ponerme atención.
—¿Jungkook?
Me acerqué con rapidez dándole un puñetazo directo en la quijada, mis compañeros gritaron rodeándonos en círculo para ver la pelea, otros fueron a llamar a los profesores para que nos detuvieran.
—¡Lo hiciste, subiste los videos! —grité cuando se estaba tocando la quijada adolorido, después escupió sangre.
—¿Videos? ¿De qué hablas?
—¡No finjas, maldito maricón de mierda! —Lo volví a golpear.
Uno, dos, tres puñetazos...
El imbécil no se defendía ¿Estaba aceptando la culpa o quería quedar como un mártir?
—¡Detente, lo vas a matar! —gritó una compañera.
Me detuve, sentí mi barbilla temblar, miré su rostro ensangrentado, miré sus ojos sin un atisbo de culpabilidad y su sonrisa altanera.
—¿Por qué? —cuestioné tratando de contener el llanto— ¿Por qué me hiciste esto?
—Oh, ya recuerdo... —masculló mirándome a los ojos—. Hablas de los videos en los que eyaculo en tu cara.
—Así que sí fuiste tú.
—Me pagaron bien. —Sonrió.
—¿Te pagaron? —Comencé a llorar— ¡Jodiste mi vida!
—¿Lo hice? ¿De verdad? Yo diría que te ayudé a salir públicamente del clóset.
—Maldito... —dije poniéndome de pie.
—Uish, hacerte enojar no era mi intención. —También se puso de pie. No, no me hizo enojar, me ha roto en mil pedazos.
—Es obvio que terminamos, Marcus.
—No esperaba menos, Jungkook. ¿Puedes perdonarme?
—¿Perdonarte? —Sonreí molesto.
—Un error lo comete cualquiera. ¿No?
Y bastaron esas palabras para que me volviera a abalanzar encima suyo, lo golpee tan fuerte que no sentía mis nudillos, posiblemente lo habría matado a no ser por el par de brazos que me separaron de él.
¿Quién se atreve a impedir que me convierta en asesino? ¡Juro que iría a prisión gustoso con tal de finiquitar a ese carbón!
—No vale la pena. —Escuchaba esa voz amable en mi odio una y otra vez—. Vamos, amigo eres más listo que Marcus...
—¡¿Quién te crees que eres?! —grité furioso.
—En estos momentos te estoy salvando de cometer asesinato, pero llámame Jimin.
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