HACHIMAN POV

Había perdido a Yukinoshita después de dar la vuelta en un pasillo y entrar silenciosamente a un salon, sólo vi la sobra de ella a través de la puerta corrinendo para, quizás, tratar de alcanzarme. Abrí lentamente la puerta y me dirigí casi sin fuerzas al auditorio donde todo se estaba llevando a cabo, antes de llegar pude escuchar un grito a mis espaldas.

—¡Hachiman! —era Yukinoshita, lo sabía, voltee a verla y vi como se acercaba corriendo lo más rápido que podía.

De nuevo salí corriendo del lugar, corri lo más fuerte que pude y la volví a perder, pero un recuerdo llegó a mi: cuando la vi corriendo en mi dirección, sus ojos, tenían desesperación pura, cargada de dolor, pero más que eso, parecían que no tenían vida, no tenian color, o más bien, ese brillo, era un azul opaco sin sentido.

Salí corriendo a toda prisa para dirigirme de nuevo al techo donde estaba, pero en el camino se encontraba ella tratando de encontrarme, volví a cambiar mi dirección para dirigirme a mi lugar favorito o donde solía almorzar.

Me senté, mire al frente, y comencé a pensar en lo que había pasado.

¿Era justo? ¿Que se supone que hice para merecerlo? Me encontraba en un dilema de nuevo. Sinceramente no sabía como reaccionar, es decir, todo el tiempo trate de serle fiel, sin traicionarla, poniéndola como la mujer (no familiar) más importante para mi vida, y aún así, me pago de esta manera.

No iba a llorar, ni siquiera tenía ganas de hacerlo, sólo estaba… confundido, si, eso eso era, no sabía como reaccionar, pero era fuerte y podría soportarlo, claro que si, Hikigaya Hachiman lo soportaría después de todo, ese soy yo, el mejor solitario de todos

—¡Hachiman! —esa voz llena de desesperación, entrando en una forma de no saber que hacer, llena de dolor, y de ganas por soltarlo todo… me di cuenta en ese instante; el error fue mío, por no dejarle hablar, aunque no se que tendría que decir, puedo aceptar que lo diga, todo este tiempo sólo me había preguntado si era justo para mi, pero... ¿Era justo para ella? Está bien que la tratara de esta forma. Por más que me doliera lo que había hecho le dolía más verla en ese estado de desesperación.

—Te lo ruego por favor, por lo que más quieras —la chica se acercó a mi llorando, tomó mi suéter fuertemente y me miró con desesperación, pidiendo una onza de misericordia—. Dejame decirte la verdad —esa voz desesperada me mataba, ¿eran tan fuertes mis sentimientos por ella?

—Entenderé si ya no quieres salir conmigo pero solo deja que te explique las cosas...

—Yukino... shita —dije mirándola monótonamente.

Mi cuerpo se movía por si sólo. Mi mano se levantó hasta tocar su cabeza y acariciar suavemente su cabellera. Sentí que su cuerpo se tensaba bruscamente cuando permitió que mis brazos la rodearan: uno la sujeto suavemente por la parte baja de su espalda mientras que el otro le acunaba la cabeza. Por un momento, Yukino permaneció vacilante, como si cuestionara mi silencio, mi abrazo protector, casi como si temiera creer en mi intención. Y luego ella cedió, Yukino se acercó para dejar que envolviera mejor su cuerpo, acurrucando su cabeza en la curva de mi cuello donde se encontraba con mi hombro. Ella se relajó, hundiéndose más en mi hombro, sus manos aferrándose a la parte de atrás de mi camisa, y yo pudo sentir que la tensión se desvanecía mientras ella se derretía en mis brazos. Su respiración se calmó, y me deleite con el olor de su shampoo, dejando mi mente en una neblina delirante y contenta. Cuando volví a hablar, mi tono sonó como si una sonrisa rozara mis labios.

—Perdóname… —La mire a los ojos, y sonreí ligeramente—. Estoy aquí… cuéntamelo todo.

YUKINOSHITA POV

Tras notar que quien cantaba era nada más ni menos que mi propio novio, quede atónita, viendo como cantaba y las ganas de abrazarle y besarle me consumían por dentro, pero sin poder hacer más, alguien tomó mi brazo y me arrastró

—Yukinoshita ven conmigo —escuche la voz de un hombre… era Hayama.

—¿Que sucede? —le pregunté.

—Hay algo que debo hablar contigo en privado —salimos del lugar y nos dirigimos a un lugar más solitario, y pude notar que el concierto había terminado.

Llegamos a un edificó vacío, donde esperaba que Hayama me dijera lo que tenía que decirme.

—¿Que sucede? —pregunté impaciente.

Ambos escuchamos pasos.

—Aqui viene —dijo el sonriendo, al tiempo que me agarraba de los hombros y me acercaba a él para darme un beso en los labios, afortunadamente pude mover mi cabeza ligeramente, de modo que el beso daría en la mejilla aunque muy cerca de mis labios, claro, sin tocarlos, quede un poco desconcertada por la acción pero cuando nos separamos alcance a darle una bofetada en su rostro.

—¡Es indignante lo que hiciste! —le dije molesta.

—Pues Hikigaya no lo cree así —dijo el chico todavía sonriendo.

Abrí mucho los ojos mientras todas las piezas caían en su lugar.

NO. Así que lo hizo por eso.

Salí corriendo del lugar para buscar a mi novio, desesperada y sin fuerzas, porque quería encontrarlo rápido, tras pensarlo un momento pensé que el lugar donde podría estar sería su lugar favorito pero no vi a nadie, luego decidí ir al techo del edificio para poder ver donde se encontraba desde ahí.

Corri y subí las escaleras y casi al llegar lo encontré.

Entonces el me dijo palabras severas y muy duras, y mi corazón se partió, no por lo que el había dicho, pues entendía perfectamente que estaba enojado, sino por que no me dejaba darle una explicación.

Los latidos de mi corazón aumentaron, mi mirada se perdió y sólo quería una cosa… buscarle y decirle la verdad, aún si el no quería seguir siendo mi novio, tenía que aclarar eso como último favor

Lo bsuques desesperadamente hasta que lo encontré, primero caminando y después en su lugar favorito, corri hacia el y le tome del suéter entonces el tomó mi cabeza y me dijo "Estoy aquí" esas palabras me recuperaron en un sólo momento y la forma en la que me veía, era increible, solo queria besarlo y explicarle la situación a la persona que amaba

HIKIGAYA POV

—Y entonces no quería que dejáramos de ser novios y que tu me odiaras y —no pude dejar que Yukinoshita siguiera hablando, tras aclarar eso, pude confiar en ella y acertarle un beso en los labios.

—Tranquila —le dije mirándola tiernamente a los ojos—. Esta bien, muchas gracias por aclararlo.

—¿Entonces todo esta arreglado? —dijo ella mientras me veía con esos ojos tan hermosos

—Bueno, digamos que todo esta muy bien —dije sonriendo

—¡Te extrañe tanto! —dijo ella abrazándome fuertemente—. Y que llegarás me puso tan feliz pero el pensar que nuestra relación terminaría así, la verdad no imaginaba que algo así sucediera, más por una persona tan vil como Hayama —dijo mi novia mientras se desahogaba—. No quería dejar de ser tu novia, porque contigo me siento tan bien.

—Vaya. Estas siendo más sincera de lo normal —dije mirándola sonrojado

—P-pu-pues es porque estoy muy feliz… de que hayas regresado —eso le tomó por sorpresa, pues ella tenía la mirada desviada sonrojada mientras trataba de dar una excusa

—Yo tambien —dije mientras la abrazaba más fuerza.

—Deseaba poder hacer esto contigo —dije sonriendo.

—Gracias Hikigaya-kun… por creer en mi —ella sonrio y sus ojos recuperaron ese brillo tan único de ella.

Me abrazo de nuevo y con un tono tranquilo y pausado comenzó a cantar o tararear una canción que no pude reconocer, pero pude contraatacar (debo dejar algunas cosas en claro: primero, había aparentado salir con Candice-san y Haruno, y eso me había dejado cierta experiencia en las citas, así que si Yukinoshita me dijera 'tengamos una cita' sabría controlar la situación. Segundo, Candice-san escuchaba muchas bandas, tanto estadounidenses como inglesas, y entre ellas estaban GNR, Nirvana o incluso Gorillaz, y me dio varias de sus canciones favoritas), acaricie la cabeza de Yukinoshita y le dije casi cantando:

“Well you can't get what you want

But you can get me

So let's set out to sea

'Cause you are my medicine

When you're close to me

When you're close to me”

Era una canción de Gorillaz titulada "On melancholy Hill" y en cuanto la escuche pensé en ella, esta chica, que hacia que cobrará cierto brillo.

—Eso suena bastante lindo —dijo sonrojada mientras se separaba y me miraba a los ojos.

—Bueno, digamos que pensé en ti al escuchar eso.

—Hoy hemos estado muy melosos —dijo la chica

—Es extraño pero yo tambien —dije mirándola a los ojos—. Aún así. Esto me gusto… no puedo prometer que sea así siempre, pero quizás si tenga días en que quiera ser así contigo.

—Lo mismo —digo dijo ella sonriendo—. Bueno, ahora que estás aquí... hay ciertas cosas que me gustaría hacer contigo —dijo ella mientras tomaba mi mano.

—¿Que clase de cosas tienes en mente? —pregunté curioso.

—Obviamente… tendremos una cita aqui —dijo ella con su típica forma de hablar y dirigirse a las personas, volviendo a ser la Yukinoshita que todos conocemos.

—De acuerdo —dije mientras la seguía.