Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11

HACHIMAN POV

Fuimos a mi casa y me cambie de ropa, Yukinoshita estaba abajo hablando con mis padres, mientras tanto yo me encargaba de apresurarse para salir en cuanto antes

—Estoy listo —dije bajando las escaleras

—Hachi, hablamos con Yukinoshita. Decidimos que puedes quedarte en su casa está noche —dijeron ellos sentados en la sala

—¿Y eso? —pregunte curioso llegando hasta donde se encontraban ellos

—Bueno, pues, La fiesga puede terminar tarde, y no queremos que estés en la calle tan noche, así que puedes pasar a dejar a Yukinon y quedarte allá con ella —dijo mi Padre mirándome con confianza poniéndose de pie

—Esto es raro, pero esta bien, subire por otra muda de ropa— dije dando la vuelta y subiendo de nuevo las escaleras, llegue a mi cuarto

Saque mi muda de ropa y la metí en una mochila, también incluí mi cepillo de dientes, y un condón (em este tipo de situaciones nunca se sabe no?) y baje las escaleras de nuevo ya con la mochila en la mano

—Bien, entonces vamonos —dije llegando a la puerta, Yukino ya se había puesto de pie y mis padres la encaminaban a la puerta.

—¡Hasta mañana! —dijo mi padre sonriendome desde la puerta.

—Nos vamos —dije mirándo a Yukinoshita ya afuera de la casa.

—Si —ella se sujeto de mi brazo contenta.

—Cuídate Onii-chan —dijo Komachi llegando a la puerta.

—Hai —dijimos ambos, ya un poco lejos de casa mientras comenzábamos a caminar

—Hay que irnos a la estación del tren- dije caminando con Yukino a un lado mío

—Me parece muy bien —dijo ella caminando seriamente algo pensativa

Fuimos a la estación del tren, subimos y nos quedamos en la estación correspondiente, caminamos aún un poco más hasta encontrar el conjunto donde ella vive

Llegamos a su casa, subimos el elevador hasta el piso de su residencia y pasamos, es un departamento realmente hermoso, no me canso de la vista que tiene

—¿Qué sucede? —preguntó ella al ver mi expresión dirigiéndose a su cuarto

—No lo sé, tu estas acostumbrada a lujos —dije mirando el lugar—. No entiendo, que caso tendría casarse con alguien como yo.

—Tonto —dijo ella regresando a la sala ya sin falda, ni cardigan ni corbata, sólo sus medias, la camisa de manga larga blanca y su ropa interior, demonios, eso era tan excitante y hermoso a la vez—. No me importa nada de esto, estoy aquí por mis padres, ellos me obligaron a vivir aqui —Se acercó a mi y me dió un beso—. No me importa el dinero, ni los lujos, soy capaz de cambiar todo esto, toda mi riqueza, sólo para estar contigo —dijo ella sonriendome.

—Eso, te da muchos Yukinopuntos —dije mirándola con cierto rubor.

—¿La respuesta o esto? —ella hizo un ademán refiriéndose a la forma en la que estaba vestida

—Ambas —dije desviando la mirada con un sonrojo más notorio

—Una respuesta inesperada —dijo ella alejandose un poco—. Además, pareciera que te gusta verme asi —Yukino empezó a desabrocharse los botones de la camisa revelando nuevas franjas pálidas de su piel.

—¡N-no lo hagas frente a mi! —dije desviando la mirada aún más después de notar lo que estaba haciendo.

—¿Qué tiene de malo? Quiero decir, ya aceptaste casarte conmigo ¿no? Compartiremos nuestras vidas, y hasta ya lo hicimos, lo comprendí cuando estabas fuera del país, no importa como lo vea, eres el hombre de mi vida, sólo tu podrás verme de esta manera, contigo puedo yo misma, sin temor de rechazo o críticas, o es que acaso... ¿no soy lo suficientemente buena? —preguntó sonrojada desviando la mirada.

Voltee a verla de nueva cuenta pero con un ligero rubor.

—Tu eres Yukinoshita Yukino, la chica a la que admiro, y a la que amo, eres más que buena... entonces —aclare mi garganta antes de continuar— si dices que esta bien...

—Lo esta —dijo ella mientras comenzaba a cambiarse frente a mi, pude ver sus panties y bragas, eran negras, me perdi en el vaivén de sus caderas, y en sus pechos, mire su rostro profundamente concentrado en lo que hacia. Era una escena realmente espectacular; la chica más hermosa del instituto cambiándose frente a mi.

Ella se puso una combinación muy peculiar: un pantalón negro ajustado junto con una playera blanca de manga larga y una chaqueta ligera negra. En este tiempo que estuve lejos hubo ciertos cambios en ella, por ejemplo, el pecho ligeramente más grande, y su cadera más ensanchada, un trasero más firme, claro no sólo en su físico, sino también mentalmente. Ahora era más... como decirlo. Abierta con las cosas que quería.

Cuando hubo terminado de vestirse salimos de su casa para dirigirnos a la de Shiromeguri, el mensaje que Yuigahama prometió mandar me llegó y pudimos dar con la dirección tras caminar y tomar el tren, buscándola entre las casas dimos con ella.

Llegamos a la casa era una casa "normal" de dos pisos y con jardín tanto delantero como trasero, entramos al Jardín trasero, donde estaban los demás chicos, quienes al vernos nos saludaron

—¡Miren! Son los organizadores —dijo Shiromeguri señalándonos al entrar

—¡Hikki, Yukinon! —dijo Yuigahama sonriendo

—Ejem, Ejem, Hachiman —dijo cierto gordo aclarando la voz.

—Hachiman —dijo Totsuka, el lindo Totsuka

Esto es extraño, hace 6 mese pudiera jurar que esta sensación me daba mucha reticencia, pero ahora, entrar con ella es diferente, un sentimiento raro, si bien odio ser el centro de atención, por ahora sólo podía sonreír.

—Hola —dije llegando junto a mi novia.

—Buenas tardes —saludo cordialmente ella.

—Pensamos que no vendrían, íbamos a ir a buscarlos a sus casas —dijo Yuigahama acercándose a nosotros.

—No hace falta, pudimos llegar gracias a la dirección que nos mandaste —dijo Yukinoshita cortésmente.

—Llamaré a Ebina-san, ella dijo que también iba a venir —dijo Yui sacando su celular y comenzando a marcar el número de la chica—. ¿Alo?, ¡oh! Ebi-chan ¡Yahalo! Estoy en la casa de Shiromeguri-senpai, te estamos esperando —dijo ella.

No se muy bien que le respondió del otro lado de la línea pero la expresión de Yuigahama se torno un tanto triste

—Ah, comprendo- dijo Yui con tono deprimido- esta bien- dijo ella

—Préstamelo un momento —dije arrebatándole el celular de las manos—. ¿Moshi moshi? Ebina-san?

—¿Ara? Hikigaya-kun. Así que estas también en la casa de la senpai.

—Lo estoy, así que, ¿por que no traes a Miura para acá?

—¿Yumiko-chan? ¿Como sabias que ella estaba conmigo? —preguntó ella.

—Lo sabía, porque está deprimida... Así que traela aquí, le alegrará un poco estar con amigos —dije monótonamente.

—C-comprendo... iremos en seguida —respondió ella antes de terminar la llamada.

—Bien, ellas vendran —dije regresando el celular a su dueña, que me veía con el ceño ligeramente fruncido, expresión que se borró cuando le dije esa frase.

—¿Como lo hiciste? —preguntó ella.

—No importa, ellas vendrán —dije llevando mis manos a las bolsas de mi pantalón

Es cierto, Miura estaba triste, esa pequeña niña no estaba disponible para nada, pero yo más que nadie conoce la verdadera soledad, no dejare que sea así también, al menos, si esta en mis manos podré ayudar, de lo contrario, me sentiría pésimo de ser el novio de Yukino, tengo mis propias razones, mis propios motivos, mis propias metas, y uno nunca puede disfrutar una fiesta si hay alguien deprimido, es todo.

Yuigahama se llevó un momento a Yukinoshita para que fueran a comer. La fiesta consistía en una simple parrillada. Los chicos estaban dispersos en el jardín, unos hablando, otros riendo, otros más formados para recibir la comida, y algunos sobrantes preparando los alimentos en la parrilla, era un ambiente agradable pues el patio trasero de senpai era realmente grande, eso ocasionaba que la gente pudiera ir y venir sin problemas, además de mis conocidos, se encontraban también los demás amigos de Shiromeguri-senpai y aún así algunos más seguían llegando a la fiesta o celebración, o evento, cualquier palabra era correcta, supongo.

Por fin llegaron las chicas a las que les había marcado, Ebina, Miura y sorpresivamente Minami también vino con ellas. Ebina venía caminando normal, vestida casualmente, de su brazo venía Miura, cabizbaja y con una expresión triste deprimida. Minami... es Minami, así que sólo llevaba una sonrisa falsa por delante tras ver a su tan "amiga"...

—Yui-chan —dijo Minami corriendo hacia donde se encontraba la mencionada

—¡Yahalo Minamin! —musitó Yuigahama saludando a la chica que recibía con una cálida sonrisa.

Me acerque lentamente hacia Ebina, que llevaba a Miura caminando

—Así que si vinieron —dije con un tono un tanto sarcástico

—Lo hice porque tienes razón, ella no puede pasar todo su tiempo en casa deprimida —dijo mirando a su amiga con una expresión de tristeza

Miura sólo miraba el suelo, sin decir ni una palabra o inmutarse siquiera por lo que decíamos su amiga y yo

—Puedes ir con Yuigahama, y yo me encargare de Miura —dije volteando en la dirección a donde se encontraban Yukino, Yui y Minami

La peligris siguió mi movimiento y también volteo a ver el lugar.

—Esta bien. ¿Puedo encargártela? —preguntó mirándome de nueva cuenta

Regrese la mirada hacia ella.

—Puedes... —dije sonriendo muy ligeramente.

—De acuerdo —la chica se soltó del agarre de la rubia, suspiró cerrando los ojos y exhaló, sonrió y se dirigió a donde las demás estaban.

Miura y yo nos quedamos solos, relativamente, su expresión no cambiaba, ella no dejaba de ver al suelo, ¿realmente esa era la Miura Yumiko que yo conocía? Es extraño tener a la persona más persona deliberada y prominente de la clase frente a ti cabizbaja y sin humor de nada

—¿Seguirás viéndome? —preguntó cuando el silencio se volvió insoportable.

—Bueno, no soy experto en estos temas —dije exaltandome levemente, eso me sorprendió un poco, lo admito

—Eso lo sé muy bien —dijo ella con un tono deprimente. Tu no entenderías lo que yo —vociferó

—¿Lo que tú que? —le espeté—. ¿Lo que tú sientes? Escúchame, Miura Yumiko, he vivido casi toda mi vida escolar sólo, unido al rechazó y confinado a la burla de los demás, no he tenido amigos y no soy bueno en muchas cosas, ¿crees que no sé que es sentir esa desesperación? ¿Esas ganas de correr y gritar a todos que se detengan? —pregunte mirándola reaccionar, la primera reacción del día en ella.

—Tu... —dijo ella volteando hacia adelante, elevando la vista y mirándome a los ojos fijamente sorprendida.

Pude notarlo, sus comisuras de los ojos algo rojas al igual que su nariz, signo de que había llorado un buen rato

—Entiendo perfectamente como te sientes, pero el llorar no hará más que liberar tus emociones, sólo fuiste un juego para él, y es lamentable verte así, tienes que entender que no todo en esta vida sale como lo quieres, pero debes luchar en contra de las cosas que discrepan con tus deseos para superarlas y seguir adelante, sólo así serás verdaderamente feliz, puede que al principio sea difícil, pero eventualmente lograrás salir de ahí —las palabras que salían de mi boca, no eran del todo para ella, la mayoría de esas palabras... eran para mi—. A pesar de las críticas, de los insultos, las burlas y los rechazos, seguir adelante es lo que marca la diferencia, puede que sea patético, y no quiero engañar a nadie, pero al menos, tengo el valor de hacer las cosas sin importar nada más... Miura Yumiko, si te deprimes por algo así, entonces no eres tan fuerte como yo pensé que eras —las últimas palabras las dije un poco más exaltado.

—Hikio —dijo ella sorprendida mientras me seguía viendo con ese par de hermosos ojos.

—Y mi nombre no es Hikigaya —dije recuperando la postura y el aliento, desviando la mirada.

—Hikigaya-kun —dijo Ebina acercándose al lugar

Nadie había escuchado las palabras que le dije, por el ruido y la música, esas palabras se quedaron entre ella y yo.

—Listo, termine de hablar —dije volviéndome a la Peligris

—Bien. Miura-chan, ¿ya estas mejor? —preguntó Ebina notando que ahora la rubia ya no tenía la cabeza hacia abajo

—Sólo danos unos minutos más —dijo la rubia sin despegar su mirada de mi.

—Esta bien —dijo Ebina sorprendida mientras volvía a alejarse.

—Hikigaya, ¿puedo hacerte una pregunta? —preguntó ella

—Por supuesto.

—¿Como pudiste superar todo eso?

—No lo supere. Me acostumbre, es por eso que aún soy un antisocial —dije mirándola con el ceño fruncido

La chica se acercó a mi, quedando a mi lado se dio la vuelta para mirar al mismo lado al que yo miraba

—Pensé que Hayato sería algo así como un príncipe azul... realmente significaba mucho para mi —dijo ella viendo lo mismo que yo

Yuigahama y Ebina jugaban entre ellas y agregaron a Yukinoshita, quizás en contra de su voluntad, pero aún así podría jurar que pude ver una ligera sonrisa en sus labios.

—Sin embargo, él se ha ido —dijo un poco triste

—No se fue, el seguirá yendo a la misma escuela, irá en nuestro salón probablemente y vivirá en el mismo lugar, el sólo rompió su relación, eso es lo que cambiará, no te hablara como siempre y se juntará con alguien más quizás, eso es lo que debes superar —dije viéndola de reojo

—Pero entonces, ¿crees que debo olvidarme de lo que sentía por él? —preguntó mientras seguía viendo a los demás, ahora Totsuka y Zaimokuza hablaban sobre trivialidades mientras el gordito hacía ademanes propios de él y Totsuka sólo le veía riendo.

—Eso no es posible, sólo debes convivir con esos sentimientos, no creo que las personas olviden sus sentimientos, sólo aprenden a vivir con ellos —eso era cierto, hace tiempo me le confesé a Kaori, y aún después de todo, sigo recordando lo que sentía por ella o los pensamientos que tenía en torno a Orimoto, sin embargo eso no quiere decir que todavía me guste y me vaya a confesar de nuevo para volver a ser rechazado, espera... ¿Como que rechazado?

—Lo que trató de decir es que debes comenzar por superarte a ti misma, uno atrae lo que es, y tu eres o eras superficialidad pura —le dije sinceramente.

—Entonces, ¿tú atrajiste a Yukinoshita-san por cómo eres? —preguntó llevándose una mano a la barbilla.

—Exactamente, ni ella ni yo nos obligamos a hacer algo por el otro, no fingimos ni nos sofocamos, esto debe ser parte de lo genuino que busco —mencioné liberando una ligera sonrisa.

—¿Superficial? —preguntó ella.

—Ni siquiera me pusiste atención —dije un poco molesto—. Debes buscar la forma de relacionarte con los demás, sin fingir u obligarte a algo, sólo así encontrarás una persona que te acepte como tal —comenté regresando la mirada al frente.

—Sin ser superficial, ni fingir mis amistades —la chica comenzó a reflexionar mentalmente.

No estoy seguro de que pensaba, pero sabía que verla así de patética daba cierta incomodidad, no me quejaba, después de todo, es sólo bajo presiones personales o crisis sociales cuando una persona nota la realidad, la venda de la mentira cae de sus ojos cuando algo grande sucede, y que el chico al que le entregabas hasta la vida te dijera que no te quiere ver, es un golpe duro para alguien con una estabilidad mental tan fragil como la de ella.

—Comprendo a que te refieres Hikigaya —rompió el silencio incómodo del ambiente tenso.

—Si es así, entenderás que puedes estar triste, pero no es pretexto para dejarlo todo de lado —miré de nuevo el lugar donde estaban mi novia y amigos—. Al final del camino, encontrarás lo que mereces sin obligarte a nada, y creeme que eso es mejor que estar solo, supongo que después de todo, tener verdaderos amigos no es tan malo —nuevamente una muy tenue sonrisa se formó en mi rostro

—Entonces, ¿que debo hacer? —preguntó tornando esa facción triste de nuevo.

—Por ahora, seguir adelante, deberías disculparse con Yukinoshita por lo que hiciste —le dirigí una mirada con cierto descontento.

En este tiempo, Ella me dijo que Miura y Hayama la trataban en ciertos aspectos mal, al final de las clases por lo regular encontraba su casillero rayado y hasta una vez la sala del club desordenada, no soy un tonto y mucho menos loco, pero en esencia si, eran ellos dos quienes le hacían la vida imposible a mi novia.

—Si, es cierto, empezare por enmendar los errores que he cometido, todo para seguir adelante, odio admitirlo, pero tienes razón Hikigaya —la chica esbozó una muy tenue sonrisa de determinación y voluntad

Caminó en Dirección a las chicas, por lo que alcance a oír fue algo así:

—Yukinoshita-san —dijo ella llegando al ligar un poco apenada.

—¿Qué sucede? —preguntó mi novia.

—¿Tienes un minuto? —preguntó la rubia.

—Dime —contestó la pelinegra.

—L-lo siento mucho —atinó a decir.

Aquella era la prueba, esa chica estaba verdaderamente arrepentida y dispuesta a cambiar, ¿había hecho algo yo? Si, por primera vez había ayudado a alguien más sin lastimarme a mi mismo, más allá del cambio de Miura, lo que sucedía, marcaba un antes y un después en mis métodos, un cambio en mi mismo.

Yukinoshita miró sorprendida a la rubia, que yacía frente a ella mirándola fijamente

—¿P-perdon? —preguntó tartamudeando.

—Como lo escuchaste, fui una estúpida —dijo ella haciendo ahínco en esta frase—, es por ello que me comporte así contigo, pero de ahora en adelante me gustaría llevar las cosas bien contigo —Yumiko tenía la mirada hacia abajo.

—C-comprendo —Yukinoshita recuperó la compostura—. Debo admitir que eso me sorprendió en gran medida, pero el escuchar una disculpa sincera de alguien verdaderamente arrepentido es una buena manera de empezar las cosas de nuevo, al final, si algo termina sólo significa que puede volver a empezar —Yukinoshita dijo su sermón casi exactamente como se lo dijo a Yui.

—Entonces... ¿podremos empezar de nuevo? —preguntó Miura con curiosidad.

—No veo el porqué no —esa frase solo rectificaba lo que había estado pensando de Yukino desde que regrese, a pesar de sus cambios físicos, incluso a pesar de que ahora era un tanto más abierta conmigo, había algo en todo este tiempo que ella no logró cambiar, ella aún dependía de alguien, y tras la cita en la escuela oude comprobarlo, ahora mismo, no dependía de su hermana, ella comenzó a depender de mi desde aquella vez en la competencia para preguntarle a Hayato el campo de estudio.

Tras la reconciliación de ambas chicas, comenzaron los ánimos en la fiesta, el ocaso se observaba muy bello, y el atardecer naranja que cubría el cielo daba cierto toque melancólico en el momento, comimos y bebimos (nada de alcohol obviamente) reímos y hubo juegos, en los que por dignidad tanto Yukinoshita como yo decidimos participar, pero ver como Yuigahama caía al suelo en el juego de las sillas o Ebina y Zaimokuza actuaban de mimos era gracioso, todo era tan nostálgico algo dentro de mi reía internamente por el momento.

Llegó la noche, ese cielo tapizado de estrellas tiritando daba un toque romántico al ambiente que ahí se veía

Yo me encontraba mirando el cielo oscuro, observando esas estrellas, un paisaje hipnotizante.

—Así que el gran Hikigaya Hachiman también tiene momentos añorables —dijo Yukinoshita acercándose por mi espalada hasta quedar a un lado mío y observar el cielo también.

Eso llamó mi atención y baje la vista para verla mirar el cielo

—Este paisaje no es exclusivo de las demás —volviendo a mirar el cielo—. Es muy relajante observar todo esto, es incluso... pacífico —dije con un tono de tranquilidad.

—Hasta tu admiras esto, supongo que Komachi-chan debe estar a la altura de las estrellas para ti —dijo ella sonriendo.

—Mi linda Komachi-chan, papá y mamá, incluida tú, son personas importantes en mi vida —dije mirándola a los ojos.

Ella hizo lo mismo, bajo la mirada hasta quedar en contacto visual conmigo.

—Sería romántico besar a quien amas en este ambiente —dijo ella son despegar su vista de la mia.

—Hay que comprobarlo —dije acercándome a ella.

Nuestros labios se sellaron en un caluroso beso cargado de amor y pasión pura, ella tenía razón, en verdad es romántico.

—Bien, parece que tenía razón —dijo ella tras separarnos.

—Es parece —dije sonriendo.

—Una nueva etapa más se ha concluido, ahora entraremos a 3er año —mencionó ella tranquila, mirando el cielo nocturno.

Seguí su movimiento y mire esos puntos blancos en plena oscuridad.

—Así es —atiné a decir.

Ella tomó mi mano en un movimiento tranquilo y nervioso, en respuesta recibí su mano.

—Esto es lo que nos espera.

—Lo que nos espera- repetí con una ligera sonrisa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro