-Sangre- Murmure tocando este líquido carmesí, me levante lentamente mientras miraba mi mano la cual estaba completamente manchada.

-Mamá- Exclame tratando de mantenerme tranquilo – ¡MAMÁ! - Grite con gran ansiedad, aceleré mi paso hasta la puerta, pero justo antes de salir de la cocina, el grifo del lavaplatos empezó a temblar, me gire acercándome con cautela, aunque muy asustado, y al llegar este se detuvo.

- ¿Qué está pasando aquí? – Me pregunté preocupado y proseguí a abrir la llave para ver si era producto de algo que obstruía el flujo de agua.

Nada, no salía agua, en cambio logre observar una sustancia negra asomándose a duras penas, nuevamente el grifo tembló, aunque esta vez con mayor fuerza, incluso se movía de una forma tan brusca que parecía que se saldría de su lugar - ¡QUE MIERDA ES ESO! – Intenté cerrar la llave deseando que se detuviera lo que fuera que salía por ese pequeño orificio, pero para mi desgracia no sirvió de nada.

- ¡Coño, coño que es eso! – Se formo una burbuja muy oscura, creció exageradamente rápido hasta el punto de tener el tamaño de una bola de fútbol, reventó espontáneamente, al darme cuenta me encontraba cubierto desde la cintura hasta la cara -Esto es ¿Cabello? – Me cuestione mientras me lo sacaba del cuerpo con mucho asco.

-Will, es hora de jugar- Murmuraron en mi oreja.

Salte del susto, pero a mis espaldas no había nadie, solo el charco de sangre - ¡Mierda! ¿Qué fue eso? – Rechine estando a punto de perder los estribos.

Voltee mi vista hacia el grifo, el cabello estaba esparcido por toda la cocina, menos las sillas y la mesa del comedor que se encontraban tiradas en el piso a mis espaldas.

-Will, ¿Te gusta la remodelación? – Expreso una voz que salía del grifo.

Simplemente no pude hacer nada, me congelé de pies a cabeza, el ambiente se tornó frío y pesado.

-Will, responde mi querido rey- Dijo una voz femenina cantando las palabras.

Como pude camine hacia atrás.

- ¿Por qué te alejas? – Replico aquella voz.

- ¡Eres un puto grifo que habla! – Respondí estando a punto de correr.

- Oh, es eso ¿Quieres verme? – Pregunto con un tono suave.

Continué caminando hacia atrás hasta pisar el charco de sangre, en eso momento me detuve -Debo encontrar a mi madre- Repetí en mi mente.

-Recuerda que estamos jugando, tu quisiste verme mi querido rey- Expreso aquella voz.

- ¡NO! No quiero verte- Grite angustiado.

-Muy tarde- Expreso, una leve brisa llego desde mis espaldas, y la sangre que se encontraba bajo mis pies empezó a recogerse por si misma -Will, estoy contigo- Dijo esa voz y unas manos ensangrentada tocaron mis hombros.

Lentamente giré mi cabeza y pude apreciar como esas manos llenaban mi ropa con la sangre que las cubría.

-Di algo, o te lanzare con el bufón- Rió suavemente.

Logre divisar un cuchillo encima de la estufa y sin pensar me lance sobre este tomándolo con fuerza - ¿Qué haces mi hermoso rey? -Pregunto esa cosa.

- ¡No soy tu rey! – Gruñí y con el valor que me quedaba me volteé, no podía creer lo que mis ojos veían, era una mujer y estaba cubierta de pies a cabeza con sangre que se escurría por su cuerpo y volvía a subir, además tenía puesta una corona de oro, curiosamente su cabello negro era lo único que no estaba cubierto de este líquido carmesí.

- ¿No soy lo que esperabas? – Cuestiono colocándose las manos en el pecho.

-Dime donde esta mi mamá- Tartamudee tratando de hacerme el duro.

-Sandra, ella no está aquí, ella no puede entrar aquí, tu eres el invitado no ella, y pagaras por lo que nos hizo, el hijo es la recompensa de sus actos- Exclamo un tanto molesta.

El grifo de nuevo se tambaleaba, quería ver por qué, pero no quería quitarle la vista a ese horrendo ser - ¿No puede entrar aquí? ¡Es nuestra casa! – Declare apuntando el cuchillo hacia ella.

-Ahora mismo no estas en tu casa exactamente mi querido rey- Respondió con felicidad -Ese cuchillo no te servirá de nada, puedes quedarte conmigo si gustas.

Me moví lentamente hacia mi derecha para poder ver el grifo y a esta chica al mismo tiempo.

- ¿Escaparas? Pues bien, no aceptaste quedarte, ahora morirás – De pronto del grifo salieron muchos gusanos, cucarachas, ese olor desagradable de carne podrida condimentada que tanto odiaba cubrió mis fosas nasales, y una cantidad gigante de sangre lleno el lavaplatos hasta desbordarse hacia el suelo.

Vi que la puerta estaba abierta y sin pensar le lance el cuchillo para distraerla, pero no funciono ya que su cuerpo lo absorbió sin más - ¿No te das cuenta? Soy de sangre Will, a veces eres tan bobo- Sonrió de una forma macabra -Ahora es mi turno- Regurgito el cuchillo y lo aventó hacia mí, me agache a tiempo y me prepare para correr, no me importaba si chocaba con ella solo quería salir de esta infernal situación.

Ella me esquivo, cosa que me pareció extraña, logre llegar a la puerta, tome el pomo y me prepare para cerrarla.

-Ay Will, Will, Eres impredecible- Se dirigió con lentitud hacia mí.

Estando a punto de cerrar sentí que mi pierna derecha no se movía -Esa sangre que tienes en tu pie no te dejara avanzar- Expreso riéndose sin humor, ella estaba a pasos de mi así que debía pensar rápido, por ello me quité el zapato y finalmente pude cerrar la puerta pasándole seguro.

-Trate de ser gentil contigo, pero el bufón será mas rígido- Grito desde dentro de la cocina.

Por mi mente solo estaba salir de la casa, y encontrar a mi madre, di un recorrido veloz, pero no la encontré en ningún lugar -Solo me queda el piso de arriba- Dije muy ansioso al querer irme, no me quedó mas remedio que subir, cada escalón rechinaba mas que el anterior y la noche se había hecho por completo, mi única luz eran los bombillos, llegue arriba y vi ese pasillo macabro, revise en el cuarto de los abuelos y en el de mis padres, no encontré nada, solo quedaba el mío, sujete el frío pomo de la puerta y lo gire, ese espejo que deje en mi habitación seguía allí , entre y todo parecía normal, no había rastro de mamá, me senté en la cama y me mire en el espejo.

-Estoy lleno de gotas de sangre, y este cabello- Dije asqueado por mi aspecto.

-Tranquilo, pronto estarás mejor- Respondieron.

-Graci...- Miré como loco hacia todos los lugares, pero no vi absolutamente nada.

-No me ¡Jodan! Sal de una vez- Grite cansado al no soportar lo que ocurría.

-Muy bien, si eso quieres- Una mano negra sujeto mi pie desde debajo de la cama y se impulsó con el -No seré tan paciente como la reina, Will- Dijo riéndose agitadamente.

Moví mi pie bruscamente logrando zafarme y me subí a la cama muy asustado - ¿Qué quieres? – Pregunte tartamudeando con ganas de llorar, simplemente me sentía destruido mentalmente.

- Estés donde estés, no escaparas de nosotros, la unión está en nuestra existencia desde antes que nacieras, pequeño Will- Este ser se levanto del suelo y me dejo ver ese rostro negro sin ojos y sonriente.

- ¡Tu eres esa mierda que me esta persiguiendo! – Gruñí muy molesto.

- Mierda ¿Eh? Un poco duro de tu parte- Sonrió y en un pestañeo estaba frente a mí, el tiempo se paralizo por un instante, como nunca antes pude apreciar su sonrisa de oreja a oreja y aunque no tenía ojos sentía una mirada sofocante.

-Por ahora eres nuestro no hay quien te proteja- Sujetó mi cuello con una mano y con la otro dibujo una sonrisa en mi rostro.

-Que bien te ves cuando sonríes, lastima que no lo haces todo el tiempo, pero tranquilo yo puedo arreglar eso, dibujare una sonrisa permanente y no podrás hacer nada- Soltó una carcajada desesperada y mi vista se oscureció.

-Will, ¿Qué haces en el piso? – Pregunto mi madre.

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Holiwis queridos lectores, no les mentiré, escribí este capitulo hoy en la mañana ^_^; por que estuve toda la semana posponiendo la escritura, pero no les falle y acá esta, me gustaría saber su opinión sobre como va la historia, este capitulo fue improvisado xD, bueno no del todo, el caso es que gracias por leer, los quiero Byeee.

Próximo Capitulo el día Jueves 10/10/19 ¡Cuídense!