Capitulo 12: El Rey Del Espejo.
Desesperadamente volteé a ver el espejo a mi derecha, solo me vi a mí mismo suena estúpido sinceramente, pero esperaba ver a la Reina en él, inmediatamente vi a mi izquierda era lo mismo solo estaba yo, la presión de la sala se esfumó.
El sonido de la nada era inquietante, estaba a oscuras y no quería mover ni el más mínimo musculo por el temor de que esos jodidos seres estuviesen acechándome, de golpe mi teléfono resonó era la alarma, finalmente había acabado eran las 4:34 AM ese infierno había terminado por fin, rápidamente me levanté mirando mi alrededor y todo estaba tan tranquilo que era sofocante para mí.
-Lo hice ¡Por fin! - Corrí hacia las escaleras, apoye mi pierna izquierda sobre la primera de ellas, pero me detuve a pensar, y mire aquellas sillas con los espejos encima - Esto acabo - Esas fueron mis simples palabras y me volví de nuevo ha romper los espejos, agresivamente me abalance para tomar el de la izquierda el cual era el del Bufón y para mi sorpresa mis manos atravesaron el objeto como si fuese un simple aire.
- ¿Qué coño? - Mire mis manos y luego intente tocar una de las columnas que mantenían en pie el añejo sótano, paso lo mismo, mis extremidades atravesaron la columna era como si yo no estuviese allí, empecé a sudar mi respiración era agitada al punto de parecer un perro - No, coño, ¡No! - Escuche un ruido detrás de mí resulta que ambos espejos goteaban sangre, incrédulo me acerque a ver la macabra escena.
-Gracias Will- El Bufón apareció detrás de la silla central, donde yo me encontraba durante el Ritual, este se reía, su apariencia no era la misma su sonrisa gigantesca y la ausencia de ojos permanecía, pero sus uñas se habían vuelto afiladas y una leve luz roja se notaba en el fondo de aquellas cuencas vacías.
-Mira, pequeñín ¡Eres sorprendente! - Exclamó y con sus uñas araño la silla, me fijé con más atención y vi un cuerpo inerte sobre ella -Fíjate mejor, majestad ¡Estas entre mis manos! No puedo parar de reír ¡Eres gracioso! - Y con sus putrefactas manos sujetó la cabeza de ese pobre ser fallecido, la risa maníaca del Bufón me retumbaba en la cabeza - ¡Mírate joder! - No creía lo que mis ojos contemplaban, era yo, estaba allí sentado en la silla y este maldito ser me sujetaba con desprecio.
-Imposible- Tartamudeé me sentía mareado - ¿Cómo puedo ser yo? - no entendía nada, se suponía que el Ritual estaba hecho, extendí mis tambaleantes brazos mientras mis piernas se arrodillaban y caían ante la desesperación mis jadeos de piedad eran tan irritantes que al escucharlos yo mismo, quebré en llanto, levante la mirada y observe como ese jodido espectro me señalaba con su dedo índice al reírse de mi sufrimiento -¡Eres increíble, nunca me reí tanto en toda mi existencia! - Su expresión era muy exagerada, agitaba su pierna derecha mientras con su otra mano se rompía la carne de la cara usando sus afiladas uñas, y de pronto, cambio todo, dejo de reírse, me miro con amenaza -Suficiente, ahora paga la deuda de tu madre con tu alma - Entonces abrió la boca de mi pobre cuerpo y este ser extraño se transformó en una nube negra que se introducía en aquel recipiente al que yo llamaba cuerpo, hasta que finalmente, quede solo en el suelo.
Me arrastre hasta mi silla, aún seguía allí, era increíble verme a mí mismo sentado, sin vida - ¿Qué soy ahora? ¿Un espíritu? - Con temor llevé mi mano hasta la mejilla tratando de tocarme, pero está atravesó como si nada, me acosté en posición fetal en ese mugriento suelo del sótano.
-Mírate amado Rey, que lastima llegue tarde - Expresó una dulce voz y pude ver una silueta inclinándose que goteó sobre mi mejilla derecha un poco de sangre, era la Reina pero igual que el Bufón su apariencia era ligeramente diferente, la corona que tenía encima no era de oro era rosada con perlas rojas que adornaban tiernamente, su cabello estaba más alisado, la sangre moldeaba una atractiva figura femenina y aparentemente este líquido carmesí que recorría su cuerpo palpitaba al ritmo de su corazón.
-Levántate mi Rey, no te hare daño- Extendió su mano para levantarme, pero me negué echándome para atrás con desprecio y desagrado, ella al ver esto inmediatamente llevo sus manos a su pecho -Entonces, aun me rechazas - Sin previo aviso, esa tierna imagen cambió, la sangre se endureció brutalmente rápido y se marcaron venas verdes alrededor de su cuerpo, su cabello se alboroto y su corona se agrieto cambiando a un color negro con piedras horrendas en lugar de bellas perlas -¡Mi Rey, no puedes rechazarme! - Y tomó mi cuello levantándome del suelo, la saliva me bajaba con dificultad por la tráquea mientras mis piernas se agitaban en el aire, sentía que me iba a desmayar, con el rabillo del ojo vi mi cuerpo inerte tirado en la silla y una pequeñísima lagrima corrió por mi cara hasta caer en las fuertes manos hechas de sangre endurecida que poseía la Reina - ¿Qué estoy haciendo? Lo siento mi Rey, olvidaba que esto no es tu culpa-
Tiernamente recostó mi "Espíritu" Sobre mi cuerpo "Físico", pestañeé un par de veces deseando que todo fuese un sueño, pero no, era la realidad, este espectro al que yo llamaba Reina nuevamente volvió a tener una imagen más tierna, me costaba mantener la conciencia y en mi último suspiro de cordura recuerdo que ella sujeto mi barbilla y dijo - Gracias, sé que no es tu culpa todo esto, ni siquiera la nuestra espero encuentres la paz- Acerco su rostro a mí, dándome un beso delicado mientras la sangre que la componía entraba en mi boca, fue asqueroso sentir como ese líquido pasaba a estar dentro de mí, no fue hasta cuando ya no quedaba más que perdí la conciencia.
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-Las 4:34 AM, es hora debo buscar a Will- Trague el pedazo de pan que me estaba comiendo y me apresuré para llegar al sótano, hacia frío mi mandíbula temblaba y tenía una insoportable sensación de quien sabe qué cosa, aplicando fuerza golpeé varias veces la puerta al sótano llamando a Will, pero no obtuve respuesta desde dentro, lo intente de nuevo pero fue lo mismo -Tendré que llamarlo- Marqué su número y espere ansioso su respuesta, en cambio pude escuchar su celular retumbar desde dentro mi preocupación creció a un más y sentía que me observaban desde todos lados, con vigor tomé el cubo con agua y me adentré en la oscuridad del sótano alumbrándome con la pobre luz que emitía la pantalla de mi celular, trague una gran cantidad de saliva mientras caminaba con lentitud, observé a duras penas los espejos sobre las sillas pero no a Will, di unos pasos más y por fin lo distinguí, estaba tirado en la silla en una posición aparentemente incomoda.
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Retome la conciencia debido a un fuerte sonido cerca de mí, abrí mis ojos, vi agua derramada que se acercaba y un cubo en el suelo, me levante y vi que era Jeremy quien estaba allí, al unisonó ambos gritamos nuestros nombres y corrimos el uno hacia el otro, intente abrazarlo pero este me atravesó no se explicarlo era como si me empujase sin moverme y se arrodilló socorriendo a mi cuerpo inexpresivo que yacía tumbado.
-No podrás hacer nada en el mundo de los vivos, alma errante- Expresaron desde todas direcciones, era una voz imponente que nunca jamás había escuchado -Eres el primer ser que entra aquí y puede escucharme- Di vueltas sobre mí mismo tratando de encontrar el origen del sonido, solo observaba lo mismo, a Jeremy sacudiendo desesperadamente mi cuerpo vacío -No intentes encontrarme porque allí no podrás- Declaro esa gruesa voz desconocida.
-Eres ¿Dios? - A decir verdad me sentía tan quebrado mentalmente que ahora para mi todo era posible.
-Claro que no amado súbdito, te estoy esperando ve a cualquiera de los espejos y coloca tus manos allí- Respondió y sin más hice lo que ordeno, la superficie del espejo estaba fría pero no fue por mucho, las manos se hundieron como si fuera algún tipo de sustancia viscosa, forcejee lo más que pude para zafarme aunque fue completamente inútil y el espejo acabo por tragarme entero.
Tenía los ojos cerrados, pero sentía el aire que pasaba por mi cuerpo por alguna razón estaba cayendo al vacío -Así que, tu eres ese joven que me visitaría mil años después del primer Ritual, ese maldito brujo tenía razón- Con pesadez subí los parpados y no podía creer lo que veía, estaba en medio de una caída libre entre mis recuerdos los cuales parecían estar proyectándose como una película a mi alrededor.
- ¿Qué eres? - Cuestione mientras intentaba estabilizarme.
- ¿Yo? El primer y único Rey de todo esto- Repetí sus palabras en mi mente varias veces para intentar buscarle el sentido, pero no pude.
- ¿Cómo que Rey? - Cuestione y sin previo aviso mi cuerpo dejo de descender en ese cielo de recuerdos. Todo se volvió oscuro.
- ¡Descarado! Te atreviste a correr el riesgo de este Ritual sin saber de qué se trataba, eres un pésimo subordinado - Regaño esta voz extraña que parecía estar molesta pude sentir la presión de sus palabras.
-No tuve opción ¡Quiero respuestas! Dos seres extraños me persiguen y no sé qué hacer- Todo mi alrededor tomo un tono gris mientras que se construía un castillo en frente de mí.
-Quieres ¿Respuestas? Muy bien, al fin y al cabo eres mi primera visita en mil años así que entra a mi castillo súbdito mío- Al terminar sus palabras todo mi alrededor nuevamente se hizo diferente ya que el tono grisáceo se transformo en un bello paisaje con flora y fauna en el cual habitaba un castillo, me encontraba suspendido en el aire sin entender una sola cosa y de pronto una fuerza me atrajo a la puerta principal de aquel precioso palacio, logré ponerme de pie para luego abrir esa majestuosa entrada, el interior de aquel castillo era hermoso había comida y bebida en todos lados aparentemente se estaban preparando para una celebración aunque extrañamente no había nadie, todo estaba completamente vacío -Ha sido una larga espera, no me he levantado de mi trono en mil años- Enseguida clave mi vista al fondo de la sala, había una persona sentada en un gran trono de oro, esta levanto su mano e hizo un gesto con su dedo que me arrastró hasta estar muy cerca y allí fue cuando pude distinguir quien era, a decir verdad nunca había visto a ese hombre era de piel blanca con cabello castaño, una vestimenta que gozaba de hermosas piedras, parecía todo un Rey de la edad media.
-¿Qué hago aquí? ¿Quién eres en primer lugar? - Pregunté estando ansioso de saber algo entre tanta maldita locura.
-Ya lo dije antes humilde plebeyo, soy el único y soberano Rey de estas tierras, el primero que hizo el Ritual y empezó la codicia humana por el poder de los espejos, fui condenado a vivir mi eternidad encerrado en ellos por incumplir la norma más importante "No veas los espejos" Eso me dijo el brujo que me los entrego- Chasqueo sus dedos y enseguida el castillo entero se vino abajo en forma de pedazos de cristal, me cubrí con las manos y grité con todas mis fuerzas pero extrañamente no podía emitir sonido alguno -Cálmate, no podrás hablar por que te he quitado la posibilidad, estas en mi reino ahora y se hace lo que yo diga, estas aquí por una simple razón te la mostrare para que la veas con tus propios ojos- Nuevamente chasqueo sus dedos y aquellos cristales que caían se juntaron en un único espejo gigante dejando todo el entorno en completa oscuridad a excepción el gigantesco espejo naciente.
-Fíjate con atención plebeyo así comenzó esta maldición- El gigantesco espejo reflejo una especie de "Película" sobre él, -Todo comenzó cuando mi poder era absoluto, durante mi reinado conquiste y masacre a diestra y siniestra pero yo quería más, quería el mundo entero por ello acudí a un brujo quien me otorgó dos espejos que según él estaban malditos pero podrían otorgar grandes recompensas si se les daba a los demonios que habitaban dentro lo que demandaban, acepte el riesgo sin saber lo que se avecinaba, asesine a mi hija y a mi esposa como sacrificio, pero fui muy tonto y la codicia me cegó, hice lo único que no debía, mire los espejos y con esto deje salir a los seres que habitaban dentro de ellos, desde ese momento fui condenado por el brujo a vagar por la eternidad en el interior de esos objetos, con el pasar del tiempo se formó una leyenda a la que llamaron "El Ritual De Los 3 Reyes" Muchas veces se llevo a cabo, algunas todo salía bien, otras todo salía mal, también el procedimiento se fue alterando, por desgracia yo presencié todo eso ya que mi espíritu descansa en los espejos, en este momento tu estas acá por culpa del mismísimo brujo "En mil años una pobre alma inocente pagara tus hechos como también pagara los pecados de tus sucesores en este maldito Ritual" Lamento que seas tu el que carga con mis acciones, debes averiguar por ti mismo que sucedió con tu madre cuando ella lo hizo, es hora de que este circulo sin fin acabe, no recordarás nada cuando salga de este Mundo Espejo.
Era demasiada información para mí, no hice nada para merecer esto, intente hablar pero no pude siquiera hacer un solo sonido -Ya te lo dije, no hablaras mientras permanezcas aquí, no quiero que lo hagas y me maldigas, vete ya- Y sin mas chasqueó sus dedos, pude sentir como mi interior se quebraba, de verdad me estaba quebrando poco a poco mi cuerpo se volvía pedazos.
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Y hasta acá este nuevo capitulo, ¿Que les parece?
Lo admito, tengo casi 3 semanas de atraso, y todo por que no me digne a escribir hasta hace unos dias :"D... No dire que el capitulo trece estara para este jueves, pero intentare subirlo para el dia 16/01/20 para asi retomar de nuevo la actualizacion semanal. Espero tengan un indo dia, les deseo un ¡Feliz Año!, cuidense de los espejos, tal vez algo alli dentro quiera chuparles las almas xD.
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