21
El miércoles, Taylor y yo nos pasamos por el gimnasio en el primer descanso para ver la competición entre las animadoras, y nos quedamos sentadas al lado de Chase y Margot que también lo ven como muchos otros del instituto. Los del equipo de lacrosse están un par de gradas por encima de nosotras, sin embargo es como sintiera la mirada de alguien contra mi nuca. La de Noah. Pese a eso y a que le miro de reojo durante ese rato y el resto del día porque siento que me mira, no me habla ni se me acerca.
***
Esa noche, estoy haciendo una videollamada con Taylor para rellenar la cartulina del trabajo de biología. Estoy dibujando con el lápiz una neurona sobre la cartulina y Taylor escribe información en folios de colores que mañana pegaremos antes de la clase.
—Se me hace raro tanto silencio en casa —comenta.
—¿Estás sola?
—No, está JoJo, pero está con una chica haciendo un trabajo en la cocina.
—Ahh.
Taylor empuja los papeles a un lado y se acerca más a la cámara aunque se la vea borrosa.
Estoy tan relajada en mi cama con mi pijama y hablando con Taylor de cosas que no son Noah, que en cuanto me pregunta por él es como una bofetada.
—Hoy a sido raro no veros juntos aunque sea unos segundos. ¿Ya os distanciáis?
Me encojo de hombros siguiéndo con mi neurona.
—Supongo.
Ahora me parece raro, pero al final te acostumbras a Noah. Yo lo he hecho.
—¿No te afecta? —me pregunta.
Lo pienso unos segundos, pero en realidad no me importa mucho. Ya lo sabía. Era como un contrato con fecha de vencimiento. Después de dos chantajes Noah y yo no tenemos nada en común.
—No.
Taylor sube las cejas y hace una mueca como si dijera: <<No me lo creo>> Y sigue con los apuntes en los folios de colores. Yo repaso la neurona con un rotulador negro de punta fina que le he cogido a Margot.
—Ya, bueno. ¿Vamos el viernes a por las compras de Navidad?
—Sí. Quiero regalarle a papá un pijama, siempre se queja de que el suyo es muy grueso y pasa calor.
Taylor asiente.
—Nosotros le regalaremos a JoJo una cámara de vídeo —lo dice como si añadiera: <<Por fin>>. JoJo es un fanático de grabar todo, y no deja de comprarse tarjetas memorias para el móvil, asi que supongo que la cámara es mucho mejor.
Margot ha puesto la calefacción hace un rato, y la ha subido tanto que he tenido que abrir un poco la ventana. De repente, se abre y escucho la discusión que alguien está teniendo fuera. Mi instinto cotilla me empuja a espiar un poco, solo para saber si no es nada grave.
—¿Qué pasa? —pregunta Taylor, inclinándose sobre su ordenador como si pudiera ver mi perspectiva.
—Hay alguien discutiendo fuera.
—Ve y me cuentas.
Lentamente resbalo de la cama, y piso con delicadeza el suelo. Como cuando quiero darle un susto a Margot, aunque sé que por muy fuerte que pise ahora, en la calle no me van a escuchar. Margot entra correteando y salta por encima de mi cama poniéndose a mi lado. Inentendiblemente, susurra:
—Es Wes con una chica.
Como si Taylor lo escuchara, ahoga un grito de impresión:
—¡Oh!
Me dispongo a asomarme por la ventana aunque la mía no de al jardín de Wesley, pero no hace falta. Están en mitad de la acera que separa mi casa con la de Berny Dell, mi otra vecina. Es un fastidio que a la hora de poner farolas, aquí pusieran tres en toda la calle, pero distingo a Wes con su gran silueta y a una chica alta delante de él.
—¿Por qué crees que discuten? —me pregunta Margot.
Pues por: 1) Que ella se ha enterado de que Wes va teniendo citas con otras chicas; 2) Que le va haciendo creer a otras chicas que le gustan; 3) Que es su novia y discuten como cualquier pareja. Como lo hacen Margot y Chase.
—No lo sé.
Sé que decirle a Margot que vi como Wes se besaba con esa chica, —si es que es esa—, después de nuestra cita. Sería un palo.
No dejan de discutir, y a los minutos Margot se aburre y se va a la cama. Justo cuando siento la puerta cerrarse, la chica se abalanza sobre Wes y lo besa. Sé que no debería importarme porque sólo tuvimos una "salida de amigos", pero ha hecho crecer la piedra que me molestaba en el pecho. Me había llegado a amoldar la cabeza para tener un espacio para Wes y para su casi confesión de que le gustaba. Aunque a lo mejor esa única chica es esa que le está besando.
Cierro la ventana y me vuelvo a tirar en la cama.
—¿Y esa cara? —pregunta Taylor.
—Era Wes con la chica del otro día —camuflo la voz para que note que estoy decepcionada, pero es Taylor.
—Pasa de él. Me gusta más Noah.
Me río de su chiste y nos despedimos porque es tarde. Sin embargo no me puedo dormir hasta la una y media dando vueltas en la cama y levántandome de vez en cuando para ver si siguen ahí. No es por ser mala, pero la señora Dell les haya encendido los aspersores.
No dejo de mirar el techo de mi cuarto, creo que estoy delirando. Como flashes, cada vez que parpadeo, veo la cara de Wes, y es como si pudiera escuchar a la perfección las palabras que me dijo en nuestra cita, barra, salida de amigos.
<<Aquí dónde ves, no hay chicas. Bueno, hay una>> Y no era yo. No hablaba de mí en ningún momento. Eran cosas sueltas y al aire que me creí en aquel momento, pero ahora sé que no hablaba de mí. Hasta pensé que era mejor que otros chicos por que no me besó cuando nos despedimos. ¡No lo hizo porque tiene novia!
¿Sabes el sentimiento de saludar a alguien y que no te lo devuelve porque no te nota? ¿Ese momento en el que te quedas con la mano en alto y finges peinarte como si nada ha pasado? Así de tonta me siento hasta dormida.
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