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Día 27: luego de una pesadilla
De los dos, el que tenía más problemas para dormir era Aizen, pues gracias a un trauma del pasado, tenía una clase de reacción cuando Markkut se levantaba de la cama. Era como si, inconscientemente, se activara dentro de él un temor a ser abandonado o a no volver a ver a su amado Markkut. Entonces, se despertaba sin mucho esfuerzo y preguntaba a dónde iba. Su sueño ligero también fue algo por lo que tuvo algunos problemas con su hija, pues lo despertaba mientras jugaba.
Sin embargo, las únicas veces que parecía estar de su lado esa característica suya, era cuando despertaba mientras Markkut tenía pesadillas. Muchas veces lo escuchó gruñir, como si estuviera peleando con alguien. También, solía murmurar cosas, lanzaba golpes y patadas. En una ocasión, Aizen despertó cuando su esposo murmuraba y gruñía, como un animal pelaba los dientes a modo de advertencia, defendiéndose de cosas que Aizen no podía mirar. Sin embargo, se tranquilizó de inmediato cuando Aizen besó su mejilla sin siquiera sentir una pizca de temor. Ni siquiera cuando en sus sueños, Markkut parecía ser atormentado por cosas a las que les ordenaba que lo dejaran en paz porque quería dormir y que Aizen jamás podría entender. Pero nunca iba a olvidar la primera vez que lo escuchó gritar mientras dormía. Fue, honestamente, aterrador. Gritaba repetidas veces no, no y no. Aizen saltó de su sitio y se subió sobre su esposo para sacudirlo mientra pedía que despertara. No esperó que, en verdad, le costara tanto trabajo despertarlo.
Cuando Markkut abrió los ojos, miró a todas partes desorientado, unas lágrimas se apresuraron a asomarse y abrazó a su amado esposo con fuerza. Aizen nunca había visto a Markkut llorar así. Lo tranquilizó con gentiles palabras mientras hundía la cabeza en su pecho, sintiendo que Markkut le acariciaba la cabeza, como si estuviera realmente aliviado de estar despierto y tenerlo junto a él.
Una vez que consiguió tranquilizarse, Markkut le habló a Aizen de su pesadilla. Prácticamente, en ella, él era un niño otra vez y estaba caminando con su difunto hermano, Noah, a través de un barrio muy peligroso y desolado. Entonces, un grupo de hombres mayores había aparecido y se habían llevado a Noah en una camioneta. Markkut corrió detrás de ellos, griando repetidas veces no, no y no. Entre más se alejaba la camioneta en la distancia, más caía en desesperación. Hasta que, finalmente, Aizen lo despertó.
Su esposo había quedado consternado. Lo que acababa de escuchar le había hecho sentir incluso ansioso. Pensar en que tu mente pudiera lastimarte tanto con cosas que, innegablemente, te afectaban, le pareció insufrible y desalmado. Peor aún, que no te dejara escapar incluso cuando la persona que te amaba sacudía tu cuerpo, era la crueldad expresada en una condición mental. Con aflicción, abrazó a Markkut hasta que ambos volvieron a quedarse dormidos, deseando que no hubieran más pesadillas por esa noche.
N/A
No sé si este shot haya conseguido alcanzar una fibra sensible de alguien, pero quiero compartir que este fue uno de los días que más me costó escribir. Principalmente, porque los problemas de sueño de Markkut están inspirados en dos personas que conozco. La parte donde Aizen despierta porque Markkut está gritando aterradoramente le pasó a mi madre, yo la desperté. Su pesadilla me sigue pareciendo demasiado dolorosa, así que la sustituí porque me causó mucha tristeza recordarla. Igual, espero que no haya parecido exagerada la reacción de Markkut al despertar.
Los quiero mucho, gracias a las personas que siguen leyendo esto. Espero que se queden para cuando termine el mes.
Muy atentamente:
Yossi-Chann
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