Día 25: compartir conocimientos

Desde los ojos de Markkut, Aizen era el joven más brillante del mundo. Era mucho más inteligente que él, mucho más guapo que él, era elegante, culto, independiente, pulcro, astuto y atento. Era exactamente el tipo de persona que siempre creyó que no le dedicaría ni la mirada. Tal vez solo fue suerte el hecho de que se haya fijado en él, pero sea cual fuere la razón, estaba feliz de tenerlo en su vida. Y, aunque nunca hablaba de eso, le emocionaba mucho cuando Aizen le compartía algunos de sus conocimientos. 

Como la vez en que le enseñó algunas recetas de cocina saludable. Markkut era una persona que cuidaba mucho de su físico. Tanto así, que ni siquiera planeaba fumar cuando fuera mayor. Le gustaba mantener una buena condición física y, por ende, era cuidadoso con su alimentación. 

Pensó en que sería divertido que su pareja le compartiera algunas recetas sanas. Esa fue la primera vez que Markkut le llamó cheff. También, en parte, amaba verlo cocinar. Se veía muy guapo, le encantaba ver su rostro de concentración. 

Le gustó cuando, al final, comieron juntos lo que habían preparado, comentaron lo delicioso que quedó y se miraron asintiendo con la cabeza. 

Lavaron los trastes juntos, uno lavando y el otro secando y, se robaron un beso fugaz. Muchas veces trataron de no acostumbrarse a hacer movimientos así de arriesgados, pero en ese momento la soledad de la cocina, el silencio del resto de la casa y la intimidad que les acogía no les permitió contenerse. 

También, le gustaba mucho cuando ambos intercambiaban sus conocimientos respecto a los deportes que ambos practicaban. Markkut era muy variado, pero tener también acceso a un estilo tan disciplinado como las artes marciales de Aizen, le gustaba mucho. Aunque, a veces, era molesto para él que cuando le mencionaba a su pareja algo que acababa de descubrir, Aizen actuaba con completa indiferencia porque él ya lo sabía desde antes. Sin embargo, eso no era suficiente para que dejara de sentirse perdidamente atraído por su novio y su desbordante intelecto.