Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

- 15 -


Día 15: preocupaciones



Cuando el prometido de Aizen falleció, Markkut se llenó de muchas preocupaciones y ansiedad. Especialmente porque todos en la casa parecían muy abatidos. No era para menos, había ocurrido en un accidente donde no solo  falleció Shiro, sino también uno de sus hermanos y su padre, el viejo amigo de Kuro. El negocio familiar, al menos del lado de esa familia, pasó a manos de la hija mayor del difunto líder en un periodo demasiado corto de tiempo. Mismo en el que Markkut y Aizen no se vieron. 

El día en que recibieron la noticia, Mathias envió a Markkut a casa de Fiske, pues era un tema demasiado delicado para su esposo e hijastros. El día del funeral, evidentemente, Markkut no fue invitado. Durante el ascenso de Wendy nadie estuvo en casa. Markkut sabía que, lo más probable, era que todos pensaran lo mismo que su padre, que él no tenía nada que hacer ahí. Pero... a pesar de que muchas veces sufrió en silencio cuando miró a su Aizen junto a ese otro chico, sabía cuán importante fue Shiro para él. Ambos compartían una infancia y una historia juntos. Era muy consciente de que jamás podría ocupar su lugar, pero aún así, tenía miedo de que Aizen sufriera por él; que quisiera, por alguna razón, terminar su relación; que lo alejara a raíz de su pérdida. 

Sabía que estaba siendo egoísta, sabía que no se trataba de él, pero no podía ignorar el hecho de que Aizen, la única razón que tenía para seguir viviendo con su padre, podría o no alejarse de él para siempre. ¿Cómo podría continuar con su vida sin él? Literalmente, todo lo que hacía era entregarle todo de sí a ese muchacho que lo amaba tanto, que le hacía postres en sus tiempos libres, que le acariciaba cuando estaba triste y le escuchaba cuando el mundo le daba la espalda. Era absurdo decir que en su universo, Aizen ocupada sus pensamientos desde el momento en que abría los ojos hasta que se iba a dormir, porque a veces, incluso en sus sueños le veía. No concebía la idea de poder vivir sin él, ni siquiera recordaba cómo era ocupar un espacio en el mundo antes de conocerlo. La ansiedad que le produjo sobrepensar las cosas le llevó a morderse las uñas. Lo mantenía despierto por las noches, ayunaba cada mañana y el corazón se le estrujaba como un puño de claveles, cuando en el transcurso del día, pensaba en la probabilidad de alejarse del amor de su vida. 

Cuando Markkut volvió a casa de Kuro, era un poco tarde porque la casa de Fiske distaba mucho de ella. El joven se metió con sigilo a su alcoba y se acostó. Entonces escuchó un suave golpe en su puerta. Cuando se levantó a abrir, Aizen se lanzó a sus brazos y lo besó. 

—¿Aizen, estás bien? —preguntó el rubio, pues su novio no lucía para nada triste. 

—Mejor que nunca. Quería verte. 

En ese momento, todas las preocupaciones de Markkut desaparecieron. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro