El esperado día había llegado, Lucifer estaba en su habitación preparando algo que le ayudaría a realizar su cita, nunca esperó tener que crear algo como eso, en especial para una cita. Él mismo se sorprendía de todo el esfuerzo que estaba dando para esa cita, ni siquiera sabía si todo iba a funcionar, ni siquiera sabía si eso iba a hacerlo feliz en su vida, estaba apostando todo a que eso iba a salir bien.

Luego de haber creado ese artefacto se dispuso a cambiar su vestimenta para la cita, normalmente decidiría ir con su ropa de siempre ya que representaba su lado respetable, pero si él quería que todo saliera bien entonces debería verse mejor de lo que ya se veía. Abrió su armario para darse cuenta que toda su ropa era la misma, todas tenían el mismo tipo de diseño y colores, con eso sintió pena de sí mismo ya que prácticamente no usaba la misma ropa todos los días, pareciendo que nunca tomaba una ducha.

Lucifer: No puede ser todo lo que tengo.

Fue buscando entre cada una de las prendas esperando encontrar algo diferente, teniendo resultados negativos en esto, al final solo toma una de las prendas para que con su magia dorada empezara a cambiar la plantilla de colores de esta. Entre tantas opciones que tenía se decide por una vestimenta azul con morado, si iba a ir a un lugar con luces de neón entonces debería entrar en el ambiente.

Lucifer: Listo, ¿qué hago ahora?

Viendo que aun faltaba tiempo para que fuera por Carmilla decide ir al lobby para encontrarse con Charlie y Vaggie viendo la televisión antigua que tenían.

Charlie: Wow, papá.

Vaggie: Se ve bien, señor.

Lucifer: Gracias Ma...Vaggie, perdón.

Vaggie: No se preocupe.

Charlie: Nunca te había visto con ese estilo de ropa, si deseas que esta cita vaya bien.

Lucifer: Solo quería probar una cosa, aunque me siento raro al no usar mi clásico color blanco.

Charlie: Pero está bien salir de la rutina, ¿estás listo para ir por la señora Carmine?

Lucifer: Aun falta mucho para ir por ella, así que decidí ver qué es lo que estaban haciendo.

Vaggie: Solo veíamos la televisión para pasar el rato.

Lucifer: ¿No desean tener una televisión de aquellas grandes? Puedo hacerlo.

Charlie: No te preocupes por eso, por lo que tengo entendido uno de los Soberanos puede controlar la tecnología moderna, así que es mejor estar precavidos.

Lucifer: Creo saber de quién hablas.

Charlie: ¿Estás nervioso?

Lucifer: ¿Nervioso?

Charlie: Sí, hace años que no haces esto, es normal que sientas miedo.

Lucifer: No estoy nervioso, es normal tener esos sentimientos. Digo, es probable que lo termine arruinando al hablar sobre un tema del que no debería de hablar, es probable que me entrometa en algo personal para ella que haga que me odie, es probable que ya esté nervioso.

Charlie: Tranquilo, todo irá bien.

Lucifer: ¿Qué tal si nada sale bien? ¿No le gustará la comida? ¿Estaré exagerando mucho con esto?

Charlie: ¿Por qué hablé?

Vaggie: Señor, todo saldrá bien, usted solo debe enfocarse en aquello que pueda hacer feliz a la señora Carmine, en una cita siempre hay que prestarle atención a la persona con la que estás para que sienta lo importante que es para usted.

Lucifer: Gracias por el consejo, creo que caminaré hasta llegar al territorio de Carmilla para distraerme un poco.

Charlie: Está bien papá, suerte.

Lucifer: Gracias, cariño.

Viendo que su padre ya no se encontraba ahí Charlie se acerca de inmediato a Vaggie para sacar una mochila que se encontraba detrás del sofá.

Vaggie: ¿Estás segura de esto?

Charlie: Claro que sí, tenemos que estar alertas por si algo sale mal.

Vaggie: Estamos hablando de ir a espiar a tu papá en su cita.

Charlie: Tú también estás interesada en ver cómo sucede.

Vaggie: Sí, pero yo al menos puedo disimularlo.

Charlie: Tranquila, nada malo va a pasar, ellos estarán enfocados en su cita y nosotros también.

Vaggie: Sigo diciendo que esto es una mala idea.

En el hogar de Carmilla, sus hijas estaban ayudando a que su madre quedara hermosa para la cita que tendría con el rey del infierno, su vestido consistia en uno que llegaba hasta el suelo de color plata mientras que debajo de este seguía utilizando sus zapatillas, en su torso dejaba ver un poco de piel debido a que la parte superior del vestido se sujeta de un hombro. Su cabello por su parte estaba suelto llegando hasta el suelo, pero ella agarró dos mechones para crear un moño detrás de su cabeza para que no todo su cabello tocara el suelo.

Odette: ¿Estás lista, madre?

Carmilla: Sí, solo un poco nerviosa.

Clara: Vas a salir con el rey del infierno, tiene sentido de que estés nerviosa.

Carmilla: Y no he tenido una cita desde lo sucedido con su padre.

Clara: Sí, ese maldito.

Odette: ¿Alguna idea de adónde te llevará el señor Lucifer?

Carmilla: Solo me dijo que era un lugar al que nunca he ido, eso me intriga.

Clara: Y listo.

Carmilla se dispuso a verse en un espejo para ver cómo había quedado, pero en su mente se preguntaba qué dirían los demás al ver que el rey del infierno salía con alguien más alto que él.

Carmilla: ¿No creen que tal vez lo haga sentir incómodo por ser más alta que él?

Odette: Su esposa solía ser más alta que él, así que no creo que haya un problema con eso.

Carmilla: Eso espero.

Luego de una larga caminata, Lucifer llegó a la entrada del edificio para saludar por la cámara de seguridad, estuvo esperando una respuesta de eso hasta que las puertas se abrieron dejando ver a Carmilla con su vestido acompañada de sus hijas.

Lucifer: Wow, Carmilla, te ves hermosa.

Carmilla: Se lo agradezco, usted se ven impresionante, señor.

Lucifer: No hay necesidad de decir eso, siento que me lo dices más por ser el rey que por otra cosa.

Carmilla: Le estoy siendo sincera, Lucifer.

Lucifer: Que bueno.

Carmilla: ¿Y adónde nos dirigimos?

Lucifer: Te llevaré a un lugar al que nunca has ido antes, pero primero tienes que colocarte esto.

De su traje deja ver un collar que era el artefacto que había hechizado con su magia, se acercó a ella para colocarlo creando un sonrojo en la pecadora.

Carmilla: Gracias.

Lucifer: Ahora, te llevaré al anillo de la lujuria.

Carmilla: Pero yo no puedo ir a otro anillo, mi alma...

Lucifer: Ya me encargué de eso, ese collar a parte de ser un regalo también sirve para camuflar tu alma como si fuera el alma de un demonio del infierno, en este caso usé mi alma para crearla.

Carmilla: ¿En serio?

Lucifer: Así es.

Ella se quedó viendo el collar, el rey del infierno le dio aquello que cualquier pecador daría para poder salir de ese anillo, no sabía que decir por recibir algo tan importante.

Lucifer: Muy bien, ya es hora.

Con su bastón crea un portal de color azul que los llevaría al lugar de su cita.

Lucifer: ¿Lista?

Carmilla: Claro que sí.

Tomando su mano la lleva por el portal hasta llegar al anillo de la lujuria, Carmilla estaba maravillada por ver cómo era el paisaje de ese lugar, a diferencia del orgullo, la lujuria estaba cubierto por un cielo azul mientras que gran parte de los edificios tenían varias luces neón. Ella no sabía cómo sentirse al respecto, era la primera vez que visita uno de los otros anillos en su vida en el infierno y nunca creyó que iba a ser capaz de hacerlo.

Carmilla: Es un lugar hermoso como para ser el anillo de la lujuria.

Lucifer: Y no has visto el de la gula, te llevaré a un restaurante que está dirigido por uno de mis amigos más cercanos.

La llevó hasta la entrada de Ozzie's, el restaurante que era conocido por ser dirigido por el pecado de la lujuria, Carmilla se encontraba nerviosa por primera vez desde que se volvió soberana, nunca había visto a demonios que no fueran del anillo del orgullo y no sabía cómo reaccionar ante ellos.

Lucifer al verla toma su mano para intentar tranquilizarla un poco.

Lucifer: Si quieres podemos ir a otro lugar en el que te sientas más cómoda.

Carmilla: No te preocupes, estaré bien, solo estoy nerviosa.

Lucifer: Bueno, entonces entremos.

Ambos ingresaron al establecimiento viendo lo elegante que era con sus luces de neón cubriendo todo el lugar, en eso el dueño del restaurante llega para recibirlos.

Asmodeus: Lucifer Morningstar, es un gusto tenerte aquí.

Lucifer: Asmodeus, gracias por aceptarnos.

Asmodeus: Lo que sea por un viejo amigo, ¿y a quién tenemos aquí?

Su mirada se fijó en Carmilla provocando que se sintiera nerviosa.

Lucifer: Carmilla, te presento a Asmodeus, el pecado de la lujuria y un viejo amigo. Y Asmodeus, te presento a Carmilla Carmine, la principal distribuidora de armas angelicales en todos los siete anillos.

Carmilla: Un gusto conocerlo, señor.

Asmodeus: El gusto es mío, ahora mismo los llevo a su mesa.

El pecado los guía hasta su mesa que se encontraba enfrente del escenario donde suelen hacer eventos.

Asmodeus: Sientanse libres de pedir lo que deseen, hoy tenemos un evento especial por parte de alguien que deseó venir a visitarnos.

Lucifer: Ya veo.

Mientras se enfocan en su cita, ninguno sabía que en la entrada del restaurante estaba Charlie junto a Vaggie usando gabardinas para mantenerse ocultos.

Charlie: Ahí están.

Vaggie: ¿Cómo es posible que estemos aquí?

Charlie: Yo soy mitad ángel caído y tú eres uno por completo, tiene sentido que no nos mate salir del anillo del orgullo.

Vaggie: Eso no, ¿cómo es posible que estemos aquí espiando a tu padre?

Charlie: Como si tuviéramos cosas más importantes que hacer hoy.

Vaggie: ¿No tenemos un hotel que dirigir?

Charlie: Eso es de todos los días, esto es algo que muy raramente pasa.

Vaggie: No puedo negar eso.

En la cita, Lucifer estaba viendo que pedir en el menú mientras que Carmilla seguía maravillada por todo lo que había a su alrededor.

Carmilla: Este lugar sí que es una maravilla, nunca creí estar en un lugar como este.

Lucifer: Me alegro que te guste.

Por estar enfocada en su entorno Carmilla no se había percatado que Lucifer no estaba utilizando su anillo, de hecho a ella le seguía sorprendiendo que él hubiera hecho posible algo como llevar a un pecador a otro anillo.

Carmilla: Disculpa por lo que le voy a preguntar, pero, ¿por qué tanto?

Lucifer: ¿De qué?

Carmilla: ¿Por qué tanto esfuerzo en esto? Literal usted es el rey del infierno y yo soy una soberana, ni siquiera estamos al nivel de los Goetia, que son de la realeza. ¿Por qué hace tanto para una cita con una simple pecadora?

Esta pregunta fue algo que hasta el mismo Lucifer se seguía diciendo y no podía buscar la respuesta a esto.

Lucifer: Si te soy sincero, yo tampoco lo sé. Han pasado muchos años desde que salí con alguien que olvido como son estas cosas, ni siquiera sé cómo es el infierno en la actualidad y no sabemos como saldrá todo después de esto. Supongo que me esforcé tanto en esto porque si esto salía mal, al menos esperaba que fuera una gran noche para ti, algo que no fueras a olvidar muy fácilmente.

Carmilla: ¿Y si esto llegaba a funcionar?

Lucifer: Pues sería una buena anécdota que contar en el futuro a nuestras hijas, ¿no crees?

Carmilla solo esbozó una sonrisa ante esto, en realidad ella tampoco sabía qué era lo que podría suceder entre ellos dos después de la cita, después de llegar al infierno y luego de encontrarse con sus hijas nunca quiso volver a estar en una relación, su experiencia como humana fue lo que la trajo al infierno en primer lugar y no quería experimentar algo como eso otra vez, pero con ver como la persona frente a él había hecho mucho solo por ella le hizo ver que tal vez si valía la pena intentarlo una vez más.

Carmilla: Si quiere podemos intentarlo.

Lucifer se dió cuenta de cómo ella había agarrado su mano provocando un leve sonrojo en él.

Lucifer: Me gustaría eso.

Todo esto fue visto por Charlie que sentía mucha felicidad por su padre, nunca lo había visto así de feliz desde que su madre seguía con ellos.

Vaggie: Así que todo salió bien.

Charlie: Sí, que bueno.

Asmodeus: ¡Damas y caballeros!

En el escenario se presentó Asmodeus con un micrófono llamando la atención de todos.

Asmodeus: Espero que estén teniendo una bella noche con nosotros, porque para hacer esta noche mejor tenemos a una invitada muy especial. Gracias a ella pudimos ofrecerles nuestra nueva bebida a base de miel y todo porque hoy sucede un evento muy especial.

Su mirada se fijó en Lucifer haciendo que el rey se diera cuenta de todo y de quien estaba hablando.

Lucifer: Maldito.

Carmilla: ¿Sucede algo?

Lucifer: Nada, solo me doy cuenta de que necesito nuevos amigos, y matar a los antiguos.

Asmodeus: Así que damas y caballeros, les presento a todos ustedes a la mismísima Beelzebub, el pecado de la gula.

Todos comenzaron a aplaudir ante la noticia, Charlie estaba alegre por ver como su tía estaba llegando al escenario después de tanto tiempo de no verla. Lucifer por su parte se cubre el rostro de vergüenza por saber lo que estaba por suceder.

Lucifer: Hoy los mato.

Beelzebub: Muy bien, ¿todos están listos para el show?

Fin del Capítulo 6.