Capítulo 26
Después de haber tenido esa conversación y de prepararse para salir, Carmilla y Lucifer se dirigieron al hotel para así tener su reunión con el pecado de la gula, ella estaba por llegar para hablar sobre el tema de su boda por lo que decidieron reunirse en un lugar conocido para los tres. Al momento de llegar vieron como Charlie estaba conversando con su madre mientras tenía un álbum en sus manos.
Charlie: Buenos días, papá.
Lucifer: Buenos días, cariño, se ve que te estás divirtiendo.
Charlie: Sí, le estaba enseñando a mi mamá las fotos de cuando reinauguramos el hotel.
Lilith: Se ve que fue un lindo día, me he perdido de muchas cosas.
Lucifer: ¿En serio? No me había dado cuenta.
De inmediato recibió un codazo por parte de Carmilla para callarlo.
Lucifer: Olvidalo.
Carmilla: ¿Cómo has estado estos días, Lilith?
Lilith: Todo tranquilo, ya me estoy acostumbrando a los cambios que han habido por aquí.
En eso se enfocó en el anillo que llevaba Carmilla.
Lilith: Es un lindo anillo el que llevas.
Carmilla: Gracias.
Lilith: Felicidades a ustedes dos, espero que tengan una linda vida...juntos.
Carmilla se sintió incómoda por estas palabras ya que sabía que no lo decía en serio, en eso Emily sale del ascensor para que al momento de verla fuera a abrazarla.
Emily: ¿Ya se van a quedar aquí?
Carmilla: No, cariño, aún faltan tres semanas, después vendremos a quedarnos aquí.
Emily: ¿Me puedo quedar allá también?
Carmilla: Solo si tú hermana lo desea.
Charlie: Claro, para mí está bien.
Emily: Tengo una gran idea, ¿y si hacemos una pijamada? Para que estemos todos juntos una noche, así mi mamá se llevará mejor con la tuya.
Ambas mujeres se quedaron viendo un rato para después apartar la mirada.
Charlie: Eso es una buena idea, una pijamada familiar. ¿Qué dicen?
Lucifer: Charlie, no creo que sea una buena idea.
Charlie: ¿Por qué?
Lucifer: Porque...
Lilith: Por mi está bien, si es lo que Charlie desea entonces estará bien.
Lucifer: ¿Carmilla?
Carmilla: Si es lo que desean ellas entonces está bien.
Emily: ¡Genial!
Lucifer: Gracias, me hicieron el malo aquí. Charlie, ¿por qué no van ustedes con Vaggie? Me gustaría hablar de algo en privado con estas dos mujeres de aquí.
Charlie: Oh, está bien.
Viendo que sus hijas ya no estaban Lucifer sintió una enorme presión viniendo de las dos mujeres a su lado.
Lucifer: Listo, me iré por un trago.
Carmilla: ¿De qué habíamos hablado?
Lucifer: Nada de beber cuando mis hijas están en el mismo lugar que yo, no puedo discutir eso. Iré a hacer café, ¿quieres algo?
Carmilla: Un té, por favor.
Lucifer: Ahora vuelvo.
Al final las dos quedaron solas viéndose fijamente sintiendo el odio que se tenían.
Lilith: Se ve que lo has adiestrado.
Carmilla: No te atrevas a decir eso otra vez.
Lilith: No te pongas agresiva, solo te estoy dando un cumplido.
Carmilla: No lo parece.
Lilith: Vamos, Carmine, no te pongas así.
Carmilla: ¿En serio?
Lilith: No deberías faltarme al respeto aún cuando soy la reina del infierno.
Carmilla: Por ahora, ¿en serio crees volver acá esperando a que todo vuelva a ser como antes? ¿Crees poder recuperar esa vida que dejaste?
Lilith: Sé que lo haré, yo lo conozco mejor que nadie, estuve con él cuando nos expulsaron del cielo.
Carmilla: Y yo estuve con él cuando seguía atravesando el dolor de que aquella persona por la que había sido expulsado del cielo lo abandonó.
Lilith: Eres madre, deberías de entender la carga de eso, la carga de tener que cuidar a alguien sola.
Carmilla: Lo sé, pero eso no significa que deba abandonar a mis hijas por estar cansada de esa vida, no las abandonaría para hacerlas sentir que no son nada sin mí.
Lilith: Se ve que no te muerdes la lengua al hablar.
Carmilla: Y se ve que tu no tienes el descaro como para mostrarte aquí después de siete años, y justamente cuando tu familia ya estaba siendo feliz sin ti.
Lilith dejaba ver sus enormes cuernos mientras que Carmilla mostraba las garras rojas de sus manos para volverse a ver fijamente hasta que Lucifer llega con la taza de té.
Lucifer: Y solo me fui como por tres minutos.
Carmilla: ¿A qué hora llega Beelzebub?
Lucifer: Dijo que al mediodía, pero aun no llega.
Carmilla: Entendido.
Las dos se relajaron para sentarse muy lejos de la otra, Carmilla esconde sus garras para tomar la taza de té y relajarse mientras que Lilith solo se dispuso a quedarse callada todo ese rato. Lucifer deseaba que en ese momento ya llegara el pecado de la gula para que este momento no se sintiera más incómodo.
En eso la puerta del hotel se abrió para dejar ver a Beelzebub con vestimenta rockera.
Beelzebub: Perdón por la tardanza, tenía que...
En el instante en que vio a Lilith, ella empezó a sentir la ira corriendo por sus venas transformándose en su versión más grande en la que apenas podía caber en el vestíbulo para sujetar a Lilith en el aire.
Beelzebub: ¡¿Con qué derecho te atreves a mostrarte aquí otra vez?!
Lilith: También es un gusto volver a verte, querida.
Beelzebub: Responde mi pregunta.
Lilith podía sentir la presión del agarre pero con solo presionar la mano de Beelzebub hizo que ella sintiera dolor debido a que aún había mucha diferencia entre ellas dos.
Lilith: Comportate si no quieres que haga un desastre aquí.
Beelzebub: ¿Crees que te tengo miedo?
Lucifer solo liberó sus alas para llegar a ellas dos.
Lucifer: Necesito que ustedes dos se queden tranquilas, porque si en serio quieren pelear entonces haganlo en otro lugar que no sea en el hotel de mi hija.
Beelzebub: ¿Te parece bien que esta mujer esté aquí después de todo lo que hizo? ¿Después de que te dejó a ti y a Charlie?
Lucifer: Y es por Charlie que no estoy haciendo nada, así que tranquilízate y vuelve a tu forma original.
Aunque no quería tuvo que hacer caso y soltó a Lilith dejando que cayera al suelo para después volver a su estatura normal.
Beelzebub: ¿Qué hace esta perra aquí?
Lilith: Regresé para ver a mi familia, o lo que me queda de ella.
Beelzebub: ¿Y a ustedes les parece bien eso?
Carmilla: Es la madre de Charlie, ¿qué deseas que hagamos?
Lilith: ¿Por qué no mejor hablan sobre su tema mientras que yo me alejo de todo esto? No quiero terminar muerta aquí, nos vemos.
Antes de irse le dio un guiño a Lucifer lo que este sintió extraño para después enfocarse en su conversación.
Beelzebub: Perdón por la escena que hice.
Lucifer: Tranquila, solo dejaste grietas en el piso. ¡KeeKee!
El gato respondió a su llamado para transformarse en una llave enorme para que así Lucifer arreglara el suelo.
Beelzebub: ¿Y sobre qué querían hablar?
Carmilla: Es con respecto a la boda, nos gustaría que nos ayudaras con respecto a dos cosas, la primera sería...
Lucifer: El menú de bebidas, queríamos saber si te gustaría ayudarnos.
Beelzebub: Oh, así que quieren mi bebida con miel.
Lucifer: Así es.
Beelzebub: Por supuesto que sí, pero para ustedes prepararé algo mucho mejor para la boda.
Carmilla: Gracias, y lo segundo sería que nos gustaría que fueras la cantante principal de la boda.
Beelzebub: ¿En serio?
Lucifer: Claro, cantas muy bien, eres la indicada.
Beelzebub: Está bien, solo mantenganme al tanto de la fecha para que tenga todo listo antes de tiempo.
Carmilla: Gracias.
En eso Beelzebub empezó a sentir con su olfato algo diferente en Carmilla por lo que solo sonrió ante esto.
Beelzebub: Luci, ¿por qué no vas a traerme mi bebida favorita? Yo invito.
Lucifer: ¿No puedes ir tú?
Beelzebub: ¿Quieres que cante o no?
Lucifer: Está bien, que mierda.
Estando solas Beelzebub se le quedó viendo fijamente a Carmilla provocando que ella se sintiera incómoda.
Beelzebub: Él no lo sabe, ¿verdad?
Carmilla: ¿De qué hablas?
Beelzebub: Amiga, soy el pecado de la gula, tengo un gran olfato y con él puedo darme cuenta de muchas cosas. Estás embarazada.
Carmilla empezó a sentirse nerviosa ahora, no había pasado ni un día y ya alguien sabía su secreto.
Carmilla: No puede ser.
Beelzebub: Muchas felicidades, eso es una gran noticia. ¿Cuándo pasó?
Carmilla: Comencé a sentir náuseas la semana pasada, y luego tomé la prueba de embarazo.
Beelzebub: Eso es increíble, debió ser una gran noticia para ti.
Carmilla: Más bien inesperada.
Beelzebub: ¿Y no estás feliz?
Carmilla: Por supuesto que lo estoy, voy a ser madre otra vez, algo que nunca creí que fuera a suceder.
Beelzebub: ¿Y por qué no se lo has dicho?
Carmilla: Porque no sabía cómo iba a reaccionar, pero hoy me dijo que tenía ganas de tener otro hijo por lo que veré la forma de como decírselo.
Beelzebub: Ya me imagino a las chicas cuando se enteren de que van a volver a ser hermanas mayores.
Carmilla: Y la otra razón por la que no digo nada es por...ya sabes.
Beelzebub: ¿Qué importa que ella lo sepa? Al final ella dejó todo por querer tener su tiempo de paz.
En la zona de la cocina, Lucifer estaba tomando la bebida que le pidieron del refrigerador mientras pensaba en lo que diría en el noticiero.
Lilith: Por fin estamos solos.
Al escuchar a Lilith se asustó dejando caer la bebida al suelo por lo que con su magia lo limpió para recoger otra.
Lucifer: ¿Qué es lo que deseas?
Lilith: Solo venía a conversar un poco los dos, como lo solíamos hacer antes.
Ya estando cerca de él recorrió su mano por todo su pecho hasta llegar a su cintura.
Lilith: ¿Por qué no vamos a un lugar más privado para recordar esos tiempos?
Lucifer: No, gracias.
Lilith: ¿Entonces aquí?
Su manos pasaron por debajo del traje de Lucifer sintiendo su pálida piel hasta que Lucifer la detuvo.
Lucifer: ¿Qué es lo que quieres?
Lilith: Solo quiero que recordemos esos momentos juntos, cuando solías expresarme tu amor.
Lucifer: Pero ese amor por ti ya no lo tengo.
Lilith: Eso no es cierto, tú crees que es así pero en el fondo aun lo sientes. Sientes ese amor que yo también tengo por ti.
Fue acercando su rostro al de él para darle un beso en los labios por lo que Lucifer colocó su mano entre ellos para detenerla.
Lucifer: Te recomiendo que no hagas lo que quieres hacer, porque eso no va a funcionar.
Lilith: ¿Seguro?
Lucifer: Por supuesto, ahora aléjate de mí.
Lilith. Está bien.
Ya estando a una buena distancia lejos de él Lucifer se acomodó su traje para quedarse viendo a Lilith que mostraba una sonrisa.
Lucifer: ¿Tú en serio crees que volveré contigo? ¿Después de todo lo que hiciste?
Lilith: Por favor, Lucifer, solo necesitaba mi tiempo.
Lucifer: ¿Tu tiempo iba a ser por ocho años o más?
Lilith: Ya no podía soportar la presión de todo, literalmente me dejabas el trabajo a mí de todo.
Lucifer: ¿Y cómo venganza de eso alejabas a mi hija de mí?
Lilith: Tomaste una actitud muy deprimente, cada momento en el que intentaba acercarme a ti me alejabas. Intenté hacer de todo para que fueras feliz, pero nada funcionaba, y no quería que Charlie fuera...
Lucifer: ¿Fuera como yo? Pues se ve que te salió mal.
Lilith: Luci, ya volví, podemos ser la familia que solíamos ser.
Lucifer: Ya no podemos, por ti terminé culpándome por todo, por ti mi hija y yo no nos hablamos en años. Yo ya hice mi vida, Charlie hizo su vida, ¿y tú quieres que destruyamos eso para que tu vida sea como la de antes?
Lilith: Claro que no, solo quiero volver a conectarme con Charlie, contigo.
Lucifer: No sé cómo esperas que confíe en ti cuando fuiste tú la que envió a ese maldito botones hasta acá.
Lilith: Sabía que te ibas a enterar de esto.
Lucifer: ¿Acaso tienes idea de lo que casi provocas? Envias a ese tipo a que ayude a Charlie y cuando nuestra hija estaba desesperada tuvo que hacer un contrato con él, nuestra hija tuvo que vender su alma para proteger su sueño. Me culpo por no haber estado ahí cuando ella me necesitaba, pero tú...tú enviaste a aquel que se aprovechó de su bondad para que fuera libre de un contrato que él hizo contigo.
Ambos se volvieron a quedar callados por un momento intentando procesar lo que pasaba.
Lucifer: Yo por fin soy feliz, busqué la felicidad que me merecía, tal vez deberías hacer lo mismo.
Al final Lilith quedó sola en la cocina mirándose en el reflejo de la ventana para después dar un fuerte agrientando el cristal. Volvió a verse al espejo solo para ver como ahora estaba en pedazos, tal y como estaba su vida ahora que había vuelto a lo que ella esperaba que fuera su hogar.
Lilith: Mierda.
Lucifer estaba regresando al lobby para ver como Carmilla y Beelzebub seguían conversando hasta que él le entrega su bebida al pecado de la gula.
Lucifer: Aquí tienes.
Beelzebub: Gracias.
Lucifer: ¿De qué hablaban?
Carmilla: De los planes de la boda, eso es todo.
Lucifer: Ya veo, ahora necesito enfocarme en lo que diré en mi entrevista del noticiero.
Beelzebub: ¿Sobre qué?
Carmilla: Quiere dejarle en claro al infierno que ahora se tomará más en serio su papel como el rey del infierno.
Beelzebub: Suena bien.
Lucifer: Gracias.
Beelzebub: Pero oí que esa mujer no se muerde la boca al hablar, es una perra al momento de comentar sobre la gente.
Lucifer: Oh, créeme que la haré pagar por lo que ha hecho.
Beelzebub: Es por lo de Charlie, ¿verdad?
Carmilla: Sí.
Beelzebub: Siendo un padre sobreprotector como siempre, ¿no lo crees, Carmilla?
Carmilla: Sí, lo sé.
Lucifer: Siento que me he perdido de algo importante cuando me fui.
Fin del Capítulo 26.
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