Capítulo III
Krest de Acuario observo desde las gradas a su joven alumno quien se encontraba inconsciente en la arena. Habían pasado unas dos horas desde que la batalla entre Manigoldo y Degel terminó saliendo vencedor el Caballero de Cáncer. Nadie se había molestado en recoger al inconsciente Degel pues en primer lugar todos pensaron que no lo merecía y en segundo lugar este no era muy apreciado en el Santuario.
Krest vio el rostro de Degel cubierto de sangre a causa del golpe por parte de Manigoldo, parte de su cuerpo impregnado de arena. Por un momento recordó cuando lo conoció; su rostro cubierto de sangre y parte de su cuerpo impregnado de nieve. Había pensado en aquel momento "¿Cómo este niño puede seguir vivo?"
-Me he estado preguntado ¿Por qué un hombre tan poderoso como usted tomo como alumno a este joven que carece de poder?-pregunto Sage. El patriarca había aparecido atrás de Krest con su porte solemne, camino hasta ubicarse al lado del viejo caballero de Acuario quien no se inmuto ante la presencia del antiguo caballero de Cáncer.
-El patriarca debería saber que nosotros no elegimos a los alumnos. Las estrellas lo hacen, El destino lo hace-respondió Krest a la pregunta de Sage. El patriarca poso su mirada sobre el joven de cabellos verdes.
-Las estrellas no eligieron a ese joven como caballero de Acuario. El destino no eligió a ese joven como caballero de Acuario. Usted lo hizo-Krest no respondió a la acusación del patriarca-pero me pregunto ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué lo hizo?-
-Una vez un hombre dijo "El destino me pertenece"-respondió Krest causando cierta intriga en Sage-"Los dioses le temen al destino es por eso que no dudare en decir que yo he superado a los dioses"-
-Pienso que quien dijo eso es un soberbio-respondió Sage mientras su mirada se posaba en aquel cielo azul. La imagen de los dioses gemelos se poso en su mente. El patriarca nunca podría olvidarse de la muerte y el sueño.
-Yo pienso que quien dijo eso es un hombre interesante-replicó Krest de Acuario con su mirada posada en Degel-presiento que él también pensara eso-
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