Capitulo 3
Dedicado a @IvanaAraya y @MilagrossanchezL
Abdías
Hoy tengo la mañana libre, ya que mi jefe tomara la tarde libre para festejar con su esposa su aniversario. Cuando veo relaciones tan bonitas siento como si fueran de otro planeta y que por error cayeron en este lleno de maldad y egoísmo. Donde personas desean exterminar los sentimientos de los demás, creo en el amor que se profesan ciertas parejas; pero no creo que el amor sea bueno hace que se cometan estupideces muy grandes y en nombre de este se hacen ridiculeces disfrazados de romanticismo.
Salí a pasear para distraerme, no puedo estar quieto sin hacer nada productivo. Decidí ir al parque, escucho personas riendo y charlando. A pocos metros de donde estoy veo un grupo de jóvenes tomando y fumando, pero lo que más me llamo la atención es una joven de cabellera pelirroja de tez clara que desde luego conozco.
Lo que me sorprende es que hace ella en ese grupo de fumadores y bebedores. Que te importa Abdías. Es adulta sabe lo que hace. Trato de convencerme para no ir a interrumpir su reunión, y supuestamente tenia examen hoy. Siento una decepción por Elizaveta, sé que es rebelde e insoportable pero no sabía que tan mal estaba esta chica.
Cuando me iba a dar la vuelta para volver a mi trabajo, me percato que ahí está el Patrick, Petro, Pablo como se llame. No me cae para nada bien. De un momento a otro veo como de manera brusca toma del brazo a Elizaveta ella intenta zafarse pero es imposible, lo golpea pero no surte efecto. Salgo del ensimismamiento y corro a ayudarla, llego hasta ellos y le propino un golpe en la cara que cae al suelo quejándose.
Con el impacto Elizaveta también cayó al suelo, la levanto y compruebo que este bien.
- Vamos Elizaveta.
No permito que responda y la sostengo, camino apresurado y enojado. Es mejor que salga de este lugar cuanto antes no quiero cometer una locura.
- Suéltame Abdías me lastimas.
Miro mi mano en su brazo y la fuerza que estaba ejerciendo, no me di cuenta por el cabreo. La suelto como si su tacto me produjera asco, aunque no sea así.
- Elizaveta ¿que mierdas hacías? No se supone que tenías examen.
- Eso a ti que te importa Abdías, lo que haga o deje de hacer con mi vida no te debe interesar.
- Sabes tienes razón, pero eres hija de mi jefe. No quisiera que el sufra por la culpa de una niñita con ínfulas de mujer. Debes madurar y dejar de ser tan tú.
- ¿Niñita?, crees que estos son de niñas me puse servilletas acaso para que se vean mas grandes verdad.- dice mientras se agarra los senos.- todo lo que ves delante de ti es de una mujer. Hace tiempo deje de ser una niña. ¿Y tan yo? que problema tiene ser yo.
- No tengo porque aguantarte ya suficiente tengo con verte todas las mañanas en el desayuno, en las comidas y las cenas.
Salgo pitando de ese lugar y la dejo atrás, que haga lo que quiera poco me importa su vida. Llego justo a la hora de comida, termino de comer y la insoportable no llego a comer. Que me importa. De seguro volvió con su grupito a tomar y fumar, y tal vez también a drogarse.
- Con permiso jefe iré a ponerme a trabajar.
- Pero no esperas el café.
- No me apetece hoy. Tengo que dar un último retoque al auto de la señora Fiftcher.
- Está bien Abdías. Llegaremos a eso de los 8 hijo, acuérdate de darle una chequeada a mis niñas.
- Así será jefe no se preocupe.
Una vez en el taller me olvido de todo y me concentro en lo que sé hacer. Además de reparar, soy bueno con los números por lo que llevo la contabilidad del negocio. Mi jefe tiene mucha confianza en mí, por lo que trato de no fallarle.
Elizaveta
Llegamos a la universidad con una parlanchina Yerack. Una vez estaciona el auto me dispongo a bajar y me toma por el brazo.
- Eliza, acuérdate que terminando el examen vamos al parque a distraernos. ¿Qué le inventaste esta vez a tus padres?
- Nada. Hoy están de aniversario así que no estarán en casa. Suelen irse desde las una hasta las ocho.
- Qué bien. Pues hoy podrás probar algo nuevo.
- ¿Algo nuevo?
- Si, cuando estemos allá te lo enseñaremos. Te va a encantar. Bueno ve antes que don Pulpo te regañe.- me sonrió por el apodo que le tenemos al profesor Rawson de Dibujo artístico, quien tiene una marca de nacimiento en el brazo que se parece a un pulpo.
- Adiós yera.
- Bay querida.
Una vez en el aula el profesor comenzó a relatar en qué consiste el examen. Es muy quisquilloso es de los que no importa que tanto te esfuerce durante el semestre lo que le importa es el resultado que saques en el examen. Según el cualquiera puede convencer hablando cosas bonitas y no entender nada de lo que dice, pero pocos pueden desarrollar un examen argumentan sus razones y sacar una buena calificación. En pocas palabras, te quemas en el examen te quemas en la vida.
Luego de su infinito discurso procede a llamar a Sasha su alumna favorita que nos dé el examen, se dice que son amantes y esa es la razón por la que le va bien en las materias que el imparte porque inteligente no es.
Cabe mencionar que elabora tres exámenes diferentes para que nadie copie de sus compañeros. Una vez con él en mano, comienzo a llenar mis datos y procedo a realizarlo. Estudie mucho porque tengo que sacar una buena calificación, ya que si quiero que mis padres me den permiso para ir de acampada con mis amigos debo tener un as debajo de la manga.
- Jóvenes se agoto el tiempo, favor de pasar sus exámenes.
Me sorprendo de lo rápido que paso el tiempo, ni siquiera tuve tiempo de revisarlo como siempre hago. Por su habladera nos quita parte de nuestro valioso tiempo, que podríamos aprovecharlo realizando el maldito examen. Enojadísima me paro de mi asiento, llevo el examen y salgo de ahí.
En mi mente voy maldiciendo al estúpido maestro de pacotilla. Mis cavilaciones, maldiciones y malas vibras hacia el señor Rawson no paran hasta que me subo al coche de Yera.
- Por esa cara no creo que te fue bien.
- No. El tiempo no me alcanzo para revisar, y sabes lo quisquillosa que soy con eso. No me gusta entregar un examen sin verificar. Por su habladera, su maldita habladera ufff.
- Ya cálmate solo es un soso examen.- la miro como si tuviese dos cabezas.
- Un soso examen que me ayudara a convencer a mis padres con el permiso.
- Ahh ya entiendo el revuelo. Ya verás que te irá bien.
- Eso espero.
- Bueno ya vámonos que los chicos nos están esperando en el parque.
Con sonrisa fingida me encojo de hombros. Esas reuniones son desagradables.
Llegamos a la reunión del parque un poco atrasadas por el tráfico. Nos regañaron, siempre que alguien llega tarde recibe un castigo.
Parker nos entrego las bebidas, algunos chicos estaban fumado cigarrillos y tomando cervezas. No me gusta tomar cervezas pero tengo que hacerlo cuando estoy con ellos.
Empiezan hablar cosas absurdas y finjo divertirme. De vez en cuando roció de mi cerveza sin que se percaten.
De pronto Clark saca una bolsita blanca.
- Miren lo que traje.
Todos empiezan a vitorear y celebrar. Se pelean por ser los primeros en utilizar. Veo como cada uno absorben esa cosa.
- Eliza te toca.- dice Parker.
Muevo mi cabeza de un lado a otro, negándome a hacer eso.
- No, yo no me voy a drogar.
- ¿Qué dijiste? Es tu castigo por llegar tarde.
- No lo voy hacer. prefiero otro castigo. Yo no me voy a drogar.
Veo un enfurecido Parker, el cual mudo su rostro y su mirada se volvió oscura. De un momento a otro se acerca a mí, de manera violenta me toma del brazo, la fuerza que ejerce en mi me lastima e intento zafarme de su amarre de muerte. Es en vano todo, nada puedo hacer para que me suelte forcejeo contra el que es todo musculo y yo huesos, nadie me ayuda, ellos se ríen de la situación.
No quiero probar, porque si después me gusta puedo volverme adicta a ella. Cuando creí que sería obligada a cumplir sus exigencias, un sujeto le propino un golpe a Parker el cual cayo llevándome con él, me soltó para sostener su rostro.
El sujeto me levanta y cuando habla salgo de mi estupor al percatarme de quién demonios es.
- Vamos Elizaveta.- dice un enfurecido Abdías. Quien no espera respuesta y me arrastra con él. Una vez fuera del parque me revuelvo.
- Suéltame Abdías me lastimas.
El aludido mira su mano como ejerce presión en mi brazo y me suelta como con asco.
- Elizaveta ¿qué mierdas hacías? No se supone que tenías examen.
- Eso a ti que te importa Abdías, lo que haga o deje de hacer con mi vida no te debe interesar.- respondo enojada y triste de que me haya visto en eta condición.
- Sabes tienes razón, pero eres hija de mi jefe. No quisiera que el sufra por la culpa de una niñita con ínfulas de mujer. Debes madurar y dejar de ser tan tú.
Me enfurecen sus palabras. -¿Niñita?, crees que estos son de niñas me puse servilletas acaso para que se vean mas grandes verdad.- y le digo mientras me agarra los senos.- todo lo que ves delante de ti es de una mujer. Hace tiempo deje de ser una niña.- muevo mis manos de arriba abajo.- ¿Y tan yo? que problema tiene ser yo.
- No tengo porque aguantarte ya suficiente tengo con verte todas las mañanas en el desayuno, en las comidas y las cenas.
Dice esto para luego marcharse y dejarme hecha polvo. Tan poca cosa soy para él, es un martirio ver mi cara todos los días. Que lo aspen me importa un reverendo pepino lo que el piense o deje de pensar de mi.
Vamos a ser sinceras. Claro que te importa lo que el piense de ti, o para quien te vistes. Dice mi traicionero subconsciente, recordándome que ese insensible hombre es el que amo. Más no me corresponde.
No puedo llegar a mi casa hasta que mis padres se vayan. Y no puedo quedarme aquí, hoy me salve de ellos pero tarde que temprano seré obligada a hacer lo que quieren siempre lo consiguen. Y lo que Abdías acaba de hacer en vez de ayudarme me perjudica.
Se vengaran de él y de mí. Estoy segura de ello. Aquí se hace lo que el hijo del jefe de policía quiere. Ay Abdías te acabas de ganar un enemigo. Parker es muy peligroso y es mejor llevar la fiesta en paz.
CelesteFer✍
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro