Elizaveta

Veo el rostro de mi hermana y su respiración me doy cuenta que se quedo dormida. Beso su frente, me siento sumamente feliz de que este viva.

Me dirijo hacia la puerta, antes de salir miro hacia atrás para percatarme de que es ella quien se encuentra acostada. Suspiro y salgo para buscar a mi sexy y caliente lobito, se que el calor le debe de estar afectando, hace más de dos horas que estuvimos juntos.

Entro a su habitación y escucho gemidos venir del baño, sonrío imaginando en que estará mi sexy lobo gruñón. Abro la puerta sobresaltándolo, estaba en la ducha moviendo sus manos sincronizada mente.

- Me puedo unir a su baño lobito.- digo mientras voy despojándome de mi vestimenta, su mirada oscura se engancha en mis movimientos.- Así que el lobito no habla.

Me recibe con un gruñido, diablos porque me encuentro tan sexy sus gruñidos hasta el punto que me excito.

Presiono mi cuerpo con el suyo, veo su mirada como si estuviese conteniéndose. En punta me coloco para besar sus labios, sus manos se aferran a mí y toman el control del beso. Sus manos vagan hasta mi trasero y me levanta, mis piernas rodean su cintura desprende sus labios para besar mi cuello y succionar sabiendo que dejara marcas allí, es que su lobo quiere marcarme de todas las maneras posibles.

- Te necesito mi luna.- susurra entre jadeos entrecortados.

- No te contengas Rey lobo.- con pasión beso sus labios, nos devoramos el uno al otro y su lengua barre en mi interior. Sus manos amasan mi trasero, y su boca entra en contacto con mi seno deleitándose con ellos como si de un festín se tratase. Yo solo puedo dejar llevarme en la bruma del deseo.

Sus movimientos se vuelven algo bruscos pero no sé porque diantres me enciende más, me gusta esta faceta de hombre de las cavernas. Una de sus manos comprueba si estoy lista, su mirada sostiene la mía mientras su miembro penetra en mi centro. Se retiro un poco de mi interior y se condujo de nuevo más profundo y con movimientos constantes.

Corcovee mis caderas para sentirlo más profundo, con cada movimiento nuestros cuerpos se rozaban transmitiendo mas placer a la ecuación. Mis gemidos iban en aumento al igual que sus movimientos. Deje que mi cuerpo se embebiera del momento, sentí sus dientes rozar mi piel esa corriente recorriendo mi cuerpo. Intentando acallar mis gritos y gemidos, pero sobre todo dejándome llevar por el deseo de hincar mis dientes en el, mordí su hombro.

Sus dientes perforaron mi piel en mi hombro provocando un intenso dolor que fue sustituido por placer, en la bruma del deseo lo escuche maldecir y puso su dedo en mi boca un sabor a hierro saludo mis papilas gustativas.

- Chupa mi dedo.- solo necesitaba eso para hacerlo, sabía que intentaba hacer. Estaba sellando el vínculo.

Retira su dedo y continúa con sus empujes, lame la marca en mi hombro y las olas del placer me inundan arrastrándome a un potente orgasmo que hace estragos en mí.

Mi maravilloso lobo llega después de mí, derramando su semilla dentro de mí. Rayos tenemos que protegernos o de lo contrario tendremos compañía dentro de nueve meses.

Nos coloco bajo el agua limpiándonos, me llevo en sus brazos envuelta en una toalla. Depositándome en la cama desnuda, acostándose a mi lado de la misma forma.

- Emmm ¿dormiremos así desnudos?

- Si mi luna. No quiero que nada estorbe, quiero sentir tu piel junto a la mía. Perdón perdí el control...

- No empecemos otra vez. No quiero que te arrepientas de nada de lo que nos concierna a los dos que sea bueno. ¿dijiste que era tú mate o no?

- Si.

- Entonces mejor todavía. – veo su intención de refutar y como no quiero escuchar sus reticencias me subo encima de él. Tan solo con mi roce su miembro responde a mi cuerpo. Y el mío está preparado para el suyo.

Dejamos que nuestros cuerpos se vuelvan a unir, ese maravilloso vaivén envuelve nuestros sentidos haciéndonos más conscientes del otro. Desde la marca todo se siente más placentero y cada caricia es como llegar al cielo.

Despierto de la mejor manera posible, mi lobito está muy excitado en la mañana. Sus labios hacen maravilla en mi cuerpo llevándome a la cima del éxtasis.

Trepa por mi cuerpo posicionándose en mi entrada y entrando de una sola estocada. Sus caderas corcovean con la mía que se une al ritmo que ha marcado, lento luego rápido, duro y profundo. Cada vez que siento que mi orgasmo esta a la puerta desciende la velocidad volviéndome loca, hasta que me besa y sigue con su constante movimientos que estremecen todo mi ser convirtiéndome dejándome laxa.

Mi lobito antes de retirarse me besa apasionada y dulcemente para darnos la vuelta conmigo encima de él. Este beso me derritió pude sentir emociones que estoy segura no eran mías.

- Te amo Eli.- lo miro detenidamente y sorprendida por escuchar esas palabras.

- ¿Qué dijiste?- me sonríe de una forma que me deja embelesada sin poder apartar mi vista de él.

- Que te amo.

Me lanzo a besarlo emocionada. He esperado tanto tiempo escuchar esas cinco letras que forman esa palabra tan llena de significado.

-Yo también te amo.- su sonrisa se ensancha cuando me escucha.

Después de un rato dándonos mimos y besos me mira fijamente.-¿Que tal un baño?- me giña un ojo.

- Goloso pervertido.

- Oye quien habla de pervertido, la que siempre se andaba...

- Cállate. Deberías estar agradecido que te seduje.

- Toda la vida mi luna.- me toma en sus brazos para llevarme a la ducha.- te imaginas cuando le estemos contando nuestra historia a nuestros hijos.- un cumulo de emociones se estancan en mi, había dos cosas que Abdías siempre decía no querer; una mujer e hijos. Y ahora lo quiere conmigo.

- ¿Quieres tener hijos?

- Claro que si mi vida. Sé que antes no quería, pero ahora es diferente.

- ¿Qué es diferente?

- Pues que te amo, tú me amas y el, ella o ellos nacerán en una familia que los querrán. Tendrán todo lo que yo nunca tuve.- lo abrace como si la vida se me fuera en ello, se todo lo que el sufrió cuando era pequeño. Lloro por ese pequeño que quería amor y recibió tanta maldad a cambio.

- Serán muy amados amor, al igual que tu lo eres. Has encontrado una gran familia que se preocupan por ti o ¿crees que por mi propia cuenta llegue a esa cabaña? Cuando lleguen serán los más mimados de todo el mundo.

- Si, solo espero que lleguen cuando ya no haya más amenazas.

- Sera así si empezamos a cuidarnos tontín.

- Si, aunque no quiero usar esa herramienta de tortura. Me gusta sentirte sin ningún tipo de barrera.

- No tendrás que hacerlo por mucho tiempo. buscare otras opciones cuando esto haya pasado.

De esta manera zanjamos la conversación para comenzar a bañarnos y algo más. Muchas caricias y besos estuvieron incluidos en la dosis perfecta para tener un hermoso día.

Una vez listos bajamos a desayunar encontrándonos con Zoe esperándonos. La abrazamos y nos sentamos a comer. Abdías se despidió para ir a ver el entrenamiento, ya que muchos guerreros de diferentes manadas habían llegado el día antes de empezar el calor del acoplamiento.

Por mi parte Salí al jardín con mi hermana, no podemos ir mas allá hasta que pase esta temporada ya que hay muchos lobos inestables y no está cerca Abdías, ni Wen para ir con nosotras.

Abdías

Nunca imagine que podría ser feliz con mi Eli. Por temor a lo incierto y al dolor hui como un cobarde de lo que me provocaba ella, solo ella me ha llamado la atención desde que la conocí.

Confieso que rechazaba todas esas mujeres porque dentro de mí quería serle fiel a ella, aunque me escudaba con lo que había pasado en mi niñez. Fue parte de mi decisión pero no el más grande peso.

Y a pesar que nos alejamos un año y medio no la olvide. A pesar que tenía una prometida nunca la mire como mujer, siempre ha sido mi amiga de infancia que vivió y sufrió lo mismo que yo. Hay muchas cosas que me costaron con ella, besarla, nunca permití que me besara en los labios. Por mas intentos de su parte nunca accedí, mucho menos acostarme con ella, aunque una vez me sentí mal y quería que se sintiera bien que no pensara que porque habían abusado de ella yo la rechazaba pero el oportuno Wen llamo con urgencia.

Sé que le debo una explicación porque le falle, era mi prometida pero solo por esta razón. Espero ella pueda entender y respetar mi decisión aunque nada puede hacer para cambiarla.

Llego al lugar donde están entrenando mis guerreros y los que las manadas enviaron. Dos de ellos se acercan a Wen, quien me señala y se acercan donde estoy.

- ¡Buenos días Rey!- uno de los jóvenes me saluda.

- ¡Buenos días!

- El es mi primo Chad es nieto del Rey demonio y yo soy Lucio hijo del Alfa Asher.

- Un placer conocerlos aunque no es un buen momento que digamos.

- Queremos hablar con usted sobre mi prima.

- Ok.

- Mi abuelo quiere que ella sea enviada a su territorio lo antes posible

- ¿Qué? No

- Las decisiones de mi abuelo no se discuten, por sobre todas las cosas él quiere que mi prima sea resguardada y que nada le pase.

- Siento mucho decirle joven que está en mi territorio y que lo que su abuelo quiera no es de mi interés. Ella se queda a mi lado, nadie se atreverá arrebatármela.

- ¿Es su mate?- pregunta el hijo del alfa curioso.

- Sí, estamos vinculados.

- Mi abuelo no quiere separarla de usted, solo desea que su integridad física sea resguardada. Mire piénselo, no estaría preocupado por el daño que pueda recibir y rendiría más en la batalla.- sus palabras tienen lógica, pero sería contraproducente que en estos momentos que mi lobo necesita cada vez más a su mate ella se separe de mi. Pero debo pensar en su bienestar antes que en el mío.

- Está bien, hablare con ella para que se vayan al territorio de los demonios.

- ¿Que se vayan?

- Si, su hermana Zoe está viva. Un espía la encontró pero quedo sin habla.

- Porque no hemos sido notificados.

- Porque ayer fue que la encontramos.- tengo que irme o de lo contrario le romperé la cara a este niño engreído, sin importarme de quien es nieto.- Me retiro tengo cosas que hacer. Wen los llevara a mi casa si necesitan algo o quieren hablar conmigo.- asienten.

Voy caminando hacia mi casa cuando Alana se atraviesa en mi camino.

- Hola mi amor.- intenta abrazarme y besarme pero la detengo.

- Hola alana debemos hablar.- su rostro se pone serio.

- ¿Qué sucede Abdías?

Antes de ser capaz de responderle aparece su madre adoptiva, quien venía sonriente hasta que olfatea y su rostro se descompone.

- Rey, ¿se acoplo a alguien?

- ¿Qué dices mami?

- Su olor cambio. ¿Explíquenos?

- Antes que nada usted no me puede exigir nada. y antes que interrumpiera le iba a contar a Alana, simplemente porque sé que le debo una explicación a ella porque estábamos comprometidos.

- Estábamos cuando rompiste conmigo que no me acuerdo.

- Alana, somos consciente que esto no iba para ninguna parte. Sé que soy un idiota, pero encontré mi mate y la necesidad de estar con ella de corresponderle fue más fuerte que la promesa que te había hecho.

- No lo puedo creer, no me puedes hacer esto Abdías.

- Ya está hecho, lo siento. Siento haberte hecho esto.

- Eres un idiota.- me abofeteo y se fue corriendo.

- Perdone a mi hija, no me alegar lo que ha hecho Rey y tampoco lo excuso. Pero entiendo que cuando es respecto a nuestros mates la lógica sale a pasear. Si la diosa luna decidió que mi Alana no fuera su mate, pues por algo es.

- Gracias Ana.

Siento mucho la situación con Alana, pero no me arrepiento de estar con mi verdadera mate. Por mucho que hubiera tratado de evitar estar con mi Eli, la necesidad de estar con ella no me permitiría querer a Alana como ella quiere que lo haga.

CelesteFer✍