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Era una habitación pequeña, sin ventanas y sólo era iluminada por unas velas en lo alto de la pared, habían despertado ahí y no sabían cuánto tiempo paso, era un espacio sucio y tenebroso. SeokJin miró de reojo a Jimin y a Taehyung, este último estaba en trance temblando debido a lo que le dijeron esos guardias antes de golpearlo, Jimin le abrazaba y de vez en cuando le decía alguna palabra amable para tranquilizarlo, pero todo era en vano, sabían que dentro de la mente del rubio sus peores miedos se hacían realidad.

—Jinnie—dijo Jimin en voz baja—. ¿Cuánto crees que les tome descubrir dónde estamos?

El pelinegro miró a Jimin que era el más temeroso de los tres, tragó en seco, no quería mentirle, pero sabía que si le decía que no estaba seguro lo preocuparía más y en esos momentos lo mejor era que los tres mantuvieran la calma.

—Ellos estarán aquí pronto—dijo sintiendo en su interior un miedo atroz, deseaba que sus palabras fueran exactas y que realmente su esposo estuviera en camino a salvarlos.

Taehyung reaccionó a lo que los demás estaban hablando con un sollozó. —Kook está...muerto...

Jimin a su lado negó acariciando sus hombros. —Eso no lo sabemos, ellos pudieron haberlo dicho sólo para mortificarte, ya verás que pronto vendrán por nosotros y le darán su merecido a esos hijos de puta.

—Siento angustia ¿Creen que hayan tomado a los bebés? —preguntó nuevamente temblando de sólo imaginar a su pequeño BeomGyu a manos de esas personas.

—No—aseguró SeokJin—. Los bebés están en buenas manos, siempre que hay alguna festividad se quedan en la parte más resguardada del castillo con las nanas, no tienen de qué preocuparse.

Ambos asintieron, estar encerrados despertaba en ellos sus peores miedos, estaban viviendo una verdadera pesadilla ¿Qué les iban a hacer? ¿Podrían llegar a salvarlos? ¿Dónde estaban? Sabían que estar ahí no era un juego y que corrían peligro, en cualquier momento alguien podría aparecer y hacerles daño. Tenían la esperanza de que sus reyes los salvarán aún y cuando sabían que estos no tenían idea de su paradero, ni siquiera ellos sabían en dónde se encontraban.

—Debemos de permanecer tranquilos e idear una manera de salir de aquí—susurró SeokJin quien trataba de ser el más centrado de los tres.

—Nos van a encontrar—aseguró Jimin—. Lo sé, no dudo que Yoongi esté ideando un plan macabro para hacerlo.

SeokJin asintió apoyando sus palabras, Taehyung sólo los miró, se encontraba muy afectado después de que ese hombre les dijera que Jungkook su amado esposo estaba muerto, tenía miedo de que eso fuera real, no estaba preparado para vivir sin él ¿Era eso lo que Jungkook había sentido cuando casi muere congelado? También pensaba en su hijo, en aquel pequeño que deseo tanto y que en esos momentos debería de estarse preguntando en donde estaba.

Permanecieron en silencio hasta que escucharon la puerta ser abierta, de inmediato se pusieron de pie, tratando de juntarse para protegerse, SeokJin estaba frente a ellos. Los hombres les miraron con burla

—Así que estos son los reyes—sonrió ladino uno que era el más alto y corpulento—. Toma al rubio de ojos azules.

SeokJin se posicionó delante de Taehyung y Jimin le abrazó, los hombres al ver esta acción se rieron de ellos y procedieron a sostenerlos, SeokJin pataleaba al igual que Jimin mientras veían como Taehyung era tomado por dos soldados

—¡Suéltalo! —gruñó SeokJin.

El hombre se acercó a él. —Tú no me vas a dar órdenes, este no es tu castillo—respondió antes de levantar la mano y darle un fuerte golpe en la mejilla.

—¡Jin! —exclamó Jimin viendo como su amigo escupía la sangre que salía de su labio inferior.

—Dejenlos—rio—. Ya les tocará a ellos.

Fueron lanzados al piso mientras eran dejados atrás por unos hombres que se reían de ellos, humillados y pesarosos se acercaron, Jimin tomó el mentón de Jin y lo examinó con cuidado. 

—Malditos bastardos—sollozo.

SeokJin miró la puerta con ojos cristalinos. —Tae...—susurró—. Resiste, sólo un poco.

—¿Por qué se lo llevaron? No lo entiendo ¿Qué le van a hacer?

El pelinegro le miró de una manera tan sugerente y mortificada que Jimin fue capaz de saber la razón por la cual se habían llevado a su amigo, las lágrimas rodaron por sus mejillas y sus ojos se abrieron de la impresión.

—No—susurró negando. 

SeokJin lo tomó de los hombros e hizo que le mirará a la cara. —Pase lo que pase quiero que entiendas que debemos de estar atentos y cooperar—tragó en seco—. Reza para que no lo maten o...lo lastimen cruelmente.

Jimin abrazo a SeokJin llorando. —Quiero a Yoongi, necesito a Yoongi. No puedo morir sin arreglar las cosas con él.

—Lo sé—cerró los ojos con fuerza—. Vendran pronto...y tú podrás abrazarlo. Lo prometo.










Taehyung fue arrastrado por un pasillo poco iluminado, iba tratando de escapar, se movía e intentaba golpearlos, pero era en vano, ellos le superaban en fuerza. Lo condujeron por aquel pasillo viejo con el piso de madera que sonaba chirriante con cada paso que daban hasta una habitación con la puerta de madera y hierro.

Entraron y al instante fue dejado sin delicadeza en el piso, donde cayó de bruces sosteniendose sólo con sus manos y rodillas, jadeo de dolor, tragó en seco antes de subir la mirada. No estaba sorprendido, ver la cara de ese hombre le llenó de terror, las náuseas comenzaron a atacarlo porque estaba seguro que nada bueno vendría de su encuentro.

—Te dije que la próxima vez que nos viéramos la íbamos a pasar de maravilla ¿Lo recuerdas?

Tembló de pies a cabeza, todo el entrenamiento que había tenido con Jungkook dejo de tener sentido, fue como si hubiera olvidado hasta su propio nombre. JongSuk se acercó a él y lo tomó del cabello tirando hacia arriba, se quejó con dolor tomando la mano que lo apresaba para que le soltara pero fue en vano, una vez parado pudo sentir la inestabilidad de sus piernas, fue empujado a la pared, su espalda golpeó con fuerza está haciendo que el dolor se intensificará

—No...por favor no—susurró sollozando.

—Pagaras en su nombre—susurró cerca de su boca—. Voy a hacer que pagues por haberme engañado cariño, ellos jamás sabrán donde están y cuando yo sea rey tú llevarás mis hijos—comenzo a reír—. Serán hermosos como tú.

Taehyung gruñó. —Jamás—dijo con falsa seguridad—. Nunca serás rey, seguirás siendo un rey sin corona, porque no hay manera de que el pueblo de Scarlanding siga a alguien tan despreciable como tú. Una desgracia total.

—Eso lo veremos—susurró—. Pero antes tengo que mostrarte lo que un verdadero rey es capaz de hacer, te voy a joder tan duro que no podrás moverte ¿A tu rey le gustará saber que fuiste de alguien más?

Un escalofrío recorrió su cuerpo por completo, se removió buscando separarse, peleó con fuerza tratando de golpearlo y lo logró, pudo darle un fuerte puñetazo en el rostro, uno que firmó su sentencia de muerte.

JongSuk lo golpeó tan fuerte en el rostro que si su cuerpo no hubiera estado pegado a la pared posiblemente hubiera caído, su rostro se contrajo de dolor y un hormigueo extraño apareció en la zona afectada. Sentía su boca hincharse.

—¡Maldito idiota! —gruñó antes de propiciarle otra golpe, este fue aún más fuerte ya que lo mando al piso—. Eres un maldito estupido.

JongSuk no se detuvo, siguió golpeándolo no sólo con las manos sino usando también los pies al pagarle en las costillas, Taehyung trataba de defenderse, pero el dolor le impedía moverse con agilidad. Cuando se cansó lo levantó nuevamente, lo llevó a rastras hacia uno de los escritorios y comenzó a desvestirlo, Taehyung trató de detenerlo, pero JongSuk lo volteó estampando su rostro contra la madera dura, su vista se vio obstruida por las lágrimas y el mareo. Sintió las manos sobre su cuerpo, en específico sobre su cadera la cual fue sostenida con fuerza, supo lo que vendría a continuación, no puso resistencia, cerró los ojos e imaginó que se encontraba en el norte, con Jungkook a su lado jugando con su hijo, pensó en las cosas que le hacían felices mientras él se preparaba para hacerle daño.

—Ahora si—soltó cerca de su oido.

Estaba por tomarlo cuando alguien abrió la puerta, impidiendo su ataque.

—¡Mi señor, están aquí! —dijo el hombre con desespero.

JongSuk se separó del cuerpo mal herido del rubio y gruñó, comenzó a abrochar sus pantalones antes de mirar a sus hombres.

—Perfecto, han mordido el anzuelo. Llevalo abajo y haz que GeunSuk los vigile, tráeme a SeokJin. 

—Entendido mi señor.

Miró sobre su hombro a Taehyung quien le observaba con odio.

—Mataré a tu esposo, no sin antes decirle que fuiste complemetamente mío, no será una mentira porque teminando esto te haré sólo mío. Prepárate.

Cuando lo vio salir Taehyung se desplomó en el piso, intento ponerse los pantalones aunque el dolor atacará cada uno de sus músculos con fuerza, sollozó sintiendo asco, sus manos temblaban impidiéndole agilizar sus movimientos, por más que buscó no encontró su camiseta a tiempo.

Dos hombres lo tomaron sin delicadeza alguna y lo llevaron de vuelta al calabozo, sus ojos se estaban cerrando debido al dolor, ya ni siquiera podía gritar.

Fue arrojado al piso, sólo escuchó el grito de Jimin y sintió unos brazos sosteniendolo.

SeokJin iba a revisarlo cuando fue tomado de los brazos. —¡Suéltame!

—No cariño—dijo uno—. Tú esposo está aquí, tenemos que darle la bienvenida.

Jimin miró con impotencia como SeokJin era arrastrado fuera de la habitación, en sus brazos Taehyung temblaba a pesar de estar inconsciente. Tragó en seco. Con cuidado dejo a Tae acostado en el piso, se quitó la chaqueta y la dejo bajo su cabeza, le dió un beso en la frente y suspiró.

Yoongi lo miraba con desaprobación. Lo vio suspirar al momento que se acercaba a él. —La clave esta en controlar tus miedos Jimin.

¿Tú tienes miedo? —preguntó confundido—. No lo creo, eres una persona muy segura de ti, no le temes a nada.

Claro que le temo a algo—rio negando—. Pero, puedo controlarlo, tú debes hacer lo mismo, deja el miedo atrás y actúa. Siempre actúa, no lo pienses, sólo hazlo.

Con ese recuerdo Jimin miró alrededor, no había nada que le sirviera como arma, suspiró, tenía que pensar en algo. Escuchó la puerta ser abierta nuevamente y gruño, miró al hombre corpulento entrar sonriendo con cinismo.

—Veo que el pequeño rubio no pudo seguirle el ritmo a mi señor—se burló.

Jimin lo observó posicionándose frente al cuerpo de su amigo. —No te acerques—dijo con seriedad.

—¿Cuál es tu nombre muchacho?—bufó acercándose—. ¿Crees que te tengo miedo? No me hagas reír, no eres más que un doncel, ustedes al igual que las mujeres sólo sirven para una cosa, para dar placer.

Jimin lo observó entonces sucedió. Se acercó al hombre y se paró derecho. —Pues este doncel te va a joder la cara si no dejas de hablar—advirtió con voz glaceal.

El hombre saco su espada y rio del gesto de sorpresa del muchacho, quien por instinto se separó.

—¿Ya no eres tan valiente? —soltó una carcajada—. Eres menos que nada, sin tu rey no eres nadie.

Jimin suspiró antes de empuñar las manos, sólo una vez Yoongi le había enseñado a defenderse, una ocasión donde terminó en el suelo con un fuerte golpe en la espalda, no lo lograría, sin embargo no paro, levantó con rudeza la pierna y la dirigió velozmente a la mano del hombre, este no se lo esperaba, sólo sonrió el golpe de su mano y como está soltaba la espada haciendo que cayera al piso en con un estruendo tintineante.

Sorprendido Jimin tomó la espada y lo encaró. La detonación de emociones en específico la ira incontrolable hacía que su cuerpo sufriera un inestable temblor, aún así tomaba con fuerza la espada plateada, sin temor alguno porque sabía que su vida y la de los demás dependía de ello. Debía ser fuerte si quería volver a ver a su familia.

—¿Qué vas a hacer con eso dulzura? —dijo aquel hombre con una sonrisa ladina tras recuperarse—. Jamás se han resistido, tu amigo lo hizo y ve como ha quedado, te conviene soltar eso.

Miró a su lado fugazmente encontrando una escena que le escogió el corazón. Querían lanzarse a los brazos de aquella persona que estaba en el sueño agonizando pero primero debía ponerlos a salvo

—Te voy a matar—dijo con voz fuerte y segura a pesar de no saber lo que estaba haciendo.

—El gran rey me va a asesinar ¿Qué tú rey no te enseñó modales? Doblégate maldito doncel...

Soltó una risa llena de ira. —Lo que tú no sabes es que yo no soy cualquier doncel.... Al fin de cuentas soy un rey, el maldito doncel esposo del maldito rey de la muerte.

El hombre bufó. —¿Quieres jugar? Bien juguemos a que yo era un maldito tigre y tú un tierno conejito, te voy a comer y disfrutaré cada jodido momento.

Jimin sintió la adrenalina correr por su cuerpo, sonrió ladino. —Puedes ser un maldito tigre, pero yo soy un dragón y te voy a matar con tu propia espada.

Había visto a Yoongi entrenar cientos de veces, también a Taehyung, así que trataría de hacer su mayor esfuerzo, ganaría tiempo y si moría al menos lo haría luchando, eso podría hacer sentir orgulloso a Yoongi y a sus hijos.

Se puso en posición de ataque y espero en silencio, el hombre se acercó sigiloso tratando de iniciar la cacería. Mordió su labio inferior, sus brazos pesaban por sostener con fuerza la espada.

—Aquí mueres—gruñó el hombre antes de avanlanzarse sobre él, Jimin levantó la espada y la dejó caer con fuerza sobre el hombre, este esquivo el golpe con un gruñido sordo, se acercó nuevamente tratando de buscar su punto ciego, está vez Jimin volvió a mover la espada y golpeó su hombro.

—¡Hijo de perra! —gritó antes de tratar de tomarlo.

Fue rápido, Jimin lo vio acercarse con fuerza, este estaba cargado de furia, sus ojos oscuros le recordaron a los de un depredador, sus manos comenzaron a temblar y estaba perdiendo el agarre de la espada

"Pierde el miedo, es su vida o la tuya"

La voz que escuchó en su mente no era la suya, sino una ronca que le llenó de adrenalina. Volvió a sostener la estada y listo para el ataque la empujó al frente, el hombre esquivo nuevamente el ataque, pero Jimin no se detuvo y dirigió la espada a la pierna del soldado quien cayó al suelo con un alarido. Este estaba por levantarse y seguir atacando cuando Jimin puso la punta de la espada en su garganta.

—No podrás hacerlo... serás un asesino—balbuceo—. No podrás vivir con eso.

Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas. —Mi hermano no murió salvando mi vida en vano—dicho esto y con un grito de dolor empujó con fuerza la espada, la encajó en el cuerpo ajeno y cayó de espaldas negando. —¿Qué hice?

Lo vio soltar la sangre por la boca y caer de cara al piso quedando sobre un charco de sangre oscura. Jimin tembló retrocediendo.

—Vaya....el rey de la muerte tiene un aprendiz. Algo descuidado.

Jimin miró a la puerta donde un chico de cabello largo y ondulado le sonreía, detrás de este había otros hombres mirándolo con odio.

—GeunSuk—susurró tragando en seco.

El nombrado sonrió ladino. —¿Crees ser lo suficientemente fuerte para salvar a tu amigo solo?






JinYoung había aprovechado que las tropas avanzaron para ir a aquel calabozo, cuando abrió la celda, miró a Jisoo sobre la cama llorando, está estaba despeinada. Se acercó a ella.

—Vamos.

Levantó la vista, quedándose perplejo, tenía el golpe que ella misma se había hecho para engañar a Namjoon y hacerlo caer en la trampa, sin embargo, ahora, su ojo derecho estaba cerrado y lleno de sangre, se levantó y corrió a sus brazos.

—¿Qué te hicieron?

—Min Yoongi me sacó el ojo—sollozo—. Los quiero muertos.

—Al final del día lo estarán, vamos, tenemos que irnos.

—¿A dónde? —preguntó pasmada.

—Mino está esperando—dijo con una mueca—. Saldremos de aquí. Iremos a las cumbres.








Tengo mucho miedo jajajaja bueno 💚

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