92
SeokJin no tenía buenos recuerdos de la mascarada, sin embargo, Namjoon había hecho cambios para hacerlo sentir seguro, las máscaras del consejo ahora eran de cuervo, no de osos negros, el cambio le trajo una tranquilidad abrumadora, estaba al tanto del plan, así que mantenía a Taehyung muy cerca de sí. Jimin a diferencia de los demás se hallaba pegado a Yoongi, ambos habían mostrado una actitud muy extraña y distante. Entendía la razón, pero igual no evitaba que se preocupara.
Los reyes para diferenciarse iban con una máscara dragón, a sugerencia de Yoongi, mientras que él, Jimin y Taehyung usaban una de tigre. La fiesta estaba abarrotada de personas, por lo que su ansiedad iba en incremento. Tomó la mano de Taehyung con fuerza.
—¿Ocurre algo? —dijo este cerca de su oído.
—¿Lo sientes? Tengo un mal presentimiento. Muy malo.
Taehyung asintió, la atmósfera a su alrededor era densa se sentían más observados de lo acostumbrado, además de que su preocupación por Jungkook iba en aumento, este se había separado con el fin de buscar a GeunSuk, agradecía que JongSuk no estuviera cerca, porque aún sentía nauseas después de lo sucedido.
—Todo saldrá bien.
—Eso espero, no ayuda que estén aquí representantes de las cumbres, nunca se han presentado, pero justamente está noche tomaron la invitación.
—¿Los has visto?
—No, Namjoon y yo los buscaremos después del banquete.
Namjoon estaba saludando a los miembros del consejo, estos estaban más tranquilos, apostaban al ganador y por el momento se mantenían al lado de Namjoon, este vigilaba alrededor.
Yoongi cuidaba de Jimin, ambos estaban encargados de custodiar la entrada al ala oeste, por donde Jungkook había desaparecido de la mano de GeunSuk, tomaba con fuerza la cintura de Jimin, aunque no este parecía tenso con su toque, no quería que nada le pasara, se había visto afectado al ver a Taehyung llorar en los brazos de Jungkook y no ayudaba que ambos estuvieran más distantes que nunca. Incluso más que cuando lo había encerrado.
—Yoongi debemos de vigilar, pero me siento muy afogado—susurró a través de la máscara—. ¿Podemos salir de aquí?
Yoongi miró alrededor, llamó con la mano a JongIn y le pidió que se quedara, este asintió. Yoongi tomó la mano de Jimin y lo llevó afuera, a los jardines, una vez cerca del laberinto se quitaron las máscaras, Jimin tomó aire con fuerza.
—Odio sentir mi rostro atrapado—bufó—. En una hora debo subir a ver a los bebés, entonces serás libre para hacer lo que quieras, para buscarlo si lo quieres.
—Jimin, por favor, no está noche—dijo Yoongi tomandolo de la mano, estaba cansado de la distancia—. Vamos a perdernos, tenemos una hora, sin peleas.
Jimin le miró con tristeza y asintió ansioso, le tomó la mano y ambos caminaron a través del laberinto, después de unos segundos, reían mientras se abrazaban y besaban, sentían la adrenalina correr por sus venas, Jimin suspiró sintiendo los besos de Yoongi en su cuello, jadeo queriendo más, pero el golpeteo de las hojas alrededor hizo que parara.
—¿Qué fue eso? —preguntó tomando el rostro de Yoongi para detenerlo.
El pálido entrecerró los ojos, escuchaba el golpeteo de algo, pero no sabían lo que era, miró alrededor alejándose de Jimin y posicionándolo detrás de él, examinó con cuidado, hasta que escucho el chillido de una persona, sus sentidos se pusieron alerta, toco su costado dándose cuenta tarde que no llevaba espada, tragó sintiendo frío en su nuca, negó antes de darse la vuelta.
—Suéltalo—dijo de inmediato.
Jimin estaba siendo sujeto desde atrás por un hombre con una máscara de oso negro, trató de no mirar el rostro lleno de miedo de su esposo porque eso le haría perder la cabeza, el hombre tenía una daga en el blanco cuello de Jimin y le amenazaba con cortarle la garganta en cualquier momento.
—El rey de la muerte tiene miedo—dijo soltando una carcajada que hizo que Jimin se encogiera de terror.
Yoongi reaccionando trato de moverse cuando sintió el golpe en su nuca, cayó de rodillas con los ojos entreabiertos. —Jimin—susurró antes de caer al piso viendo de forma borrosa como se llevaban a su esposo, alargó la mano pero la inconsciencia llegó de inmediato.
Hoseok, con una máscara de halcón, miraba alrededor, estaba atento a cualquier cosa, con una copa de vino en la mano caminó de forma descuidada, sin querer tropezó contra alguien, al mirar se dio cuenta de que era una mujer, en un vestido verde con una máscara de oro y plumas rojas.
—Lo siento—dijo con una ligera inclinación.
—La culpa fue mía caballero—su voz era dulce, muy dulce.
Miró sus ojos color ámbar y asintió. —Jung Hoseok—dijo tendiendo la mano.
La chica lo miró y alargó la suya, sus manos estaban cubiertas bajo unos guantes dorados. —Karina.
Le pareció extraño que no dijera su apellido, estaba por decir algo cuando ella se separó y después de una rápida inclinación se alejó, la miró acercarse a un hombre con la misma máscara de oro, pero con las plumas azules.
SeokJin y Taehyung caminaron por el pasillo, ninguno de los dos quería quedarse en la fiesta por más tiempo, esperarían en el salón privado hasta que fueran llamados para el banquete.
—Quiero ver a mi hijo—susurró el rubio sacándose la máscara.
—Vamos por él—dijo asintiendo—. También quiero ver a mis hijos, lo bueno es que los dejamos fuera del castillo.
Taehyung miró confundido a SeokJin quien miraba hacía el frente, lo vio detenerse e hizo lo mismo, al instante miró la dirección donde sus ojos se perdían y soltó el aire de golpe, SeokJin le tomó la mano con fuerza, hombres armados y con máscaras de oso se acercaron, miró hacía atrás, pero la escena era la misma. Comenzó a sollozar cuando fueron tomados con fuerza.
—Jungkook...—balbuceo.
—No primor, tu rey no esta, en estos momentos debe estar agonizando con su propia sangre.
Sus ojos se abrieron llenos de miedo, era imposible, lo último que sintió fue un golpe en la cabeza que lo dejo sumido en la penumbra.
Jungkook besaba con asco a GeunSuk, este no lo había dejado tranquilo, era parte del plan, pero no podía más, aunque se encontraban en su sala no podía separarse de él. Pero todo cambio cuando el castaño se separó con una sonrisa, se levanto del sillón y rio.
—Vuelvo en un momento—dijo mientras caminaba a lo que parecía ser una de las habitaciones.
—Espero cariño—dijo con falsedad.
Cuando lo vio desaparecer se levanto de inmediato, buscó con la mirada hasta que encontró el cuadro, era pequeño a diferencia de los que adornaban el castillo, lo tomo bajándolo con cuidado y lo examinó, cuando le dio la vuelta encontró lo que Taehyung había presentido, había un sobre pegado, lo arrancó con cuidado de no hacer ruido y se lo escondió bajo la chaqueta, colocó de nuevo el cuadro, pero paro en seco porque aquello había sido muy fácil.
—Tú esposo es muy inteligente—dijeron a sus espaldas.
Encaró a GeunSuk de inmediato. —Lo sabías y no hiciste nada para evitarlo.
—¿Qué te dice que no quería que lo encontraran?
—Este es tu fin ¿Te das cuenta de eso?
—No—negó—. Lo que tu no te has dado cuenta es que han perdido—sonrió ladino—. Vamos.
Entrecerró los ojos, comenzó a avanzar, pero sintió a alguien detrás de él. —¿Últimas palabras?
Jungkook sonrió. —¡Hoseok!—dijo en voz alta y clara.
De una de las habitaciones salió el general atacando al bandido por la espalda, le dio la espada a Jungkook y continuaron con los restantes, con aquellos hombres vestidos de oso que habían entrado después de dejar salir a GeunSuk.
El estruendo se hizo presente en todo el castillo, sus hombres se movilizaron, pero el ejercito rebelde era astuto y grande, las personas corrían alrededor, Namjoon intentaba con todas sus fuerzas de llegar al pasillo central para buscar a SeokJin, pero era imposible.
Miró a la puerta, donde sus hombres estaban entrando, sin embargo, eso no fue lo que llamo su atención, un hombre rodeado de rebeldes le sonreía. JongSuk sonrió con cinismo antes de colocarse la máscara de oso y desaparecer por el balcón.
—¡SeokJin!
Últimos capítulos ❤️
💚💚
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro