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Namjoon sabía que tenía que ser prudente al hablar de los conflictos del pasado con su padre, admitía que cuando era joven no fue consciente de sus acciones, ahora que la vida le había mostrado la difícil tarea de ser rey, sabía la realidad del poder, aunque las heridas del pasado no podían curarse sobretodo al enfrentarse a la idea de que para su padre fue menos importante que sus hermanos bastardos.
Estaba caminó a la Villa Kim, junto a Jin habían acordado ir juntos por YeonJun y Mina, hace semanas que no los veían y SeokJin estaba emocionado, era maravilloso lo que unos días alejados de las responsabilidades del reino podían hacer con su relación, ahora podía ver como su esposo brillaba, tenían oculto su embarazo, nadie más que personas especificas lo sabían, eso les había quitado el estrés. Ahora Jin estaba mejor.
Aunque aun había asuntos importantes que resolver, su misión era encontrar a la persona que le había hecho daño a su querido rey. No podía sacarse aquello de la mente, pero no ayudaba que Jin no quisiera hablar.
No le diría nada acerca de los conflictos internos del reino ni mucho menos sobre la gravedad del estado de su padre, esto porque sabía lo unido que había sido SeokJin a los antiguos reyes, que le cuidaron y quisieron como si fuera su verdadero hijo, no debía perturbar su mente en eso momentos mucho menos ahora que llevaba en su vientre al nuevo heredero.
—Estamos cerca—dijo mirando por la ventanilla—. Espero que YeonJun no me haya olvidado.
—Dudo mucho que eso haya pasado, sólo te ha extrañado, ya verás.
—¿Recuerdas cuando me fui una temporada del castillo?
—¿Cuando vine a buscarte en la madrugada? Sí, lo recuerdo, nadie supo nada, creo que nos habrían matado.
—Eramos buenos jugando al escondite.
Estaba consciente de que no era una hora adecuada para llegar a los páramos de la villa Kim, pero su ansiedad sobrepasaba cualquier límite establecido.
Los guardias que vigilaban casi mueren al verlo, de inmediato le abrieron la puerta y tras darles algunas monedas de oro, ellos comprendieron que aquella vista era secreta. Traspasó el largo campo para llegar a la mansión que albergaba al amor de su vida, estaba entusiasmado así que bajo de inmediato y espero a que la puerta principal fuera abierta, lejos escucho el caballo de Jackson, se llevaría un buen golpe de su amigo por haberlo dejado atrás.
El mayordomo que le abrió quedó impresionado, hizo una reverencia y le dejo el camino libre para entrar.
—Principe—saludó—. Iré por el señor Kim.
—¿Duerme?
—Sí príncipe—contesto con amabilidad.
Asintió. —Quiero ver a SeokJin, pero nadie debe saber que estoy aquí, si tu me llevas ahí y te quedas en silencio, te voy a recompensar, indícame el camino, por favor.
El mayordomo asintió y subió las escaleras, Namjoon le siguió sintiendo la antelación subir su cuerpo entero, estaba extasiado por poder verlo, por abrazarlo y tocarlo, en esas semanas separados no había nada más que sentir que algo le faltaba, se ahogaba en entrenamiento con los demás para poder sobrevivir ese tiempo sin él. Entendía sus razones para irse del castillo, sin embargo no estaba de acuerdo con ellas. SeokJin había pedido permiso para viajar a ver a su padre, su madre se lo concedió sin algún problema, cosa que a él le molestó, no quería alejarse de Jin, cuando lo hacía sentía que algo faltaba.
Lo guiaron por un pasillo extenso, hasta una enorme puerta blanca, el mayordomo hizo una reverencia
—¿Está solo?
—Sí, sus damas duermen en otra habitación—dijo con en voz baja.
Lo agradeció, porque estaba seguro que las personas que su madre había mandado para cuidar de Jin, serían difíciles de sobornar.
—Bien—asintió extrañado de que eso sucediera.
El mayordomo llevó una mano a la perilla de la puerta y la giro haciéndole entrar, espero oscuridad pero está no llegó, la habitación estaba alumbrada por dos velas, eran suficientes para ver el rostro apacible de su futuro esposo dormido, sus pestañas descansaban en el inicio de sus mejillas como abanicos largos y delicados, sus labios gruesos estaban ligeramente abiertos, era un deleite observarlo, escucho cerrarse la puerta tras de sí, eso le dió la pauta para moverse, se acercó al lecho y se sentó con delicadeza a su lado, con la diestra acarició su suave mejilla soltando el aire retenido porque era tan real, llegó hasta la mandíbula donde delineó con el dedo, perfecto, eso era lo único que el veía, perfección.
El ceño de SeokJin se frunció en sueños, sonrió y le tocó el entrecejo tratando de aligerarlo, este se removió hasta que fue abriendo los ojos. Le miró y al instante no hubo respuesta, después de algunos segundos se quitó tapándose con la cobija
—Soy yo—dijo con una sonrisa burlona.
—¿Namjoon? —susurró—. ¿Qué estás haciendo aquí? —miró alrededor confuso—. ¿Estoy soñando?
La manera en la que lo dijo le hizo sonreír, se quitó los zapatos y la chaqueta para llegar a su lago y plantarse frente a él. Le miró esperando hasta que los brazos del pelinegro le rodearon el cuello, aquella posición hizo que ambos quedarán arrodillados en la cama.
—No es un sueño, estoy aquí—susurró tomando sus mejillas y juntando sus frentes—. Vine porque estaba desesperado por verte, no podía esperar un día más, te necesito.
Esto fue suficiente para que SeokJin se lanzará a sus labios, el contacto cálido les hizo a ambos soltar un suspiro, no habían comprendido hasta ese momento lo mucho que se habían extrañado, Namjoon lo tomó de la cintura juntando sus cuerpos, siguió saboreando de esos húmedos labios hasta que su respiración se los permitió, llevo el rostro a su cuello donde beso con lentitud.
—Namjoon papá puede despertar...diablos—dijo cuando sintió la mano del mayor en su glúteo—. Yo...
Namjoon le hizo que se diera la vuelta para que su trasero quedará en su entrepierna, lo tomó de la cadera para que lo sintiera mientras besaba su cuello y hombro, subió la mano ahí fue cuando SeokJin abrió los ojos dándose cuenta de a dónde se dirigía, no lo detuvo, Namjoon llegó hasta su entrepierna por debajo de la bata de dormir y no se detuvo al igual que los besos que daba, acaricio sobre la ropa interior, era delicioso sentir como crecía por sus caricias. Abrió los ojos mirando a SeokJin retorcerse ante su toque, y como sus suspiros llenaban la habitación. Tenían que ser silenciosos, nadie debía saber que ellos dos hacían ese tipo de cosas antes del matrimonio.
—Namjoon...—suspiró Jin dándose la vuelta.
Ambos se abrazaron sin dejar de compartir besos húmedos y caricias lascivas, su corazón latía con fuerza, pensó en gritarle que quería más, pero no podía hacerlo, no estaban en su pasadizo secreto.
—Quisiera que fueras mi esposo para poder tomarte sin tener miedo de que alguien nos escuche.
SeokJin rio por lo bajo. —Sería lindo dormir a tu lado todas las noches.
—Y tener un hijo ¿Te lo imaginas? ¿Un bebé nuestro? —balbuceo emocionado—. ¿No sería el bebé más hermoso del mundo?
SeokJin sonrió enternecedoramente. —No tengo la menor duda de que así sería, tendría tus hoyuelos ¿Puedea imaginar? Seremos muy felices juntos.
Asintió sentándose en la cama y atreyendo el cuerpo de su novio a su regazo le beso la mejilla mientras este se acomodaba a horcajadas en sus piernas
—Quiero estar a tu lado toda mi vida SeokJin, hasta mi último aliento—suspiró derrotado—. Me he enamorado, y no puedo parar de amarte.
SeokJin bajo la mirada. —¿Crees que algún día puedas cansarte de mi?
—No—negó con dureza—. Al contrario quiero llevarte al altar y cuidar de ti para siempre, ser el esposo que mereces así como el rey que merece Scarlanding, quiero toda una vida contigo a mi lad, no podría cansarme de ti, porque te amo—acaricio sus mejillas besando sus labios—. Es un amor que nunca antes alguien había sentiro, porque te necesito para vivir y respirar. Mi deber en este momento es protegerte Jin y haré todo lo humanamente posible para hacerlo ¿Lo comprendes? ¿Sabes lo mucho que te amo y lo asustado que estoy por ver su algo te pasa? Necesito que tengas estabilidad, quiero convertirme en un buen hombre para ti.
—Está bien—suspiró con una enorme sonrisa—. Sé que lo harás, serás un gran rey, un gran esposo y un padre amoroso.
Le abrazo con fuerza. —Cuando sea el momento de que seas mío, prometo que no dejaré que nada ni nadie nos lastime—besó su frente en son de protección, era una promesa que tenía que cumplir aún si eso significaría sacrificar su vida, por Jin lo haría.
Y ese momento había llegado, bajaron del carruaje y caminaron juntos unos tramos hasta que el mismo mayordomo de años atrás abrió la puerta, se inclinó y los dejó entrar con total respeto.
—Mi señores—dijo con una reverencia.
Tanto Jin como Namjoon respondieron el gesto con amabilidad, recorrieron el pasillo de la entrada hasta estar en una de las salas que era el recibidor, ahí se encontraban el duque Kim y las nanas quienes cargaban a una bebé mucho más grande y a YeonJun, quien al verlo alargó las manos.
—Papá, papá—sollozaba.
—Mi señor—dijo el padre de Jin con amabilidad.
—Duque -contesto de la misma manera—. Hemos venido por nuestros hijos.
El hombre suspiró y asintió. —Confio en que su señoría sabrá cuidar de mi hijo y mis nietos de ahora en adelante.
Namjoon avergonzado asintió. —Lo haré con mi vida—dijo observado como Jin cargaba al pequeño y lo llenaba de besos y arrumacos.
—Entonces son libres de irse con mis bendiciones.
SeokJin le sonrió a su padre y lo abrazó, este le dijo algunas cosas que Namjoon no logro escuchar, los mozo comenzaban a subir las cosas al carruaje, a su lado espero una de las nanas con una bebé ya grande en sus brazos. Sonrió al verla. Cuando SeokJin se separó de su padre, no pudo evitar tocar su enorme vientre que era notorio a pesar de la túnica negra con dorado que llevaba, se acercó para acariciar su mejilla, vería nuevamente partir a su hijo.
—Eres mi hijo y siempre me tendrás a mi para lo que necesites, estoy aquí para ti. No lo dudes, no estás solo.
—Te amo papá—le sonrió de forma encantadora.
—Es momento de regresar a cas—dijo Namjoon con una sonrisa cargando a Mina, quien tocaba su rostro.
—Están listo—sonrió cargando de nuevo a YeonJun—. Veamos como va nuestra vida de ahora en adelante y como el consejo toma la noticia del bebé.
—Me importa una mierda lo que ellos digan, las cosas se hacen como yo lo dicto porque soy el rey y mi palabra es la única que importa aquí.
—Tan arrogante como siempre—rio por lo bajo.
Lo tomó de la mano y ambos se encaminaron a emprender una nueva vida, mucho mejor que la anterior o al menos eso era lo que esperaban. Porque el sufrimiento no es para siempre...
Hola n.n tomó el atrevimiento de agradecer el interés por esta obra, muchas gracias. ❤️🖤
Otra cosa...está historia se está alargando un poco más de lo previsto vamos en el cap 47 y aún falta para que suceda el verdadero conflicto y que aparezcan los reyes.
Porque no van a pensar que los dos reyes dejaron sus reinos para salvar a Namjoon de los rebeldes o de sus concubinas ¿verdad?
De ante mano me disculpó por el drama pero este sigue y cada vez será peor así que consideren esto n.n
La segunda parte tiene más cosas lindas se los prometo
Datos sobre los tiempos.
1.- Los reyes acuden a la ayuda de Namjoon por una carta de este no por la de SeokJin
2.- SeokJin tiene ocho meses de embarazo, lo obtuvo antes de que Namjoon quedará inconsciente (en la última noche que estuvieron antes de que él se fuera a la Villa) cuando se fue del castillo al final de la primera parte tenía tres meses.
3.- Cuando Jin mando la carta a Yoongi (rey de la muerte) en los primeros capítulos diciendo que Namjoon estaba enfermo el tenía poco de casado por lo que actualmente Jimin está encerrado con siete meses de embarazo
4.- En el reino del norte Taehyung acaba de tener a su bebé
5.- Cuando Yoongi llega al norte por Jungkook los gemelos tienen un mes y medio de nacidos y el bebé de Jungkook tiene 3 meses y medio
Osea que para que lleguen falta poco, habrá cambios de tiempo drásticos ya los iré guiando.
💚💚
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