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Estaba triste porque no me aparecieron comentarios, pero cuando me metí al capitulo si había, por alguna razón no me llegan bien las notificaciones....bueno aquí vamos.
—Dame, yo lo hago—le dijo a la dama quien llevaba en la mano lo necesario para limpiar al rey—. Déjame solo, por favor.
Ella asintió dejando las cosas cerca de SeokJin, quien tomó el trapo y lo humedeció en el cuenco de agua tibia, justo como hizo la noche que se fue a la frontera, desde entonces muchas cosas cambiaron, había pasado una semana, una donde la preocupación y la incertidumbre crecían día con día, el médico decía que Namjoon se encontraba en un punto medio, estaba estable, pero eso podría cambiar de la noche a la mañana, él podría morir y SeokJin no estaba listo para dejarlo ir, en esos días no hacía más que recordar todos los momentos maravillosos que había pasado a su lado. Paso el paño por su rostro y cuello, trataban de mantenerlo fresco debido a la calentura que a veces presentaba, sobre todo en las madrugadas, tenía que admitir que no había dormido lo suficiente, su cuerpo se sentía cansado.
—Deberías ver cuando se hacen las interrogaciones a los miembros del consejo—rió quedito—. No debería burlarme, aunque es parte de mi venganza, me alegra encontrarlos limpios, no me gustaría pensar que tu gente es la que te quiere muerto, no, eres malo, pero no tanto Namie—sonrió besando su frente—. Aún me falta conocerlas todas ellas, Jisoo ha querido estar aquí en el castillo, con la escusa de que queire verte, pero no lo tiene permitido, no me importa lo que puedas pensar, mientras yo este aquí ella no se va a acercar a ti.
Quitó la cobija de su cuerpo, descubriendo su pecho, parte de este estaba amoratado, eso era debido a la extraña planta que le habían dado, aguantó las ganas de llorar y le limpió con mucha delicadeza. —Tal vez no sea el tema en estos momentos, pero Tzuyu, YeonJun y Mina están bien, mi padre me mandó una carta, no dejan de preguntar por mí, gracias al cielo dejé a Wendy y Joy con ellas, sino hubiera sido un verdadero conflicto para ellos comunicarse, los extraño, de verdad que quiero verlos, pero por el momento esto es más importante, así que despierta por favor Namjoon, necesito que despiertes, te quiero escuchar, te quiero sentir, no me hagas viudo tan joven—sonrió a pesar de las gruesas lágrimas que caían por sus mejillas manchando el estómago del rey—. Te amo.
—No puedes dejarme, sé que dije que te odiaba y te desee la muerte en varias ocasiones, pero no era en serio, yo no quiero que mueras, este reino te necesita, tu gente llora tu condición, yo te necesito, quiero escucharte de nuevo decir que me amas, por favor despierta—sollozo abrazando su torso—. No puedo hacer esto, no soy tú, yo no soy fuerte, créeme que no puedo, tengo mucho miedo.
No deparo en lágrimas, él estaba destrozado, la presión de los últimos días le dejaba por completo enfermo, no dormía, no podía comer bocado sin devolverlo, estaba temeroso y muy preocupado por Namjoon. Algo no estaba bien y cada día sentía que alguien le observaba, entraba en la paranoia, para él todos eran sospechosos. Todos eran traidores.
Estaba en la oficina terminando de sellar un sobre amarillo, suspiró mirando a Mark, quien a su regreso al castillo había mostrado su interés en ayudarle de cerca, había encargos que sólo podría encomendar a alguien de total confianza.
—Lleva esto a un mensajero—dijo con seriedad mirándolo directo a los ojos—. Dile que lo lleve directo a RyuuMoon, no quiero que nadie se entere, el consejo quería guardar silencio sobre el estado de Namjoon, pero es importante que el rey Min lo sepa, ya él le avisará al rey Jeon ¿Entendido?
—Oh....amm si—sonrió tenuemente—. Lo haré, confía en mí.
—Lo hago, tú, JiYong y Jackson son las únicas personas en quien confió, gracias por estar aquí.
Mark suspiró, tomó la carta y la guardo bajo su túnica, se despidió de SeokJin y caminó a la salida de la oficina, como todos en el castillo, compartía la misma aura tensa, todos estaban a expensas de la mejora del rey o en el peor de los casos de su muerte. Saliendo de la habitación se encontró con su esposo, al verlo el alivio llegó a su pecho, le sonrió discretamente.
Jackson le siguió de cerca sin decir nada, las paredes del castillo no eran seguras, cuando llegaron al patio trasero, este atrajo el cuerpo de su esposo a su pecho y le dio un beso cargado de necesidad, movieron sus labios con lentitud, saboreando cada toque. Mark suspiró cuando se separaron.
—No sabes lo mucho que necesitaba esto—dijo Jackson con una sonrisa cansada, debajo de sus ojos había manchas negras que demostraban su incapacidad para poder conciliar el sueño.
—¿Cómo te sientes? —dijo acariciando su mejilla con cariño—. No quiero que enfermes, no te esfuerces de más mi amor.
—No lo haré cariño—suspiró sonriendo—. Es sólo que la tensión es sofocante, vivir en el castillo es algo...complicado ¿Cómo están los niños?
—Están bien, nana los cuida, mi abuela no quiere que te preocupes por nada—tranquilizo—. Mejor ayúdame a buscar a un mensajero de tu confianza.
—¿El rey te dio la carta para los reyes? —preguntó con curiosidad.
—Sí, me preocupa, se ve delicado, esta a nada de caer enfermo, por la tarde le traeré algo que le pueda devolver las energías.
—Me parece perfecto—dijo guiando a su esposo por las caballerizas, pararon en seco al oler algo asqueroso que les hizo toser teniendo oleadas de asco—. ¿Qué huele tan mal?
—No lo sé—respondió tapando su boca—. Mandaré a que limpien este lugar.
—Tanta mierda es difícil de limpiar, hay demasiados caballos, algunos de ellos ni siquiera están bien aseados, los soldados han estado ocupados así como los capataces, vamos.
Mark asintió alejándose rápidamente del horrible olor. Un hombre vestido de capataz entro poco después llevando consigo unas cubetas de tierra roja, observo a los lados asegurándose de no haber sido seguido.
SeokJin odiaba estar en esa situación, pero no había nadie más que hiciera el trabajo, bajo las escaleras directo a las puertas del castillo, ese día le tocaba conocer a las mujeres del rey. Irene lo había vestido con una hermosa túnica azul con rosado, dijo que él debería verse espectacular para enfrentarse a aquellas mujeres, no lo negó, ellas eran quienes habían divertido a su esposo por años, si quería conocerlas debía mostrarles su mejor atuendo, iba acompañado de Jackson, Yesung y UmJi, estos últimos tenían una exhaustiva búsqueda fuera del castillo, pero como las sospechas de SeokJin dictaban, decían que era imposible que alguien ajeno hubiera sido capaz de envenenar al rey, los cocineros también fueron investigados, pero ninguno pareció ser culpable. Ellos eran fieles desde el principio.
Entraron al palacio de cristal, estaba cerca del Castillo, pero era independiente, los guardias le dieron la bienvenida, se encaminó por la entrada hasta la sala decorada con elegancia, lo primero que vio fue a su hermana fulminarlo con la mirada, después a tres mujeres hermosas y muy jóvenes, de inmediato se sintió pequeño, comprendió qué era lo que Namjoon le había visto a esas mujeres.
—Preséntense y muestren respeto a su rey—dijo Jackson con voz dura, él no confiaba en aquellas mujeres. Nunca lo hizo.
La cuatro hicieron una reverencia con respeto, se pusieron firmes con las manos detrás de la espalda, SeokJin las observó con detenimiento, todas tenían algo en común y eso le heló la sangre, sus ojos eran exactamente del mismo color que los suyos, entrecerró los ojos.
—Kim Jisoo majestad—dijo lo último en tono de burla—. La favorita del rey..
—El harem se deshizo Kim—respondió UmJi molesta—. Su titulo como "mujer especial" no tiene peso en esta conversación, ya no existe y sigue siendo una sospechosa.
Jisoo apretó la mandíbula, SeokJin la ignoro pasando a las demás. —Lee LeeHi su majestad—dijo sin mirarlo a los ojos.
—Lee Ailee—interrumpió la mirada que le daba a la otra chica.
Sus ojos se conectaron de nuevo con ella, la había visto antes afuera de la habitación de Namjoo, su vientre parecía más hinchado.
—¿Son hermanas? —preguntó con una ceja alzada.
—Sí—respondieron al mismo tiempo.
En su mente estaba maldiciendo de mil maneras a Namjoon, miró por último a una chica rubia que mantenía la cabeza gacha.
—Yo...yo soy Kim DaHyun—susurró casi audible.
SeokJin miró a Jackson. —Dijiste que eran cinco.
El general miró a las mujeres, él no tenía permitido entrar al Palacio de Cristal como los demás guardias, sólo personas autorizadas, ni siquiera el rey las había visitado desde su mudanza. —Falta Park Rosé ¿Dónde está?
DaHyun, LeeHi y Ailee bajaron la mirada. Jisoo soltó una carcajada. —Ella huyo del castillo la noche que el rey cayó enfermo. ¿Sospechoso?
—¡¿Qué?! —gritó con los ojos abiertos de la sorpresa—. ¡¿Cómo es posible que nadie me haya dicho sobre esto?!
—Es porque no dieron aviso al consejo—respondió Jackson fulminando con la mirada a las chicas que se encogieron en sus lugares—. Las damas no....
—¡Quiero que interrogues a esas mujeres y a cualquiera que haya tenido contacto con Park Rosé! —dijo lleno de frustración—. Creo que ella es la traidora.
Se culpaba el no haber querido investigar antes a esas mujeres, porque no quería verlas y porque estaba concentrado en interrogar a las personas que estuvieron dentro del castillo esa noche, no creyó que serían un problema. Grave error.
DaHyun abrió los ojos asustada. —¡No! Su majestad, Rosé sería incapaz de hacer eso, ella no fue yo estoy segura. ¡Por favor, tiene que creerme!
SeokJin entrecerró los ojos mirando a la chica que con desesperación le miraba suplicante, miró a las demás, LeeHi y Ailee se tomaban de las manos y Jisoo reía en silencio.
—Eso lo veremos cuando la encontremos, no debe estar lejos, moviliza a algunos hombres y vayan a buscarla, llama a su familia a la corte quiero interrogarlos—miró a las chicas con desprecio—. Sé que alguna de ustedes es la culpable, creemos que el rey pudo haber sido envenenado mediante el té que bebía cada tarde o el vino que tomaba por las noches, según la versión de nuestros cocineros todas ustedes tuvieron acceso al té, y al despacho del rey mientras vivieron en el castillo, a mi no me van a engañar con su cara de niñas inocentes, conozco hasta donde pueden ser capaces de llegar por ambición—dijo esto último mirando a Jisoo quien le sostuvo la mirada retándolo—. Estarán en confinamiento aquí hasta saber lo que paso esa noche, encontraremos a Park y será condenada por traición a no ser que una de ustedes hable y confiese.
LeeHi miró al rey con miedo, Ailee la sostuvo fuerte del brazo, SeokJin se volvió hacía Yesung y UmJi. —Quiero que revisen todas sus cosas.
—Sí, mi señor—dijo el hombre formal.
UmJi miró a las chicas, cuando su vista cayó en una de ellas entrecerró los ojos, le parecía muy conocida, Ailee desvió la mirada aumentando la curiosidad de la mujer, las manos de todas estaban cubiertas por guantes, ladeo la cabeza pensativa, SeokJin no se equivocaba ahí cada una de ellas tenía algo que ocultar.
—Señor—interrumpió Irene, quien entraba despavorida—. Lo buscan en la oficina, dice que viene de parte de Namjoon.
Aquello le hizo fruncir el ceño, miró a Jackson quien asintió y le acompaño de cerca. —¿Sabes sobre esto? —preguntó discreto.
—No mi señor—dijo con completa sinceridad—. La primera vez dudé de ellas, pero esta vez no fui tan cuidadoso, pensé que al no estar en el castillo perdían peso de acusacion, además ¿Por qué? No tiene mucho sentido.
—La traicón no siempre tiene sentido.
Anduvieron lo más rápido posible, cruzaron al castillo en poco tiempo, SeokJin sentía su respiración volverse inestable, no sabía que otras sorpresas le deparaba la tarde, así que sin más llego a su oficina encontrando esta abarrotada de guardias, posiblemente desconfiando del recién llegado, cuando entro y miró de quien se trataba se quedó sin habla.
Llevaba una armadura negra con plata, su cabello castaño brillaba al igual que su sonrisa, sus ojos se abrieron por la sorpresa. —¡Jung Hoseok!
El general saludo con una reverencia. —Mi rey, he venido a ayudarlo.
Creo que me estoy yendo rápido.
💚
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