40
SeokJin se encontraba sentado cerca de la ventana, la noche había arribado antes, como en cada invierno, suspiró sintiendo sus manos heladas, JiYong le dijo que mientras las cosas se aclaraban él tenía que permanecer en el castillo, la derrota era palpable en su corazón, porque lo que él más deseaba era alejarse de ese lugar.
Subió las piernas al haciendo rodeando sus rodillas con los brazos y descansando la cabeza entre estas, los abrumadores recuerdos de un pasado feliz y doloroso se hacían presentes, las paredes de esa habitación tenían secretos que contar y él no estaba seguro de querer escuchar.
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—Jin ¿Qué tanto me amas? —preguntaba con una sonrisa en el rostro.
Él se mantenía quitando los adornos que llevaba en el cuello, esa tarde tuvo que vestirse con formalidad al hablar frente a los miembros del consejo. —Te amo tanto como el sol ama el cielo.
—Eso es menos de lo que yo puedo amarte—dijo mientras se acercaba para ayudarlo a quitarse la túnica, una grande azul con bordados blancos y dorados, descubrió uno de sus hombros el cual beso con cariño admirando la calidez de la piel—. Me ha gustado tu porte ante la corte, ellos te admiran.
—No mientas—renegó—. Estaba tan asustado.
—Estuviste perfecto, de no llevar la corona diría que eres mejor rey que yo—rió cerca de su oreja—. Mi rey, sólo mío.
—Entonces déjame el puesto—suspiró mientras cerraba los ojos disfrutando sus la humedad de sus besos.
—Si algo me pasa Jin este es tu reino—dijo con seriedad.
Eso le hizo volverse y mirarlo a los ojos. —Nada te va a pasar Namjoon, yo estaré para siempre a tu lado para protegerte..
El rey sonrió y junto sus frentes. —Te amo y te necesito como las flores necesitan del agua para sobrevivir, eres mi todo
—Y tú el mío.
SeokJin levantó la vista mirando sobre su hombro el cuerpo tendido de su esposo, sollozó tapándose la boca con la mano para no hacer ruido, ahora lo comprendía, Namjoon nunca cambió su promesa.
DaHyun miraba la carta que llevaba en las manos, la letra de Rosé, diciendo que su huida era por el bien de su vida. Ella seco sus lágrimas, ¿Dónde estará? ¿Con quién? Sus manos temblaron, no podía decirle a nadie porque si la buscaban y la encontraban sería tomado como traición, ese era el momento de escapar, el rey estaba enfermo de gravedad, arrugó la carta entre sus manos, suspiró dolida. Algo no estaba bien, el extraño presentimiento en su pecho no se había aligerado, quería salir a buscarla, pero no podía y tenía miedo.
Jisoo entró hecha una furia a la sala del palacio, donde estaban reunidas, esperando noticias del rey, la miraron sin interés, cada una de ellas tenía sus propios problemas.
—¡Él no pude quedarse aquí! —grito molesta.
Ailee suspiró, en toda la mañana no había dejado de mirar a su hermana quien temblaba debido a su error, él rey no había muerto, sólo estaba inconsciente y sabía que su hermana rogaba al cielo que esa noche muriera. Ella no, la consciencia le carcomía, porque el hombre que amaba estaba en peligro, no había podido decir nada en aquel encuentro con su alteza, a quien respetaba y temía, era mucho más impactante en persona. Eso le lastimó, SeokJin era mejor que todas ellas juntas.
—Puedes callarte, no estamos de humor para soportarte—gruñó DaHyun limpiando sus lágrimas.
—¿Dónde está Rosé? —preguntó Ailee con el ceño fruncido.
—Escapo—susurró LeeHi, sus ojos estaban muy abiertos y perdidos.
Los ojos de la pelinegra se abrieron, sus manos comenzaron a temblar y su pulso e acelero. —¿A donde fue? —dijo con voz inestable.
—No lo sabemos, pero ¿Eso a ti que te importa? —respondió Dahyun con renuencia.
—Me importa porque ella pudo haber sido la traidora ¿No? —estaba nerviosa, sabía bien lo que había pasado con la chica, no creyó que su petición fuera realizada justo en ese momento.
LeeHi miró a su hermana alarmada, Ailee la tomó del codo para que no dijera nada, DaHyun se levantó caminando hacía Jisoo con la mirada repleta de odio. —¡Ella no es ninguna traidora! Si tu comienzas a esparcir rumores sobre ella, yo te juro que te aviento por la ventana.
—¿Amenazas a la favorita del rey? —preguntó con una ceja alzada.
—Oh cariño tú aquí ya no eres nada ¿No recuerdas que tu hermano el rey de ScarLanding volvió?
—Espero que ella haya muerto—susurró—. Junto a su bastardo—dejo atónita a DaHyun quien no pudo decir nada más porque Jisoo se dio la vuelta dispuesta a salir de ese lugar, necesitaba aire.
SeokJin había perdido todo el estilo, jamás creyó verse a sí mismo de esa forma, llevaba una túnica dorada, con un cinturón de tela roja y adornos en el cabello y cuello, sus manos se ocultaban en las amplias mangas, trago en seco, estaba vestido como la realeza, formal y brillante.
—Me alegra que aún te quede, hasta creo que has bajado de peso—señaló Irene, su dama y acompañante.
—Me veo ridículo—gruñó molesto.
—Te ves como el rey que eres—dijo con una sonrisa—. Ahora sal y has que ellos tiemblen por tu palabra.
Negó con una sonrisa, estaba listo y nervioso porque en los cinco años alejado del protocolo real creía haber olvidado como dirigirse al consejo, esa vez no estaría Namjoon para interceder por él, y estaba molesto por las dos veces que ellos quisieron encarcelarlo, sabía que no estarían nada contentos de saber que él estaba al mando. Salieron de la habitación, de inmediato pudo ver como los sirvientes hacían fila a cada extremo del pasillo, estos se inclinaban con respeto conforme pasaba, mantuvo la vista en alto y el semblante serio. Todos llevaban vestimenta negra, demostrando su dolor por la salud de su rey, caminó un largo camino, creyó que este nunca terminaría, el consejo se encontraba tras una puerta de madera rudimentaria, tallada por los mejores artesanos, los guardias abrieron estas a la par, dentro las sillas ya estaban ocupadas, formaban un círculo, a la cabeza de este se encontraba el trono, le sorprendió ver sólo uno, cuando él vivía con Namjoon los dos tronos estaban ahí ¿Jisoo no formaba parte del consejo? desecho esa idea, porque no era momento para pensar en su hermana.
Acompañado de sus guardias se sentó en el trono mirando a todos con un porte impresionante, trago en seco ¿Qué hacía ahí? Sus manos comenzaron a temblar de miedo, miró a Jackson quien le dio un asentimiento mostrando su apoyo.
—Mi señor—dijeron todos a la par inclinándose con respeto.
—Señores del consejo de ScarLanding—dijo con voz grave, estaba disfrutando mucho saber que ellos estaban molestos de verlo ahí— Su rey los saluda y abre la sesión.
Dejaron entonces de lado todo protocolo y comenzaron a pelear entre ellos, frunció el ceño, al parecer no estaban felices de ser el elegido para gobernar.
—Es una orden del rey—dijo Leeteuk con voz fuerte para hacerse escuchar.
—No lo creo—intervino Vernon —. Con todo el respeto que usted se merece su alteza, el rey dejo en claro su descontento con el matrimonio hace poco tiempo, no podemos creer que lo haya elegido para reinar, además de que este asunto me parece sospechoso, es inaudito como la salud del rey se ha deteriorado desde que ustedes se encontraron nuevamente...
—¿Estas infiriendo que soy el responsable del envenenamiento de mi esposo? —dijo con molestia agarrando con fuerza los bordes del trono—. ¡Es inaudito! Una falta grave que se me acuse de algo tan atroz. Pero a ustedes se les ha vuelto costumbre acusarme.
Vernon se inclinó. —Me disculpo, su majestad. Sólo estoy preocupado por el estado del reino.
JiYong bufó y se levantó. —Todos sabemos aquí que el tiempo en donde su alteza—dijo señalando a Jin con la cabeza—. Y nuestro rey compartían el castillo, no hubo persona en quien Namjoon confiara más que él, está estipulado con su palabra y sello que SeokJin está a cargo, hace dos semanas el rey renovó aquel decreto.
SeokJin abrió los ojos consternado ¿Hace dos semanas?. —Mi estadía en el castillo no debería figurar una amenaza para vosotros, yo que comparto la visión de mi esposo estoy aquí con el único fin de cuidar a ScarLanding ¿No es por eso que estamos aquí? nuestros ciudadanos necesitan un rey y yo estoy plenamente capacitado para cumplir como tal
DongHae sonrió ladino. —Yo estoy con usted mi rey, fue entrenado por el mismo rey y la reina para este trabajo, además compañeros esto es hasta que Namjoon pueda retomar sus actividades.
—¿Y si ya no puede hacerlo? —preguntó SeunGri con una ceja alzada—. Debemos ver la posibilidad de una próxima elección, el rey no tiene linea de sucesión, si esto no resulta debemos ver quien ocupará su lugar.
—Ese discurso es mezquino—dijo SeokJin con la voz temblorosa evitando ver a ese hombre—. Nuestro rey, mi esposo no esta en condiciones de reinar, pero el médico real ha dicho que mejorará —mintió porque el médico había dicho todo lo contrario—. No es momento de hablar de esto—dijo apretando la mandíbula—. Los convoque aquí porque necesito avisarles lo que haré.
—¿Y qué es eso mi señor? ¿Qué planea hacer? —preguntó ShinDong curioso.
SeokJin se enderezó en el trono sonriendo. —El que fue el harem y ustedes mis señores, están bajo sospecha de traición por el envenenamiento del rey Kim Namjoon.
Todos en la sala se quedaron quietos mirando al rey quien los observaba con dureza, se miraron entre sí, habían creído que Kim SeokJin no era una amenaza, pero se equivocaron. Esa era su venganza, no era débil y si Namjoon confió en él, no lo decepcionaría.
Hola amores de mi vida tengo dos anuncios❤️
1.-Para el próximo capítulo hay una sorpresa la cual les voy a explicar, espero que no me maten
2.-Acabo de terminar un ff corto sobre el Taekook que se llama a mi pequeño ángel por si gustan leerlo y decirme que les parece
Ya subo el otro, Gracias. ❤️
💚
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