El clima estaba decayendo, las primeras nevadas ya habían dejado en un manto blanco a las montañas y la parte más profunda del bosque, pero, ese día, habla sol, lo cual alegro el palacio, ya que recibirían a los reyes de las praderas, ChanYeol y Baekhyun llegaron aquella mañana junto a una hermosa niña de seis años, la princesa Sowon, que reía mientras corría detrás de sus dos primos, Taehyung preparó todo para una merienda en los jardines, sonreía de oreja a oreja debido a su hermano, quien ahora estaba esperando a su segundo hijo.

—Tienes una luz radiante, te sienta muy bien.

Baekhyun le sonrió de vuelta. —Gracias cariño, tú también te ves increíble, recibí tu carta y me preocupé, el invierno se acerca y yo no deseo que caigas nuevamente enfermo.

—Bueno, eso es algo que no siempre se puede evitar, pero soy más fuerte ahora que antes, no tienes de qué preocuparte.

—Hoy hace un clima excepcional, me sorprende.

—Es el calor antes de la frialdad del invierno, no veremos muchos días como este—suspiró pesadamente—. ¿De qué estarán hablando?

Ambos miraron a ChanYeol y a JungKook quienes hablaban de forma sería a unos metros de distancia, se habían encerrado en la oficina y apenas regresaban para tomar el almuerzo.

—No lo sé, últimamente ChanYeol está preocupado por los avistamientos de personas extrañas en las fronteras, algunos barcos se acercan desde la costa, son desconocidos, pero, lo ponen nervioso.

—¿Estarán abriendo una nueva ruta para transportar mercancía?

—No lo sé, posiblemente sea así, pero, ChanYeol también tiene en cuenta que si quisieran invadir el reino, entrar por las praderas sería una forma de hacerlo.

Taehyung hizo una mueca. —Pero, no todo el mundo sabe eso. Sólo pocas personas son capaces de saber esas rutas.

—Sí, eso es lo extraño.

Taehyung recordó las teorías de JungKook, dónde le confesó que muchas cosas que sólo Namjoon sabía estaban sucediendo, le parecía extraño, una casualidad que no podría estar ocurriendo, era más y eso le causó un escalofrío, ¿Y si realmente era una señal como Jungkook pensaba? Estarían ante algo peligroso, algo que deberían investigar.

—Lamentamos la tardanza—dijo ChanYoeol con una inclinación de cabeza.

JungKook hizo el mismo gesto, y sonrió a Taehyung al verlo, se sentó a su lado y espero a que les sirvieran la merienda.

—¿Terminaron sus pendientes? —preguntó Tae con una sonrisa.

—Sí, nos hemos puesto al día su alteza—asintió ChanYeol.

—Eso es bueno, le decía a Baekhyun que han llegado en un momento excelente, es el día más caluroso del Norte antes del crudo invierno.

Baekhyun sonrió. —Se siente bien, prefiero los días así, lo siento, pero no creo acostumbrarme al frío.

—Cuesta hacerlo, antes lo odiaba, pero, ahora realmente me gusta, aún si enfermo.

De reojo vio una ligera mueca en JungKook, aún estaba tratando de averiguar por qué este estaba tan asustado por su salud, le incomodaba, pero al menos los sirvientes y personal del palacio no lo miraban con pena o como si se fuese a romper por completo.

—Entonces, creo que debes recibir muchas atenciones de su majestad, para que no enfermes—sonrió Baekhyun aligerando el ambiente.

—Esa es una buena idea ¿Por qué no se me había ocurrido antes? —rio por lo bajo.

JungKook bufó. —Dios, no creo que haya doncel más consentido que tú, haces conmigo y con todas las personas del palacio lo que quieres.

—Es verdad—rio animado.

—Taehyung tiene ese efecto en las personas, no creo que exista alguien que llegue a odiarlo, es un ángel.

—Ambos son donceles maravillosos cariño—dijo Baekhyun tomando su mano.

—Sí, a pesar de todo lo somos—asintió Baekhyun con un suspiro.

Empezaron a merendar con tranquilidad, Taehyung se sentía bien, pero aún estaba curioso de algunas cosas.

—¿Todo bien en el reino? —preguntó a ChanYeol. Aunque el protocolo decía que él no debía meterse en esos asuntos, JungKook nunca lo había reprendido por hacer preguntas.

—Sí, las cosas han mejorado, los avistamientos de extraños en el bosque han parado, fuimos advertidos a tiempo.

Taehyung hizo una mueca. —Sinceramente creí que esa era información falsa, sabiendo de quién venía.

—Jamás voy a defender a nuestro padre, pero, hizo bien en avisar—dijo Baek con seriedad.

—Sólo lo hizo porque necesitaba protección, no debería estar por ahí.

Taehyung se había enterado por JungKook que su padre regresó con información sobre algunos avistamientos extraños en el bosque donde claramente había estado escondido, al parecer lo atacaron y necesitaba ayuda para mantenerse a salvó, peleó con JungKook cuando le dijo que era mejor que lo encerrará, este no quiso hacerlo, pero lo mantendría vigilado.

—Si bien, Namgil, ha sido una persona con deshonor, el trato que hicimos con tal de dejarlo en libertad nos puede ser de ayuda, está al pendiente de la que puede suceder ahí.

Taehyung miró a JungKook con una mueca. —Hasta que vuelva a traicionar, no confío en él.

—No creo que lo haga—dijo Baek interrumpiendo la furia de Taehyung—. Ambos sabemos que él volvió porque quería que alguien le salvará el pellejo.

—Me avergüenza que sea mi padre, después de todo lo que hizo—miró a su hermano—. Lo que nos hizo.

—Dejemos de hablar de eso—sugirió Baek con una mueca—. No es el día, disfrutemos, porque entrado el invierno, no podré visitarte.

Taehyung suspiró. —Lo lamento, no quisiera incomodarlos, tienes razón, es un buen día como para arruinarlo.

Bajo la mesa, JungKook tomó su mano y la apretó ligeramente, eso le hizo calmarse un poco, se relajó, hasta el punto de disfrutar la visita de su hermano, de reír y beber, todo estaba bien, era una calma que disfrutaba y deseaba que todo permaneciera de esa manera.

JungKook regresaba de una tarde de cacería en el bosque, sus hombres estaban descargando los venados que habían logrado cazar, era importante hacerlo, ya que el invierno se acercaba, bajo de su caballo, dejando que lo llevarán a las caballerizas, entró por la puerta trasera del castillo, estaba cansado y no prestaba atención, choco contra uno de los mensajeros reales, este al darse cuenta, cayó de rodillas disculpándose, dejando caer lo que llevaba en las manos. JungKook suspiró y se agachó para ayudarlo.

—Lo siento mi señor...

No le prestó atención, miraba la carta que tenía en las manos, no había sello real, simplemente una caligrafía que reconocería dónde fuera, no lo vería extraño, de no ser por el nombre que tintaba el sobre.

—¿A dónde llevabas esto? —preguntó con seriedad.

El mensajero bajo la mirada nervioso, JungKook se levantó, poniendo de pie al mensajero, tomándolo con fuerza del hombro.

—Habla.

—Estás cartas van a la frontera, mi señor.

—¿Cuántas cartas como está has llevado? —soltó con la voz contenida.

—No...no recuerdo.

—Vete—dijo molesto, camino con dureza, abriendo la carta en el camino, una que estaba dirigida a Bogum..

Bogum...

Entiendo tu desesperación por salir de ahí, no puedo imaginar lo que estás pasando, de alguna menta me siento responsable, pero, no puedo resolver las cosas tan fácilmente, JungKook no quiere tocar el tema, lo he intentado, te pido que tengas paciencia, te dije que te sacaría de ahí y es lo que haré, tendrás una vida diferente, es algo que prometí. Cuídate y mantente sano hasta entonces.

Jeon Taehyung...

Gruñó, apretó en su mano la carta y dio largos pasos escaleras arriba, no podía controlarlo, estaba enfurecido, no podía creer que Taehyung estuviese hablando con aquel hombre, no después de lo que había sucedido, eso lo encendió, no le gustaban los secretos, jamás le habían gustado, menos si provenían de su esposo, no desconfiaba de él, pero, era tan inocente, que alguien podría aprovecharse, como aquel vil hombre.

Entró a la sala privada de su esposo, ahí estaba él, sentado tomando el té.

—¡Salgan! —dijo con frialdad a los sirvientes, quienes salieron de inmediato.

Taehyung le miró confundido, levantándose para ir con él, pero JungKook lo detuvo, lanzando la carta al piso entre ellos, Taehyung palideció, por un momento pensó que caería al suelo de la impresión.

—¡Explica esto! ¿Desde cuando te has estado mandando cartas con ese hombre?

Taehyung boqueo, hacía mucho tiempo que ellos no peleaban, que él no le hablaba de esa forma, pero, no podía controlarse.

—¡Habla Taehyung!

—Jungkook no es lo que crees—susurró con voz temblorosa—. Él me mandó una carta, diciendo lo mucho que odia estar en ese lugar, que es horrible y que había pensado en sus errores, que quería enmendarse, y me pidió ayuda para sacarlo de ahí, yo...trate de hablar contigo de eso muchas veces, pero jamás quisiste escuchar.

—Bueno, es que nunca comenzaste con la información correcta, nunca me dijiste que estabas hablando con él.

—No quería ocultarlo, pero, sabía que te molestaría.

JungKook bufó. —Y si sabías que esto me iba a molestar ¿Por qué lo hiciste? ¿Sabes lo peligroso que es esto? Si alguien se entera tu reputación será manchada, pensaran que estás siendo infiel.

—¡Yo jamás te sería infiel, jamás tendría a otra persona en mi vida!

—Si no era nada malo, entonces, no entiendo por qué ocultarlo.

—No ibas a escucharlo, y yo...estaba preocupado por él. Aunque de equivocó, fue un buen guardia, siempre comprometido, quiere una oportunidad y me siento culpable, por mi culpa está ahí.

—¡Está ahí por traición Taehyung! Por hablar para manchar tu honor ¿No lo entiendes? La gente empezó a dudar que BeomGyu fuese mío debido a su boca.

Taehyung boqueo. —Lo siento, no hice nada malo, lo prometo, puedo enseñarte las cartas.

—Confío en ti, pero, eso no quita el hecho de que me ocultaste esto. Tienes prohibido hacerlo, si lo vuelves a hacer, voy a despedir a toda tu corte por guardar silencio, sean o no cómplices, además de que tendrás prohibido mandar cartas sin que alguien de mis hombres las revise. Él no volverá, ¿Entendiste?

—Jungkook...

No dijo nada, salió de ahí, dejando a Taehyung al borde de las lágrimas, estaba molesto y JungKook no confiaba en sí mismo cuando eso sucedía. En el pasado habría explotado, sin pensar en herir a Taehyung, pero no quería hacerlo, así que hizo lo que creyó que era lo mejor, se alejó, no hablaba con él. Estaba en la oficina la mayor parte del tiempo atendiendo asuntos pendientes o bebiendo, en la cena, ayudaba tener a los niños ahí, hablando hasta los codos de cualquier cosa. Llegaba tarde a la cama, cuando él ya se había dormido, y aunque Taehyung trataba de hablar con él, sólo respondía con monosílabos, no más.

Fueron días de silencio y lejanía, no le gustaba, pero, tampoco estaba feliz, no podía creer que Taehyung le haya ocupado algo así, pensaba que su relación había avanzado hasta un punto dónde ambos se apoyaban y podían hablar de cualquier cosa sin recriminar, pero, por otra parte también podía comprender por qué se lo ocultó, el simple hecho de escuchar el nombre de Bogum le llenaba de rabia, una guiada por los celos, lo odiaba por ser quien estuvo cerca de ganarse el afecto de Taehyung, quien ocupó su lugar cuando era un completo infeliz.

Estaba tan molesto, que esa noche después de terminar sus pendientes fue al cobertizo de armas, necesitaba su espada para entrenar solo un poco, despejar su mente enferma de celos, el frío le quemaba el cuerpo, pero estaba bien, le gustaba esa sensación de estar entumecido, tomó una espada y se volvió.

—Vete Taehyung.

Taehyung estaba recargado en la puerta y negó. —Nos he encerrado aquí, y antes de que empieces, tenemos que hablar, no puedes seguir huyendo de mí.

—No estoy huyendo de ti.

—Sé que estás molesto, en verdad no creí que fuese tan malo lo que estaba haciendo, sentí lastima por él, cuando estaba aquí, fue un buen amigo, antes de que todo se complicara. Me sentí mal de saber que estaba pasándola tan mal, me dijo que quería una familia, y quise ayudarlo, lo lamento, jamás volveré a ocultar algo así, quiero que sepas que no fue con dobles intenciones, por favor, no dudes de mí.

—Taehyung, a veces eres tan inocente, las personas pueden aprovecharse de eso, no confío en él, lo siento, pero, no te quiero cerca, no me gusta que tengas contacto con esa persona, sabiendo lo que hizo, me siento molesto.

—No lo haré—susurró, podía ver en sus ojos la tristeza—. Pero no te alejes de mí, por favor, te extraño.

JungKook tragó en seco, al ver sus ojos azules apagados hizo una mueca, no quería verlo triste, le dolía hacerlo sentir mal, suspiró pesadamente desviando la mirada.

—Me alejé porque no quiero lastimarte, estoy tan molesto, que siento que puedo decir algo que te herirá, es mejor tomar distancia.

—Pero, yo no quiero.

Se acercó, JungKook dio un paso adelante, era como una atracción invisible que trataba de mantenerlos cerca, Taehyung rodeo su cuello con sus brazos y se acercó a sus labios, él tomó su cintura.

—Di que me perdonas.

Rio por lo bajo. —Estás bastante seguro de tus encantos.

—Sí, lo estoy, no puedes resistirte a mí, vamos, perdóname.

JungKook bufó antes de besarlo, un beso intenso, cargado de deseo y necesidad, porque bastaron unos pocos días para hacerlo sentir sediento de sus labios, Taehyung gimió entre sus labios, y JungKook acarició su cuerpo, llevando sus labios a su cuello.

—Vamos al castillo, a nuestra habitación.

—No, Kook no creo aguantar a llegar ahí, te deseo ya.

—Hace frío.

—Cúbreme con tu cuerpo entonces.

Eso fue suficiente para él, más tarde podría arrepentirse por su irresponsabilidad, se quitó la parte de arriba de su traje y lo lanzo al suelo, hizo lo mismo con sus pantalones y ropa interior, después ayudó a Taehyung a desnudarse, su piel pálida debido a la poca exposición del sol le hizo jadear, se sentó sobre sus ropas y lo sentó en su regazo, beso todo su cuerpo, escuchando sus jadeos que sólo lo invitaban a avanzar, entró en su cuerpo, que era su hogar, el lugar donde quería permanecer toda su vida, Taehyung lo cabalgó sin dejar de mover sus caderas de una forma que le volvió loco.

—Di que eres mío—gruñó contra su cuello.

—Soy tuyo, para siempre, todo tuyo—gimió restregando su cuerpo.

Era una explosión de sentimientos, no creía que algún día podría cansarse de eso, o tener suficiente, no podía, porque lo amaba y lo deseaba y el miedo que sentía de perderlo, sólo podía sentirlo por él, porque no había nada más que importara, lo abrazo a su cuerpo, sosteniendo su orgasmo, lo recostó sobre la ropa y dio estocadas fuertes para buscar su propia liberación.

—Lléname.

JungKook gruñó, no había llegado dentro de él desde que mejoró, pero, lo suplicaba de una forma tan atroz que no pudo contenerse, se empujó dentro llenandolo por completo, mordiendo su labio inferior y jadeando. El doctor había asegurado que Taehyung jamás podría volver a concebir, por lo que no estaba preocupado. Se recostó en su cuello, dejando que sus caricias en su cabello le relajarán.

—No me gusta estar peleados—susurró Taehyung.

—Si después será así, bueno, tal vez pelear de vez en cuando no esté mal.

Taehyung soltó una carcajada. —Eres un lujurioso.

—Tú tienes la culpa, siempre la tienes. Esos ojos son irresistibles.

—Te amo. Gracias por no alejarte más.

—Me encerraste aquí. Estoy seguro de que no me dejarías alejarme.

Taehyung rio y lo beso en la cabeza. —Jamás dejaré que te alejes JungKook.

Capitulo lindo antes del dramon que se viene. Jajaja 🤍