Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

53

Jimin miraba la pared de su celda, no había podido dormir en días, mucho menos comer, pensaba y sus pensamientos estaban siendo un lugar frío y cruel, se culpaba por todo lo que estaba sucediendo, por haber confiado en una persona que ahora le estaba causando mucho daño, no sabía cómo iba a sobrevivir a aquello, ya no tenía ganas de intentarlo, le pesaba en el alma, se sentía triste y desolado, como si nada en el mundo importaba, ya nada tenía sentido, porque dentro de él estaba seguro de que nunca volvería a recuperar el amor y la confianza de Yoongi.

Ahora no tenía la excusa de estar salvando a su hermano, no podía argumentar en contra de lo que Eunwoo decía, porque a los ojos de todo el mundo era un adúltero, había fallado a sus votos, incluso si él no hubiera hecho nada, la incertidumbre le costaba toda la noche en vela, estaba seguro de que sería condenado, entonces ¿Qué pasaría con sus hijos? ¿Ellos crecerían creyendo que era una mala persona? O ¿Qué pasaría con Yoongi? ¿Algún día volvería a abrir su corazón y confiar? Lo dudaba, él había obtenido lo más preciado de su rey, su amor incondicional, era cierto lo que decía, cada palabra, Yoongi lo hubiera ayudado.

Entender eso, era como recibir un golpe fuerte y letal, Yoongi lo había lastimado en el pasado, pero, a partir del momento en que ellos decidieron seguir juntos y empezar de nuevo, siempre le mostró, con acciones y palabras lo importante que era, lo mucho que le amaba, no había capricho que no le cumpliera, si él hubiese hablado de sus inseguridades y miedos, Yoongi sin pensarlo habría hecho algo por él, entonces, ¿Por qué fue tan difícil acercarse a él? ¿Por qué las palabras de Eunwoo tomaron mayor peso que las acciones de su esposo? Estaba tan confundido, tan avergonzado de sí mismo, que no tenía una respuesta clara. Era un desastre.

Encima de todo eso, estando encerrado y con miedo, comenzó a sentirse mal, casi ríe toda la noche por la ironía de la vida, por su suerte, conocía muy bien su cuerpo, ya había pasado por esto, así que no le quedaba duda, y cuando recibió al médico y este le miró con terror, supo que su situación estaba a punto de empeorar.

Le costó volverse a la puerta cuando escuchó el chirrido, pisadas fuertes que entraron, y un escalofrío que le recorrió por completo todo el cuerpo, se quedó quieto, como si pensara que si no se movía, nadie lo vería, era estúpido pensar que podía escapar, no tenía un lugar a dónde ir, así que, resignado, se volvió a encararlo, sin ser capaz de mirarlo a la cara, sólo observó sus manos, como si no hubiera nada más interesante en el mundo.

—¿Lo sabías?

Su voz era fría, experimentó otro escalofrío, que recorrió su cuerpo entero, quería llorar, había llorando mucho esos días.

—No, no lo sabía. Pensé que no pasaría.

Miró entonces a Yoongi, podía sentir su tensión, él estaba viendo a la nada, ni siquiera le regresaba la mirada, eso le hacía sentir aún peor, el desprecio de quién amaba era su peor castigo.

—Esto no está bien, puede arruinar todo.

—Sí se enteran, pensarán que es suyo, pero no lo es, lo sabes ¿Verdad?

Al principio no contestó nada, se quedó mirando a la pared, Jimin esperaba con un nudo en la garganta, lo vio suspirar y asentir.

—El problema no es ese Jimin, el problema es que no hay forma de comprobarlo.

—Esa no fue la pregunta que te hice.

Yoongi por fin lo miró, sus ojo eran más oscuros que de costumbre, también más fríos, daba miedo, cualquiera que le observará podía ver qué estaba molesto, pero él, que había aprendido a leerlo, vio desesperación y tristeza, una profunda tristeza, jamás lo había visto tan miserable y destrozado.

—He hablado con el doctor, no tienes mucho tiempo, te calcula pocos meses, menos de tres, tú última revisión no fue hace mucho, así que, hará una interrupción, nadie lo sabrá.

—¿Qué? ¿Estás hablando de perder al bebé?

—Sí—dijo con firmeza—. Es lo mejor que podemos hacer, esto va a complicar el juicio, ellos te van a comer vivo.

—No lo haré—susurró—. Tú ni siquiera deberías estar sugiriendo esto.

—¿No es lo que querías? —soltó tajante sin dejar de mirarlo—. Tú ya no querías tener hijos, te estoy dando la salida más fácil, una que nos ayudará a no perder este juicio.

—No es lo mismo—negó.

—¿Qué diferencia puede haber?

—No Yoongi, una cosa es que yo no quería tener hijos, por decisión propia y otra muy diferentes es no tenerlo por lo que ellos pueden pensar.

Yoongi gruñó, caminó de un lado al otro, con firmeza, parecía que estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

—No hagas esto, no seas malditamente terco, entiende que no es el momento, estás en una celda esperando a ser enjuiciado por adulterio.

—Si hago eso, entonces, tú siempre vivirás con la duda, lo sé.

—¿La desconfianza no fue la que nos trajo aquí?

—Tú no crees que es tuyo. Tú piensas que me he acostado con él ¿No es así? Si acepto terminar con esto, entonces siempre tendrás dudas, nunca vas a sacarlo de tu mente.

Yoongi le miró de golpe, y comenzó a reír, era una risa desesperada, empuñó las manos.

—Perdón por lo que diré, pero Jimin, eres un tonto—dijo con dolor en su voz—. Eres un tremendo tonto.

—Ya sé que lo soy, pero, no soy mentiroso.

—Tienes que hacerme caso, no estaba bien, si alguien se entera, entonces, vamos a perder la única oportunidad que tenemos para sacarte de aquí siendo inocente, deberé de tomar otra salida y morirán muchas personas ¿No lo entiendes?

—¿Me vas a obligar a hacerlo? —susurró con molestia.

—Eres un estúpido Jimin—soltó negando, podía sentir su enojo a kilómetros de distancia—. ¿Cuándo jodido te he obligado a algo? Jamás lo he hecho, nunca Jimin, pero, sigues viéndome como la maldita persona que puede ser cruel y obligarte a hacer algo que no quieres ¿Verdad?

—No, no es así...

—¡Lo es! —lo cortó de una—. ¡Te estoy dando lo que querías, una salida! Y yo termino siendo el malo.

—¡No confías en que es tú hijo!

—¡Cállate! Alguien puede escucharte—gruñó—. Jimin...si las cosas hubiesen sido al revés, también estarías volviendote loco de los malditos celos.

—No te engañé.

Jimin estaba desesperado, no sabía cuántas veces había dicho aquello, asegurando que jamás podría serle infiel, no podría dejar que nadie más lo tocará, pero Yoongi no parecía entenderlo de esa forma.

—Hay diferentes formas de engañar.

—¿Qué? —preguntó confundido.

—Hubiera preferido que te acostaras con él—confesó con una mueca en el rostro—. Que no formarán una conexión, pero, fue al contrario, confiaste en otra persona, la quisiste, dejaste que se metiera en tu mente y en tu ser, hasta el punto que te hizo dudar de todo, y también de mí, le diste mi lugar Jimin, yo soy quien debería ser tu lugar seguro, en quien debiste confiar y creer, pero en vez de eso estamos aquí y sigues cuestionando lo que hago, pensando que te voy a condenar o lastimar.

—Yoongi no es así, yo...es complicado, no quiere decir que no te ame o confíe, es sólo que, me daba miedo decirte las cosas y hacer problemas.

—No creo que pudieran ser más grandes que este—suspiró—. Te estoy dando una opción que va a beneficiar esto, piénsalo bien.

Yoongi se dio la vuelta, dispuesto a irse, pero, la presión en el pecho de Jimin creció, no quería verlo partir, después de escuchar lo traicionado que se sentía.

—Yoongi...

—Oh, algo más—dijo sin mirarlo—. No dude de ti, sé que es mi hijo, pero, no deja de ser complicado, no te pido que hagas algo que no quieres, sólo piensa bien en las consecuencias.

—Yoongi—susurró ahora más necesitado, estaba cansado de esa lejanía, harto de estar solo con sus pensamientos negativos y el miedo—. Por favor, quédate conmigo, no te vayas.

Yoongi se detuvo, se volvió recargándose en la puerta y le miró, sus ojos estaban cansados, se veía que no había dormido en días, al igual que él, ambos estaban sufriendo, Jimin se acercó y lo abrazó, rodeó con sus brazos su cuello y se pegó a su pecho, cerró los ojos al oler el aroma de su piel, tan característico y reconfortante. Yoongi tardó unos momentos hasta que lo rodeo con sus manos, escondió la cabeza en su cuello y aspiro con fuerza, parecía que había recuperado el aire después de mucho tiempo.

—No dejes de amarme, te lo suplico.

—Eres un tonto Jimin—suspiró separandose para mirarlo, tomó sus mejillas y lo besó.

La principio pareció ser un beso suave y dulce, pero se volvió en algo más dominante, Yoongi lideraba el beso con ímpetu, Jimin no se había dado cuenta en lo tanto que había dañado su ego hasta ese momento, dónde sintió toda su furia, no era cruel, pero sí apasionado, Jimin tembló entre sus brazos, busco con sus manos más de su piel, más de su rostro y no dejaba de acercarse, queriendo estar lo más cerca posible, casi metiéndose en su piel, jadeó cuando los besos se volvieron a su cuello. Jimin jadeaba con deseo, era más de lo que su cuerpo podía soportar, Yoongi le quitó el pantalón y lo bajo hasta sus tobillos, después tomó su pierna derecha e hizo que la acomodara en su cadera, no supo en qué momento se desabrochó su propio pantalón, pero, en menos de treinta segundos su cuerpo ya estaba recibiendo su dura erección, lo penetró con fuerza, agarrándolo del trasero, dando estocadas duras y fuertes, Jimin lloraba del placer, mientras el rey mordía con agresividad su cuello, dejando una marca amoratada, Yoongi estaba molesto, parecía que quería marcar su cuerpo por completo, como un animal, las estocadas le dejaban temblando, no aguanto mucho cuando el orgasmo le atravesó por completo, este, siguió dándole duro, hasta que se corrió en su interior, las lágrimas de Jimin recorrían sus mejillas, no sentía dolor, era abrumador todo lo que su cuerpo estaba experimentando.

Yoongi bajo su pierna y lo tomó con fuerza de las mejillas, haciendo que le mirará, sus ojos duros se relajaron y junto sus frentes, no dijo nada, sólo dejo que sus respiraciones se mezclaran, antes de separarse para acomodar su ropa.

—Vístete.

Fue una orden directa, Jimin como pudo se puso el pantalón, sus piernas parecían gelatina, aguanto la respiración, y Yoongi tomó su mano y lo llevo a la puerta.

—¿Qué haces?

No obtuvo respuesta, Yoongi golpeó la puerta dos veces y está se abrió, el guardia les miró con seriedad.

—Mi señor.

—Ustedes dos acompañenme. No hablen.

Salió llevando a Jimin a rastras, era la descripción perfecta, porque no podía moverse con agilidad, no sentía sus piernas, lo llevo escaleras arriba, saliendo del calabozo, estaba preocupado, no era la forma correcta de actuar, se trataba de un prisionero, llegaron a un pasillo que conocía muy bien, hizo una mueca cuando abrió la habitación en la que había estado cuando fue cautivo años atrás, la primera de ellas, el recuerdo lo golpeó con fuerza, Yoongi lo soltó.

—Haré que te suban agua para que tomes un baño y ropa limpia, también algo ligero de comer, hazlo.

—Vas a meterte en problemas con el consejo.

—Sé como manejar esto, lo que sea que escuches de mí, que no venga de mi boca no lo tomes a mal, tendré que ser duro y cruel con mis palabras para hacer que permitan que te quedes aquí.

Jimin asintio inseguro. —¿Me puedes decir que me amas?

Yoongi apretó la mandíbula y se dio la vuelta. —Te voy a sacar de aquí Jimin—dijo como una promesa, después salió.

Lo dejó solo, Jimin se sentó en la cama antes de sollozar con fuerza, porque se sentía desolado, quería a Yoongi, necesitaba sus brazos, lo quería dentro de él, amándolo. No le había desagradado la forma en la que habían intimado, fue buena, pero, prefería los besos dulces y las caricias tiernas, Jimin lloró al sentir que no vería esa faceta de su esposo en mucho tiempo.












—No puede hacer eso, mi señor. El consorte tiene que estar encerrado hasta el juicio.

Yoongi miró al consejo con seriedad. —Tengo necesidades, muchas, y Jimin me ayuda en eso, no es nada que pueda interferir en el juicio, necesito descargarme y la ley me limita a hacerlo sólo con él, que sigue siendo mi esposo, no quiero tener que estar en ese asqueroso lugar, necesito limpieza y que él también este limpio y dispuesto para usarlo.

La forma de hablar era despreciativa, pero era la única forma de hacerlo, para que ellos no vieran nada sospechoso, sólo un rey, ejerciendo su poder. Los miembros del consejo se miraron y asintieron.

—Está bien mi señor, pero, no puede estar mucho tiempo en esa habitación.

Yoongi apretó la mandíbula, quería sacar su espada y matarlos uno a uno, pero, se abstuvo a simplemente asentir, suspiró mirando a los demás. Su madre le observó con seriedad.

—Yo también hablaré con Cha Eunwoo—dijo está con voz firme.

—Hazlo—susurró Yoongi—. Todo lo que dice es mentira y se va a descubrir esto.

—Esperemos hijo—sonrió con tensión.

Yoongi no comprendía la reacción de su madre y lamentablemente estaba empezando a desconfiar de ella.

Muy a pesar de lo dicho en el consejo, Yoongi regresó a la habitación, una que le traía malos recuerdos, entró observando a Jimin en la ventana, mirando a la nada, este al escuchar, se volvió y le sonrió con tristeza, se estaba conteniendo, pero, sólo quería abrazarlo y decirle que todo estaba bien, pero su orgullo se hallaba aún muy herido.

—No puedo estar mucho tiempo aquí, lo único que puedo decirte es que accedieron a qué te quedes.

—Gracias.

—Sobre lo otro, debes pensarlo bien, no estamos en una buena posición.

—No hay nada qué pensar. No lo haré.

—Yo no quiero a ese bebé Jimin.

Los ojos de Jimin se volvieron más melancólicos. —Está bien, yo lo quiero y eso es más que suficiente.

—Será humillante para mí, si esto se descubre y Eunwoo dice que es suyo, me va a hundir, jamás podré amarlo. Por favor, piénsalo.

Jimin asintio bajando la mirada. —Lo pensaré, pero, hice todo para que esto no sucediera, tome muchos tés y baños especiales para no quedar en estado, si este bebé está aquí es por algo y...

—Esas son estupideces, quita ese pensamiento mágico de tu mente, nos estás condenando.

—Yoongi, no seas cruel, tu no eres así.

—Siempre he sido así Jimin, menos contigo—suspiro antes de darse la vuelta y abandonar esa habitación.




Se pone cada vez más tenso ¿No? Gracias por leer, no se olviden comentar mucho bbs 🤍

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro