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52

La desesperación estaba llevándose toda la tranquilidad que había construido a través de esos años, dónde dejó atrás su personalidad cruel para ser mejor, todo lo hizo por Jimin, la persona que amaba y que ahora se encontraba bajo investigación por traición. Miró el retrato de su padre, aquella pintura que hacía que no pudiera olvidarlo, que le gritaba las palabras que acompañaron su formación, ¿Estaba cayendo debido a que estaba pasando por alto las traciones? Se negaba a creerlo, a borrar los reclamos de su madre, quien le miraba como si de pronto volviera a ser un niño, no quería pensarlo de esa forma, no estaba bien, él tenía que confiar en Jimin, pero ¿Cómo hacerlo cuando se sentía así de herido?

Habían pasado tres días desde el juicio y Yoongi se hallaba ocupado buscando información, hablando con personas clave, además de calmar los reclamos del consejo quienes le pedían parara y entregara a los acusados para ser ejecutados, no lo permitiría, aunque sentía que cada momento que pasaba le observaban con desaprobación y burla, no podía dejar que ellos tomaran el control, en ese instante más que nunca debñia demostrar que era un rey fuerte y capaz.

—Ustedes siempre estuvieron cerca de Jimin, pero de repente se alejaron, quiero saber la razón.

LuHan y KyungSoo estaban frente a él, podía ver el nerviosismo en sus rostros, tanto SeHun como JongIn estaban a su lado, evaluando sus respuestas y analizando la situación, todos estaban conscientes de que tenían que armar una estrategia, debían mentir de ser necesario, Yoongi estaba dispuesto a todo a esas alturas.

—Eunwoo no nos lo permitía—dijo KyungSoo con una mueca—. Comenzó a dejarnos menos tareas, ni siquiera nos llamaba si era necesario algo, decía que Jimin no se encontraba bien como para recibir a muchas personas, quisimos hablar con Jimin, pero era imposible.

—Jimin confiaba demasiado en Eunwoo—continuó LuHan—. Nos decía que era buen amigo y sirviente, que estaba bien con él y que nosotros podíamos ir a casa para estar con nuestros hijos.

SeHun suspiró. —Ustedes tienen que decir que Eunwoo los alejo de Jimin, lo cual es verdad.

—¿Crees que este bien recalcar el poder que tenía Eunwoo sobre Jimin? Eso no podría ayudarlo, al contrario, pensarían que aceptaba por la relación que tenían—negó JongIn.

Yoongi miró fijamente a los donceles. —Ustedes conocen bien a Jimin, quiero que sean honestos ¿Qué creen que sucedió? KyungSoo, habla.

—Jimin es muy inseguro—dijo este con melancolía—. No creo que se haya sentido parte de este castillo, después del nacimiento de los trillizos cambió, estaba distante, cuando se supo que los dos varones eran donceles y habló con la reina, Jimin se volvió más sensible, no sé lo que ella le dijo, nunca se nos permitió entrar con él, pero sus reuniones siempre lo lastimaban, fue peor cuando nacieron las mellizas, después de la visita de la reina Jimin lloró mucho, pero se guardó todo. Eunwoo uso eso, al principio él preguntaba mucho sobre lo que sucedía en el palacio, creo que esa información la usaba para manipularlo, jugar con sus inseguridades, estoy seguro de que le hizo creer que nadie más que él le comprendía.

Yoongi asintió con un nudo en la garganta, él no sabía nada de los encuentros de su madre con Jimin, a veces este le comentaba que había tomado el té con ella, pero jamás decía nada, siempre sonreía, nunca pudo hacerlo que hablara, y le dolía saber que deposito su dolor en una persona que se aprovechó.

—La última vez que vimos a Jimin fue el día que Eunwoo lo estaba reprendiendo Jimin, no sabemos la razón, nadie nos quiso decir nada, ni siquiera Nayeon lo sabía, ella fue desplazada a cuidar de los niños tiempo completo, también estaba molesta, nosotros creíamos que Jimin no nos quería cerca, que nos había dejado de lado por Eunwoo.

—Lo tenía muy bien planeado—dijo JongIn con seriedad—. Esto no fue algo que sucedió de repente, investigaré quien es y de donde viene, aparentemente no tenía familia, pero, nadie sabe realmente qué les pasó.

—Haz eso—asintió Yoongi, después miro a los donceles—. El día que se les llame para declarar, dirán lo que me dijeron, sin excluir el nombre de mi madre, usaremos eso.

—Tu madre tiene aún mucho poder en el consejo Yoong, no creo que sea buena idea.

—Lo es—asintió—. Si demostramos que Jimin estaba pasando por un momento difícil y que era presionado por tener un varón elegible para el trono aparte de Taehyun, tendremos una línea de acción, explicaría su miedo por quedar de nuevo embarazado, y estaba vulnerable para caer en las manipulaciones maliciosas de Cha, tanto que lo alejo de su compañía, puede funcionar.

SeHun asintió. —Hay que atar cabos, no podemos dejar espacios vacíos, creo que es momento de que hable con ellos, le sugiero que lo haga primero con el imbécil, así sabrá qué preguntarle a su alteza.

—Bien—se puso de pie—. Gracias por haber venido, nosotros les avisaremos cual es el siguiente paso.

Los donceles asintieron, KyungSoo miró al rey con tristeza. —Mi señor, disculpe la pregunta, pero, estamos muy preocupados. ¿Usted cree que Jimin saldrá ileso de esto?

Yoongi les miró fijamente antes de asentir. —Haré todo lo posible para que Jimin salga librado, si no puedo hacerlo de la forma correcta, no me da miedo usar mi espada para ello, mataría al consejo y a cualquiera que se interponga, podría hacer eso ahora, pero, no quiero atención negativa en Jimin, quiero mantener las cosas en bajo perfil.

—Gracias por responder—susurró LuHan con una reverencia de cabeza.

—Pueden retirarse.

Ellos se levantaron, hicieron una reverencia y salieron de la oficina, Yoongi se quedó con sus dos generales, estaba mirando a la nada, ellos lo observaban fijamente, entonces, caminó a la mesa de licores y tomó una botella, la cual bebió de la boquilla sin detenerse, dio largos tragos, cuando la bajo, JongIn puso una mano en su hombro.

—Sé que quieres ahogarte en la botella, pero Yoongi, no es momento de perder la cabeza, debes estar cuerdo para todo lo que se aproxima.

—Escucharlos, es como escuchar hablar de alguien completamente desconocido, Jimin jamás me mencionó nada, siempre sonrió y nunca me dijo sus miedos o dolores, siento que he fallado. No hay más culpables que yo.

—No, el único culpable fue aquel que se aprovechó de la vulnerabilidad de su alteza, no dudo que haya entrado en su mente, haciéndolo quedar a usted como el malo, tal vez fue él quien aumento esa desconfianza—dijo SeHun con seriedad.

—Vamos—dijo con voz sombría, los miró con seriedad—. Deténganme cuando crean que no pueda contenerme.

Los generales asintieron, lo siguieron a la salida, ellos no podían llegar a comprender lo que Yoongi sentía en ese momento, JongIn entendía en cierta medida los celos y el sentimiento de traición, él lo sentía cada que veía a KyngSoo formando una familia al lado de otra persona, aun lo amaba, aun lo deseaba y aún lo quería, pero, no era lo mismo, porque KyungSoo nunca fue suyo. 

El camino al calabozo fue lugubre, no había nadie alrededor, apenas estaba anocheciendo, parecía que cualquiera en el castillo había tomado la decisión de no cruzarse en el camino del rey, a estás alturas sabían lo que estaba pasando y se encontraban amenazados, nadie podía salir ni entrar, nadie podía decir nada sobre el juicio.

Un soldado hizo una reverencia antes de dejarlo entrar en la celda de Eunwoo, Yoongi entró, mirando al doncel que estaba recostado, al verlo, se sentó y le miró de forma apacible, como si no fuera un criminal, Yoongi lo odiaba y lo quería destruir, no lo soportaba.

—Cha Eunwoo—dijo con seriedad—. He de dar inicio a este interrogatorio.

—No diré más que la verdad señor—dijo con un tono de burla.

—Maldito hijo de puta, sé que estás mintiendo.

—¿De verdad cree eso? Lamento decirle, que todo lo que he dicho no es más que la verdad.

—¿Crees que te voy a creer sobre él? No, confío en Jimin.

—Pero, Jimin en usted no, ¿Por qué otra razón buscaría mis brazos para sentirse seguro y escuchado? Ambos sabemos que Jimin, no confía en usted, y jamás lo hará, yo fui quien le dio lo que usted jamás podrá darle y es eso lo que lo tiene tan desquiciado, ¿Me equivoco?

—Lo que yo veo, es simplemente a un estúpido que cree que es mejor que yo, pero, no es así, estás pretendiendo ser alguien que no eres, ¿No es patético? No dejas de ser un doncel inservible, alguien desechable, Jimin sólo te usaba como paño de lágrimas.

Eunwoo le sonrió. —¿Y cuántas veces acudió a usted? —preguntó con una ceja alzada—. ¿Alguna vez le dijo lo que sentía? No, porque Jimin no lo ama, Jimin me ama a mí, yo fui para él más de lo que usted ha sido, en meses yo hice lo que usted no pudo en años, ganarme su corazón, o dígame, ese día cuando hablaron ¿No fue él quién le dijo que no sabía si lo amaba? La realidad es que no lo ama, pero no sabe cómo decirlo. Le tiene miedo, y el amor y el miedo nunca irán de la mano.

Yoongi le observó por unos segundos, recordó entonces ese día, dónde Jimin, le había herido diciendo que no sabía si aún lo amaba, en ese momento, pensó falsamente que su esposo sólo estaba molesto, pero que recobraría la consecuencia y él le haría ver lo mucho que se amaban, sin embargo, escucharlo en boca de Eunwoo, le hizo darse cuenta de que Jimin, realmente había confiado todo en ese doncel, que prefirió hablarle sobre sus miedos, pensamientos y sentimientos antes de hacérselos ver a él, que lloraba en su hombro y recibía sus palabras de apoyo, un apoyo que tenía un doble mensaje, se dio cuenta por qué había sido tan sencillo para Eunwoo manipular a Jimin, y es que este estaba vulnerable, porque no se sentía feliz a su lado, esa era la dura realidad.

—Jimin jamás estuvo contigo, di la verdad.

—¿Le molesta saber que un doncel inservible como yo pudo meterse en la mente y la piel de su esposo?

Fue suficiente, para él ese interrogatorio no iba a llegar a nada, la sangre le hervía, fue ahí que decidió que no lo escucharía más, sentía la necesidad de liberar esa gran tensión que recorría su cuerpo, hizo puños las manos y se acercó, por un instante Eunwoo dejo de sonreír recibiendo el primer impacto en la mandíbula. Después de ese primer golpe, Yoongi, no pudo detenerse, podía sentir su piel bajo sus nudillos, nunca, en su vida había golpeado de esa forma a un doncel, pero el odio era tan grande que no podía controlarlo, salía de sus manos, pronto, sus puños blanquecinos de pintaron de líquido rojo, la sangre corría por sus dedos, quería acabarlo en ese momento, pero, las manos de JongIn y SeHun tomando sus brazos para separarlo le hicieron entrar en la realidad, por más que quisiera acabarlo en ese mismo instante, tenía que contenerse, porque primero debía probar la inocencia de Jimin.

Se alejó del cuerpo tirado en el suelo de piedra, su respiración errática, sus ojos inyectados de furia  observandolo como un cazador a su presa, Eunwoo apenas pudo mirarlo, pero, el desgraciado sonrió dejando caer al suelo hilos de sangre.

—Puedes matarme, golpearme hasta que te canses, puedes darme las peores torturas, pero, eso nunca va a cambiar el hecho de que él vino a mí, que confío en mí y que creyó en mí antes que a ti, mi recuerdo siempre será la sombra en su vida feliz, y lo sabes, porque no hay forma que puedas perdonarlo, tú no estás hecho para eso.

Esas palabras lo descolocaron por completo, miró con odio antes de salir, y tomar fuertes bocanadas de aire, JongIn a su lado negó.

—No dejes que entre a tu mente, es un embustero, Dios, nunca ví a alguien como él, sólo está jugando.

—Dame un pañuelo—dijo alargando la mano, SeHun le tendió uno, con el que limpio sus manos y su rostro—. Iré con Jimin.

—Espera Yoongi—JongIn trato de detenerlo—. No creo que sea buena idea, estás demasiado alterado, al menos déjanos entrar contigo.

—Bien, pueden entrar.

No se sentía seguro de sí mismo, no le haría daño a Jimin, no le pondría una mano encima, jamás había hecho eso y no lo haría en ese momento, sin embargo, sí podía decir algo de lo que se arrepintiera, necesitaba la cabeza fría, el guardia abrió la puerta, odiaba verlo en ese lugar, siempre lo odio, por eso, anteriormente lo mandó a una habitación a cumplir su condena, pero, ahora, lamentablemente no podía hacer nada hasta que no se esclareciera la verdad.

—Jimin.

Jimin estaba sentado en la cama, le miró desolado, en esos días, parecía haber perdido peso, tenía ojeras y estaba despeinado, apretó las manos y se acercó.

—Yoongi...—susurró con alivio, como si hubiese pensado que no iría a verlo.

—Eunwoo no va a negar nada, él mantendrá su postura hasta el final, seguirá diciendo que ustedes son amantes.

Jimin abrió en demasía los ojos y negó con lágrimas.

—Eso...eso es imposible...

—¿Imposible que él te haya hecho esto? No me digas que después de todo aún sigues confiando en él.

—No—negó—. No es así, es imposible que siga mintiendo.

—Es tú palabra contra la suya y sabemos que el consejo querrá escuchar lo que les conviene, por eso, quiero que me digas todo Jimin, que seas honesto con todo lo que pasó.

—Yo soy honesto, no he mentido.

—Quiero que me hables de tu relación con él, como empezó todo, desde el inicio.

Jimin suspiró pesadamente, Yoongi podía ver en sus ojos lo cansado que se encontraba.

—Él llegó para ayudarme a cuidar de las niñas, fue en el tiempo donde no podía ni con mi alma, al principio sólo era un chico más, amable y serio, no hablaba con nadie, era servicial, siempre estaba preguntando en qué podía ayudarme, un día hablamos, mientras yo alimentaba a las bebés, él me contó una parte de su vida, me dijo que era huérfano, que no tenía a nadie en el mundo, que había vivido solo desde los doce años, de alguna manera en eso éramos iguales así que empecé a ser más cercano a él, su historia me conmovió.

—¿Por qué te alejaste de las personas de tu corte?

—A él no le gustaba hablar cuando Lu o Soo estaban cerca, siempre fue muy apartado, y, no lo ví en ese momento, pero, comenzó a hacer comentarios, sobre la vida de Luhan y KyungSoo, me decía que deberían estar más con su familia, así que empecé a dudar de si estaba bien mantenerlos cerca, a veces no llegaban y Eunwoo me decía que se habían retrasado o no llegarían, eventualmente deje de verlos, ahí fue cuando se volvió mi único amigo.

—¿Qué es lo que él sabía Jimin? ¿Qué le contaste? —preguntó, aunque la respuesta podría lastimarlo.

—Yo...le hablé de Mark, pero no dije nada sobre Jihoon, sólo que en nuestra estadía en ScarLanding te encontraste con el que fue el amor de tu infancia—hizo una mueca—. Le dije como me sentí, sólo eso, después, bueno, las visitas a la reina comenzaron, ella me llamaba cuando sentía que no estaba haciendo un buen trabajo, cuando me equivocaba, había mucha presión sobre mis hombros, me hablaba de los niños, de cómo debía educarlos, me decía constantemente que Taehyun no era mío, que era el heredero y no podía tratarlo como mi bebé, que debía tener más hijos varones elegibles en dado caso de que algo le llegará a suceder, que nadie confiaba en mí y que si estaba en este castillo sólo era por tu capricho, traté de sobrellevarlo, de entenderlo, pero, Eunwoo comenzó a decirme que nadie aquí me apreciaba en realidad, me metió la idea de que yo sólo servía para tener hijos y nada más, ahí fue que sugirió el té, no me dijo dónde lo conseguiría, sólo que si lo tomaba no iba a embarazarme de nuevo, era un secreto. Pero, se acercaba el festival de la luna y me dijo que ahí sería más fértil.

—Esa es una leyenda estúpida, no es real.

Jimin bajo la mirada. —Pensé que sí, normalmente no importaba si tenía hijos o no, pero, él hizo que comenzará a verlo como algo malo, me dijo que era lo que todos esperaban de mí y yo sólo quería ser más que eso, ese día me advirtió que no debía estar contigo, pero...ya sabes, cuando se enteró me gritó y me dijo que no debí hacer eso, que podría morir en el parto y muchas otras cosas, me hizo sentir culpable. Así que, buscó un nuevo té, dijo que sería más fuerte, pero eficiente.

Yoongi tragó en seco. —¿Estás seguro que tú tomaste ese té?

—Pues, tomé mucho té, aunque no sentí algo diferente. Me dijo que era porque no estaba embarazado.

—No te iba a decir nada, porque considero que estás pasando por mucho, pero, hace días recibí una carta de JungKook, dijo que Taehyung había caído muy enfermo cuando regresaron, que nadie sabía lo que había pasado, pero, al parecer se envenenó con alguna planta o hierba. Me dijo que tuviéramos cuidado.

Los ojos de Jimin se volvieron sombríos, empezó a llorar, negando, se acercó a Yoongi y quiso tomarle de la mano, pero no lo hizo.

—Yo no sabía, te juro por lo más preciado que tengo que no lo sabía.

—Eso es a lo que me refiero, si él tomó el té que iba para ti, pudiste haber muerto ¿No lo entiendes? Confiaste de más en una persona que pudo hacernos daño, pudo haberme envenenado a mí o a los niño, esto es grave Jimin, muy grave.

—Yo jamás pensé que él haría algo así.

Yoongi apretó la mandíbula. —¿Por qué jamás me dijiste lo que estaba pasando?

—Lo iba a hacer, pero tenía miedo, Eunwoo me dijo que no lo entenderías, él siempre hablaba de mi hermano, de la forma en la que reaccionaste cuando supiste que te había traicionado, yo...el recuerdo de Jihyun, fue...comencé a...

—Tenerme recor—dijo con seriedad—. Es la realidad ¿No? Comenzaste a tenerme rencor por el pasado, dejaste que una persona cambiará por completo la forma en la que me veías, nos pusiste en peligro. ¿Por qué fuiste a su casa?

—Él no regresaba y me preocupe, éramos buenos amigos y fui a buscarlo, me dijo que habían abusado de él, lo único que hice fue consolarlo, te lo prometo.

Yoongi soltó el aire de golpe y rio amargamente.

—Ese jodido sabía bien como manipularte, y tú le creíste tan fácilmente ¿Sabes por qué? Porque jamás has confiado en mi, trate de hacerte ver qué había cambiado, que daba todo por ti, pero, no es suficiente.

Jimin negó. —No, no digas eso, me equivoqué, pero lo siento. En verdad lo siento.

—¿Hay algo más que deba saber? Dime ¿Algo que ambos hayan hecho? Piensa, cualquier cosa que puedan usar como evidencia.

—Tú jamás mandaste las cartas ¿Verdad?

—¿Cartas? ¿De qué estás hablando? —dijo con una mueca.

—Eunwoo me dijo que si te mandaba cartas, como de amor secreto, tal vez nuestra relación mejoraría.

Yoongi miró de reojo a JongIn y SeHun quienes estaban en completa seriedad.

—¿Cuántas mandaste?

—Mandé tres y recibí dos tuyas.

—JongIn y SeHun, vayan a la casa de ese imbécil y a la habitación que tenía aquí, quiero que busquen esas cartas, tenemos que descubrirlas, si no las encuentran nadie sabrá que existen. ¿Dónde dejaste las tuyas?

—Estan en mi joyero. Yoongi yo...

—Iré a buscarlas ¿Hay algo más?

—No—susurró.

Yoongi ni siquiera miró a Jimin, en vez de eso salió de la celda complemente fuera de sí, no podía analizar lo que escuchaba, estaba molesto, odiaba cada fracción de esos momentos, fue a su habitación y buscó entre las cosas de Jimin, encontrando las cartas, tragó en seco, ni siquiera su letra era igual, Eunwoo había pensado en todo, pero ¿Por qué?

Regresó a su oficina, porque no podía estar en la habitación que compartieron, tomó alcohol hasta que se acabó la botella, después de un par de horas, JongIn entró con las tres cartas, además de un saco de dinero y unas bolsas de hierbas.

—Esto es lo que estaba ahí, mandé a SeHun a investigar quién le vendía estás cosas, podría ayudarnos a saber más.

—Perfecto, vamos a hacer todo rápidamente antes de que el consejo mandé a sus propios investigadores, tenemos que hacerlo bien, Jimin está en un grave problema.

—Lo haré. ¿Qué harás con ellas?

—Las voy a destruir.

—No las leas Yoongi, no necesitas esto.

—Quiero que reúnas a las nanas de los niños y a una guardia real, tienen que partir esta misma noche al palacio de la montaña, no pueden estar aquí, si mi madre es como pienso que es, entonces hablara de esto con Terry, has eso.

—¿Te vas a despedir de ellos?

—No, diles que es por protección, yo estaré ocupado.

Dejó que JongIn saliera, no quería separarse de sus hijos, pero en ese momento era lo mejor, no podía dejarlos ahí y que ellos supieran todo lo que estaba pasando, sería un fuerte dolor para Jimin, miró las cartas en sus manos y las abrió, no supo cuánto tiempo estuvo leyendo, las cartas que Jimin había mandado decían el gran amor que le tenía, negó ante la desdicha, si Jimin hubiese sido honesto, él habría resuelto muchas cosas, pero, no podía cambiar el pasador sólo cambiar el futuro.

No sabía si su relación volvería a estar bien, sin embargo, no lo dejaría morir, limpiaría su nombre y tal vez, sólo así, Jimin vería que él realmente estaba preparado para cuidarlo.







Pasaron cinco días de incertidumbre, había estado tan ocupado preparándose para el juicio, que no visitó a Jimin, parte de ello era porque no podía verlo a la cara, aún se encontraba muy confundido y herido, no quería lastimarlo con su frialdad o palabras.

—Vino desde la frontera de ScarLanding, aparentemente sus padres murieron de una enfermedad, tenía un hermano mayor, estamos buscándolo, Yoongi, ellos quieren que el juicio sea lo más pronto posible, no podemos retrasar las cosas.

JongIn había dado un aviso importante, tenían que actuar en ese momento, la interrupción de la puerta, le hizo desviar sus pensamientos, después de dejarla pasar, Nayeon hizo una reverencia.

—Mi señor.

—¿Sucede algo?

Aunque no fuera a ver a Jimin, si estaba al pendiente de todo lo que ocurría a su alrededor, hacía que le llevarán cosas para que pudiera estar un poco más cómodo.

—No come, mi señor, hemos intentado de todo, pero no quiere hacerlo, dice que se siente enfermo, no deja de vomitar y de llorar. Tenemos miedo de que algo malo le suceda.

Suspiró pesadamente, no era así como quería que las cosas continuarán. —Llama al doctor y dile que lo revise, que sea muy discreto.

Ella asintio antes de retirarse, JongIn le miró de soslayo.

—Reza Yoongi.

—¿Qué? —le miró perplejo.

—Reza, porque creo que se viene algo aún peor.

—¿Peor que esto?

La forma en la que JongIn le miró le puso nervioso, no pudo dejar de pensar en esas palabras, estuvo así durante mucho tiempo, esperando que no fuera la noticia que repudiaba en esos momentos.

—El doctor está aquí. Quiere hablar contigo.

—Hazlo pasar—dijo con una mueca.

El médico real entró, muchas veces lo había visto, pero ahora, quería que esa máscara de preocupación desapareciera. Sintió su cuerpo entero tensarse.

—Habla.

—Mi señor, su alteza, está en estado.

Cerró los ojos unos instantes antes de abrirlos, demostrando una frialdad tal, que hizo que los presentes tuvieran terror.





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