49
—¿De verdad te sientes bien? —preguntó Jimin a Eunwoo, quien probaba sus cabellos aquella mañana.
—Lo estoy, por favor, no quiero hablar de eso, no me siento bien recordando.
—Lo siento—susurró Jimin con una mueca.
—Está bien, no te preocupes, tampoco tienes que tratarme como de cristal.
Jimin asintió, esos días habían sido difíciles, sobre todo, porque su relación con Yoongi estaba en decadencia, no quería estar cerca de él y eso le tenía muy confundido, porque estaba molesto con Yoongi, comenzaba a creer que lo que Eunwoo decía era verdad y él no significaba nada para el rey.
—Ser doncel es difícil ¿No Jimin?
Jimin despertó de sus pensamientos y le miró a través del espejo.
—No entiendo.
—Sí, nacemos y tenemos una vida llena de dolor y obligaciones, dime ¿Qué sentiste el día que tu padre te dijo que tenías que casarte con el rey?
—Miedo—dijo mordiendo su labio inferior—. No lo conocía, así que, tuve miedo por todo lo que decían.
—Entiendo, pero, no tenías opción, Jimin de haberla tendido ¿Lo habrías elegido a él?
Boqueo, porque jamás le habían hecho esa pregunta, porque nunca lo pensó y ahora, estaba recapitulando ese momento en su vida y el desánimo llegó de repente.
—No lo sé.
—Estamos en confianza ¿No confías en mí?
—Lo hago—dijo confundido—. Pero....no lo sé, supongo que si lo hubiese conocido en ese entonces diría que no, que no lo elegiría, pero ahora es diferente.
—Claro que lo es, del miedo nace el amor ¿No?
—No te entiendo. Habla claro.
—Hablo de que no tenías otra opción, ¿Sabes? No había otra forma de hacerlo, porque estabas condenado a vivir una vida con él, hay dos caminos, amar u odiar, uno es más sencillo que otro, supongo que fue lo mismo para él.
—No, él estaba seguro de que quería estar conmigo, yo le gustaba.
Eunwoo asintió con una mueca. —Oh, entiendo. Entonces, no me hagas caso.
—¿Qué es lo que ibas a decir? —preguntó con una mueca contrariado, las palabras de Eunwoo estaban causando un gran estrago en su interior.
—Yo no creo eso Jimin, no me malentiendas, cualquiera podría amarte, eso es verdad, pero, ¿Y si él sólo lo vio como una opción? Él estaba enamorado de ese chico en ScarLanding, ¿Y si sólo quería olvidarlo contigo? Durante más de diez años lo paso solo ¿No?
Y entonces, todos los recuerdos de ScarLanding regresaron a su mente, habían pasado años desde aquello, pero, no podía olvidarlo, sobre todo, la forma en la que Yoongi había morado a Mark ese día cuando salvó a su hijo, algo entre ellos parecía tan íntimo, que Jimin estaba completamente seguro de que si Yoongi hubiese esperado y seguir soltero, ellos habrían tenido algo en aquel viaje, el solo hecho de pensarlo, hizo que su boca se llenará de hiel, de una amargura que le asqueaba, los celos y el rencor volvieron como ráfagas de viento.
—¿Crees que él podría estar enamorado aún de Mark?
—Hay amores que nunca se olvidan—dijo acariciando su cabello—. La vida de una mujer y un doncel es cruel, obligados a amar y a aceptar cosas como estás, incluso tú nunca podrías negarte a estar con él o a tener a sus hijos, eres un prisionero Jimin, sigues siendo uno.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, Eunwoo negó.
—No puedes llorar, recuerda Jimin, tú tienes que permanecer bonito y obediente, ese es el papel que tienes aquí. Me preguntó si a él le habría pedido lo mismo.
Jimin se quedó observando su reflejo, y algo en él le pareció horrible, sus ojos grandes y llenos de dolor, su piel pálida, no estaba bien, no se sentía bien y la inseguridad recayó sobre él con un golpe sordo.
Durante todo el día tuvo aquella expresión vacía, quien lo viera podría ver lo miserable que era, no estaba prestando atención a nada, ni siquiera quiso ir a ver a sus hijos, estaba tan asqueado, las náuseas no lo dejaron comer algo, así fue hasta que lo llamaron para presentarse en la oficina del rey, Jimin no quería ver a Yoongi, no deseaba estar cerca de él, porque si lo hacía, los recuerdos de su mirada hacia Mark le lastimarían, pero, no podía negarse, al final Eunwoo tenía razón, él no tenía el poder de decidir sobre nada.
Los guardias le dejaron entrar a la gran oficina, Yoongi estaba parado cerca del ventanal bebiendo una copa de vino. Al verlo, quiso darse la vuelta e irse.
—¿Me llamaste? —su voz sonaba tosca y a la defensiva.
—Sí—dijo dándose la vuelta y mirándolo con melancolía—. Quería proponerte salir hoy, podríamos dar un paseo a caballo, quedarnos cerca del risco, pasar una noche solos.
Semanas atrás habría brincado de alegría al escuchar esa propuesta, pero no ese día.
—No, no quiero.
Yoongi le miró extrañado, podía leer la confusión y frustración en su rostro, este dejo la copa de vino sobre la mesa y se acercó, pero, se detuvo al ver que Jimin daba un paso atrás.
—Jimin ¿Qué está ocurriendo? No lo entiendo, ni siquiera me hablas, no dejas que te toque, no me querés cerca y no entiendo la razón, dime ¿Hice algo mal?
—No, simplemente no quiero ir.
—Mira, sé que he estado ocupado, pero la situación con ScarLanding y el Norte se ha complicado, no puedo dejar esto de lado, pero, acabará muy pronto y yo te prometo que pasaremos más tiempo juntos. Vamos, cariño, pasemos una noche fuera de aquí, los dos juntos. ¿Qué dices?
—¿Es una orden?
—¿Qué? —preguntó perplejo—. ¿Cuándo te he dado órdenes Jimin? Eso es ridículo.
—Dije que no quiero ir, no entiendo por qué estás insistiendo tanto.
Yoongi soltó el aire frustrado. —Necesito sabes qué está pasando, Jimin, por más que te pregunto no me dices, ¿Qué te tiene tan molesto y distante?
—No es nada—desvió la mirada.
—Claro que es algo, tienes que decirme, sino me dices, entonces no podremos arreglarlo, Jimin, te extraño.
Jimin dejó de respirar, le miró a la cara, Yoongi parecía tan perdido, Jimin quería correr a sus brazos y enterrarse en ellos, llorar y decir todo lo que estaba pasando por su mente, pero, no pudo, algo no lo dejó continuar, las palabras de Eunwoo y sus propios pensamientos estaban acaparando toda su mente, no podía dar un paso atrás.
—Estoy cansado, eso es todo.
—¿De qué estás cansado? ¿De mí? —no contestó, lo que hizo que Yoongi bufara—. No sé que hacer, trato de que todo esté bien Jimin, no sabes en las peleas que me he metido con mi madre y el consejo para que te tengan más confianza, para darte más poder, sé que ellos no confían en ti, pero, estoy tratando de que lo hagan, porque eres un buen rey, tal vez no he pasado tanto tiempo aquí, pero, te juro que tiene una razón de ser, amor, te amo, podemos contratar más niñeras, ya no tener hijos, concentrarnos en nosotros, pero Jimin, no digas que estás cansado de lo que tenemos, porque te amo, eres a la persona que más amo en el mundo.
—¿Y Mark? —soltó con un reproche—. ¿También le decías que era la persona que más amabas en el mundo?
Yoongi se quedó petrificado, él había dado por hecho que el tema de Mark había quedado en el olvido, pero, al parecer no era así.
—¿Qué tiene que ver Mark en esto?
—¡Mark tiene todo que ver!
—¿De qué estás hablando? Te explique la situación, Mark es parte de mi pasado, nunca he amado a alguien de la forma en la que te amo a ti.
—¿Es eso verdad? ¿O sólo me amaste por qué no tenías opción? Suena sencillo ¿No? Tenías que buscar a alguien que te diera un heredero, de lo contrario ¿Por qué habrías esperado tanto?
Yoongi negó. —No, no es así, en primera tenía que esperar un plazo para demostrar que sería buen rey, y después, tuve que esperar que tú no fueras demasiado joven, Jimin, me enamoré de ti cuando tenías diecisiete años, bien pude pedirte que nos casaramos, pero no quería que sucediera lo que JungKook, casarme contigo tan joven y que pudieras tener complicaciones por un hijo.
Jimin jamás había escuchado eso, entrecerro los ojos negando, no lo creía.
—Estás mintiendo.
—¡Por la mierda que no miento! Te amo, Jimin, te amo en verdad, ¿Qué es lo que está pasando entre nosotros? No lo comprendo, dime qué sucede, porque esto no es por Mark.
Jimin dió un paso atrás, estaba tan frustrado, tan enojado y tan herido, que las palabras salieron de su boca sin ser capaz de poder detenerlas.
—Me arrepiento.
—¿De qué hablas? —Yoongi ya se había acercado hasta estar a escasos centímetros de él, bien podía alargar la mano y tocarlo—. Dime, ¿Te arrepientes de estar conmigo? ¡Habla!
Jimin le miró con lágrimas en los ojos. —Sí, si no hubiera estado contigo, mi hermano seguiría con vida, yo no tendría que estar sujeto a estás estúpidas reglas y...
—¿Y qué?
—¡Yo no me sentiría tan miserable! Siempre siguiendo tus reglas, dejando todo de mi ¡Sólo sirvo para tener a tus hijos!
Yoongi dió un paso hacia atrás, Jimin apretó los puños, no podía contratarlo. ¿Cuándo se había alejado tanto de la persona que amaba?
—¿Me sigues amando Jimin?
—Yo...
—¡Responde! —grito destrozado.
—¡No lo sé!
Yoongi bajo las manos y se alejó. —Me había preguntado cuánto tiempo te tardaría hacerlo.
—Yoongi....yo....
—Es mejor que te vayas de aquí Jimin, hablaremos más tarde.
—Yo...lo siento....
—No me molesta que ya no me ames—se encogió de hombros—. Está bien, podremos hacerlo.
—¿De qué hablas?
Yoongi le miró con una sonrisa a medias. —Volveré a hacer que me ames.
Eso fue demasiado para Jimin, salió corriendo de ahí, no se detuvo, corrió por los pasillos con las lágrimas en sus ojos, se sentía fatal, una desgracia, quería escapar de sus palabras, de su mente y de su vida, llegó a su habitación, abrió la puerta de golpe y corrió a través del salón privado para llegar a la otra puerta, no se molestó en cerrar, se tiró en la cama y sollozo con fuerza.
—¡Jimin!
Eunwoo entró también, lo había estado siguiendo desde que lo vio salir corriendo de la habitación del rey, se sentó al lado de Jimin y acarició su espalda.
—¿Qué ocurre? ¿Te hizo algo?
—No—apenas podía hablar—. Soy un idiota, lo lastimé, le dije cosas horribles, cosas que no son verdad ¿Por qué? No tiene sentido. Yo lo amo.
Eunwoo lo tomó de los hombros y le miró a la cara. —Tú jamás harías algo malo, Jimin, si lo dijiste, es porque dentro lo sientes.
—¡No! —le miró desolado—. Yo lo amo.
—Nunca has amado a nadie más.
Jimin le miró perplejo. —¿Por qué amaría a alguien más teniéndolo a él?
Eunwoo suspiró pesadamente, acarició las mejillas de Jimin borrando sus lágrimas, aquella situación era tan extraña, Jimin sintió algo en su estómago al mirar los ojos de Eunwoo, algo que le confundió.
—No te merece, en verdad que no—susurró con un puchero—. Nunca te he visto feliz a su lado Jimin, lo que sea que dijeras, lo merece y lo sabes.
—Yoongi...
—Yoongi no es la única persona que te ama Jimin. Yo te amo.
—Eunwoo...
Este no dejo que dijera nada, tomó sus mejillas e hizo lo que muchas veces soñó hacer, lo besó, beso aquellos labios rellenos y suaves, no importaban las lágrimas, no importó nada más cuando lo acercó por la nuca y siguió besando, su pecho casi explotaba de todo lo que estaba sintiendo, movió sus labios, temeroso de que lo alejara, pero, no fue así, Jimin siguió el beso intensificandolo, con desespero, como si necesitara algo, después de unos segundos Jimin se separó.
—Creo que tienes que salir de aquí Eunwoo.
—Jimin....
—Dame unas horas, necesito pensar.
Eunwoo sonrió y asintió, no le gritó, no hablo del beso como algo malo, no lo hizo y eso le dió esperanza.
—Mi señora.
—¿Qué tienes para mí? Dijiste que habías descubierto algo.
El general asintió. —Cha Eunwoo y el consorte Min Jimin, están cometiendo adulterio, acabo de verlos besandose en la habitación del rey, y...hace unos días, el consorte Jimin fue a la casa de Cha y no nos dejó entrar, los ví por la ventana juntos en la cama, pensé que lo había malinterpretado, por eso espere a tener más información.
ChaeRin apretó las manos, Jennie a su lado cubrió su boca con sorpresa y asco.
—¡Guardias! —gritó haciendo que cuatro hombres entrarán—. Apresen de inmediato a Cha Eunwoo...y a Min Jimin.
Los guardias miraron a la reina con inseguridad, pero ella asintió, entonces estos salieron.
—Ven—dijo al guardia quien le siguió a la salida.
Ella caminaba con molestia, no confiaba en Jimin, no lo hacía después de lo sucedido hace años, sin embargo, no creyó que el guardia encontraría algo, pensó que vendría sin nada, pero, aquello era el colmo del descaro, porque Jimin estaba fallando a una ley importante, la fidelidad, llegó a la oficina de Yoongi y pidió entrar, su hijo le miró con una mueca.
—No estoy de humor madre y...
—He mandado a apresar a Jimin y a su sirviente.
Yoongi le miró confuso. —¿De qué mierda estás hablando madre? —dijo antes de levantarse—. ¡¿Quien te dió derecho a eso?!
ChaeRin hizo una señal al guardia. —Dile.
El hombre hizo una reverencia y hablo. —Acabo de ver a su alteza Min Jimin y a Cha Eunwoo besandose en su habitación mi señor. Lo siento mucho.
—Adulterio, sabes lo que significa.
—No es cierto—dijo Yoongi con seriedad—. Jimin jamás haría algo así.
—Mientras se investiga, se tienen que quedar ahí, lo sabes.
—Yo soy el rey y yo decido lo que se hará.
—No en esto Yoongi—dijo con dureza—. No dejaré que lo perdones como si nada, esto puede afectar mucho al reino ¿No lo entiendes?
—¡Jimin no hizo eso!
—Si no lo hizo ¿Por qué no vas a preguntarle?
Yoongi la miró con odio antes de salir de ahí, camino a paso veloz y firme hasta los calabozos, en la entrada los guardias lo escoltaron a dónde estaba Jimin, lo recordaba como la celda en la que estuvo hace año, eso le creo un escalofrío en todo el cuerpo, abrieron la celda y entró, lo miró, sentado llorando, Jimin levantó la vista. Verlo de esa forma, tomando en cuenta todo lo que había sucedido aquella tarde, le hizo sentir miserable.
—Dime que no lo hiciste, te creo a ti, incluso si dices que lo hiciste te voy a proteger, pero, por favor, dime la verdad.
—Lo siento...pero, lo hice.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, unas que estaban por recorrer su demacrado rostro.
—¿Por qué me engañaste Jimin?
Hasta aquí los dejo, nos leemos pronto. Gracias por leer bbys 🤍🤍🤍🤍🤍🤍
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro