Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

45

Se había quitado aquel hermoso traje y sus joyas, estaba cansado, la ebriedad había desaparecido casi por completo debido al cansancio, se puso su camisón y miró por el balcón, la vista daba al bosque, podía ver la luna llena brillando en todo su esplendor, era precioso, escuchó pasos detrás de él y sonrió cuando los brazos se cerraron en su cintura y los labios cálidos recorrieron su nuca.

—¿Qué tal la noche? ¿Demasiado cansado?

Taehyung rio por lo bajo. —Algo así, ha sido pesado, pero me he divertido mucho, bailamos demasiado.

—Me encantaste está noche, te veías tan precioso y la forma en la que reíste, estoy seguro de que muchos quedaron embelesados con tu belleza, estoy un poco celoso.

—No debes estar celoso, yo soy tuyo.

—Lo eres, todo mío.

Las manos que abrazaban su cintura fueron acariciando su cuerpo sobre la seda del camisón, los besos húmedos en su nuca se dirigieron a su cuello, subiendo poco a poco a su oreja, dónde lamió el lóbulo, podía sentir su aliento en una de las partes erógenas de su cuerpo, se relajó contra el pecho duro y musculoso, su esposo siempre tuvo un buen cuerpo. Le fascinaba mirarlo, tocarlo y besarlo, estar entre sus brazos dónde se sentía seguro.

—Mmm que bien hueles—susurró en su oreja, erizando su cuerpo por completo.

Una de sus manos bajó por su cintura, tomó la seda en un puño y fue subiendola, dejando la piel de su pierna derecha descubierta, lo pegó a su entrepierna y sintió lo excitado que estaba, ladeo la cabeza, recibiendo más besos y algunos chupetones, sus damas estarían muy molestas por tener que taparlas al día siguiente.

—Kookie, nos pueden ver.

—Tienes razón, no puedo dejar que alguien vea lo que es mío.

Lo arrastró hacia atrás, no cerró la puerta del balcón, dejo que la luz brillante de la luna iluminará la habitación. Se separó de él, JungKook sonrió ladino, observandolo, Taehyung elevó una ceja.

—¿Por qué tienes esa expresión? ¿Qué estás tramando?

JungKook se sentó en una silla amplia, deshizo los botones de su camisa blanca dejando al descubierto los músculos de su pecho, después abrió el pantalón sacando su erección que se levantó contra su estómago, Taehyung relamió sus labios se acercó, JungKook abrió los brazos y lo invitó a acercarse, lo ayudo a sentarse a horcajadas sobre su regazo, bajando lentamente sobre su erección, jadeó al sentirse tan lleno y cálido por dentro. JungKook deshizo las sintillas de su camisón, bajandolo más en sus hombros, comenzó a besar su cuello, tomando con fuerza su cintura, Taehyung ladeo la cabeza y comenzó a moverse sobre el regazo de su esposo.

—Si pudieras verte en este momento, eres delicioso—susurró sobre su cuello—. Me encantas.

Taehyung jadeó, besó sus labios usando su lengua, profundo y sediento, amaba su sabor, su toque y el calor que emanaba de su cuerpo, JungKook alzaba las caderas a la par para penetrarlo con fuerza, tan profundo que podía sentirlo en el interior de su ser.

Lo tomó de los muslos y lo levanto, con cuidado se hincó en el suelo, sobre la alfombra, lo volteó dejándolo con el rostro y el pecho sobre la alfombra, tomó sus caderas y le dió con fuerza desde atrás, así podría ver su cuerpo y le encantaba, Taehyung gemía con fuerza, eso le alentó, a seguir con ello hasta hacerlo explotar, su cuerpo temblaba, JungKook no paró hasta que lo lleno por completo, cayó sobre su espalda y siguió besando su cuello.

—Se siente tan bien estar dentro de ti, quisiera quedarme aquí toda la vida.

—Creeme que no pondría objeción alguna.

JungKook rio sobre su hombro, beso su mejilla y acarició su cadera. Estaba empeñado en hacerle el amor toda la noche, cuando escuchó la puerta.

—Alguien llama.

—Oh, deberías salir.

—Entra en la cama, no hemo terminado.

JungKook salió de su interior, haciéndolo temblar, tomó una bata negra y amplia y salió al recibidor de la habitación, ahí uno de sus guardias hizo una reverencia.

—Le busca el rey Min.

—Bien—camino hasta la puerta principal, al abrirla observó a Yoongi quien estaba recargado en la pared contraria—. ¿Sucede algo?

—¿Estás listo para una aventura nocturna?

—¿De qué hablas?

—Jimin y yo saldremos a las celebraciones del pueblo, de incógnito, sin guardias—dijo en voz baja—. ¿Les gustaría venir?

JungKook lo pensó unos momentos antes de sonreír. —Suena interesante.

—Nos vemos en la puerta principal en diez minutos, toma usen esto, no deben descubrirnos.

Le dió ropa y le sonrió, antes de desaparecer. JungKook observó las prendas, era ropa común, que usaban los plebeyos, elevó una ceja y entró de nuevo, sabía que Taehyung estaría de acuerdo, y él sentía curiosidad por RyuuMoon.








Jimin iba de la mano de Yoongi, escabullendose en la oscuridad del castillo, a esas horas no había nadie cerca, Yoongi había mandado a la gran parte de sus guardias a cuidar las habitaciones de los niños, así pudo despejar los pasillos principales, además de mandar a la servidumbre a descansar por esa noche.

—Tenemos que esperar a JungKook y Tae—susurró al esconderse detrás de una columna.

—¿Y si nos descubren?

Yoongi rio por lo bajo. —Somos los reyes amor.

—Con esa ropa que estás usando no pareces un rey, esperemos que no te de molestia en tu delicada piel.

Yoongi le observó con una ceja alzada. —Tienes razón, estos harapos son horrendos—bufó—. Pero, en ti, mmmm no te queda nada mal.

Lo tomó de la cintura y lo acercó a su cuerpo, besando su mentón, subiendo a sus labios. Jimin lo tomó con fuerza de los hombros queriendo mucho más, mantenerse alejado de Yoongi sexualmente hablando, estaba siendo una tortura, sobre todo en ese momento, dónde aún había algo de alcohol en su sistema, estaba ebrio, mareado y deseoso.

—Oh, ¿Le gusta? Recuerdo que así lo enamoré.

—Estás en lo cierto—murmuró en su oreja—. ¿Sabes? Lo más interesante va a ser cuando te quite toda esta ropa y te tome como más te gusta.

Jimin gimió besando los labios suaves de su rey, Yoongi lo tomó de la nuca intensificando el beso, usaba su lengua para recorrer el interior de su boca, tan dulce y con sabor a vino, sus dos cosas favoritas. Todo estaba escalando cuando escucharon que alguien aclaraba su garganta. Se separaron para ver a JungKook y a Taehyung.

—¿Interrumpimos? Podemos irnos unos diez minutos.

Yoongi bufó ante lo que dijo su amigo, pero terminó riendo.

—¿Están listos? Vamos a salir por la salida de servicio.

Jimin sonrió emocionado a Taehyung, camino a su lado, Yoongi y JungKook iban al frente, tomó su brazo, se veía increíblemente bien en aquellas ropas simples, Jimin admiraba su belleza, era irreal. SeHun estaba en la entrada cuidando que nadie se acercará para ver a los reyes salir de esa forma, porque sería un gran conflicto en el consejo si alguien se enteraba que habían salido de esa forma.

—Bien, vendremos cuando esté por amanecer.

SeHun asintió a Yoongi. —¿Está seguro que no necesita que alguien le acompañe señor? Podría ser discreto.

Yoongi rio por lo bajo. —No, lo tengo cubierto.

Los cuatro salieron por esa puerta que llevaba a un camino rocoso, tenían que seguirlo para bajar al pueblo, Jimin y Taehyung se apoyaban el uno del otro, JungKook y Yoongi estaban atentos, llevaban espadas y dagas escondidas entre sus ropas. No era la primera vez que hacían algo arriesgado o encubiertos, pero sí la primera en dónde sus esposos participaban.

—Estoy emocionado, te va a encantar—dijo Jimin con una enorme sonrisa.

—Ya lo creo, ¿Tú estás feliz de esto?

—Hace años que no veo las celebraciones de cerca, antes eran buenas, pero después de las mejoras que se hicieron en el reino y en el pueblo, he escuchado que se han vuelto incluso mejores.

Taehyung asintió. —Se rumoraba que RyuuMoon era diferente antes de que el rey Min se casará.

—Yoongi tenía una forma de ver la vida, más...podríamos decirlo, negativa, siempre estaba a la defensiva—dijo en voz baja para que el par que estaba adelante no los escuchará—. Pero, eso cambio, al menos las personas no le temen, se ha vuelto querido, después de décadas de dolor, parece que RyuuMoon está floreciendo.

—Me puedo imaginar la razón—dijo mirándolo con complicidad—. Por la dulzura de tus ojos, cualquiera caería y se volvería un santo.

Jimin enrojeció. —No creo eso, debe ser algo más.

—Jimin deberías de darte cuenta del poder que tienes—le codeo.

Jimin iba a refutar, pero, miró al frente, a las calles donde había crecido, era increíble, había luces flotando, que iluminaban las calles rocosas, las personas estaban vestidas con sus mejores ropas, coloridos, con máscaras de dragón, luces de luna, aperitivos, alcohol, los negocios abiertos, ofreciendo flores preciosas que sólo podían crecer en las montañas del reino, el aire olía delicioso debido a la comida que se ofrecía. No pudo con la emoción y salió corriendo para ver lo que había alrededor.

—¡Jimin! —gritó Yoongi pero este ya había desaparecido.

JungKook rio por lo bajo. —Creo que está muy emocionado, ve tras él, nosotros miraremos que hay alrededor.

—¿No les molesta? —preguntó un poco ansioso.

—No, creo que nadie aquí puede reconocernos—dijo Taehyung con un encogimiento de hombros.

—Nos vemos aquí antes del amanecer.

—Corre—asintió JungKook.

Yoongi subió su capa y salió corriendo hacia el lugar donde Jimin había desaparecido. JungKook rio por lo bajo al verlos, se volvió hacia Taehyung y subió su capa un poco, hizo lo mismo con la suya, no llamarían la atención, había personas que vestían similar, tomó la mano de Taehyung y caminó a su lado.

—Esto es colorido.

—Me gusta—dijo Taehyung mirando alrededor, sin saber lo que deberían hacer primero—. ¿Dónde empezamos?

—Por dónde quieras—se encogió de hombros—. Aunque me gustaría ir por uno de esos dulces, parecen deliciosos.

—Vamos—dijo jalandolo.

Llegaron a un puesto dónde había dulces típicos, entre ellos un caramelo rojizo que cubría un pancito redondo con una capa delgada y pequeño, JungKook pidió dos de esos, pagó y le tendió el suyo.

—Prueba.

—Huele muy bien—dijo antes de morderlo, el contraste era delicioso, ya que el dulce empataban con el panecillo de limón—. Sabe delicioso.

—Lo es, recuerdo que hace años lo comí cuando vinimos de visita, aunque admito que este es aún más delicioso de los que hacen en el castillo.

Pidieron un par más para comerlo mientras caminaban alrededor, había muchas personas, niños jugando a atraparse con disfraces de dragón, Taehyung pensaba que le hubiese gustado haber llevado a su hijo, aunque eso sería más complicado, porque de ninguna manera JungKook accedería a llevarlo sin protección extra. Estaban riendo, jamás había visto a JungKook tan relajado, y es que aunque siempre estaba de buen humor cuando se encontraba con ellos, podía sentir la tensión siempre que atendía los problemas del reino. Pero, en esos días, JungKook se había permitido relajarse, hacerlo más llevadero. Y a Taehyung le gustaba verlo de esa forma.

—Mira—dijo yendo hacia el centro de la plaza principal, dónde había una especie de obra teatral con algunos bufones y gente con disfraces, las personas alrededor reían sin parar.

—...Pero, no podemos hablar de más, señoras y señores, este es el mundo del rey de la muerte—dijo en voz baja, simulando que estaba diciendo un secreto, la gente rio.

—Si Yoongi escucha esto será muy divertido—susurró JungKook en su oreja con burla.

—Deberíamos hacer algo así en nuestro reino—dijo Taehyung animado.

—Lo pensaré.

Siguieron mirando la obra cómica, rieron como nunca con las ocurrencias y los bailes sosos que hacían, así hasta que se cansaron, anduvieron por alrededor, JungKook compró cerveza para ambos, la cual bebieron en unos banquillos fuera de la taberna, hablaron, rieron y actuaron como si no fueran los reyes de un reino lejano. El tiempo pasaba lentamente.

—Ahí venden dagas, quiero ir.

Taehyung miró un puesto que estaba a unos metros, algo le llamó la atención.

—Yo quiero ir ahí.

—Bien, no te muevas de ese lugar.

Taehyung respondió con un beso en su mejilla, camino hacia el lugar mirando lo que ofrecía, era una mujer anciana, ella llevaba collares de diferentes tamanos y colores, en la mesilla de madre había múltiples piedras de colores, algunas brillantes, decoradas con lazos de cuero que formaban animales.

—Está piedra es igual a tus ojos—dijo ella tomando una piedra azul brillante que estaba incrustada en medio de una flor de lazo, era un brazalete grueso—. Mira.

Lo tomó en sus manos, sus dedos se juntaron delicadamente con la mujer, pero no le prestó atención, era lindo.

—¿Cuánto cuesta?

—Cinco monedas de bronce.

Taehyung sacó las monedas y se las dió, después se quiso poner el brazalete. La mujer tomó su mano y le ayudó, al terminar, no lo soltó, en vez de esto sostuvo su mano entre las suyas, confundido le miró perplejo, los ojos de la mujer habían perdido objetivo, parecían tan oscuros, que le dió miedo, pero por algún motivo no podía separar su mano.

—Tú vas a sufrir mucho en manos de una persona que dice amarte, debes tener cuidado—dijo con voz clara y al mismo tiempo distante—. Has llorado lágrimas que se han de convertir en diamantes brillantes en un futuro, eso que deseas vendrá, te volverás el rey más fuerte de tu reino.

Su mano se sentía caliente, como su hubiese sostenido una brasa al rojo vivo, sin embargo, no había dolor alguno, al contrario, había algo que le recorría desde dentro.

—¿Qué? —susurró confuso.

—Pero, aunque tú futuro sea dichoso, aún te falta más lágrimas por llorar, en tu vida deberás morir y revivir tres veces, ya has sobrevivo a una de ellas, quedan dos más.

La incomodidad creció en su interior, la mujer separó una de sus manos y tentó sobre las piedras, tomando una blanca y alargada, parecía un colmillo de lobo, la puso sobre su mano.

—Esto te va a proteger, tienes que ponerlo en tu cuello, confía en mí, te protegerá.

Le cerró la mano alrededor de la piedra y la dejó lentamente, la mujer cerró los ojos unos momentos antes de sonreírle.

—Larga vida mi rey.

Taehyung asintió sin decir nada, no estaba acostumbrado a lo abrumado que se sintió en ese momento, miró a la mujer un segundo antes de darse la vuelta, estaba algo desorientado, miró alrededor, JungKook regresaba con una sonrisa cargando un estuche de cuero.

—¿Todo bien amor?

—Ammm, sí—susurró saliendo de su ensoñación—. ¿Conseguiste algo?

JungKook abrió el cuero, mostrando dos dagas gemelas, con el mango de plata formando la cabeza de un dragón. Las tocó, eran preciosas.

—Vaya, son hermosas.

—Me alegro que te gusten, porque una de ellas es tuya, es discreta así que puedes llevarla a dónde sea.

Taehyung le sonrió, aún estaba incómodo por lo que aquella anciana le había dicho, pero decidió dejarlo de lado por esa noche.

—Vamos, quiero beber y comer más—dijo JungKook tomando su brazo para llevarlo. Taehyung miró sobre su hombro a la mujer que le observaba con una sonrisa dulce. Decidió dejar de mirar y sólo disfrutar con su amado esposo.








Yoongi encontró a Jimin frente a una panadería, la reconoció, era la que había permanecido en su familia por muchos años, tragó en seco y se acercó.

—Jimin no debes salir corriendo.

—Ya sabía que ibas a encontrarme—se encogió de hombros mirándolo con una sonrisa grande.

—Creo que mi pequeño panadero se ha vuelto muy seguro de sí mismo ¿No crees?

—Vamos—dijo tomando su mano para entrar.

Aunque el aroma era delicioso, no se comparaba al olor que desprendía las creaciones de Jimin, este anduvo por ahí, hasta que eligió un muffin, el cual pago a la mujer que no lo reconoció, ambos salieron, cuando Jimin bebía era impredecible, así que Yoongi sabía que tenía que mantenerse atento a cualquier cosa que hiciera.

—No sabe cómo el mío.

Le dió a probar un poco y estaba en lo cierto.

—No, los tuyos son mejores.

—Me gustaba mucho esta época del año—dijo caminando a su lado—. Era mi festividad favorita.

—¿Si? ¿Por qué?

—Habia muchas cosas que hacer, además la venta era muy buena, siempre terminaba temprano, así que Jihyun y yo andábamos por ahí causando problemas, era divertido.

Yoongi sintió una incomodidad en su pecho.

—¿Extrañas tu vida de antes?

Jimin lo pensó unos momentos. —No y si, no, porque antes no estabas ahí, y si, porque había muchas cosas a las que estaba acostumbrado.

—Entiendo, debió ser complicado dejarlo todo.

—Trabajar no, me gustaba hornear, pero no trabajar, lo único que extraño es la libertad ¿Tú no te sientes de esa forma? Como si estuvieras siendo observado todo el tiempo.

—Estoy acostumbrado a eso desde niño—se encogió de hombros—. Mi vida nunca ha sido normal como la tuya.

—¿Cuando eras joven, no querías venir a ver qué sucedía aquí?

—Tal vez cuando era un niño—suspiró—. Mi juventud no la pasé aquí, y cuando regresé era una persona diferente, a mi pensar todas estas personas no eran dignas de verme o siquiera estar a mi lado.

Jimin rio por lo bajo. —¿Ahora es diferente?

—Creo que lo sabes, sino no estaríamos aquí.

—Para una persona que no quería mezclarse con los no dignos, trabajaste duro para casarte con uno.

Yoongi rio por lo bajo, alargó la mano para tomar la de Jimin. —No es mi culpa, fuiste tú, eras especial, lo podía ver en tus ojos.

—¿Así que te enamoré con mis ojos?

—Amor el color de tus ojos, parece oro líquido.

—Bueno, prepárate Min Yoongi, que hoy te voy a mostrar como los no dignos pueden divertirse.

Dejó que lo jalara para andar alrededor, Yoongi había aprobado muchas cosas que Jimin quería para el reino, una de esas era esa festividad, así que estaba curioso, se dió cuenta de lo bien organizado que estaba, lo hermoso que lucía todo y la felicidad de las personas alrededor, había de todo, pudo probar los dulces típicos, los que le encantaban desde niño y que tenían un mejor sabor, la comida, carne al carbón y alcohol, la cerveza le hizo entrar en un estado de relajación, pronto, no sólo Jimin lo estaba disfrutando al grande, sino también él.

Las personas bailaban en el centro de la plaza mayor, Yoongi se dejó llevar por Jimin, bailando de forma desorganizada, sin protocolo alguno que le dijera cómo debía avanzar o tocar a su esposo, había parejas dando un espectáculo y él también, porque se encontró abrazando a Jimin, besándolo, riendo cerca de su rostro, dando todo de sí.

Terminaron en una taberna, bebiendo, apostando en juegos de azar, Jimin era demasiado bueno, no sabía si las personas realmente no los reconocían con las capas o simplemente estaban muy ebrios para entender quienes eran, ver a Jimin reír, de forma radiante le lleno de adrenalina y deseo.

Pudo recordar al chico al que había conocido, tan relajado, dulce, tierno, sin preocupaciones y la sensación era formidable, lo saco de ahí, buscando un lugar donde pudiera besarlo hasta desfallecer, encontró un callejón no concurrido y se adentraron, Jimin ya tenía las manos sobre su cuerpo, la luz de la luna hacia que pudiera ver su cuerpo, tan exquisito, mordió su cuello, escuchando sus jadeos, hace días que no estaban juntos y aunque no sabía la razón, parecía morir en vida por tenerlo entre sus brazos.

No podía desnudarlo por completo, no se iba a arriesgar que alguien lo mirara, hizo la capa a un lado, bajando sus pantalones oscuros, lo volteó, sus mano tocaron la piedra de la pared, y posicionándose detrás de él, se adentro a su cuerpo de forma rápida, eso lo hizo gritar y temblar de placer, nadie los escuchaba y ellos no planeaban ser cuidadosos, no se iban a contener, Yoongi dió estocadas duras y profundas, podía sentirlo temblar bajo sus manos, jadear y balbucear por más.

Lo ayudo acariciando las partes más sensibles de su cuerpo, Jimin se corrió gimiendo su nombre, Yoongi lo hizo muy dentro de él, abrazándolo a su cuerpo, besando su mejilla mojada debido a las lágrimas de placer, lo volvió para besarlo con parsimonia.

—Maldicion, no sabes cuánto te amo Jimin, me tienes a tus pies, por completo.

Jimin le miró con ojos brillantes. —Y tú me tienes a mi, de todas las formas posibles, te amo.

Yoongi sonrió antes de besarlo de nuevo. —Necesito más de tu cuerpo y más alcohol. Tal vez pueda beberlo sobre tu pecho.

—Eso suena bien—susurró—. Hagámoslo, no salgamos de la habitación en días.

—Me lees la mente.

Lo besó de nuevo, sellando ese pacto que ambos tenían, se amaban y lo procesarían sin miedo. Hasta que la burbuja en la que estaban inmersos quedará en pedazos.







Tarde, pero aquí está.

Espero que les guste, no dejen de comentar plis 🤍










Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro