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Las calles estaban llenas de personas que se amontonaban para poder ver las caravanas de los reyes, era el desfile que daba por iniciadas, oficialmente, las festividades del reino de RyuuMoon, para ellos esos tres días eran los más importantes del año, pero en los últimos cinco años todo había cambiado y mejorado para los habitantes del reino, gracias a las nuevas reformas del rey Min Yoongi, las personas tenían mejores posibilidades de vida, eso les hizo mirar con mejores ojos a quien apodaron el rey de la muerte.

Yoongi estaba seguro de que su buena vista ante su pueblo se debía en gran medida a Jimin, quien le hizo ver la realidad de su reino, de como vivían al día los habitantes y las carencias que tenían, poco a poco le estaba quitando el poder al consejo y a su madre, la cual no estaba del todo feliz, incluso llegó a decir que Jimin lo estaba manipulando, cosa que él siempre negó. Su vida era más tranquila y feliz, estaba creando hermosos recuerdos con su familia y eso era más que suficiente para él.

—¿Crees que los reyes Jeon estén disfrutando de las festividades? —preguntó Jimin con una sonrisa.

—Lo están—aseguró sin nota de duda—. Nuestro reino tiene las mejores tradiciones, aunque alguien diga lo contrario, JungKook se está divirtiendo.

—Ya lo creo—rio por lo bajo—. Recuerdo que cuando éramos niños, mi hermano y yo disfrutábamos estas fechas.

Jimin hizo una mueca de tristeza, eso siempre pasaba cuando recordaba a su familia, a veces, Yoongi tenía miedo, de que sus actos pasados y el dolor causado a su pareja, fueran más fuertes que el amor que se tenían. Estaba seguro de que Jimin no trataba de hacerlo sentir culpable, pero eso no quitaba el peso en sus hombros, tomó su mano y le sonrió, al instante Jimin le correspondió, estaba tan precioso esa mañana, portando la corona que él mismo le diseñó.

—Creo que la verdadera diversión de estos días está detrás de las paredes del castillo.

—También es divertido, pero, si, hay mucha comida, juegos y cosas que puedes comprar, en esa época recuerdo vender mucho pan. La gente está de un buen ánimo en estos días.

—Nunca lo viví así, siempre fueron banquetes y bailes dentro del castillo, mi madre jamás hubiese permitido que saliera del palacio, si no fuera por mi padre creo que nunca habría ido al Norte o a ScarLanding, eso me dió un sentido de libertad, pero, aún era demasiado presumcioso para salir del castillo y mirar mi reino.

—¿Hablas de tiempo pasado? ¿Ahora tienes curiosidad?

—La tengo. Por ti, trajiste mucha curiosidad a mi vida, también una forma de ver la vida distinta.

Jimin bajo la mirada apenado, con las mejillas sonrojadas.

—Si ellos te escuchan hablar así, entonces afirmaran lo que se dice en el reino, que yo manipule al rey. Estoy seguro que en el consejo siguen pensando que soy un hechicero.

—Bueno, tal vez lo seas—rio por lo bajo—. No hagas caso de lo que ellos digan, lo que importa es lo que yo pienso de ti.

—No creo que tu madre ni el consejo algún día me perdonen por lo que sucedió con mi hermano, ellos seguirán pensando que soy un traidor.

—No, no piensan eso—bufó—. Tú eres el rey de este reino, Jimin, ellos no son nada.

—Tienes razón, que se jodan.

—A veces pienso que tú también estás adoptando cosas de mí, esa boca Min Jimin.

—Te encanta que sea un sucio vulgar.

—Me fascina—relamió su labio inferior, no hace más de una media hora que lo besó hasta desfallecer en su oficina y necesitaba más—. Creo que me has vuelto un hombre sediento de ti, a veces no creo poder resistirme.

—Tiene que aguantar mi rey, no es el lugar.

Yoongi negó mirando al frente, no quería que alguien lo viera de esa forma, sólo Jimin..

Unos metros atrás se encontraba el carruaje de los reyes del Norte, JungKook acomodó un mechón rubio detrás de la oreja de Taehyung, este parecía brillar esa mañana, tan hermoso como siempre, sus ojos azules miraban curioso todo alrededor, con una sonrisa.

—¿Por qué en el Norte no tenemos festividades así?

—No lo sé, nuestro reino es aburrido ¿No?

—Tiene lo suyo—rio—. Me daba pena preguntarle a Jimin, no quiero que piense que soy un ignorante, pero ¿Por qué celebran mucho?

JungKook rio por lo bajo, tomó su mano y la apretó.

—De todos los reinos, RyuuMoon tiene mayor influencia de sus tradiciones y el misticismo, hay una leyenda, muy antigua, se dice que hubo un hombre, que vagaba por el mundo en completa soledad, subió a esa montaña—dijo señalando el palacio—. Y habló con la luna, noche tras noche hablo con ella y se deprimía cuando no podía verla, esperaba una respuesta de ella, pero no llego, sólo la calma. Terminó con su vida después de la desesperación de la soledad, entonces la luna lo iluminó y lo hizo un dragón rojo, capaz de volar hacia ella.

—Vaya, eso es tan trágico.

—La mayoría de las leyendas lo son ¿Recuerdas la cueva de las luces en el Norte?

—Sí.

—Bueno, a ciertos fenómenos le dan un significado mítico, en RyuuMoon se dice que estos tres días la luna brilla porque recibió en sus brazos a su amado dragón, ellos dicen que estos días están plagados de bendiciones, de todo tipo, así que le brindan tributo.

—Ahora entiendo las máscaras de dragón.

—Exacto. Hay un libro en la biblioteca del reino que habla sobre las leyendas de RyuuMoon, son interesantes.

—Debería leerlo.

JungKook asintió. —¿Te gusta estar aquí?

—Me he divertido mucho, los reyes Min, tienen una magnífica hospitalidad. ¿Y tú?

—Me gusta, pero, debo confesar que no estoy muy tranquilo, sabes que no me gusta dejar el reino.

Taehyung asintió, le tendió la mano y la apretó. —Eso es porque eres el mejor rey. Siempre lo he creído.

—Tienes mucha fe en mi cariño, pero lo agradezco.

Taehyung sonrió regresando la mirada a la multitud, había una belleza que desconocía de RyuuMoon, como una persona curiosa quería descubrirla, ver qué había más allá del castillo, a diferencia del Norte ahí nadie los conocía, podían mezclarse entre las personas, estar siempre bajo el ojo de las personas, siendo vigilado y admirado, llegaba a parecerle cansado, a veces se preguntaba cómo sería si ellos no fueran los reyes del Norte, quería explorar lo desconocido, pero, pedirlo o simplemente sugerirlo no era correcto, había un protocolo que tenían que seguir.

Después del desfile, Jimin y Taehyung se retiraron a descansar, mientras que JungKook y Yoongi tenían una reunión amistosa con algunos miembros del consejo y personas importantes de RyuuMoon. Jimin estaba estresado por la cena de aquella noche, no era diferente de las que tuvieron días atrás, sin embargo, siempre sentía la presión de hacerlo a la perfección. Había en sus hombros un peso que pocos entendían, después de la situación con su hermano, sentía la necesidad de demostrar que era un rey consorte excelente, borrar de la mente de los demás la posibilidad de que sea un traidor, era algo en lo que trabajaba mucho, pero, a medida que pasaba el tiempo no lo creía posible, estaba al tanto que para el consejo y la madre de Yoongi, no era una persona de fiar, y eso le dolía.

—Creo que el rojo está bien.

—Magnifica elección mi señor—dijo el sastre real con una inclinación—. Estas son las joyas que llevaría.

—Cambia las perlas por los rubíes, se verá más elegante.

—Como diga usted señor.

—Puedes retirarte, muchas gracias.

—Con su permiso.

Se fue dejándolo a solas en el salón con Eunwoo, este le sirvió un té para relajar sus músculos.

—Me siento agotado, pero el día es largo.

—Tómalo con calma—le ofreció unas galletas—. Come algo dulce. Eso ayudará.

—Gracias ¿Sabes en dónde está KyungSoo o Luhan?

—No, mi señor, creo que a medida que pasa el tiempo ellos tienen más dificultad por estar a su lado, usted sabe lo que es el matrimonio y la crianza de los niños, debería darles más espacio.

—Tienes razón—hizo un ligero puchero—. Es sólo que los extraño.

—Me tienes a mí—dijo con tristeza en la voz.

Jimin le miró de golpe, Eunwoo era un buen amigo, lo apreciaba mucho, ambos habían hecho una conexión especial, tomó su mano y acarició su piel.

—Lo sé, creeme que si no te tuviera cerca mí, ya me habría vuelto loco, ¿Vas a disfrutar el festival? Deberías tomarte el día.

—No lo sé, no tengo muchos amigos, ni a dónde ir, sabes que mi familia no está aquí, sino en la provincia.

—Tienes razón, en ese caso deberías quedarte para disfrutar del baile, habrá buena música.

Eunwoo asintió. —Tú eres el que debe relajarse, has estado tan tenso—se acercó más, hincándose a sus pies, tomando su brazo para masajear sobre la manga de seda—. Las cosas están saliendo muy bien, no entiendo tu preocupación.

—Quiero que salga perfecto—suspiró—. Quiero que ellos vean que me estoy esforzando y estoy haciendo mi deber.

Eunwoo negó. —Lo estás haciendo muy bien, todo está saliendo conforme al plan, además es una época de bendiciones, ya sabes lo que dicen, tal vez pronto tengas la dicha de traer otro hijo de RyuuMoon.

Jimin le miró perplejo. —¿De qué estás hablando?

—Hay una creencia, dicen que estos días la luna bendice a los amantes con la dicha de un hijo, así que si estás con su alteza, es probable que lo tengas.

—Yo...no creo que quiera eso.

—Entonces deberás mantenerte fuera del alcance del rey, un hijo ahora que estás logrando muchas cosas como consorte no es lo mejor ¿No?

—No, creo que no.

—Es lo mejor Jimin, así que deberás mantenerte alejado del rey.

—Sí, aunque eso será complicado ¿Qué le diré?

—La verdad que no quieres más hijos. Deberá entenderlo.

—Es mi deber Eunwoo, no puedo simplemente deshacerme de ello.

—¿No confías en su alteza?

Jimin dudo unos momentos, no era que no confiara en él, lo amaba, era su esposo, pero, había cosas de las que no estaba seguro, no quería hacer sentir mal a Yoongi, o darle más motivos al consejo y a la reina madre de dudar de sus capacidades.

—Pensaré en algo, gracias por decirme eso.

Eunwoo, lo tomó de la mano y besó sus dedos.  —Yo haría todo por ti Jimin, lo sabes.

Jimin le sonrió con cariño, en ese momento, la puerta fue llamada, ambos se separaron.

—Adelante.

A la habitación entró Taehyung, quien al verlo le sonrió.

—¡Tae! Pensé que estabas descansando.

—Esa era la idea, pero, no pude hacerlo y mis hijos están entretenidos, me dijeron que estabas aquí y pensé en hacerte compañía ¿No te interrumpo en algo?

—¡Claro que no! Siéntate.

Eunwoo se puso de pie con una mueca ligera, la cual no paso desapercibida por Taehyung, quien le miró fijamente.

—Traeré aperitivos y más té mis señores.

—Adelante—dijo Jimin prestando atención a Taehyung.

El doncel, salió de la habitación con molestia, él quería estar con Jimin, era una necesidad que poco a poco se estaban volviendo más fuerte, caminó por el pasillo, encontrándose a KyungSoo y a LuHan.

—¿Jimin está en el salón? —preguntó el primero.

—Mi señor está ocupado, deberían volver después.

Paso al lado de ellos, quienes le miraron con desaprobación, a ellos les parecía extraña la posesividad que Eunwoo tenía con Jimin, algo que habían notado en esos últimos días, cuando les impedía verlo, con la excusa de que Jimin estaba ocupado o cansado, sin embargo, no le tomaron mayor importancia, porque pensaba que lo hacía para tener mayor reconocimiento en la corte. Ellos no entendían sus verdaderas intenciones y los sentimientos inadecuados que estaban creciendo en él.

Dentro del salón Jimin reía con Taehyung. Le gustaba estar con él, habían fortalecido una buena amistad, ambos se entendían, vivían cosas similares y eran honestos con sus emociones.

—¿Qué te pareció el desfile?

—Fue magnífico—suspiró—. En el Norte no tenemos ese tipo de tradiciones, tampoco en el pequeño reino en el que crecí, las personas están muy ocupadas trabajando arduamente antes de los largos inviernos, son pocos días dónde podemos aprecian un buen clima.

—Me imagino, deberías de ver el desfile desde el pueblo, es increíble, yo crecí disfrutando aquello, ahora lo extraño un poco.

—Vaya, es verdad, creo que la verdadera diversión viene de allí ¿No? Sin protocolos, sin reglas.

—Sí, es difícil adaptarse a las normas dentro del palacio.

—Lo es, pero por lo que he visto estos días, lo estás haciendo increíble Jimin, me ha impresionado todo lo que haces.

—No es nada—susurró con sus mejillas enrojecidas.

—Sigo preguntándome cómo es que lo haces, el papel que tenemos dentro del reino es difícil, a veces estoy tan cansado que sólo quiero dormir todo el día, pero tengo obligaciones que cumplir.

Jimin suspiró pesadamente. —Para la mayoría del reino yo ya cumplí con mis obligaciones, le dí siete hijos al reino, un heredero varón, no hay nada más para mí, aquí, los consortes reales sólo están para procrear, he escuchado las opiniones que tienen de mí en el pueblo, dicen que he sido bendecido y que mi vientre es tan fértil, pero, yo quiero más, quiero demostrar que sirvo para más que dar hijos. Lo siento, no debería quejarme ¿No? Tengo una buena vida, bebés que me aman y un esposo que me idólatra.

Taehyung asintió en silencio. —En el Norte es diferente, pero, la presión ahí está.

—Yo...lo siento, no debí sacar este tema. No debo sentirme mal por tener hijos, no cuando...perdona.

—Que yo no sea bueno teniendo bebés sanos no significa que tú debes dejar de hablar de esto, es diferente—le sonrió para tranquilizar su mente—. En el Norte, los reyes tienen que ser un frente unido, ellos esperan que yo me involucre en las decisiones del rey, que este presente en el consejo, que vaya a visitar el pueblo, eso era lo que mis padres me dijeron que debía hacer, pero, cuando llegué ahí, era tan débil, enfermé al instante en el que pise el castillo, siempre fui débil, mi cuerpo no es resistente, pero, aún así, trataba de hacer lo que me tocaba, quedé embarazado muy joven y aunque trate soportarlo, el médico real siempre dejó al aire la posibilidad de que algo malo sucediera, porque era débil, esas fueron sus palabras. Mi relación con JungKook no era muy buena, apenas estábamos acercándonos cuando sucedió el accidente, perdí a mi hija y perdí el valor que tenía como consorte.

Jimin no conocía la historia completa, al tiempo que escuchaba a Taehyung, se arrepintió de haber llevado el tema a la mesa, no quería hacerlo sentir triste por sus propias inseguridades.

—¿Por qué habrías de perder valor?

Taehyung se levantó, cerca de una mesa estaban algunas botellas de vino, sirvió dos copas y regreso, tendiendole una a Jimin.

—Los temas profundos es mejor hablarlos con un buen vino, bueno, eso dice JungKook.

—Yoongi dice exactamente lo mismo, se nota que crecieron juntos.

Taehyung asintió con una sonrisa, dió un sorbo y suspiró. —Tener un bebé después del accidente era imposible para mí, el doctor lo dijo, además sería muy peligroso, mi vida estuvo en riesgo, no podría darle nunca un heredero a JungKook, y al no tener familia directa, no había un posible rey para el Norte, la culpa, el remordimiento y el dolor nos hizo alejarnos por completo, éramos dos extraños, nunca nos cruzabamos, y yo dejé de ser necesario en el consejo, no se me permitía hacer nada fuera del palacio, ni a involucrarme en absolutamente nada referente al reino, porque ellos pensaban que enfermaría, siempre me vieron como alguien débil. La gente empezaba a hablar, sabía que en cualquier momento JungKook elegiría alguna concubina con quién pudiera tener descendencia, él decía que no, que no necesitaba un hijo, pero también sabía que era su deber, es un gran rey, tarde o temprano lo habría hecho.

—¿Cómo es que tuviste a Beomi? ¿Fue una especie de milagro?

—No lo llamaría así, lo llamaría fue una terquedad mía—rio por lo bajo—. JungKook y yo empezamos a acercarnos, poco a poco me dió más tareas fuera del palacio, yo conocía a alguien, a una mujer que me dió un remedio para hacer más fuerte mi cuerpo, estábamos más tiempo juntos y fue inevitable, mi embarazo fue doloroso y cruel, sucedieron muchas cosas, a veces pensaba si era lo correcto, pero lo quería, sí, además debía hacerlo, ese es el problema con nosotros Jimin, y hasta con Jin, no tenemos realmente opción, al haber sido elegidos como consortes del rey, tenemos un deber con este reino, de procurar el linaje, hasta SeokJin lo sabía, porque aunque Namjoon haya tenido hijos con sus concubinas, era el varón de ambos reyes quien llevaría la corona, tú lo sabes, y yo también lo supe, quería ese bebé, lo añoraba, pero también lo necesitaba.

—Estabas cansado de la imagen que tenías en tu propio reino ¿Es así?

Taehyung asintió delicadamente, Jimin sintió un nudo en su garganta, no era lo mismo, definitivamente no, pero, había una pesada carga que llevaban, para demostrar a los demás que eran más de lo que ellos pensaban.

—Sí tenía un bebé, cumpliría con mi deber, salvaría mi matrimonio y estaría bien, eso pensaba, pero, todo se complicó, casi morimos, era como si el destino se empeñara en decirme que yo no estaba hecho para tener un hijo, de alguna manera BeomGyu está aquí, después de él lo intente de nuevo, quedé en cinta después de regresar de ScarLanding, pero perdí al bebé.

—Tae...no lo sabía, lo siento mucho.

—No quería más Jimin, ese día entendí que BeomGyu era un golpe de suerte que no se iba a repetir, así que olvide la idea de un hijo, después vino Shuhua, tenía tanto miedo, veía a JungKook y él también tenía miedo, y eso me hacía odiarme, odiar mi debilidad, mi cuerpo, mi suerte—rio por lo bajo bebiendo más—. Ella está aquí y está bien, lo logré.

—Pero, ¿Ahora las cosas han cambiado para ti? O ¿Te sigues sintiendo de esa manera? ¿Sigues teniendo el sentimiento de querer demostrar algo?

Taehyung lo pensó unos momentos, mientras tanto, Jimin se levantó para traer más vino, sirvió la copa de su amigo y la suya.

—Soy miembro del consejo, y estoy encargado del cuidado de las vidas y los huérfanos, JungKook me ha dado poder, cuando está fuera soy yo quien se queda a cargo, veo que ellos me respetan, me he ganado su respeto a pesar de todo, ya cumplí, BeomGyu será rey algún día, ya no debería sentirme así, pero, tengo una lucha interna conmigo mismo, el pensamiento de no ser suficiente, de ser defectuoso sigue ahí.

—Para mí eres alguien increíble, si antes te admiraba, ahora lo hago mucho más, eres mejor que yo en muchos aspectos.

—No, aquí no se trata de quién es mejor o quién lo hace mejor, somos diferentes y eso está bien. Lo que yo pasé, no se lo deseo a nadie.

—Taehyung, ¿Tendrías otro hijo? A pesar de todo ¿Lo harías?

—No, no quiero—negó—. BeomGyu y Shuhua son un golpe de suerte, cada vez que pasa, tengo el miedo recorriendo mi cuerpo durante meses, el sentimiento de que algo va a salir mal, no quiero vivir aquello, no deseo que JungKook reviva el miedo de perderme, no quiero morir y dejar a mis hijos, a veces quisiera tener más bebés, los veo y digo que vale la pena el riesgo, pero, ya no quiero sufrir. Estoy bien ahora.

Jimin suspiró pesadamente. —No quiero más hijos, estoy cansado Taehyung.

—Quien no lo estaría cariño, has dado a luz a siete seres humanos, no hace mucho tuviste a las mellizas, mereces un descanso.

—Me siento mal por no quererlo, hasta tengo miedo de que eso sea mal visto, aquí, estoy sólo para dar bebés, porque aunque sea el esposo del rey, ante las personas importantes y el consejo, siempre seré visto como un plebeyo ignorante, no se me permite estar en ninguna decisión importante, para poder hacer algo tengo que pedir el permiso de la reina madre y ella no es muy indulgente conmigo, caí de su gracia hace mucho, luché mucho para que me dejarán estar a cargo de la organización de estás festividades, no soy nada más que una fábrica de bebés Tae.

—Oh, no, eso no es verdad, eres más que eso, dime ¿Tu esposo sabe sobre esto?

—No—negó—. Jamás le he dicho nada de lo que quiero, sé que si le digo él me va a incluir en las cosas que pueda, que hablara con su madre para darme más libertad y poder, lo haría, pero, quiero ganarme ese lugar por mi cuenta ¿Sueno estúpido?

—No, suenas como un rey—le sonrió, sirviendo otra copa para ambos—. Sobre los bebés, tienes que hablar con él. Debe saber que no quieres hacerlo, haz cosas que se pueden hacer y que puedes tomar, hasta usar.

—Esta prohibido, para mí es imposible.

—No creo que tú esposo se oponga. ¿Lo haría?

—No lo sé, nunca se opone a nada de lo que quiero, pero no sé si esto sería la excepción.

Jimin no le podía decir del té que había estado bebiendo, porque eso sería ponerse en evidencia, confiaba en Taehyung, pero tenía que ser cuidadoso con lo que decía en el castillo.

—La organización de este festival ha sido increíble—le dijo con una sonrisa—. El baile de hoy también lo será, tienes más capacidad de la que piensas, eres inteligente, hermoso, fuerte y habilidoso, si tú quieres un puesto importante sé que lo vas a ganar, por tus medios, pero, tener el apoyo de la persona que amas y que debe estar a tu lado en casa paso es importante, yo no creía en que JungKook llegaría a ser la persona que es en este momento, pero decidí darle el beneficio de la duda, deberías hacer eso mismo con Yoongi, ustedes han pasado por mucho también, y lo han hecho funcionar. ¿No confías en la personas que amas?

—Sí, lo hago, debería ser más honesto con él. Sobre todo por estos días.

—¿Por?

—Hay una creencia que dice que estos días son ideales para tener bebés, no quiero eso.

Taehyung rio por lo bajo. —Hay algo parecido en el Norte, sobre la cueva de luces, cada diez años, aparecen unas luces en el cielo, entonces eliminan esa cueva, que al parecer tiene piedras preciosas dentro, nadie sabe en dónde está, así que dicen, que si una pareja quiere bendiciones para su amor, de cualquier tipo, tienen que ir ahí, no creo en eso.

—¿No?

—No, no lo creo, no quiero faltarle el respeto a tus creencias ni a las de tu pueblo, pero no creo que eso sea posible.

Jimin suspiró. —Tienes razón, suena tonto si lo ponemos de esa forma. ¿No?

—No creas todo lo que dicen, mejor habla con tu rey y soluciona esto, lucha por lo que quieres y no te pierdas en el camino. ¿Entendido?

—Lo haré, tengo que hacerlo, mucho dependerá de lo que suceda después de este festival.

—Disfruta, no te estreses tanto. Vamos a dar un brindis.

Ambos acercaron sus copas.

—¿Por el festival?

—Por tú festival, y por nosotros, por ser más de lo que ellos pensaron que éramos y por luchar día tras día a pesar del cansancio y el miedo. Salud.

—Salud—rio emocionado—. ¿Sabes? Eres alguien muy especial para mí Tae. Gracias por estar aquí y aclarar mi mente.

—Gracias a ti por escucharme y confesarme tus pesares, este vino es muy bueno.

—Bebamos más. Ellos están haciendo lo mismo.

—Un poco no hace daño.













—Vaya, te ves increíble—rio JungKook mirando a Taehyung—. Pero ¿Por qué tienes ese rubor? Y tus ojos son muy brillantes.

Se acercó para tomar sus mejillas, llevaba un traje blanco con decoraciones azules y brillantes, su corona y sus joyas que resaltaban su belleza, Taehyung rio por lo bajo.

—Puede que Jimin y yo hayamos bebido una botella entera de vino, o tal vez dos, no recuerdo.

—¿A sí? Me alegra que te estés divirtiendo.

—No falte a mis obligaciones con los niños, los supervise. Un rato.

JungKook besó sus labios. —Pueden ser cuidados sin problema por sus niñeras. Nosotros esta noche vamos a disfrutar mucho, ¿Está bien?

—Oye, me gusta esta faceta tuya, una más relajada.

—No aparece todos los años así que disfrútalo, vamos, que muero de hambre y si quieres seguir bebiendo tienes que comer algo.

—Eso suena bien.

En el otro extremo de aquel pasillo, Yoongi entraba a su habitación, pesaroso de que Jimin tardará tanto en bajar, en la sala del recibidor estaba Eunwoo, hablando molesto con KyungSoo.

—¿Sucede algo? ¿Y Jimin?

—Esta indispuesto señor.

—¿De qué hablas Do?

—Bebió con su alteza Jeon, y ahora está dormido.

—Oh Dios, este niño—bufó antes de entrar a la alcoba.

Jimin está a vestido con un traje rojo que le quedaba perfecto, dormía en la cama, con la corona tirada en el piso, Yoongi debía sentirse molesto, pero en vez de eso rio, se acercó levantando la corona, la dejó en la cama y acarició sus mejillas cálidas.

—Oye, tienes que despertar, mírate nada más—rio besando su nariz—. Despierta, tenemos un montón de invitados, tus invitados.

Bajo sus manos por su rostro, hasta su torso, se veía realmente bien, acarició su cadera y sonrió.

—¿Te vas a perder de la cena tan importante que organizaste?

Jimin abrió los ojos de golpe, se sentó y casi cae, pero fue detenido por Yoongi quien se rió de él.

—¿Cuánto bebieron?

—Mucho. No sé ni cómo llegué aquí.

—¿Puedes caminar? O les digo que estás indispuesto.

—¡No! Tengo que estar ahí, estoy bien.

—Confiaré en ti—dijo acariciando sus labios con su dedo pulgar—. Falta esto—puso la corona sobre su cabeza—. Ahora vamos pequeño ebrio.

Jimin se puso de pie, para sorpresa de Yoongi, este no parecía mareado, o demasiado ebrio para caminar, ambos salieron de la habitación y se dirigieron rápidamente al gran salón, dónde todos los estaban esperando ya dentro.

Las puertas se abrieron, anunciando su llegada, las reverencias fueron inmediatas, Jimin sonreía como si no hubiese estado durmiendo por el alcohol hace unos minutos, fueron a su mesa y dieron inicio al banquete.

Todo estaba saliendo bien, Jimin podía ver a las personas disfrutando de la música y la cena, en unos asientos más adelante estaban Jungkook y Taehyung riendo entre ellos, Jimin pudo relajarse un poco.

—Come bien, no dejes nada en el plato—dijo Yoongi sirviendole una copa de vino.

—Creí que no me dejarías beber más.

—Es una noche especial—se encogió de hombros—. Además te tengo una sorpresa.

—¿Una sorpresa? ¿Qué sorpresa?

Yoongi le miró con una mueca divertida. —Hoy, escaparás conmigo.

Jimin le miró sin comprender, pero, con la adrenalina al tope, rio antes de sonreír en grande.

—Será un placer mi señor.


Ya tengo todo planeado hasta la tercera parte, agarrense, que se viene muy fuerte 🤍

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