40
RyuuMoon
Dormía plácidamente, sin preocuparse de nada. Había tenido una buena noche de descanso, algo que no sucedía a menudo. Siendo el consorte real y teniendo siete hijos, no había mucho tiempo disponible para estar relajado. Taehyun y Minnie tenían cinco años, eran los niños más consentidos y traviesos del reino, siempre se tenía que hacer lo que ellos decían, sino, podría haber problemas, no dejaba de hacer berrinche y de ser demandantes, sus trillizos, Yuju, HongJoong y SoonYoung a sus tres años eran tranquilos, inteligentes y muy dulces, tenían demasiada energía, sobre todo el más pequeño de ellos, Jimin aún sentía escalofríos cuando recordaba los días en dónde pensó que lo perdería para siempre, no tenía preferidos, los amaba por igual, pero llegaba a ser sobreprotector con su pequeño, sus mellizas Yeji y Lía, tenían dos años, era sólo nueve meses menores que los trillizos, eran dulces y tiernas, Yoongi estaba encantado con ellas. Su vida había cambiado mucho desde que se casó con Yoongi, sentía que no tenía tiempo suficiente para hacer todo lo que debía, creía que lo estaba haciendo mal, apenas tenía veintinueve años, pero, se sentía más grande, Yoongi le repetía de forma constante que todo estaba bien, que el reino lo adoraba, que era el mejor esposo y padre, sin embargo, estaba dudando mucho de sus capacidades.
Se estiró y se levantó, justo a tiempo para que su corte ingresará a la habitación y ayudará a cambiarse. Luhan, Nayeon, Jihyo, KyungSoo y Eunwoo, las personas en quien más confiaba, claro que LuHan y KyungSoo al tener una familia, no estaban tanto tiempo con él como antes, LuHan hace poco había dado a luz a su segundo hijo y KyungSoo quien estaba casado con Lay, tenía unos gemelos preciosos de cuatro años, Jimin jamás le había preguntado, porque no quería sacar el tema a colación, pero, se preguntaba si esos niños eran realmente de Lay, o si existía una posibilidad de que fueran hijos de JongIn, por este último, su estadía en el castillo era cada vez más baja.
Necesitaba ayuda constante, las nanas de sus bebés se hallaban muy ocupadas, pero, lo entendía, cuidar de sus mimados hijos no era un trabajo sencillo, estaría decaído, de no ser por Eunwoo, el doncel que había contratado cuando llegaron las mellizas, era la persona más amable y dulce que conocía, en poco tiempo se convirtió en un gran amigo y apoyo, no podía estar sin él, alegraba sus días y era quien escuchaba sus lamentos.
—Buenos días Jiminie—dijo LuHan con una sonrisa—. ¿Qué tal dormiste?
—Muy bien, fue una buena noche—suspiró.
—¿Descansaste mejor que otras noches? —rio KyungSoo—. Que no te escuche el rey Min, que se va a sentir muy ofendido.
Jimin negó de inmediato, recordando su tristeza. —No es por eso, lo extraño mucho, apenas ayer se fue a atender unos pendientes en la frontera, pero ya lo necesito, lo digo, porque dormir solo me ha dado la oportunidad de ocupar toda la cama—rio por lo bajo—. Dijo que llegaría hoy a la cena, hablaré con la señora Kwon, quiero que la preparación de la cena sea especial.
—El rey es realmente afortunado de tener a alguien como tú en su vida Jiminie—sonrió Eunwoo quien estaba eligiendo uno de sus trajes.
—No, no es así, realmente carezco de muchas cosas.
—No digas eso, eres perfecto—negó KyungSoo.
—¿Los niños se han levantado? —preguntó antes de ponerse de pie y caminar al cuarto de baño, tomaría un baño caliente para iniciar su día.
—Terry, Mini, Hong, y Hoshi lo hicieron—sonrió al escuchar a Nayeon usar el apodo que Yoongi le había puesto a su pequeño—. Yu, Lía y Yeye aún duermen, aunque no tardan en despertar, les están preparando, así que relájate un poco.
Dejó que le quitarán el camisón para dormir y entró a la tina, suspiró satisfecho, a medida que pasaba el tiempo se había acostumbrado a tener a muchas personas alrededor, ayudaba que fueran sus amigos y confiara en ellos. Eunwoo se posicionó detrás de él para dar masajes a su cabello. Cuando los demás estaban cerca su amigo podía ser muy tímido, pero, cuando se hallaban solos es que salía su personalidad vivaz.
—En dos semanas es el festival de la luna—dijo LuHan llamando su atención—. ¿Este año también quieres prepararlo? Podrías descansar y dejarlo todo a los organizadores reales.
—No—negó con una mueca—. Quiero seguir haciéndolo, me gusta organizarlo, es la fecha más esperada y especial en RyuuMoon y a Yoongi le gusta cómo lo hago.
—Amas la atención que el rey te da ¿Verdad? —KyungSoo rio por lo bajo—. Ve como tus ojos brillan.
Jimin bufó desviando la mirada a sus manos, KyungSoo estaba en lo correcto, amaba cada atención que Yoongi tenía sobre él, cada palabra, cada caricia, cada sonrisa que le dedicaba, estaba feliz y enamorado. Podía decir con tranquilidad que habían sobrevivido a lo peor en su relación, ahora todo estaba tranquilo y ambos vivían en armonía al lado de sus pequeños hijos.
Terminó el baño, secó su cuerpo y le ayudaron a vestirse y prepararse, como todos los días tenía que verse presentable, salieron de sus aposentos y se dirigieron al comedor, dónde tomaría el desayuno, sonrió al ver a sus pequeños ahí, los siete sentados en sus sillas, estos se levantaron a excepción de las mellizas que estaban sujetas a su silla alta, corrieron hacia él, no dudo en agacharse para abrazarlos, dando un beso en la frente a cada uno.
—¿Cómo amanecieron?
—Con hambre, quiero comer—dijo Taehyun con una mueca.
—Yo tengo ganas de jugar en el jardín papi—rio Minnie.
—Tambien nosotlos—sus trillizos habían tomado la manía de hablar al mismo tiempo, le hicieron reir.
—Ya que papá no está, bueno, tal vez jugar en el jardín sea divertido, pero, tienen que terminar bien su desayuno y hacer sus deberes, sus maestros vendrán, después de sus clases pueden ir a jugar afuera. ¿Está claro?
—¿Por qué necesitamos esas clases aburridas?
Taehyun, o Terry, como ellos lo llamaban, estaba entrando en la edad en dónde sólo quería hacer lo que él deseaba, Jimin suspiró mirándolo.
—Un rey siempre tiene que estar bien preparado y capacitado para lo que se viene. ¿No querías ser un rey?
—Seré el rey, como papá.
—Pues entonces tienes que ser igual o más inteligente que tú padre, anda, quita esa cara—tomó su mentón—. ¿Por qué estás tan de mal humor?
—¿Cuándo regresa papá? Lo extraño.
—Será está noche, antes de la cena.
Taehyun suspiró y asintió. Los niños volvieron a sentarse en la mesa, Jimin los observaba comiendo, no era común que los más pequeños tomarán el comedor real, normalmente los niños comían en otra parte, pero, a Jimin le gustaba comer con ellos, poco a poco estaba cambiando leyes y normas tan estrictas dentro del castillo, siempre preguntando la aprobación de Yoongi y si este no estaba, la de su suegra, la reina madre Min ChaeRin, está nunca le había negado nada, mucho menos Yoongi. Podía decir que era el consorte más consentido de los reinos.
Aún mantenía contacto constante con Jin y Taehyung, ellos eran sus amigos, habían pasado cinco años desde que estuvieron en ScarLanding, y en todo ese tiempo, su amistad creció, le daban consejos, y palabras de aliento cuando sentía que no podía con el peso de sus responsabilidades. SeokJin era el rey regente, pero, aún así, seguía siendo joven y teniendo hijos, quienes lo necesitaban, compartía con él la angustia de no tener el tiempo suficiente para prestarles atención y verlos crecer, Taehyung era el más temerario de los tres, siempre le contaba sobre sus aventuras, tenía dos hijos hermosos y con lo que decía su carta, un esposo que era paciente y cariñoso, después de saber su historia, Jimin estaba feliz de que haya encontrado la calma en su matrimonio.
Él se sentía bien, algunas veces, cuando recordaba ScarLanding, lo hacía con una mueca, muchas cosas terribles sucedieron en ese lugar, y otras que eran una nube negra sobre su cabeza, a veces se preguntaba ¿Cómo estaría Jihoon? Yoongi se negaba a hablar de su hijo con su primer amor de la juventud, se negaba a decir su nombre, pero sabía que a través de Jin, le hacía llegar dinero, y que se preocupaba por él, Jimin después de mucho comprendió que el pequeño no tenía la culpa de lo que había sucedido, que ese era el pasado de Yoongi, y que a pesar de todo lo amaba, y que su pasado no volvería a hacerles daño.
La búsqueda de sus padres se torno difusa, a veces cuando estaba solo se preguntaba dónde estaban y si se encontraban bien, Yoongi le decía que no habían dejado de buscar y que los encontraría, pero a medida que pasaba el tiempo, Jimin sentía que no volvería a verlos.
La única persona en el reino, que podía hablar con honestidad era Eunwoo, quien le decía la realidad, le hablaba con sinceridad, no tratando de hacerlo sentir bien o feliz, y eso era lo que le gustaba de él. No le tenía miedo como los demás o no decía constantemente que lo estaba haciendo muy bien, señalaba sus fallas.
Caminaba por los jardines, sus hijos estaban correteando por ahí, riendo, siendo felices, él se sentía pleno cada que los veía, su vida no era perfecta, estaba lejos de serlo, sin embargo, era lo que necesitaba, era rey consorte, tenía un esposo maravilloso, hijos preciosos y amigos que siempre estaban ahí cuando lo necesitaba, no podía pedir nada más.
—Los jardines se ven especialmente perfectos esta primavera.
Jimin sonrió a Eunwoo quien había accedido a dar un paseo con él.
—Hay mucha belleza en RyuuMoon, me alegra, porque eso quiere decir que el festival será especial. Creo que este año, Tae y JungKook los reyes del Norte pueden estar acompañándonos, hace mucho que no veo a Taehyung, aunque nos escribimos seguido, lo extraño.
—Suena a qué es una persona dulce, señor, creo que debe estar preparado, ya sabe la leyenda.
—¿Cuál leyenda?
—Que la noche del festival de la luna trae bendiciones—sonrió—. Dicen que es la mejor noche para crear un bebé. A muchas personas les ha sucedido y usted es muy fértil, seguro que lo consigue.
Jimin hizo una mueca marcada, paro y miró al horizonte. Si bien, él sabía que el pueblo de RyuuMoon y en el castillo era alabado por su gran capacidad para traer hijos al mundo y que Yoongi estaba feliz de tener hijos, él ya no se sentía muy seguro de ello.
—Si te soy honesto, no creo que quiera más hijos, tengo los suficientes.
—¿Se ha cuidado?
Negó. —No, no lo he hecho. Sabes que está prohibido que lo haga.
—Hay formas mi señor, formas muy silenciosas de hacerlo.
—¿Cómo cuáles?
—Hay un té de una flor especial, que en otros lugares se usa para eso.
—Cuando fui a ScarLanding, Jin comento de una flor que usaban para evitar quedar en estado, me la mostró, esa está aquí también, pero, la usan para dolor de cabeza.
—Asi como esa hay muchas, conozco una en especial, nadie sabe que es para eso, sólo pocas personas y quiénes lo saben no lo divulgan. ¿Quiere que le consiga un poco?
—Si alguien sabe, eso sería tomado como traición.
—Sólo nosotros dos lo sabremos, pero no tiene que decirle a su alteza.
—No creo que Yoongi tenga problema si le explicó.
—¿Está seguro? Cómo dijo, al rey le gusta tener hijos y que no lo haya propuesto antes, bueno, deja que desear.
Jimin mordió su labio inferior, el tiempo le había hecho entender que no debía de ocultar ese tipo de cosas, sin embargo, Eunwoo tenía un poco de razón, no estaba seguro de que Yoongi lo aprobaría.
—Consiguelo, pero, con total discreción, por favor.
—Lo haré señor.
Todo estaba preparado y listo para recibir al rey, Jimin se había encargado de que hicieran la cena en honor a él, que prepararán las cosas que le gustaba, lo extrañaba y quería estar en sus brazos.
—Jimin, el rey está aquí.
Jimin se levantó de su asiento, dónde había estado tomado el té, salió corriendo por los pasillos extensos y largos, así hasta que bajo las escaleras y espero en la entrada, no pasó mucho tiempo para que Yoongi apareciera, se lanzó a sus brazos sin importar nada. Fue recibo con amor y con un beso que lo llevo al cielo.
—Sólo me fui un día. Pero, parecieron años, te extrañe mucho.
—Yo también—susurró sonriendo—. ¿Quieres comer algo?
—Muero de hambre.
Yoongi le sonrió, lucía cansado, Jimin le tomó la mano y lo llevó al salón donde esperaban los niños.
—¿Siguen despiertos? Es tarde.
—Querían verte, bueno, más bien lo exigían.
—No me sorprende—rio por lo bajo—. Tienen tu terquedad.
—Cariño, de los dos eres tú el más terco.
—Puede ser—besó su mejilla.
Había algunos sirvientes siguiéndolos, pero estos no se impresionaban por sus muestras de afecto, al contrario, se habían acostumbrado a ellas y eran tan normales, que ya formaban parte de sus días. Las puertas de la sala infantil se abrieron y Yoongi entro. Los pequeños corrieron hacia él. Se agachó y los recibió con los brazos abiertos.
—Mis hijos. Creo que han crecido en este día que no los vi.
Taehyun miró a Yoongi con una mueca. —¿Por qué tienes que irte?
—Son deberes de un rey. Pero, ya estoy aquí, quita esa cara.
—¡Papá mira mi cabello!
Minnie le mostró su hermoso cabello largo y oscuro, Yoongi le sonrió y lo acarició.
—Es hermoso.
Los tres niños sonrieron. —Hola papá.
—Sigo sin entender cómo es que hablan al mismo tiempo—negó.
Se levantó y fue con las bebés, a cada una le dió un beso en la mejilla redonda.
—Aunque sé que quieren estar un rato conmigo, es muy tarde, es momento de dormir, mañana podemos estar juntos.
Los niños hicieron un puchero, pero asintieron, abrazaron a ambos, besaron a ambos y se encaminaron con sus nanas a sus habitaciones.
—Estás cansado ¿Verdad?
—Demasiado mi amor—se acercó para besar sus labios—. Me he vuelto viejo.
—No digas eso, no es verdad, sólo te has desacostumbrado.
—Tú me has hecho sedentario.
—Pero, feliz ¿No?
—Eso no tienes que preguntarlo. ¿Ya cenaste? No sé porque pregunto cuando sé la respuesta, vamos.
Lo tomó de la mano y ambos emprendieron camino al comedor, Yoongi se sentó a la cabecilla y comenzaron a servirles la cena, Yoongi se impresionó con la comida, sonrió acariciando tenuemente la mejilla de Jimin.
—Eres un ángel.
—¿Sucede algo?
Yoongi suspiró pesadamente. —Jin tenía razón, hay un gran movimiento en las tres fronteras, no sabemos de dónde vienen o qué quieren, hice investigación y trate de sacarles información, pero, nada, algunos de ellos ni siquiera sabían por qué estaban ahí, lo que si es que nunca dijeron de dónde venían, por más...—miró a Jimin quien hizo una mueca—. Bueno, como sea, no dijeron nada. Eso es frustrante, quieren jugar con nosotros.
—Me parece muy extraño que sepan exactamente dónde están las entradas secretas.
—Sí, pero nadie es local. Es confuso.
—¿Qué es lo que harás?
—Poner más vigilancia, he hablado con los generales de la frontera, mandando el plan que planteo Hoseok, es muy bueno, JungKook vendrá para el festival, por lo que hablaré con él de todo esto.
Jimin asintió. —Come, anda, después iremos a dormir.
—No quiero dormir, te necesito—dijo bebiendo vino.
—Disfruta la comida entonces.
Se miraron con complicidad. Había algo entre ellos que a pesar del tiempo no se extinguía y eso era la pasión, se amaban, y sobrepasaron fuertes tormentas para estar junto de la forma en la que se hallaban en ese momento, sin dudas, sin rencor, siendo ellos y disfrutando de la vida que estaban formando juntos, no se detuvieron a pensar más en el pasado, si bien era una sombra que los perseguirá de por vida, decidieron ver hacía adelante, un camino más iluminado y sin dolor.
La confianza entre ellos eran un tema delicado, tanto para Yoongi como para Jimin, dejar sus miedos y poner sus vidas en las manos del otro. Estaban bien por el momento, porque no había nada que pudiera salir mal.
Cómo lo dijo, Yoongi estaba cansado, pero, no lo suficiente como para mantener las mano fuera del cuerpo de Jimin, una vez en la habitación, ambos hambrientos y sedientos, se tocaron y besaron desesperados, despojándose de su ropas, y yendo a la cama.
Jimin hizo que Yoongi se recostara, subiendo en su regazo, bajando lentamente con un gemido que erizo la piel de Yoongi, tomó sus caderas, Jimin era delgado, cualquiera que lo viera no pensaría que tuvo tres embarazos y siete hijos, era imposible, su piel nivea, clara y suave, cadera ancha, al igual que su trasero, tan dulce y grande, le encantaba, lo volvía loco, la forma en la que movía sus caderas de atrás hacia adelante, sintiendo su calor interno y como sus paredes apretaban su miembro hinchado, jadeó incapaz de despegar la mirada de su rostro, era un dios, tan sensual, tan adictivo y lo mejor es que era suyo, complemente suyo, y nadie más que él podría llegar a verlo de esa forma. Lo amaba, lo idolatraba, era su todo, su comienzo y su final.
Jimin se desvivía por complacerlo, amaba ver la forma en la que su rostro se deformaba debido al placer, se sentía poderoso, en esa posición podía sentirlo dentro, muy dentro grande y grueso, no dejaba de mover sus caderas de arriba para abajo, enterrándose sin parar, Yoongi elevaba sus caderas para darle duro en aquel punto perfecto, que lo llevaba al cielo y de regreso, no había comparación, quería más. El sudor recorría su frente y su cuello, estaba perdido en su deseo. Yoongi le dió la vuelta posicionándolo boca abajo, ligeramente de lado, jaló su pierna derecha hacia su estómago, entonces subió sobre su pierna izquierda y lo penetró, llevando la pierna doblada sobre su muslo derecho, apretando su tobillo, con la otra mano mantuvo sus cabellos sujetos mientras lo penetraba con fuerza, esa posición hizo que golpeara sin piedad aquel punto placentero en su interior, lo volvió loco, no deja a de gritar debido al placer que estaba sintiendo, era más una tortura, jadeó enloquecido, hasta que se vino sobre las sábanas, Yoongi siguió golpeando dentro hasta que el placer de Jimin lo condujo al propio, llenandolo de su escencia, descargando todo en su interior. Cayó sobre su espalda y besó su hombro.
—Y de pronto el estrés se fue a la mierda.
—Mmm.
Jimin se volvió para besar sus labios y le sonrió con los ojos brillantes debido al orgasmo.
—Bienvenido a casa.
—Tú cuerpo es mi hogar Jimin. Siempre será así, siempre querré más de ti, sin importar nada.
Para los que estaban impacientes, arrancamos con esta segunda parte. Espero les guste miwos 🤍
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