Hoseok acompañado de algunos soldados de la capital, rondaban a caballo por los negocios y las posadas que había en la costa, era crucial para ellos investigar quienes entraban y salían de ScarLanding, y aunque habían implementado vigilancia extra, aún sentían que algo les estaba faltando, que aquellos enemigos eran demasiado astutos, había algo que estaba rodando en su cabeza, que no lo dejaba descansar tranquilo, el hecho de pensar que alguien proveniente de ScarLanding les había dado información específica a sus enemigos, sobre los puntos ciegos del reino, si era así, debían tener cuidado.

Fueron horas revisando que todo estuviera en orden, a los barcos que se hallaban anclados, tuvo que revisarlos, asegurándose que sólo llevarán mercancía, los dueños de negocios estaban alterados, extrañados de las nuevas medidas de vigilancia en el reino, Hoseok no hablaba mucho sobre lo que estaban haciendo, sólo se limitaba a hacer preguntas y a escuchar.

—Creo que este barco fue el último—dijo mirando un barco en específico al fondo, uno que ya habían revisado, sin embargo, que llamaba la atención, entregó sus permisos y los papeles, provenía de una pequeña isla cercana, que era territorio de RedScorpion, nunca habían tenido problemas con ese reino, así que lo dejo pasar.

—Mi señor, está es una noche tranquila, por lo que escuché, es mejor venir a finales del otoño, dónde vienen por más cargamentos y nuestros barcos salen a buscar lo necesario para el invierno, no falta mucho para eso.

—Menos de un mes—suspiró—. Bien, por lo pronto es lo que podemos hacer, de igual manera quiero que haya hombres monitoreando todos los alrededores, nadie entra sin presentar el permiso.

—Muy bien señor.

—Vamos a beber algo, casi amanece—dijo cansado.

Los soldados que lo acompañaban asintieron, entraron a una de las tabernas, no era desconocida, había ido ahí muchas veces cuando regresaba de la frontera, sin embargo, esa noche las caras que se hallaban en el lugar no eran muy conocidas, parecían viajeros, no era anormal, el puerto albergaba a muchos comerciantes. Aunque, estaba atento para ver si alguno de ellos pertenecía a las Cumbres, en su revisión no encontró ningún barco proveniente del reino misterioso y eso era extraño tomando en cuenta la presencia de algunos hombres de las Cumbres en ScarLanding con anterioridad. Ese reino le llenaba de curiosidad, no conocían nada de este, ni de lo que había dentro, ni siquiera qué es lo que necesitaba comerciar o comprar, Hoseok odiaba los misterios.

Se sentaron en una mesa amplia, frente a otros hombres, tres fornidos que parecía que les hacía falta un buen baño, y un hombre bien vestido, estaba de negro, con el cabello castaño claro bien peinado hacía atrás, su rostro era duro, y había algo que le parecía conocido, podría ser la forma de sus ojos, pero estaba seguro de que los había visto antes, no en él, sino en alguien más.

Ambos se observaron fijamente, sin expresión alguna, cuando a Hoseok le sirvieron el tarro de cerveza, lo tomó con la mano y lo elevó, en un gesto cordial, antes de sonreír de lado y desviar la mirada. Yuta, quien estaba cerca suspiró.

—¿Lo conoce señor?

—No, en mi vida lo había visto, pero, me parece conocido, sus facciones son singulares.

—Ahora que lo veo—dijo Yesung—. Tiene cierto parecido con el señor Kwong.

—¿Con JiYong? —Hoseok entrecerró los ojos, volviendo a mirar a aquel hombre, si, parecía ser una versión de él más joven—. Tienes razón, sino supiéramos que JiYong nunca tuvo hijos o pareja, entonces pensaría que estoy frente a su progenie.

—Tal vez sea una coincidencia—asintió Jack—. Tal vez un familiar perdido.

—No se ve que sea de aquí—negó Yuta.

Hoseok se encogió de hombros. —Es sospechoso, pero todos en la costa lo son, no confío en nadie, y ellos tampoco confían en nosotros, puedo ver la hostilidad en sus ojos.

—¿Crees que estén tramando algo?

—No lo sé aún con certeza, pero, puede ser una opción—se encogió de hombros.

Hoseok bebió, estaba cansado, y necesitaba algo para poder distraer su mente, sus soldados hablaban entre ellos y reían, él se mantenía sumido en sus pensamientos, hasta que todos alrededor callaron, fue que elevó la vista, aquel hombre se acercaba a su mesa.

—Buenas noches ¿Puedo sentarme?

Hoseok lo miró unos momentos, antes de asentir con la cabeza. El hombre misterioso se sentó frente a él.

—Es una agradable noche de otoño ¿No lo cree así?

—Siento que estoy en desventaja señor ¿Nos conocemos?

—Oh no, creo que no, soy un mercader, mi barco va a zarpar pronto. Por su uniforme puedo intuir que es alguien importante de la guardia de ScarLanding ¿Verdad?

—Jung Hoseok—dijo con una media sonrisa—. Soy el general al mando de las tropas de ScarLanding, vinimos aquí a un rondín de rutina ¿Usted es?

—Es un honor estar frente a alguien tan respetado, conozco su nombre—sonrió—. Soy Kim Mino.

—¿De dónde viene?

—De todas partes, sólo soy comerciante, voy de puerto en puerto comprando y vendiendo mercancía, ya sabe, lo necesario para ganarme la vida.

—Entiendo, ¿Ha estado otras veces aquí?

—Claro—asintió sacando un puro, lo prendió y fumo—. ¿Gusta?

—No, gracias.

—He estado aquí varias veces, ScarLanding es el reino más rico de todos, puedo encontrar mercancía a buen precio. Es un agradable lugar y las mujeres son hermosas. ¿Es casado?

—Lo soy—dijo con seriedad—. Mi esposo de hecho, está esperando en casa por mí, ¿Usted?

—Hace poco contraje matrimonio, mi esposa es preciosa, ella viene de aquí, de hecho, nos conocimos en el puerto, es dulce y encantadora.

—Me alegra mucho que haya encontrado a una buena mujer, más si es de este reino. Jamás había tenido la dicha de conocerlo, disculpe, pero, no se ve como un mercader cualquiera, su ropa y su porte me dice que viene de una clase alta.

—Podría decirse, aunque, realmente he roto relación con mi familia, ya sabe, diferencia.

Hoseok asintió, pidió otro tarro de cerveza que se le sirvió al instante, sus hombres estaban atentos a la plática. Mino parecía ser alguien amable, sin embargo, había algo en él que no le traía confianza.

—Dentro de todas las familia hay diferencias, puedo entender eso.

—Las hay, lucha de intereses, más si se tiene hermanos. ¿Usted tiene hermanos general Jung?

—Tuve una hermana, falleció debido a una enfermedad hace años.

—Lamento mucho escuchar eso.

Dio un asentimiento de cabeza, estaba hablando, aparentemente siendo un libro abierto, sin embargo, tenía cuidado con las cosas que decía, nada de lo que hablaba era secreto para cualquiera en ScarLanding.

—Se dice mucho de usted por ahí señor, no es secreto que entrenó a los tres más poderosos reyes de la región, a Min, Jeon y Kim, por cierto debe estar destrozado debido a la perdida de Kim Namjoon, lo lamento mucho.

—Bueno, si ha escuchado sobre mí, creo que sabe lo que pienso acerca de las lamentaciones vacías, Namjoon era un buen rey, todos resentimos su perdida, pero las cosas siguen, la vida continúa y este reino sigue en pie.

—Es un reino próspero, la envidia de otros, he escuchado rumores, acerca de rebeldes que están en contra de su alteza.

—Para ser un simple mercader, parece que sabe mucho de ScarLanding ¿Debo desconfiar de usted?

Mino soltó una carcajada. —Mis disculpas señor, puedo llegar a ser una persona muy curiosa.

—La curiosidad puede ser peligrosa.

—Eso lo tengo muy presente, dígame ¿Cómo es que alguien como usted ha hecho que alguien como Min Yoongi se controle? En su reino es temido, no podemos desembarcar ahí, está muy protegido.

—Yoongi es especial—rio—. Pero, nada que no se pueda manejar, es un hombre duro, que conoce sus habilidades y sus destrezas, también es alguien leal.

—Entre más lo escuchó, más me impresiona.

—Usted también debe de tener historias interesantes que contar, ¿Ha estado en muchas partes?

—Lo he estado—asintió—. Conozco todos los puertos o la mayoría de ellos, los más importantes.

Hoseok mordió su labio inferior. —¿Ha estado en Las Cumbres?

El rostro se Mino demostró sorpresa, bebió un poco de su copa de vino y relamió sus labios.

—He estado ahí unas cinco veces, al igual que RyuuMoon, su puerto es vigilado al extremo, son muy cautelosos de quienes desembarcan.

—Es curioso ¿No? Nadie sabe de ese reino, parecería un mito de no haber testigos que lo han visto, incluso las aguas del sur son peligrosas para cruzar, es un misterio. Cualquiera podría estar interesado.

—Claro, las personas se interesan por lo desconocido, tiene un sentimiento de curiosidad que no se puede controlar. Yo soy un hombre muy curioso, por eso fui ahí.

—¿Y que ha descubierto?

—Es un reino enorme, pero, quienes están en el puerto, y no son del reino, no pueden acceder a las tierras del castillo y el pueblo, sólo a sus alrededores, pareciera una especie de fachada ¿Sabe? Como un adorno para quienes llegan al puerto, pero, nadie sabe que hay más allá.

Hoseok ladeo la cabeza, sabía que Las Cumbres era un lugar sumamente secreto, que su rey, no dejaba a nadie entrar sin alguna razón concreta, estaban en medio de la nada, por eso no le pareció descabellado lo que Mino decía.

—Debe haber algo que quieran ocultar ¿No?

—Eso pensamos todos—asintió—. Es una enorme isla, que se conecta a otras dos, una sola y otra a la cual no puedes pasar, si desembarcar ahí, puedes morir, unos compañeros murieron así, estás islas gigantes se conectan por un río que desemboca en el océano. Espeluznante.

—Lo es, parece más un cuento de terror, me preguntó qué tanto de las historias es verdad.

—Sería interesante saberlo ¿Verdad? —rio por lo bajo—. Pero, como usted mismo lo dijo, la curiosidad puede ser peligrosa.

—Espero que tenga eso en mente, cualquier cosa puede suceder.

—Lo tendré en cuenta, mi señor—sonrió en grande—. Me tengo que retirar, me queda un largo camino por recorrer, espero verlo pronto. Un gusto conocerlo.

—Puedo decir lo mismo, fue un gusto, Kang Mino.

El hombre se levantó, hizo una ligera reverencia y se encaminó a la salida, siendo seguido por aquellos hombres maltrechos, Hoseok observó su huida con una ceja alzada.

—Eso fue extraño general—dijo Yuta con una mueca—. No me trajo buena espina, parecía que quería sacar información.

—Sí, eso mismo, cosas extrañas están sucediendo aquí en el puerto, tenemos que ser más cuidadosos—bebió su tarro—. Necesito más alcohol, esto es malditamente estresante.

Xiumin se movía por toda la cama, no podía dormir, estaba en un lugar extraño y solo, habia cenado, tomado un baño y té para relajarse, pero nada de eso ayudó a su intranquilidad, chasqueo la lengua poniéndose de pie, necesitaba algo de agua, tal vez podría ir a la biblioteca y esperar a Hoseok, tomó la lámpara y salió de la habitación. Los pasillos estaban en la penumbra, no había nadie cerca, suspiró camino por el pasillo con cuidado, no quería despertar a nadie, paso al lado de una puerta que se hallaba cerca de las escaleras, era diferente a las demás, la puerta tenía flores blancas pintadas sobre la madera oscura, curioso tomó la manija y entró.

Era una habitación para mujer, lo supo a pesar de la poca luz que había, tenía aroma a polvo, una cama grande de dosel blanco, un tocador con cosas sobre ellas, caminó alrededor mirando todo con melancolía, esa parecía ser la habitación de la hermana de Hoseok, de colores claros, y adornos elegantes.

Camino acercándose a a la cama, miró en la cómoda un jarrón con flores secas, hizo una mueca y se alejó, pero sin querer tropezó, cayó al suelo de costado, no fue un golpe fuerte, pero gruñó por lo torpe que era, bufó tomando con fuerza la lámpara que no cayó al suelo y trató de levantarse, pero, antes de hacerlo miró algo en el suelo de madera.

Se quedó mirando, hasta que acercó las manos, al piso, tocó la madera y se dió cuenta de la imperfección que había en ella, con los dedos levantó un poco una tabla de madera suelta, descubriendo un compartimento secreto debajo de esta, acercó la luz de la lámpara y entrecerró los ojos, dentro había una caja, miró alrededor, estaba solo, la sacó, era y a caja plateada, la puso en el suelo y la observó dubitativo.

La puso frente a él, era una caja plateada brillante, elegante, jamás había visto una de esas, hizo una mueca ¿Por qué estaría una caja de ese estilo escondida en la madera del suelo?

—No, Xiumin la curiosidad es mala.

Se dijo, mordiendo su labio inferior, habia polvo en ella, por el paso del tiempo, apretó el broche y la caja se abrió, dentro había una rosa seca, la cual sacó con mucho cuidado, bajo está había un libro de cuero negro, amarrado con cintas de seda azul cielo, las desató, abriendo el libro, se trataba de un diario, escrito en tinta negra. Lo cerró con fuerza, lo que estaba haciendo estaba mal, iba a guardarlo de nuevo, cuando vio dentro una serie de cartas, sin remitente, sólo el sello de una flor. Eran muchas, las saco todas y debajo de estás había algo redondo de oro, lo saco con cuidado, lo acercó a la lámpara y su respiración se cortó de repente.

En sus manos estaba el escudo del reyno de Las Cumbres, entrecerró los ojos, mirando todo con una mueca, ¿Qué es lo que Jung Ryujin ocultaba bajo la madera de su habitación?

Abrió una de las cartas y leyó....

Mi amada Ryu...

No puedo explicarte lo mucho que te extraño, lo tanto que deseo estar de nuevo entre tus brazos, el último día que nos vimos, tus ojos brillaban como diamantes, quiero darte el mundo entero, te amo tanto, que no puedo parar de pensar en ti, prometo regresar pronto, cuida mucho de mi hijo, te adoro. No me olvides.

Con todo el amor de mi corazón. C.M.

Xiumin estaba confundido, ¿Por qué la hermana de Hoseok recibía cartas de alguien de Las Cumbres? ¿Quien era C.M? Y lo más importante de todo ¿De qué hijo estaban hablando?

—¿Debo decirle a Hoseok?....No, antes tengo que saber qué significa.

Pero, Xiumin no estaba tomando en cuenta, que, la curiosidad era muy peligrosa y lo eran más los secretos, sobre todo cuando no eran suyos.

Se me olvidó subir este hahahaha hasta ahorita que me fijé. La llegada del bebé en el próximo

Nos leemos pronto bebés🤍

Este es Mino