26
—Y bien ¿Vas a responder?
Xiumin le miró con una mueca, relamió sus labios y suspiró. En su mente, era sencillo salir sin ser escuchado, pero, había olvidado que Hoseok tenía el sueño muy ligero.
—Al baño.
—No te creo—dijo Hoseok con una ceja alzada—. Cuando mientes desvias las mirada, ¿Piensas huir?
—Ya sé de dónde me parecen conocidos esos tipos, estaban en el campo de batalla esa noche, son soldados de las cumbres.
—¿Ibas a buscarlos solo? —se levantó poniéndose la ropa sin dejar de mirarlo—. ¿No es egoísta quedarse con toda la diversión?
—Ellos te conocen, eres grande y alto, llamas mucho la atención.
—No vas a ir solo, tal vez no has entendido, pero, estás preñado.
—¿Y eso qué significa? ¿Estás insinuando que no podré porque estoy preñado?
—No, es más peligroso.
—No iba a hacer nada peligroso, sólo iba a investigar y volver.
Hoseok se acercó a él, llevó la mano a su cabello y jalo un poco, sin hacerle daño. Le sonrió, Xiumin era igual que él en cierta medida, no le importaba el peligro, era un soldado, sin embargo, le preocupaba lo que había dicho sobre el bebé y las complicaciones que tuvo inicialmente, nunca espero ser padre de nuevo, pero, no quería que algo le sucediera al bebé.
—Estás más gruñón que de costumbre, vamos a investigar, anda.
—Bien—bufó—. Puedes venir conmigo, pero sé muy callado y cuidadoso ¿Entendido?
—Como órdenes—rio Hoseok blanqueando los ojos.
Xiumin le sonrió, ambos salieron cuidadosamente de la habitación, era de madrugada, faltaba por lo menos una hora para amanecer, bajaron encontrando que aún había personas bebiendo, trataron de ocultar su rostro con el capuchón de sus abrigos, alrededor había demasiados ebrios como para fijarse en ellos. Xiumin miró alrededor, viendo al par de tipos que estaban por salir del lugar.
Se alejó siguiéndolos a una distancia considerable, Hoseok hizo lo mismo, no iba a intervenir, quería ver hasta donde podía llegar Xiumin, le parecía interesante, dudaba que encontrarán algo de información, tomando en cuenta que esos intrusos ya sabían que él estaba cerca, sin embargo, iba a hablar con Jin sobre lo fácil que era para los reinos vecinos desembarcar en las costas de ScarLanding.
—Creo que irán a las montañas.
Ambos estaban detrás de un árbol, observándolos caminar hacia donde estaban las aguas termales.
—Ya se van a ir, pero tomarán un baño antes—dijo Hoseok sin expresión.
—Interesante.
—Esta oscuro, yo iré, tu puedes caer.
Xiumin le miró sobre su hombro. —No seas ridículo, iré contigo, tendré cuidado.
—¿Cuándo perdiste el respeto? Soy tú esposo.
—Hay confianza, vamos.
Esperaron a que ellos desaparecieran, y caminaron con cuidado, estaba oscuro, apenas y podían ver el camino, Xiumin trataba de no tropezar, porque no quería que de alguna manera Hoseok terminará teniendo la razón. Era difícil caminar entre las piedras sueltas, los vio adentrarse a una de las cavernas, miró sobre su hombro a Hoseok que estaba en completa seriedad.
—Es aquí—susurró cuando llegaron a la entrada de la caverna—. No escucho nada.
—Entremos, sólo un poco.
—Bien.
Xiumin, quien iba adelante comenzó a moverse lentamente por el pasillo rocoso, estaba muy oscuro, pero había ruido dentro del debido al movimiento del agua, Hoseok se pegó más a su cuerpo, tratando de escuchar, hasta que estuvieron cerca del borde, el vapor caliente y la adrenalina les hacía sudar.
—No creo que el general este muy feliz por lo que sucedió, no pudimos encontrar nada.
—No sabíamos que Jung estaría aquí.
—Y no estaba solo, no creo que haya venido a algo oficial, sino una pequeña pausa de placer, ¿Será esa su pareja?
Xiumin negó cuando vio a Hoseok, poner la mano en su espada, con completa seriedad.
—Eso es algo que no importa, Mino no estará feliz. Ese desgraciado mimado será un dolor de cabeza.
—Calma, al menos ahora sabemos que nadie sabe que la entrada es por el puerto.
—Es una buena estrategia. ¿Crees que ellos hayan tomado en cuenta lo del paquete?
—No lo creo, nadie sabe lo que pasó esa noche, estamos a salvó.
—No te confíes, ese Jung Hoseok es temible.
—¿Le tienes miedo?
—Fue quien entrenó a los reyes y por lo que he escuchado, es el más respetado de este reino, es la mano derecha de SeokJin.
—Entonces será interesante matarlo, o mejor aún, matar lo que le interesa ¿Viste que ese chico estaba embarazado? Tal parece que Jung tendrá un hijo.
—Será interesante, una venganza que saborearé lentamente.
Hoseok quiso entrar y matarlos, pero la mano de Xiumin sobre su pecho se lo impidió, le miró con una negación, pidiéndole que se detuviera, pero estaba tan molesto, no era bueno pensando claro cuando se hallaba bajo amenaza, trato de retroceder, pero eso hizo que el ruido de las piedras sueltas removidas con sus zapatos se escuchará en aquel pasillo. Se quedaron muy quietos.
—¿Escuchaste eso? Tenemos que ir a ver qué fue.
Xiumin retrocedió, tratando de no hacer ruido, Hoseok hizo lo mismo, no podía enfrentarse a ellos dos estando Xiumin cerca, porque estos sabían cuál sería su debilidad, aprovecharon el tiempo que les tomaría salir del agua y vestirse, para salir corriendo, bajaron rápidamente, a un lado del camino había unos matorrales, Hoseok tomó a Xiumin y se escondió detrás de estos, casi acostado, con el cuerpo de su esposo sobre él. Xiumin observaba por los huecos.
Los pasos de los hombres estaban cerca, pero pasaron de largo, corriendo hacia la posada, estaba amaneciendo, lo que hacía que el cielo se aclarara. Hoseok estaba ahí, sintiendo el cuerpo de Xiumin sobre el suyo, mientras que la claridad de la mañana iluminaba el camino, y con ello, el rostro dulce, pudo ver sus ojos brillantes, debido a la adrenalina, su cabello que se pegaba a su frente, sus labios que se curvaron en una sonrisa.
—Eso estuvo cerca—susurró riendo.
—¿Qué se supone que estás haciendo?
—Investigo.
—No te metas en esto.
Xiumin le miró con mala cara. —Yo también soy un guerrero. Sigo siendolo a pesar de todo.
—Deja de ponerte en riesgo.
—¿Por qué?
—Porque me causa angustia—desvió la mirada.
—Eso es porque te gusto.
Hoseok se volvió y lo tomó de las mejillas. —Ya no sólo me gustas Xiumin, ya no sólo estoy enamorado u obsesionado contigo...yo...
—¿Tú? —susurró con los ojos muy abiertos cuando paró de hablar.
—Maldita sea, te amo. Yo te amo.
Sus ojos se agrandaron y comenzó a reír. Abrió los brazos y lo abrazo con fuerza.
—¡Lo logré!
—¿Qué dices? Basta...
—Logré que me amarás—sonrió antes de acercarse a su boca—. Te amo tanto, Jung Hoseok. Te amo hasta el último día de mi existencia. Te amo, te amo, te amo...
Hoseok no pudo soportarlo, y terminó callándolo con un beso, uno que terminó por sellar aquel sentimiento del que había estado huyendo por mucho tiempo, el amor, su cárcel, porque lo que los intrusos dijeron era real, había una debilidad que tenía y ese era Xiumin, pero, ahora tampoco podía ocultar sus sentimientos, lo mucho que lo amaba, lo tanto que lo deseaba, lo que daría por estar a su lado hasta el último de sus alientos e incluso después.
Cuando terminó de besarlo, se separó, volviendo a la seriedad, no sabía cómo reaccionar, era la primera vez que confesaba sus sentimientos, con Taeyon nunca pudo hacerlo, porque ella siempre lo callaba, diciendo que no necesitaban palabras para lo suyo, vivió con un nudo en la garganta, uno que ahora había sido liberado, y ya no sabía qué hacer.
—Tenemos que irnos, debo informar a Jackson y a Jin. Lo lamento.
Xiumin asintió con una sonrisa. —Está bien, dejaremos esto para después.
—Bien.
Lo ayudo a levantarse, y él hizo lo mismo, tomando su mano para regresar por el caballo, necesitaba escapar de ahí.
SeokJin le miró con una mueca, tanto Ken como Jackson también le observaban con seriedad, sabía que las noticias que traía esa mañana no eran las mejores, porque eran la confirmación de la traición de los aliados.
—Estaban aquí para investigar, pero ¿Qué es lo que quieren? —dijo Ken entrecerrados los ojos.
—Planean otro golpe—Jin apretó las manos en el posabrazos de la silla—. Están tanteando la seguridad, debemos de tener más cuidado de quienes desembarcan en la costa.
—Sí, pero no de la forma que cualquiera esperara—bufó Jackson—. Porque, podría ser contraproducente, debemos hacerles creer que seguimos ignorantes, así conseguir más información, no sé puede hacer una declaración de guerra sin pruebas.
SeokJin rodó los ojos. —Aunque no me gusta, tienes razón ¿Qué piensas tú?
Hoseok le miró con una mueca. —Manda un regalo al rey de las cumbres, algo que se vea inocente a simple vista, pero que sea una amenaza entre líneas, lo que dice Jackson es verdad, pero tampoco podemos vernos débiles.
—Jin ¿Sabes quién es Mino? —preguntó Jackson con curiosidad—. Nunca antes he escuchado su nombre.
—Es uno de los hijos del rey Choi Seunghyun.
—Pero, por lo que sé, sólo tiene un hijo mayor, el heredero Minhyuk y dos hijas, Karina y EunHa, los otros dos son unos mellizos de seis años.
—Es un bastardo—dijo Hoseok mirando a Ken—. Un hijo ilegítimo, que no tuvo con la reina, ni siquiera saben si nació en las cumbres, pero, es su hijo, aunque no esté en los registros oficiales.
—¿Crees que sea un plan sólo del bastardo? Tal vez el rey no sabe de esto—Jackson elevó una ceja.
—Es una posibilidad, pero también podría ser un chivo espiatorio, poner el nombre del bastardo a la luz, para que nadie pueda culpar a la realeza directa, es una buena estrategia, lo que sea, debemos de averiguarlo, mandaré espías a las costas, serán de ayuda.
—Hoseok tiene razón, podemos estar ante cualquier cosa, lo malo es que el reino de las cumbres es un misterio, no podemos saber mucho de ellos.
Hoseok asintió. —Sólo una persona ha ido a las cumbres y ha regresado, y lamentablemente ya no está aquí.
—Namjoon no está muerto—soltó Jin con molestia—. Tal vez esta es la respuesta que necesitamos, las piezas que faltan ¿Y si Namjoon está ahí?
—Jin...—dijo Ken con seriedad.
—No, no voy a escuchar que creen que estoy loco, vieron la ropa y la medalla, ellos están dando pistas, ese es el paquete del que hablan.
—No vamos a desechar nada—dijo Hoseok con calma, sin dejar de mirarlo con tranquilidad—. Haremos todo lo posible para saber la verdad, y no daremos por sentado que Namjoon está muerto, sabes que yo al igual que tú daría lo que fuera porque así sea, pero, en caso de que no encontremos algo que lo avale, tienes que estar preparado. No vas a perder la razón Jin, ¿Entiendes? Esto parece ir más allá de la venganza, ellos planean algo grande. Y tienes que estar preparado, como rey de ScarLanding.
SeokJin soltó lentamente el aire que tenía sostenido en sus pulmones, cerró momentáneamente los ojos, antes de asentir, cuando los abrió ya no había desesperación, sino calma.
—Está bien, es mejor que comencemos a investigar.
—Tiene que ser una misión secreta, Ken, quiero que traigas a hombres de las fronteras, es mejor que sean de confianza. Cuando lleguen yo mismo los adiestraré.
—Emprenderé camino ahora.
—Bien, vayan a hacer eso, yo responderé unas cartas.
Jackson y Ken salieron de la oficina, Hoseok se quedó ahí, se acercó a dónde estaba el alcohol y sirvió dos copas de vino, regresó al escritorio y le tendió una a Jin, quien la tomó con una sonrisa.
—Lamento haber perdido la cabeza, últimamente me cuesta más escuchar sobre Namjoon.
—Lo entiendo, pero, aunque no me creas se vuelve sencillo con el tiempo.
—Hace tiempo que pienso en esto, Hoseok ¿Perdiste a alguien?
—A mis padres y a mi hermana. Lo sabes.
Jin negó. —Es algo más difícil que eso, has perdido a alguien más, estuviste enamorado antes y lo perdiste ¿Verdad? Por eso eres el único que sabe qué decir en estás circunstancias.
Hoseok podía negarlo, porque no era algo que quería decir, mucho menos a Jin, que era astuto en las preguntas que hacía, sin embargo, su cabeza estaba llena de pensamientos que estaban ligados a sus sentimientos, todos esos líos mentales le tenían molesto, no era bueno manejando la presión.
—Sí, fue hace mucho tiempo, era joven e inexperto, pero, eso no importa cuando te enamoras ¿No?
—Lo lamento.
—No, no tienes que lamentarlo, te entiendo, no es lo mismo, pero lo entiendo Jin, por eso te digo que aguantes un poco más.
—Sé que está vivo—suspiró—. Lo siento aquí—dijo posicionando la mano sobre su pecho—. Namjoon no murió esa noche y la respuesta la tienen ellos, están jugando, es su forma de burlarse.
—¿Namjoon alguna vez te dijo algo acerca de las Cumbres? Porque yo nunca supe nada, sólo los acuerdos y nada más.
—Antes de que me fuera de este castillo, Namjoon se iba a reunir con el rey Choi, en las Cumbres, jamás supe lo que pasó ahí. ¿Crees que Namjoon y él hayan tenido algún enfrentamiento?
—No un enfrentamiento, pero, tal vez sucedió algo—suspiró pesadamente—. Me siento como un padre que acaba de enterarse que su hijo deja escapar al rebaño, Namjoon tenía más secretos de lo que podemos pensar.
—Todos aquí los tienen.
—Ahora tengo curiosidad de los tuyos.
—Puedo decir lo mismo Jung—sonrió—. Haré lo que sea para proteger este reino.
—Así se habla, estaba pensando en ir con Ken a reclutar a los soldados de la frontera.
SeokJin elevó una ceja. —¿Quieres irte? No, te necesito aquí.
—Será por lo menos unos cuatro días, pero, es mejor entrenarlos allá, así que unas dos semanas bastan.
—Si no te conociera bien pensaría que estás huyendo—le miró fijamente—. ¿Me equivoco?
—No, no lo haces, le dije a Xiumin que lo amaba.
—¿Y eso es malo?
—No, supongo que no lo es, pero...
—Tienes miedo.
—Lo tengo, no sé cómo verlo a la cara después de lo que dije.
—Hoseok, te vas a quedar aquí, e irás con tu esposo a amarlo, como se debe, no huyas, a veces es tarde y ambos lo sabemos bien.
—¿Habrías hecho algo diferente?
SeokJin suspiró. —Lo habría hecho, el orgullo es cruel, así que no lo alejes, no está mal que lo ames.
—Vivo con el miedo constante de perder todo lo que llego a amar.
—No tiene que ser de esa manera Hobi.
Hoseok suspiró. —Supongo que huir no es la respuesta.
—No, no lo es.
Xiumin sabía que no era buena idea ir al campo de entrenamiento, pero lo extrañaba, mucho, no supo todo lo que había perdido hasta que no se encontró en una casa completamente solo, sin poder hacer más que cuidar de plantas, la forma en la que se trataba a los donceles era cruel.
Otra de las razones por las cuales se hallaba ahí, era para buscar a Hoseok, aunque este le había dicho que lo amaba, no tuvo oportunidad de verlo o hablar con él, sentía que algo andaba mal, pero estaba en blanco, no sabía la razón.
—Hola chicos—dijo cuando se acercó a dos soldados que conocía.
—Mira nada más, al fin te vemos ¿Cómo estás?
—Bien ¿Y ustedes?
—Todo está en orden, ¿Qué te trae por aquí?
—¿Han visto al general Jung?
—¿Llamas así a tu esposo? —rio uno de ellos—. Eres tierno, está en la bodega de armas. El entrenamiento fue duro, dile que nos dé un respiro.
—No prometo nada—rio por lo bajo—. Nos vemos después.
—Cuidate Xiumin.
Se despidió de ellos, había tenido tanto miedo de hablar con sus ex compañeros, pensando que estos lo odiarian por haberles mentido, sin embargo, parecía que no era así, pensaba que tal vez se debía a que su esposo era su general superior, todos sabían muy bien que no debían meterse con Jung Hoseok.
Caminó hasta la bodega donde guardaban los escudos y las armas, siempre estaba custodiada, menos ese día, dónde no veía a los guardias por ninguna parte, se acercó con un suspiro, y abrió ligeramente la puerta, se quedó ahí mirando.
Hoseok estaba parado, recargado en la pared, teniendo a esa mujer casi sobre él, semi desnuda, la reconocía bien, era Hyoyeon. Y la estaba besando. El dolor que sintió en ese momento era algo que no había experimentado antes, se sentía más doloroso que una flecha en su hombro o el más brutal de los entrenamientos.
—Duró menos de lo que pensaba.
Hoseok reaccionó separándose de Hyoyeon, quien cubrió su cuerpo quedándose atrás, sonriendo.
—Xiumin yo...
Xiumin salió corriendo de ahí, sabía que pasaría, algo dentro de él le decía que no tendría lo suficiente para retener a Hoseok, quien disfrutaba estar con otras personas, que pasará lo que pasará no podía amarlo. Y lo había comprobado.
Vamos a avanzar, ya dejé muchas pistas en este cap 🤍
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