¡¿QUÉ HICE QUÉ?!.
—¡Tu gato tonto! ¡Tú dejaste a JiMin plantado en el altar!. —grito con todas sus fuerzas. Provocando que los otros chicos que caminaban delante detuvieran sus pasos para precenciar la discusión.— ¡No vengas ahora a actuar como un despistado!.
El señor gato, parpadeo, un par de veces, sintiendo como su cuerpo se desfallecia ante lo escuchado, negó una y otra vez, retrocediendo a pasos lentos, sin poder reaccionar correctamente, hasta que su cerebro le dio las fuerzas de al menos formular una pregunta.— ¡¿QUÉ HICE QUÉ?! —casi llora, sin mentir, YoonGi casi lloraba.— ¡Yo no pude haber hecho algo tan bajo, no, no, no!. —jalo de sus cabellos (al igual que sus orejas) caminando en círculos.— Primero soy un gato híbrido, un detective, novio de una versión de JiMin muy empalagosa, lo dejo en cinta y ahora... ¡Lo dejo plantado en el altar!. —dijo horrorizado.— Mi Swag está por los suelos, ¡¿Quién escribió una trama tan rara cómo está?! —grito desesperado, viendo hacia el cielo rosado.
HoSeok se sintió un poco mal al decir eso, porque ahora YoonGi estaba hecho una bolita en el suelo, tapando su rostro con sus esponjosa cola, mientras sollozaba en bajo, maldiciendo a algo llamado Wattpad.— Déjalo niño frambuesa, apenas y está asimilando lo ocurrido. Tarde o temprano se iba a quebrar. —dijo con reproche SeokJin, quien era el señor mantequilla de cacahuete.— Por ahora descansemos aquí, la noche no tarda en caer. —todos los demás se alejaron del rapero, instalando carpas para dormir, ignorando de forma triunfal su precencia. Cosa que muy en el fondo Suga agradeció, nacesitaba asimilar todo, absolutamente todo lo que estaba pasando. Los minutos se volvieron horas, hasta donde se escuchaban murmullos, muy cerca de él, aunque YoonGi aún seguía en su propia desgracia.
—Yoonie Bonye, necesita comer. —dijo la vocesilla de JungKook.— Ande, no esté deprimido por favor.
—Dejame solo mocoso. —respondio, con voz ronca, haciendose más bolita en el suelo.— No quiero nada, de seguro toda la comida son dulces empalagosos. Si me vas a dar comida dame brochetas de cordero y una botella de Coca-Cola fría, o mejor un juguito de manzana. —pidió casi como un berrinche, JungKook sin embargo se quedó a su lado, escuchándolo sollozar.
—Se tu secreto. —le susurro al oído el menor, provocando que YoonGi levantara la mirada, inquisidor por lo escuchado.
—¿Lo sabes?. —el Principe Cereza asintió, con un leve mohín en sus labios.— ¿Eso quiere decir, que puedes ayudarme?.
—Así es. —respondio el menor, el rostro del rapero se iluminó al instante, tomando de las manos a JungKook.
—¡Oh gracias al cielo, hay alguien cuerdo en esta trama, no sabes lo feliz que me hace saber que alguien comprenda lo que está pasando!. —JungKook seguía asintiendo, mientras se dejaba abrazar por el detective gato.— Dime JungKook, ¿Cómo me puedes ayudar?. —sus ojos brillaban con emoción, al por fin tener una pequeña luz al final del túnel.
—Fácil Yoonie Bonye, simplemente dígale la verdad a JiMinie, que estaba asustado pero en verdad le quiere y nunca sería capaz de dejarlo solo con un bebé en camino. —y ese brillo que iluminaba sus ojos se apagó, al parecer el JungKook de este mundo era un poco (mucho más) despistado.
—¿En serio? —dijo con sarcasmo.— No manches JungKook, si no me lo dices no me doy cuenta. —comento de mala gana, y Suga que ya se estaba haciendo a la idea de regresar a su cómoda cama donde dormiría por horas sino es que días. JungKook hizo un puchero notable, cruzándose de brazos.
—Solo intento ayúdarle gato tonto. —dijo con queja.— ¿No entiendo que vio JiMinie en usted?.
—¡Si hablamos de eso! ¿No entiendo que vio TaeHyung en ti?. —ataco como el gato quisquilloso que era.— Ya mejor saquese a besuquear con su novio, a mi déjeme con mis crisis existenciales.
—¡Ush! —murmuro JungKook, dejándole un plato lleno de golosinas, el mayor hizo una mueca de asco al ver tanto dulce mata dientes delante de él. Observó a las versiones añiñadas de sus amigos frente a él, y una leve punzada le golpeo el pecho. Arrugo el entrecejo, dispuesto a dormirse en la interperie de ese raro mundo, ya mañana si alguna divina deidad lo permitía, todo volvería a la normalidad.
[•••]
Pero eso no sucedió, YoonGi seguía atrapado en ese mundo extraño, donde era un gato híbrido detective, en busca del Rey del Chocolate.— Tenemos que seguir. —le dijo TaeHyung, al pobre rapero, que tenía una cara de absulota tristeza.— Vamos Yoonie Bonye. —esos ánimos le hacían sentir mucho peor.— Encontraremos a JiMinie y todo volverá a la normalidad. Usted podrá disculparse con JiMinie, el lo perdonará, el reino tendrá a su rey y usted a su familia. —Suga lo pensó mejor, las palabras exactas de TaeHyung lo motivaron un poco, ciertamente si tenía que disculparse, pero con los Dos JiMin's, vaya lío.
Con la pancita vacia, ojeras notables en sus bonitos párpados gatunos, una vestimenta de pijama (porque no tenía más ropa), una mentita en la boca, y mucho positivismo Min YoonGi, siguio buscando a ese escurridizo rey, en aquel bosque hecho de empanedados.— Separense, si ven algo, solo griten muy fuerte. Cuidado con el ejército chicle, debe andar cerca. —todos se dispersaron, dejando a YoonGi solo en medio de la nada, su cola se esponjo, casi como una alarma, empezó a gruñir sin reparo, mientras buscaba con la mirada una versión dulzona de su JiMin.
—Aparece Rey del Chocolate. —murmuro, en sus pensamientos solo había algo, regresar a casa, con su familia Bangtan, con su cómoda cama, a su preciado estudio genious Lab, y por sobre todo con el mocoso de nombre JiMin, al cual había dejado en cinta y plantado en el altar.— Mi JiMin, juro que cuando nos casemos no te deraje solo en el altar. —menciono decidido.
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
...................................................(1)....
No pensé que a alguien le gustará la trama de esta historia (;---;) lloro de la emoción.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro