Se encuentra arrodillado en la pequeña habitación de Eiji ofreciendo rosas, muerto de nervios, sus manos jamás habían sudado tanto, ni siquiera en su primera pelea en el campo de batalla, duró años preparándose para aquello, empuñar una espada y atravesarla en su contrincante fue pan comido, llevar las cabezas de los enemigos a su rey, era el pan de cada día, perder compañeros en batalla es tan común como los pájaros cantando por las mañanas pero ¿Arrodillarse para declarar su amor? Definitivamente es más fácil pelear en guerras.

"¿Que haces?" El pelinegro luce un poco asustado.

"Am pues yo... Te doy rosas" Es un maestro estratega, ha leído cada libro de la biblioteca del palacio y puede humillar al maestro de finanzas con solo levantar una mano y se le ocurre tan brillante respuesta.

"Se que son rosas... ¿Pero porque?".

"Yo tengo... Bueno esto es difícil de decir, me tomó mucho tiempo averiguarlo y no quise hacer nada hasta que estuviera seguro de esto pero ahora lo sé, yo me he enamorado de ti y vengo a confesar mi amor por ti".

"Pero tú eres un caballero, uno de los candidatos para el trono y yo solo trabajo en este lugar tan vulgar, tu no puedes " sus ojos comienzan a brillar, lágrimas quieren salir "No soy de ningún beneficio para ti" el rubio se pone de pie, deja las rosas a un lado y lo toma por sus mejillas.

"No quiero que estemos juntos por ningún beneficio, tu eres una persona maravillosa, la mejor persona que he conocido en mi vida entera y estoy seguro que jamás habrá nadie que siquiera pueda acercarse a tí, eres tan noble, bondadoso, listo la curiosidad te desborda, eres muy fuerte, jamás conocí a alguien tan persistente en la vida como tú, eres terco y tan lindo, no puedo decirte que no a cualquier cosa que me pidas, no con esos ojos como el cielo nocturno, no con esos cachetes tan hermosos que tienes y que se inflan cuando haces tus pucheros cuál niño berrinchudo, no con esa risa que es música para mis oídos y ese tono rojo tuyo que estás poniendo justo ahora..."

Efectivamente, el mayor se encuentra tan rojo que fácil podría ser confundido con un tomate.

"Ash yo..." El rubio súplica con toda su alma por no ser rechazado "Yo siento lo mismo pero..." Por favor, sin peros "Yo no sé si sea bueno para tí, tienes muchas responsabilidades y yo" es interrumpido.

"Eiji, no te estoy pidiendo nada, sólo que si me amas me puedas aceptar, si tú no me amas yo entenderé si me rechazas, no te presionaré y me iré, respetaré tu decisión"

"Yo... Ash, yo te amo" y lo abraza "te amo".

Gracias, gracias a los dioses, su amor fue correspondido, se muere de alegría, quiere gritarle al mundo que tiene a un pequeño conejito y es el más hermoso y maravilloso del mundo, pero se contiene, sabe perfectamente que esto no será bien visto en el palacio, no tiene más opción que seguir con su relación de una manera discreta como hasta ahora lo han hecho.

"Eiji, gracias por aceptar mi amor, te juro que te haré feliz, daré lo mejor de mi y estarás seguro siempre que estés conmigo"

"Yo siempre voy a estar a tu lado" dice con tanto amor en su voz que no puede más.

No puede resistir y lo besa, con sus manos en las mejillas de su adorado Eiji, siente sus labios, son cálidos y suaves, no quiere dejar de besarlos como si el secreto de la felicidad se encontrara en esos labios carmesí y efectivamente su felicidad se encuentra en ellos.

Su relación comienza y va de maravilla, siguen hablando de muchos temas, Ash le enseña ciencia, matemáticas y del considerable conocimiento en astronomía que tiene, en muchas ocasiones lo llevo a la pequeña biblioteca del pueblo para poder mostrarle la maravilla de los libros, aunque el mayor no brincaba de alegría por tanto estudio lo hacía por ver a su ahora amante feliz y tampoco era malo tener nuevos conocimientos, su lectura ha mejorado mucho, ya puede leer de manera fluida y sabe también ahora que las estrellas no son los hijitos de la luna como su mamá le dijo algunas vez de niño.

Sus temas de conversación nunca mueren, sino es Ash quien tiene algo que enseñar es Eiji aunque sea con temas más sencillos pero nunca se aburren, su relación no ha cambiado mucho a como era antes a decir verdad solo que ahora se toman de las manos y se dan algunos besos, no solo en la mejilla.

Mientras más tiempo pasan juntos más anhelan no separarse y sinceramente a Ash le duele ver qué Eiji vive en aquel burdel, no es un lugar para el, aunque vive ahí el sigue siendo un alma inocente y si el rey lo solicitó para el no sería imposible que llegue algún Lord exigiendo lo mismo, su arrogante amigo no podría hacer nada tampoco por más que quiera cuidar de el, no tiene poder contra los hombres y mujeres de alto rango.

Tiene que sacarlo de ahí.

"Te compraré una casa".

"¿Que?".

"Te voy a comprar una casa, no muy lejos de aquí, te traeré dinero todos los días para que puedas vivir cómodamente y puedes visitar a tu amigo, la serpiente esa" a este punto creo que es muy evidente que no se lleva para nada bien con Yut.

"No le digas así, su nombre es Yut" agita su cabeza en negación "como sea ¿Porque dices que me comprarás una casa? Yo no te la he pedido".

"Se que no me la has pedido pero ya no quiero que vivas en aquel lugar" la cara del pelinegro se vuelve un poco oscura.

"¿Te doy vergüenza?" Baja la mirada con profundo dolor.

"No, amor mío, no es así" le toma de las manos "jamás sentiría vergüenza de tí, eres lo más valioso que tengo" le besa el dorso de su mano.

"¿Entonces? ¿Cuál es la razón?".

"Tengo miedo que algo malo te pueda pasar, yo no te toque aquella vez que fuiste obligado a servir en el burdel pero no siempre será así, no todos respetarán que no quieras tener sexo con ellos, no les importará y te tomarán de todas maneras y eso es algo que yo no podría soportar, el verte sufrir".

"Eso no pasará, Yue me cuida".

"¿Y que si llega alguien de un alto rango? ¿Si el rey regresa y te solicita para el o para alguien más? El no podrá hacer nada, no podrá cuidarte".

El mayor no responde, procesa sus palabras y comprende que tiene razón.

"Entonces te sacaré de ese lugar y tendrás tu propia casa".

"Pero yo no quiero vivir sólo, ya he estado solo mucho tiempo como para saber que no me gusta".

"Pero ya no puedo seguir ahí"

"Entonces llévame contigo"

"¿Eh? ¿Al palacio?".

"Si, quiero estar contigo".

"Eiji, cariño, nada me haría más feliz que estuvieras conmigo en el palacio pero no es sencillo, los prejuicios que tienen ahí debido a que no eres alguien rico o de influencias son muchos y el rey no me permite casarme o tener compañero, soy un caballero, está prohibido".

"Lo sé, no te pido que me lleves como tú amante, te pido que me lleves como un sirviente".

"¿Cómo sirviente?".

"Si, puedo pasar por uno muy fácilmente, me he dedicado a ese tipo de trabajo desde que tengo memoria, ese ha sido mi modo de sustento".

"¿Pero porque quieres ir como sirviente? Una casa para ti es mejor".

"Porque de ese modo te puedo ver más durante el día y... Podría dormir junto a ti por las noches" Traga duro, se ha imaginado la escena y las orejas se le han puesto rojas, la idea no es tan mala después de todo.

"¿Estás seguro de esto?.

"Si, quiero ir contigo".

Entonces le hace caso, una semana después consiguió el permiso de su fastidioso amigo que se cree su ángel guardián y por la madrugada lo ayuda a escabullirse en el palacio, le consigue algunas ropas para pasar desapercibido y lo logran, ha amanecido comenzó a ayudar con los deberes como todos los demás y nadie lo pudo notar, simplemente pensaron que era parte del nuevo personal.

Y justo como Eiji dijo, lo pudo ver trabajar mientras el hacia guardia afuera la habitación del rey quien no hace más que tener prostitutas de las más caras del pueblo ahogarse en alcohol.

Vió a su pequeño amante pasar varias veces en el día, lo vió mientras entrenaba con Blanca, Eiji era el encargado de llevarles agua cuando estuvieran cansados.

"Es lindo ¿no?" Es Blanca quien hace la pregunta.

"¿Quien?".

"El pequeño encargado del agua" siente punzada en el estómago.

"Es normal" ¡Claro que es lindo! Pero Blanca no puede decir aquello, solo el.

"Si es lindo, es delgado pero tiene lo músculos suficientes, se ve que ha trabajado haciendo encargos pesados". Si, el ya lo había notado, a pesar de la situación de calle por la que paso mucho tiempo tiene sus músculos muy remarcados, se nota que Eiji ha trabajado duro toda su vida "Podría pasar un rato divertido con el".

"¡No!" Mierda "No puedes, es personal nuevo"lo va a matar.

"Si, eso es lo raro, que no se tenía que contratar personal nuevo hasta dentro de unos meses" odia lo perceptivo que puede llegar a ser este tipo, bueno, por algo es su maestro.

"¿Enserio? Es raro que te fijes en ese tipo de cosas, quizás vino rogando por trabajo y se lo dieron" Mierda, Blanca deja de indagar.

"Ahí está lo más raro" por favor ya cállate "Es que ahora soy yo quien  debe autorizar las contrataciones" Se ha puesto pálido, Eiji ha sido descubierto, tiene que sacarlo de aquí "Aslan..."

"¿Si?" Su mano está lista para empuñar la espada si es necesario por Eiji.

"Que nadie más se de cuenta, escondelo mejor"

"¿Que?".

"Recuerda que yo te he entrenado toda tu vida, te conozco y no me puedes engañar, cuida del jóven y no hagas más cosas imprudentes... Hasta aquí llega el entrenamiento de hoy " Joder, Blanca, le ha sacado el susto de su vida.

Termina el entrenamiento y va hacia Eiji, le indica que debe terminar todo y ir directamente a su habitación, la habitación que ahora cómparten, el nombrado hace caso y lo espera ahí.

Ash llega y lo abraza, sabe que no está en peligro pero aún tiene la sensación de sus que le dejo Blanca.

"¿Ash? ¿Que pasa?" Le regresa el abrazo.

"Nada, es solo que me llene de amor al verte trabajar tan duro hoy ".

"Oh Ash " el mayor sabe que es mentira pero prefiere seguirle la corriente "yo también te extrañé".

"Eiji, te amo" lo besa en sus mejillas "Te amo".

"Yo también te amo Ash".

El beso continúa, no lo quiere dejar, no es un beso como los demás, es uno beso un poco desesperado, buscando por el, por más cercanía, ansiando su calor, lo toma por la cintura y lo pega a el, no deja espacios.

Sus manos comienzan a recorrer el cuerpo de su amante quien tiene sus manos en el cuello de Ash, lo abraza y no rechaza ninguno de sus toques, ambos lo desean.

Ash comienza a quitarle la ropa, cae la primera prenda, su amado tiene la cara roja pero no hay negativa de su parte, va con la corriente, cae la siguiente prenda y siguen cayendo de parte de los dos, ninguno se detiene.

Se recuestan en la cama, las caricias bajan más hasta sus partes íntimas, los toques son suaves se comienzan a masturbar entre sí, Ash abre las piernas de Eiji el queda enmedio, besas sus piernas, le masajea su entrada, actúa como si tuviera experiencia en esto cuando jamás ha tenido algo parecido pero sabe darle placer a su amado.

Afloja su entrada.

"A-Ash" le encanta como gime su nombre, quiere escuchar más.

"Voy a entrar" dice entre jadeos.

"Si, por favor Ash".

Y lo hace, su pene entra en el, comienza con movimientos lentos para que no le duele a Eiji pero conforme su amante se acostumbra sus movimientos de cadera son más rápidos, se siente caliente, Eiji está muy caliente, se siente increíble, ama estar dentro de el.

"Ash por favor... Ash" empiezan a salir lágrimas de sus ojos.

"¿Estás bien? ¿Te duele?" ¿Fue muy brusco?.

"No... Es solo que... Se siente muy bien... Por favor abrázame".

Mierda, si que sabe cómo hacerlo obedecer.

Lo abraza, va aún más rápido, sienten más placer, los dos se sienten muy bien.

"Ash ¡Ah!" Joder que bien se siente.

Y los dos terminan...

Ha sido su primera noche juntos y fue espectacular.

Lo ama tanto, quiere pasar muchas noches así con el así que lo cuidará aún más, no permitirá que algo como lo sucedido con Blanca se repita.

Quedan abrazados, no se separan ni un poco en toda la noche, Eiji toma de almohada su pecho y eso le encanta, incluso aunque este babeando encima de el, lo encuentra tan adorable y no puede dejar de darle besos en su cabeza, Ash no durmió, prefirió ver a Eiji dormír y no dejar de mimarlo.

Quiere que todas las noches sean así.

Al amanecer aunque no quiera,se tiene que levantar, tiene que hacer guardia para el rey, así que se levanta, se viste, le da un último beso a Eiji y lo deja dormido.

De mala gana llega a la recamara del rey y se sorprende, casi todo el personal se encuentra ahí, incluso Blanca.

"¿Que sucede?".

"El rey..." Responde Blanca "Está muy enfermo..."

***
Che Blanca me sacó un susto (?
Bueno hasta aquí el cap, mejor lo subí hoy porque sino se me olvida xD
Nos vemos la próxima ❤️✨❤️✨