Año 1507.

El tiempo pasa y de repente se asienta entre ellos un estado de extraño nerviosismo e incierta expectación. A pesar de lo muy acostumbrada que está al comportamiento de su padre, Robin simplemente no puede ignorar el hecho de que Luffy ha empezado a pasar más tiempo en el reino de Goa a pesar de lo mucho que odia a los nobles. Como la adolescente que es, Robin es incapaz de evitar esa curiosidad latente que la empuja a intentar averiguar qué es lo que pasa en la extraña mente de Luffy en estos momentos. Eso es lo que la lleva a crear una lista de hipótesis de por qué Luffy va a Goa.

La primera de todas, por muy descabellada que suene, es que Luffy está participando en algún tipo de peleas ilegales. Robin nunca ha visto a su padre pelear, pero solo ver cómo intimida a la gente con su presencia sugiere un poder que pocos tienen.

Otra de sus teorías es una más apropiada para la personalidad de Luffy. Alguien lo ha engañado diciendo que hay un tesoro escondido en alguna parte de la isla y Luffy está buscándolo como loco con la idea de que se trata de carne.

Hay teorías que podrían resultar creíbles si se tratara de otra persona. La idea de la amante, por ejemplo. No es que sea imposible que Luffy algún día termine saliendo con otra persona, es simplemente que es... bueno, sí, imposible.

Un día Luffy tardó tanto en regresar que Robin pensó seriamente que su padre había caído al mar y había vuelto a olvidar que no es un usuario de frutas y que puede nadar. De todas sus ideas, esa fue la más creíble.

De cualquier manera, Robin está dividida entre la preocupación y la curiosidad cada vez que su padre desaparece. Sabe que puede cuidarse solo, pero eso no quita que le encantaría ir con él para asegurarse de que Luffy está a salvo.

No obstante, Robin no se pasa las horas muertas esperando a su cuidador. Recientemente ha comenzado a entrenar los poderes de su Akuma no Mi e incluso entrenamiento físico como tal. La primera razón es la satisfacción personal, la segunda es para huir de su abuelo la próxima vez que vuelva.

Su hermano pequeño, Ace, no parece preocupado en absoluto por las escapadas de su padre. De hecho, él mismo ha comenzado a entrar al bosque por sí mismo para cazar algunos animales y quién sabe qué más. Robin sabe que Ace le contaría lo que hace en el bosque si ella le preguntara, pero ve justo que el niño tenga sus secretos por el momento. No puede estar haciendo nada malo, ¿verdad?

... quizás sí, pero seguramente no haría nada peor de lo que Luffy haría y a él sí lo dejan salir solo.

Robin resopla con cariño al pensar en las similitudes entre su padre y su hermano. A pesar de no ser parientes de sangre, Ace va adquiriendo cada vez más de las cualidades de Luffy con los años. Garp repite hasta el cansancio que es esa extraña D. en su nombre la que le da forma a su carácter. Por otra parte, Robin también nota que Ace es más inteligente y menos ajeno que los dos Monkey, lo que resulta ser un enorme alivio.

La adolescente está creando una red de brazos en el árbol que hay junto a su casa con sus habilidades cuando oye unos pasos familiares. Sonríe sin mirar hacia atrás cuando una mano se posa en su cabeza.

"¡Eres increíble, Robin!", exclama Luffy con emoción genuina. "¡No sabías hacer eso cuando te conocí la primera vez y eras incluso mayor que ahora!"

La azabache arquea una ceja mientras descruza sus brazos, causando que los brazos se conviertan en pétalos suaves. Se gira para mirar a su cuidador, que porta su sonrisa característica y su entusiasmo inagotable.

"Nunca he sido mayor de lo que soy ahora, papá."

"Claro que no", dice él pasando un brazo alrededor de sus hombros. "¿Dónde está Ace?"

"Ha ido a cazar", responde dejándose arrastrar hacia la casa.

"¡Ah! ¡Qué bien, me muero de hambre! ¡Espero que no tarde mucho!"

Robin pone los ojos en blanco y es lo suficientemente amable como para no señalar que de hecho es su obligación como adulto traer la comida a casa. En cambio, usa su brillante mente y su astucia para tratar de sonsacarle lo que lleva tanto tiempo carcomiéndola.

"Llegas temprano, ¿has terminado antes lo que sea que estabas haciendo?"

Luffy suelta un gemido de frustración infantilmente. "¡No puedo encontrarlo por ninguna parte! He visto a sus padres e incluso he entrado en su casa, pero no estaba ahí."

La niña ni se inmuta ante la casual confesión de un allanamiento de morada. Es Luffy, le dice su mente.

"¿A quién estás buscando?", pregunta con los ojos muy abiertos, sintiendo que el misterio está a punto de ser resuelto.

"¡A mi hermano! Bueno, no, supongo que es tu hermano ahora..."

Robin ladea la cabeza y pregunta: "¿Ace?"

Luffy sacude la cabeza, pero se olvida de responder en el momento en que entra y encuentra una cesta de frutas en la encimera de la cocina. Él salta hacia ella, pero los ojos de Robin se ensanchan con horror.

"¡No, papá! ¡Eso no estaba ahí antes, debe ser...!"

A mitad de camino, un puño fuerte impacta contra la cabeza de Luffy, que había bajado la guardia espectacularmente gracias a la cesta de frutas.

"...una trampa", termina Robin débilmente mientras mira la figura robusta y orgullosa de su abuelo.

"¡Bwahahaha! ¡Ha pasado un tiempo desde que pude darte un golpe tan bueno, hijo! ¡Creo que la última vez fue en tu décimo cumpleaños!"

"Papá...", gimotea Luffy cubriéndose la cabeza con dolor.

"¡Oh! ¡Y ahí está mi preciosa nieta!", el anciano abre los brazos como si esperara un abrazo. "¡Ven con el abuelo, Robin! ¡Dentro de un par de años serás la primera mujer almirante en la historia de la marina!"

"Abuelo, tengo trece años", dice la adolescente dando un paso hacia atrás. "Y eres una amenaza, no quiero convertirme en marine."

Tras su valiente declaración, Robin corre a esconderse tras el sofá por si acaso. A lo largo de los años, ha recibido más Puños de Amor de los que puede contar. Está muy segura de que no le apetece probar uno hoy.

Garp frunce el ceño mirando a Robin esconderse y luego lo frunce aún más cuando mira a su alrededor.

"¿Dónde está el pequeño Ace? He venido aquí expresamente por él", dice con leve decepción en su tono.

"No vas a llevártelo para abandonarlo en la jungla, papá, ya hemos hablado de esto", dice Luffy frotándose la cabeza con un puchero y engullendo las frutas con la otra mano.

"¡Eso lo decidiré yo!"

"¡Claro que no, imbécil! ¡Robin, dile algo!"

Robin se acurruca en su escondite alcanzando un libro y dejando que su padre y su abuelo se maten entre ellos. Casi golpea su cabeza contra el suelo cuando la puerta se abre y Ace elige que es el momento oportuno para regresar.

Sin embargo, cuando Ace entra a la casa, no está solo. Parte de su compañía es el enorme bisonte que carga con la ayuda de otra persona tan joven como el mismo Ace. El niño nuevo es rubio, con prendas de seda bastante sucias, un sombrero de copa y un hueco vacío donde debería estar una de sus paletas. Los niños dejan el animal en el suelo y ven a Luffy clavar la cabeza de su padre en el suelo con un puño victorioso.

Ace se gira para mirar al rubio. "Gracias por ayudarme a traerlo, Sabo. No esperaba que el abuelo estuviera aquí, quizás debería dormir en el bosque hoy", dice el niño con su usual expresión impasible.

El otro niño, Sabo, se ve un poco confuso. "No me has hablado de tu abuelo, solo de tu papá bastardo que está loco", dice. "No puede ser tan malo, pero si quieres puedes dormir en la Terminal Gray hoy."

Antes de que Ace pueda responder, es interrumpido por un chillido. Todos los niños se giran a mirar a Luffy, cuyos ojos están muy muy abiertos en una expresión de sorpresa que se transforma rápidamente en alegría.

"¡Sabo!", exclama corriendo a abrazar al niño. "¡Te he estado buscando durante meses! ¡Hace mucho que no nos veíamos! ¡Por fin estás aquí!"

Hay un incómodo silencio tras los balbuceos del joven padre. Garp aún tiene la cabeza enterrada en el suelo de la cocina, Robin tiene sus cejas arqueadas, Ace mira la escena sin inmutarse y Sabo ladea la cabeza.

"Lo siento señor, ¿nos conocemos?"

La sonrisa de Luffy se ensancha. "¡Por supuesto!", deja al niño en el suelo y se gira a mirar a sus hijos con las manos en los hombros del rubio. "¡Robin, Ace! ¡Os presento a Sabo, él es vuestro hermano y vivirá con nosotros a partir de hoy!"

Hay un timbre de silencio y...

"¡¿Qué?!", exclama el niño pequeño muy sorprendido. "¡¿Ace, qué significa esto?!"

"Te dije que es un bastardo loco", Ace se encoge de hombros mientras sigue mirando con cautela el cuerpo de su abuelo.

"¡Pero...! ¡No me dijiste que era algún tipo de pervertido que secuestra niños o algo así!"

Ace frunce el ceño.

Robin hace una mueca de empatía por el pobre chico, que parece un poco más cuerdo que el resto de personas de esta casa. Sabe que Luffy es una amenaza para cualquier persona con sentido común por lo que puede imaginar lo confuso que debe estar el niño ahora.

Sin embargo... Robin está aún más confusa. Normalmente se encogería de hombros ante otra de las locuras de su padre, pero...

Ella no es estúpida. Ha oído el nombre de Sabo antes, muchas otras veces. Suele aparecer en las historias de Luffy, con menos frecuencia que Sanji, Chopper o alguno de los 'piratas' de sus cuentos, pero su nombre aparece más veces que otros como 'Cabagge' o 'Gizao'. No solo eso, sino que Luffy afirma conocer a Sabo y es, de hecho, la persona a la que ha estado buscando todo este tiempo. Todo podría ser normal si este Sabo conociera a Luffy, pero el chico parece tan perdido como ella.

La declaración de que Luffy es el padre de Sabo... Puede interpretarse de muchas maneras. Por un lado, ni Robin ni Ace comparten sangre con Luffy, pero él tuvo una razón para adoptarlos a ambos: los dos estaban siendo acechados por el Gobierno. Robin no ha visto nada sobre Sabo en los periódicos y no ha oído su nombre de ningún otro sitio a parte de la propia boca de Luffy. Por otro lado... Sabo podría ser el verdadero hijo de Luffy, de sangre. Luffy es joven, pero basándose en la edad que Sabo aparenta, podría haber dejado embarazada a una mujer antes de conocer a Robin. Es descabellado y físicamente no se parecen en nada, pero con su cuidador nada es imposible.

Robin entrecierra los ojos y, por primera vez desde que Luffy decidió hacerse cargo de ella y de Ace, hay un deje de sospecha. Robin no cree que Luffy sea malo o que vaya a hacerles daño de alguna manera, pero le molesta saber que el adulto tiene tantos secretos para ser una persona que generalmente no puede guardar ningún secreto.

Sabo aún está en shock cuando Garp se levanta y ruge.

"¡Maldito mocoso!", exclama, pero se detiene en seco cuando ve al azabache menor. "¡Ace, aquí estás! ¿Y este es...?", pregunta al ver al pequeño rubio.

"Es Sabo", dice Luffy con una sonrisa. "Es mi hijo", añade.

"¡No soy...!", el chico balbucea algunas quejas que son triunfalmente ignoradas por todos, demasiado ocupados mirando la sonrisa convencida de Luffy.

La propia sonrisa de Garp se borra para dar paso a una expresión de sospecha. Mira a Robin, luego a Ace, después a Luffy y por último a Sabo. Tarda unos segundos en responder.

"Estoy empezando a pensar que los niños no salen de ti..."

El rostro de Sabo se arruga en más confusión, Luffy sonríe y Robin da un cabezazo contra el suelo, rindiéndose.

...

La cena de esa noche es... Extraña. Luffy aprovecha el estado de perplejidad de Sabo y Garp para sentarlos a todos en la mesa de la cocina a comer el bisonte que trajeron los niños. Robin no recibe ningún Puño de Amor y Ace no es secuestrado para ser abandonado en una isla desierta cuando Garp se despide de ellos, por lo que los jóvenes lo cuentan como una victoria.

Ace parece bastante satisfecho de tener a su... Amigo, conocido, nuevo hermano con ellos y su visible buen humor perdura hasta la hora de dormir. Robin nota con curiosidad que Sabo parece bastante angustiado cuando Luffy le da un beso en la frente y lo lanza a dormir con Ace, como si no supiera que hacer con su situación. Definitivamente no se sorprende cuando, a la mañana siguiente, Sabo no está por ninguna parte.

Así comienza una etapa extraña de la vida en el humilde hogar a las afueras de Villa Foosha. Ace sale a cazar y encuentra siempre una manera de arrastrar a Sabo de regreso con él. Luffy lo trata como a uno más de la familia, mostrando lo feliz que está de tener al niño con ellos. Sabo termina angustiado y huye en algún momento de la noche, pero al día siguiente siempre está de vuelta.

Robin, mientras tanto, trata de averiguar alguno de los secretos que esconde su padre, sin éxito. Cuanto más tiempo pasa con Luffy, más grande se vuelve la incógnita.

¿Quién es Luffy? ¿Por qué siempre parece conocer gente que nunca antes lo han conocido? ¿Qué es la D. en su nombre? ¿Quiénes son las personas que aparecen en sus cuentos?

Y más importante aún, ¿por qué adopta a niños al azar?

...

"... Y entonces mi hijo me dice que el niño es mi nuevo nieto. ¿Lo puedes creer? ¡Ya van tres!"

Rosinante ve con diversión la expresión hastiada en el rostro de su figura paterna. Había estado en una conversación seria con Sengoku hasta que Garp apareció y se enfrascó en una nueva historia sobre su hijo loco y sus nietos.

"Garp, tu hijo es un adulto, puede decidir si... eh... establecerse con una familia y todo eso."

"¡Pero Senny! ¡Soy demasiado joven para ser abuelo! ¿Verdad que sí, Rosi?"

El joven rubio asiente y el movimiento hace que el contenido de la taza de té que se estaba llevando a la boca se derrame sobre él. Sengoku vuelve a suspirar.

"Garp, escucharé sobre tu interesante hijo dudosamente no criminal luego, estoy en una conversación importante."

El Vice-Almirante se calla un momento y sigue masticando sus galletas de arroz mientras mira a Rosinante. Luego mira a Sengoku con una ceja arqueada.

"Así que le estás hablando de 'esa' misión."

El Almirante de Flota suspira al entender que Garp no va a salir de la habitación y asiente. Luego mira a Rosinante con cariño y una disculpa en sus ojos. Rosinante traga saliva.

"Necesito que te infiltres en la tripulación de los piratas Donquixote.

Desaparece por un mes, escribe un capítulo entero en un día y vuelve a desaparecer, así es su vida.

Espero que os haya gustado!!! Contadme, qué tal os va la vida??