"¡Hola!"

Una Robin temblorosa se asoma cuidadosamente. Se sobresalta al ver una cara muy pequeña y regordeta justo frente a ella. El rostro adormilado y lleno de pecas se aleja bruscamente para mostrar el rostro sonriente de un chico joven.

"¡Hola!", repite el muchacho con el mismo tono alegre y despreocupado.

Robin estudia con atención al chico frente a ella. Es casi doloroso ver la forma descuidada en que está sosteniendo al bebé. Incapaz de soportarlo por más tiempo, señala al niño en sus brazos y murmura.

"No se supone que trates así a los bebés", cuando el chico no responde, agrega: "Los recién nacidos no tienen fuerza suficiente en el cuello como para mantener sus propias cabezas, podrías romperle el cuello."

Los ojos del chico se ensanchan y parece volverse loco por un segundo.

"¡No puedo permitir que se rompa el cuello! ¡Ace, sé fuerte!"

El niño, Ace, mira al adulto con aburrimiento. Ella sale de su escondite y da pasos lentos hacia el chico, que deja de agitarse cuando la ve acercarse cautelosamente. Robin nunca aparta la vista del joven mientras ajusta la postura del bebé en sus brazos.

"Así", señala ella. "La cabeza siempre tiene que estar de esta forma."

"Vaya, sabes mucho sobre bebés", sonríe el hombre. "Eres muy inteligente."

La niña se sonroja. "Me gusta mucho leer."

"Mm, eso es bueno, está bien ser inteligente", asiente. "¿Cómo te llamas? Soy Luffy."

Ella vacila un poco antes de murmurar: "Robin." Inmediatamente abre mucho los ojos, como si hubiera cometido un gran error, y mira a Luffy con desconfianza, esperando una reacción.

El reconocimiento que ella espera nunca llega.

"¡Encantado, Robin!", el chico sonríe y es como si el sol hubiera bajado del cielo. "¿Qué haces por aquí sola?"

"No estoy sola, mi papá está haciendo un recado y me pidió que esperara aquí", miente.

Esta vez, Luffy parece realmente confundido. Mira a la niña con los ojos entrecerrados, buscando algo. Ella se tensa y desvía su mirada, preguntándose si el hombre ha captado su mentira. Sea lo que sea, Luffy se encoge de hombros y mueve un poco al bebé.

"Este es Ace. ¡Ace, saluda a Robin!", dice con un tono realmente emocionado.

Robin mira al bebé. Ace no puede tener más de un mes, a juzgar por su tamaño y la falta de expresión de su rostro. Aún así, su cara y sus piernecitas son súper gorditas y las pecas que adornan sus mejillas lo hacen infinitamente adorable. Robin ha visto pocos bebés en su vida pero ha leído mucho sobre ellos.

Mirando al niño, Robin se pregunta qué pensaría Ace de ella. El mundo entero la odia, la buscan por todas partes y la quieren muerta. Luffy probablemente sea una de esas excepciones que aún no han recibido la noticia de la Niña Demonio pero, una vez que descubra el valor de su cabeza, él será como todos los demás. Ace, en cambio, es un bebé, no tiene una opinión propia y tampoco un gran interés por el dinero.

Los ojos de Ace son de un suave gris azulado. Mira durante un minuto completo a Robin antes de que las comisuras de su boca se arqueen un poco.

Oye a Luffy jadear.

"¡Robin! ¿Has visto eso, Robin? ¡Ha sonreído!", chilla el joven emocionado. "¡Oooooohhhh! ¡Buggy me dijo que su primera sonrisa era importante!"

La niña arruga el ceño. No sabe si realmente puede llamar a eso una sonrisa pero entiende el sentimiento de Luffy como padre joven y primerizo. No está segura de que sea correcto que alguien que sabe tan poco de bebés cuide a uno, pero al menos ama a Ace, que es lo más importante. Luffy comienza a hablar con el niño como si Ace no acabara de cerrar los ojos para quedarse dormido. Robin piensa que se ha olvidado de ella, pero demuestra que no cuando el estómago del chico ruge y se vuelve para mirarla.

"¡Me muero de hambre! Voy a conseguir un poco de carne, ¿quieres comer con nosotros? ¡Ace invita!"

Dejando a un lado la parte de 'Ace invita', Robin vacila. Luffy ha demostrado ser completamente ignorante sobre su propia persona, pero hay algo en él que indica que sabe. ¿Y si todo es un acto? Por otro lado, lleva un bebé. Si Robin tuviera que escapar, no sería tan difícil perderlo de vista.

Ella asiente y la mirada expectante de Luffy se convierte en una sonrisa aún mayor.

Pronto Robin se da cuenta de lo que significa 'Ace invita'. Por cada sitio que pasan, las mujeres que caminan por la calle se detienen para mirar al bebé y arrullar con ternura. Ella escondiéndose detrás de las piernas de Luffy solo sirve para incrementar la imagen de familia.

"Debe ser difícil cuidar de tus hermanos, hijo", se lamenta una señora. "Toma, quédate este dinero y compra un poco de leche para los niños."

Luffy sonríe con todos sus dientes. "¡Ace, dile gracias a esta Obasan!"

Las mujeres miran expectantes al bebé que, sintiendo toda la atención sobre él, deja escapar un gemido y se entierra en el pecho de Luffy. Todas las señoras sueltan chillidos y Robin casi se queda atrás cuando Luffy sale corriendo y riendo.

"¡Ahora tenemos dinero para el almuerzo!", exclama el joven feliz.

Robin sonríe levemente por el entusiasmo contagioso del extraño chico y su bebé. Llegan a un restaurante y Robin inmediatamente elige un asiento discreto, uno en el que los comensales no la reconocerán fácilmente pero que aún le deje salidas disponibles para una huida rápida. Puede que no lleve mucho tiempo a la fuga pero la cautela es el tipo de lección que no necesitas recordar dos veces cuando tienes experiencia.

La niña se da cuenta de que no necesitaba tanta precaución para no ser reconocida porque toda la atención está en Luffy, solo en él. Los cocineros y camareros dan vueltas por el restaurante cargando platos cada vez más grandes solo para ver a Luffy devorarlos en cuestión de segundos. Robin, que terminó de comer hace un rato, se ve obligada a alimentar a Ace cuando el bebé comienza a llorar sin consuelo siendo ignorado por su cuidador.

Es entonces cuando se da cuenta. "Luffy-san", llama ella. "Tienes más dinero que el que te dio esa señora, ¿verdad?"

Sin dejar de comer, Luffy sonríe. El jefe de cocina, que se ha unido a la lucha y está dejando también platos en la mesa de su cliente, se detiene en seco ante la falta de respuesta. Luffy también se detiene, sonríe y se lleva todo lo que queda en la mesa a la boca sin un pestañeo, carga a Robin con el bebé en su hombro y sale corriendo.

"¡Gracias por la comida!", lanza unas cuantas monedas y huye.

...

"¡Eso ha sido divertido!"

Una vez que el chico la deja en el suelo, Robin se aleja de Luffy con el bebé aún en brazos. Sin bajar la guardia ante el adolescente mayor, la niña estudia el lugar al que han llegado. Es un pequeño barco con el mascarón de proa de un caballito de mar que está anclado a un barco más grande. Ella entrecierra los ojos mirando a Luffy con sospecha.

"¿Este es tu barco? ¿Por qué me has traído aquí?"

La sonrisa de Luffy no se desliza de su rostro ante el tono receloso de la niña. "Nos estaban siguiendo, deberíamos huir. Además, no hay nada más que hacer en esta isla, ¿no?"

"Tengo que volver con mi padre", dice ella.

"No tienes padre, Robin", responde Luffy pacientemente.

La niña fugitiva da un paso hacia atrás y envuelve una de sus manos alrededor del pequeño cuello del bebé, que duerme ajeno a los temores de la chica. Luffy no se inmuta, continúa sonriéndole a Robin.

"Entonces lo sabías todo este tiempo. ¿Ese era tu plan? ¿Engañarme para entregarme al Gobierno?"

"No. Quiero que vengas conmigo."

El ceño de Robin se profundiza. "¿Entonces eres un pervertido?"

La confusión de Luffy por esta conclusión se hace evidente, pero aún así no se inmuta, aparentemente acostumbrado a ser llamado pervertido hoy en día.

"No lo soy."

"No lo entiendo", dice la niña. "Si no quieres entregarme por mi recompensa y no eres un pervertido, ¿qué es lo que quieres?"

Luffy mira un momento al bebé dormido en los brazos de la niña y luego los ojos azules de Robin. Ignorando que la niña podría partirle el cuello a su protegido en un segundo, el pecho de Luffy se calienta por tener a dos de sus personas importantes reunidas.

"Quiero que seas la hermana mayor de Ace."

Los ojos de Robin se ensanchan y casi deja caer al bebé en su sorpresa. Mira los grandes orbes negros de Luffy, que reflejan sinceridad y cariño.

"¿Por qué...?"

"Ace también es como tú", admite. "El Gobierno quiere su cabeza, pero no voy a permitir que la tengan. Tampoco permitiré que tengan la tuya", se agacha a la altura de la niña y tiende una mano. "Ven con nosotros, yo os protegeré."

Robin no puede permitirse confiar tan fácilmente, no después de los duros meses en los que su vida ha estado en juego. Sin embargo, su cuerpo comienza a moverse por sí solo, acercándose más al adolescente. Una mano temblorosa se estira y agarra la mano callosa de Luffy.

No dice nada, pero su pequeña sonrisa lo dice todo.

...

"Luffy-san, ¿quiénes son estos tipos?"

Luffy se gira a la dirección a la que Robin mira con curiosidad. En el barco grande que está anclado al Great Father, hay un montón de hombres mirando temblorosamente a Luffy. Cuando los ojos color carbón se posan en ellos, todos hacen un saludo firme.

"¡L... Luffy-sama! ¡Ha vuelto, señor!"

"¡Bienvenido, señor!", corean todos.

"¿Desea usted volver al East Blue en este mismo instante o prefiere continuar su travesía por el West Blue?"

Robin parpadea, Luffy le sonríe. "Encontré a estos tipos cuando estaba intentando llegar aquí porque no tenía ni idea de cómo navegar, ellos se ofrecieron a traerme y a alimentar y cuidar de Ace."

La niña mira con los ojos entrecerrados el moretón grande y morado que tiene en el rostro el que parece ser el capitán del barco. Por alguna razón, tiene sus dudas de que la oferta haya sido realmente voluntaria.

"¡Sí, volvamos al East Blue!", vitorea Luffy. "¡Tenemos mucho que hacer allí!"

Con la orden tácita, todos se ponen en marcha. Robin mira alrededor del barco con desconfianza y un poco perdida hasta que el bebé, que había olvidado que estaba en sus brazos, se mueve contra su pecho.

"Debe tener hambre, ¡vamos a llamar a alguien para que le de de comer!"

"Espera, Luffy-san", llama la niña. "Tú eres la persona a cargo de Ace, ¿verdad?", sin esperar una confirmación, continúa. "Pienso que deberías aprender tú mismo a cuidarlo."

"No sé preparar comidas para bebés y Ace no quiere carne", hace un puchero cuando dice esto último.

Robin vacila. "¿Quieres...? ¿Quieres que te ayude?"

El chico sonríe y salta con emoción. "¡Sí! ¡Robin es la persona más inteligente, contigo Ace siempre estará bien!"

Ella se sonroja un poco y lo acompaña a la cocina, entregándole al niño para poder preparar el biberón mientras narra las instrucciones. Sonríe un poco al ver que Luffy hizo caso a su primera enseñanza y ahora sostiene al bebé de la forma correcta. Mientras la leche se calienta, ella sugiere otra de las cosas que recuerda haber leído.

"Es bueno cantarle a los bebés."

Luffy se ilumina como un árbol de Navidad. Mira a Robin, luego a Ace y asiente con determinación.

"¡Las islas del sur~!", comienza. "¡Son cálidas~! Paina purupuru~ Tienen la cabeza muy caliente~ ¡Y son idiotas~!"

Ace comienza a retorcerse y a llorar con el ceño muy fruncido. Robin arquea las cejas y retira lentamente al bebé de los brazos de Luffy cuando este canta: "¡Segunda estrofa!"

Estoy segura de que es muy temprano en vuestros países pero aquí está la actualización prometida!!

Por cierto, sabéis que desde que publiqué esto no estaba muy satisfecha con la portada... He pedido una portada a dos graphic shops diferentes y las dos han borrado sus libros después de mi pedido ?????? Así que dije: si quieres hacerlo bien, hazlo tú misma,!;!:€?, Y esto sucedió :) Os gusta? No está perfecta pero la veo muy linda

Espero que lo hayáis disfrutado. La semana que viene no podré actualizar así que tendréis que esperar un poquito más para ver como Robin va bajando la guardia con su nueva familia. ¡Muchas gracias por leer, votar y comentar, y gracias también por los 500 seguidores! ❤❤❤