Jungkook levantó la vista cuando Taehyung entró sin llamar, extrañado y con cara de confusión miró a su esposo que hace mucho tiempo que no pasaba por su despacho, dejó de inmediato las cosas que estaba haciendo para mirarlo fijamente, así fue que se dio cuenta que no estaba serio o triste como otras veces.

—¿Ocurre algo? —preguntó tras ver su rostro molesto.

Taehyung se paró frente a su esposo con falsa seguridad, lo único que tenía en mente era que no mandarán lejos a BoGum porque sabía que la vida en las fronteras era terrible.

—Mandaste a BoGum a la frontera—dijo directo—. ¿Bajo qué jurisdicción lo hiciste?

Jungkook levantó una ceja confindido—. Bajo la mía, que soy el rey del Norte—rio por lo bajo—. Me ha ofendido en frente de mis hombres, me ha desafiado y no lo voy a permitir, agradece que lo mandé a la frontera porque la traición se paga con la muerte.

—Pero mandarlo a la frontera es lo mismo que dejarlo morir Jungkook y sabes bien eso—relamió sus labios insistente—. Él es bueno en su trabajo, una persona formidable, un buen guardia que no merece ese final por un error.

El rey soltó una risa de incredulidad, dentro de él estaba ardiendo porque Taehyung había decidido defender a BoGum, los celos le hervían la sangre.

—¿Un error? —bufo—. Un error es tirar un jarrón, un error es perderse un entrenamiento, pero no orillarme al desespero—gruñó—. Él hablo sobre ti, sobre nosotros y de la culpa que tengo en la muerte de mi hija ¿Estás de su lado?

Taehyung le miró consternado parpadeando sin comprender lo que estaba pasando, porque no sabía que BoGum podría actuar de esa manera, pero al instante recobró la compostura.

—No estoy de lado de ninguno—respondió con sinceridad—. Estaban bebiendo y el alcohol hace a la gente idiota, no te digo que no le des un castigo, hazlo si así lo quieres, no sé, mándalo a custodiar la puerta o a ser capataz, lo que sea, pero no lo mandes a la frontera, hazlo por los buenos años de servicio que ha tenido a la corona.

Jungkook cerró los ojos y recargó la cabeza en el respaldo de la silla, quería negarse y decirle que no era su asunto, pero en realidad lo era, Taehyung había ido hasta ahí para defender a un hombre por su buen corazón, sin embargo, algo todavía no le quedaba totalmente claro, tomó entre sus dedos su cabello azabache y cuando estuvo listo y seguro de mantener la calma le miró.

—¿Sabes que él está enamorado de ti? —preguntó tranquilo.

—Sí—suspiró Taehyung—. Pero eso no tiene nada que ver con mi petición.

—¿Estás seguro? Porque el cambio en el mando del corazón puede suceder ¿Sientes algo por él? Si es así, puedes decírmelo.

Taehyung entrecerró los ojos molesto. —¿De verdad me preguntas esto? Lo único que siento por BoGum es gratitud por lo bien que se ha portado conmigo no confundas las cosas.

—Taehyung no es a mí a quien tienes que decirle que no confunda las cosas, sino a él, porque de ninguna manera se hubiera levantado contra mí de no ser porque cree que tiene oportunidad a tu lado, porque no la tiene ¿Verdad?

Ambos se miraron a los ojos Taehyung pudo notar algo que lo descolocó por completo una expresión que jamás había visto en el bello rostro ajeno, una que demostraba martirio y miedo, se sintió incómodo como si de repente deseara abrazarlo y asegurarle que nada de lo que imaginaba estaba pasando.

—No la tiene—fue lo único que respondió.

Jungkook asintió inseguro de sus pasos, nunca se había sentido tan fuera de control. —Está bien, no irá a la frontera, pero tampoco seguirá siendo tu guardia, será mandado a vigilar la puerta del castillo.

—Gracias—susurró asombrado porque no imaginó que tendría lo que pidió—. Has hecho una buena acción. 

—Lo sé, no me hagas que me arrepienta de ella—suspiró bajando la mirada a los papeles que tenía en frente dando por terminada la plática.

—Con permiso—dijo el rubio dándose la vuelta.

—Taehyung—Jungkook detuvo su andar.

Se volvió para mirarlo, este había cambiado su expresión a una más cálida. —Te ves hermoso el día de hoy.

Parpadeo confundido, aclaro su garganta, asintió y se volvió para salir rápidamente de ese lugar. Era peligroso estar ahí.

Taehyung quien se encontraba dentro de la caballeriza miraba a los perritos recién nacidos, eran crías de un malamute, amaba a esos animales tan parecidos a un feroz lobo, pero tiernos con quienes les cuidaban. Le recordaban a Jungkook ese pensamiento le hizo reír, por su rey el lobo frío que internamente estaba perdidos.

—Nuevamente tienes cachorros cuando yo tendo un bebé en mi vientre—susurró para sí mismo.

—Son lindos ¿No lo cree? —dijeron a sus espaldas, al darse la vuelta sonrió ladino a su acompañante—. El rey me ha notificado la resolución final, sólo me queda decir que estoy muy agradecido por su amparo, yo no sé qué hubiera hecho en la frontera he escuchado cosas horribles y aunque no tengo miedo de morir, aun así prefiero estar aquí.

El rubio suspiró y negó. —No tienes de qué agradecerme, yo lo hice porque sé que eres un buen hombre, muy dedicado en tu labor y no merecías ese castigo.

—Lo único que lamento es ya no poder pasar los días a su lado—dijo sin nota de vergüenza—. El rey fue muy claro en decir que me quiere lejos de usted.

-—lgún castigo tenía que recibir después de su insolencia con el rey—Taehyung se estaba poniendo incómodo con la proximidad de BoGum—. Hay cosas que no le incumbian y aún así las saco a relucir. Toda acción tiene una reacción.

—Lo siento mi señor—hizo una reverencia apenado—. Yo... sólo buscaba defender su honor, no sabe las cosas horribles que el rey decía sobre usted.

Su corazón palpito con fuerza. —¿Qué dijo sobre mí?

—Me atrevo a decir que no soy capaz de reproducir aquellas palabras que sé le heriran por completo, mi señor—se acercaba un poco más sin dejar de mirar los azulados ojos—. Usted no se merece esa clase de abuso, porque es un ser maravilloso y me duele ver que el rey no lo ve con ojos amables, ni respeta su persona—subió su mano acariciado la mejilla suave y caliente por el pequeño sonrojo que tenía—. Si yo tuviera a alguien como tú, te juro que todos los días de mi vida te daría el amor y el lugar que te mereces, porque te amo.

—¿Qué? —susurró perplejo.

—Te amo, lo hice desde el primer día en que te vi, pensé que sólo era atracción ante una cara hermosa, pero, con el tiempo descubrí que mi amor por ti es verdadero, cada que sufrías yo lo hacía contigo, en silencio, he tenido que ver cómo él te hace sufrir con impotencia, porque no puedo hacer nada, pero, te juro que quiero darte el mundo entero, porque te amo.

—BoGum...

—Escapa conmigo Taehyung, yo prometo que cuidaré de ti y de tu hijo, que te daré amor, el amor que mereces, escapa conmigo.

Los ojos del Taehyung se abrieron casi saliendo de su órbita, no podía procesar lo que estaba escuchando, iba a hablar, a negarse, pero en menos de lo que imaginó ya tenía la boca de BoGum sobre la suya, sus labios se movían insaciables. Le dieron náuseas nunca había sido besado por alguien más que no fuera Jungkook, el destello del rostro de un pelinegro llegó a su mente, estaba haciendo algo mal. Trató de separar el cuerpo ajeno que se cernía sobre él, pero era casi imposible su tamaño le doblaba. Golpeó su pecho y fue así que BoGum se separó herido

—Yo...—pero no pudo terminar la frase, porque Taehyung le había golpeado la mejilla, no le dolió, sin embargo el golpe lo trajo a la realidad.

—No te confundas—dijo molesto empuñando sus manos —Que te haya salvado de ser asesinado o morir congelado en la frontera junto a los peores hombres no quiere decir que quiera algo contigo ¿Qué carajo te pasa? ¿Cómo te atreves a besar a alguien sin su consentimiento? —se separó de él y caminó a la salida—. Olvidarémos esto solamente por el aprecio que te tengo. Oh y la próxima vez que vayas a mentir asegúrate que nadie de mi corte esté presente porque Moon nunca mencionó que Jungkook haya hablado mal de mi persona, al contrario como consejo te pido que nunca cuestiones el dolor de un padre al perder a su hijo, no tienes ese derecho.

Taehyung salió del granero dejando a BoGum empuñando las manos molesto con lo que acababa de ocurrir pateó uno de los bancos y grito de furia.

Un extraño sentimiento se instaló en su pecho, se sentía mal por haber tratado a BoGum de esa manera, pero no podía permitir que alguien lo tomara a la fuerza, ya no más. Ahora quería ser el dueño de sus decisiones. ¿A si de incómodo se había sentido Jungkook al ser besado por Yerin? Le dolía aquel pensamiento, porque sabía que no era lo mismo.

Caminaba por el pasillo con un único objetivo. Entró al despacho nuevamente sin llamar, ahora encontrando a Jungkook acompañado de Mingyu. Miró al chico con una sonrisa, y este hizo una reverencia.

—Lamento interrumpido, pero Mingyu ¿Puedes dejarnos solos por favor?

El castaño asintió sonriente y salió sin decir nada. En ese tiempo Jungkook solo se limitó a observarlo, estaba curioso de averiguar por qué estaba ahí, verlo le gustó, se veía más hermoso que nunca.

—¿Ocurre algo? —preguntó con una ceja alzada—. Vamos a pelear de nuevo, porque no quiero hacerlo tengo que terminar esto  pero si quieres hablar de lo de la tarde podemos hacerlo por la...

Se quedó en silencio cuando vio a Taehyung acercarse hasta quedar a escasos centímetros de él. Con vergüenza se sentó a horcajadas en sus piernas lo tomó de las mejillas y mirando directo a sus ojos le besó.

Jungkook lo sostuvo de la nuca y la cintura y sintió que su alma regresaba a su cuerpo, los labios cálidos y suaves le dieron la mayor satisfacción luego de semanas de angustia, disfruto de su boca con un beso lento y acompasado.

Taehyung a su vez sintió su interior caliente, había olvidado la sensación que un beso le traía a su cuerpo el cual temblaban  mientras era acariciado por las manos pálidas y frías.

Jadeo su nombre en la mente. No era nada a como lo había besado BoGum no tenía punto de comparación porque a Jungkook le amaba, aunque este le confundía, no podía dejar de amarlo.

—¿Qué fue esto? —preguntó el rey aún entre sus labios—. ¿Por qué me das esta muestra de felicidad en tiempos tan críticos?

—No lo sé—susurró apenado—. Sólo lo quise hacer.

—Por favor, hazlo de nuevo—suplicó mirándolo a los ojos con cariño—. Hazlo para siempre, ven y toma mis labios que me han dado vida.

—Puede que sea un antojo del momento—rio por lo bajo—. Aun no te perdono.

—Lo sé—suspiró al momento que le abrazaba y dejaba su cabeza reposando en su cuello—. Pero no pierdo la esperanza de que algún día lo hagas. Así que mientras eso ocurra, ven a tomar todo lo que quieras de mí, que yo con gusto te lo daré.

—Besé a BoGum—dijo en un hilo de voz.

Jungkook se petrifico, salió de su escondite lentamente, para terminar por mirarlo con dolor, los celos en su interior quemaban su sangre, no podía creer lo que estaba escuchando, miró los ojos mortificados de Taehyung.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó bajando la mirada—. ¿Cómo es posible que hayas besado a otra persona y no sentirte así? Porque creo que cuando sus labios estaba sobre los mis, en lo único que pensaba era en que estaba fallando al voto que nos hicimos, pero supongo que eso es sólo para mí ¿No?

—¿Quieres que te diga que sentí remordimiento? No, no te mentiré—dijo con una mueca llena de incomodidad—. Porque en ese entonces era tan estupido, que me negaba a ver que estaba enamorandome de ti, entonces, no sentí nada, pero después, cuando empezamos a cortejarnos, cuando quise conocerte, dejé todo, ella no fue más que un pasatiempo, en el tiempo donde no había descubierto que te amaba, porque Taehyung te amo.

Taehyung se quedó pasmado, se tensó de pies a cabeza. —No me mientas.

—Jamás podría mentirte, jamás podría fingir que te amo, porque lo hago—llevó una mano a su vientre hinchado—. Los amo.

Eso fue suficiente para Taehyung quien se levantó con los labios tembloroso y los ojos llorosos, salió de ahí sin mirarlo, dejando a Jungkook sumido en la tristeza.

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