18
Durante la gran guerra hace décadas donde peleaban por liderar las tierras, tres hombres se unieron para levantarse contra la opresión de sus pueblos, fueron meses de esfuerzo y perdida que al final les dieron la satisfacción de ser coronados como reyes, la división del terreno y su hermandad permaneció por años.
El primer rey Jeon se quedó a cargo del norte, el rey Min un atroz hombre del centro y el rey Kim del sur siendo su reino el más grande. El norte era más pequeños y carecía de mucho, pero esto al bisabuelo de Jungkook no le importó, luchó por acrecentar sus bienes a pesar de que esto era casi imposible, debido a las condiciones climáticas el reino era sujeto a la ayuda externa.
Todo el año se buscaba obtener una mayor cantidad de bienes para sobrevivir al frío invierno, además de mantener las alianzas con los reinos vecinos y sus exportaciones.
Pero ahora Jungkook se encontraba en una encrucijada porque no habían los medios suficientes para mantener óptimo a su reino, faltaban alimentos, medicina y pieles, la temporada de pesca y caza estaba por terminar, se encontraba peleando contra el tiempo.
—Necesito que me den una opción—dijo frustrado a su consejo de fieles—. No digan que estamos bajo una crisis porque eso lo sé muy bien. Quiero soluciones.
MinWoo carraspeó. —Es probable que no podamos encontrar a Siwon, ni a Namgil, todo parece indicar que ambos han conspirado contra el reino del Norte, pero hay una opción, no disponemos del oro suficiente para sobrevivir al invierno, sin embargo, hay aún algo que se puede hacer, pedir un préstamos a los reinos vecinos.
Jungkook suspiró con una mueca. —¿No hay otra opción?
—No, lamentablemente es nuestra única alternativa, si me permite decirlo no creo que tenga conflicto en esta solución ya que el rey Min se ha catalogado como un amigo cercano de la corona.
Asintió. —En eso tienes razón, sin embargo, la amistad queda de lado si de asuntos del reino se trata. Podría intentar hablar con él y asegurarle que tendrá todo de vuelta sin contratiempos.
—¿Mandará una carta? —preguntó uno de los ancianos—. No creo que sea la mejor de las opciones.
—No, prefiero hacerlo en persona, me tomará más de dos semanas ir y venir, pero es necesario.
Los presentes aunque con dudas asintieron. —¿Quién se quedará a cargo mientras vuelve mi señor?
Jungkook miró a sus soberanos y con el rostro duro contesto. —Park ChanYeol tomará el título de rey de la Villa en estos días, además Mingyu, es mi mano derecha así que él con ayuda de Yugyeom se quedarán al cuidado del reino. AI algo sucede Park estará al pendiente, también ustedes.
—¿Y el rey? ¿Piensa llevarlo?
—No, Taehyung se queda—respondió de inmediato, era una respuesta que no tenía que pensar.
—Pero mi señor...la presencia del rey podría ser de ayuda diplomática, es crucial que en estos acuerdos se tenga toda la ayuda posible.
—No es algo que necesite si voy a hacerle una visita a un viejo amigo, el rey de todas formas se encuentra indispuesto.
Los hombres se miraron entre sí menos una de las mujeres consejeras quien levantó una ceja divertida por lo que escuchaba, ella estaba ahacen representación de las mujeres y donceles del Norte.
—Estar en estado no es sinónimo de enfermedad mi señor, lamento mi discurso, pero el rey se ve en óptimas condiciones para acompañarlo, ya que es su deber.
—SunHee tiene razón mi señor—interrumpió Yugyeom desinteresado y ajeno a lo que pasaba con los reyes—. Si el rey Taehyung le acompaña será un acto de paz y nobleza.
—Taehyung no irá—sentenció con seriedad, mandando una mirada fría a los presentes.
—¿Qué le parece si le preguntamos? —sonrió amable Yunna—. Es una de las obligaciones de su majestad estar a su lado en los sucesos importantes para el reino, no es una decisión sólo suya mi rey, porque esto nos confiere a todos. Además escuchamos que en rey Min contrajo matrimonio hace poco, está puede ser una buena oportunidad para que Taehyung interactúe con la realeza y muestre su respeto hacia la unión del rey.
Jungkook apretó la mandíbula molesto, pero sabía que todo lo que ellos decían era la verdad, eso era algo que no podía ignorar. —Llama a Taehyung—le ordenó a BoGum quien asintió de inmediato y se encaminó a la salida del salón.
No estaba de acuerdo, en realidad no quería enfrascarse en un viaje de días junto a Taehyung, no necesitaba verlo enfermar y recordarse que estaba a punto de perderle. Estaba entre la espada y la pared luchando contra las ganas de salir y buscarlo para sostenerlo entre sus brazos. Le amaba mucho más de lo que había llegado a amar a alguien en su vida, pero lo estaba hiriendo y lo pero era que no sabía cómo parar.
Espero en silencio soportando las miradas ajenas que eran curiosidad y burlescas. Taehyung entró mirando a su alrededor tímido. Su cabello rubio brillaba por las luces del gran salón, Jungkook suspiró al mirarlo, hermoso como siempre, pero algo llamó su atención y eso era unas ligeras ojeras que adornaban bajo sus ojos. Apretó la mandíbula, porque aunque otros no lo vieran su rey estaba enfermo, esa cosa en su vientre lo estaba matando, en vez de subir de peso estaba más delgado ni siquiera el bulto de su abdomen se notaba a través del traje azul cielo.
—Me ha llamado mi señor—dijo en tono formal parándose derecho y posicionando sus manos en sus costados.
—Taehyung—respindió Jungkook con frialdad—. Surge un asunto que debemos atender con urgencia, el consejo quiere hacerte una pregunt, tomate la libertad de responder mediante tu jurisdicción estando consciente del estado en el que te encuentras.
Taehyung le miró atento y asintió volviéndose ante el consejo, quienes le miraron con respeto y cariño.
—Estoy dispuesto a escuchar su petición y a responder con el respeto que se merece el reino.
HeeSon sonrió ladina. —Mi señor, su alteza ha decidido viajar al reino de nuestros aliados para explicar las dificultades que atravesamos en estos momentos, con el fin de conseguir un préstamo para solventar este invierno. Es un viaje diplomático y hemos considerado que su presencia es crucial para La Paz de este encuentro—puso las manos sobre la mesa mirando directo a Taehyung—. Claro que estamos al tanto de su delicada salud, por esa razón queremos consultarle si está dispuesto a cumplir con sus obligaciones reales o si prefiere declinar la petición y quedarse en el castillo.
—Siéntase con la libertad de responder tomando en cuenta su comodidad—interrumpio YoungJae sereno.
Taehyung miró a los hombres y mujeres del consejo con tranquilidad, sabía que era su deber como rey asistir a estas visitas diplomáticas, era importante y tenía esa deuda para con su reino. Sin embargo, pensó en su estado actual donde las náuseas habían empeorado y que sería desastroso vivirlas en un viaje de días. Miró a Jungkook quien negó ligeramente, veía la decepción en sus ojos y eso le acuchilló en el pecho, no quería sentirse inútil ante su reino.
—Yo estoy dispuesto a cumplir con mi deber y acompañar a su alteza en un viaje tan importante—dijo sin titubeó con la cabeza en alto.
—No irá—gruñó Jungkook dejándose llevar por sus emociones.
—Mi señor esto es por el reino y el rey acaba de aceptar—Minwoo suspiró ya cansado de aquella reunión.
—Es mi deber—dijo mirándole—. Además hay una posibilidad de que mi padre haya estado involucrado en esto, con más razón tengo que asistir y responder en el nombre de mi familia de cuna.
—No eres responsable de lo que tu padre ha hecho—negó Jungkook con molestia.
—Lo soy, aunque nosotros no hayamos estado en contacto, mi padre le ha faltado el respeto al reino del Norte, un honor que tengo que recuperar, por mi hermano, mi sobrina y mis hijos.
Jungkook entrecerró los ojos, haberse enterado de la traición de Kim, y de su posible complicidad en el robo del reino había sido un verdadero dolor de cabeza, sobre todo, cuando tuvo que decirle a Taehyung, este se disculpó en el nombre de su familia, él sabía que nadie más tenía la responsabilidad que Kim NamGil, pero al parecer su esposo no pensaba de la misma manera. Eso le frustraba.
—Está decidido entonces, ahora tenemos que planificar el viaje—sonrió YoungJae.
La mirada que le lanzó Jungkook le heló la sangre, pero en ningún momento bajo la guardia. Estaba decidido, usaría el viaje para pasar tiempo con él, tenía que intentarlo y era la oportunidad perfecta, aunque el otro parecía estar en completo desacuerdo con la decisión tomada, sostuvo su mirada hasta que fue demasiado insoportable. Su corazón se desgarraba al verlo.
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