08
Las que ya leyeron que cool, pero NO HAGAN SPOILER por favor xD
Taehyung abrazaba las piernas alrededor de su cadera, mientras se entregaba en un vaivén lento y tortuoso, así podía ver claramente los gestos de placer de su esposo, besaba su cuello dejando marcas, estas que trataba de mantener visibles y frescas, besó su boca con fervor probando un delicioso gemido que venía desde su garganta, era adictivo, estar en la cama con él todas las noches probando de su cuerpo era una sensación de adrenalina que le permitía sentirse vivo.
—¡Aaah! —gruñó sofocado—Mi rey. ¡Jungkook!
Le miró a los ojos sonriendo lleno de satisfacción al verlo deshacerse bajo su cuerpo. —Eres un pecado Taehyung—suspiró juntando sus frentes.
El rubio subió las manos para tomarlo de las mejillas, acariciando con su pulgares lo suave de su piel, el placer cegaba sus sentidos, pero estaba lo suficientemente cuerdo para saber lo mucho que necesitaba que aquellos ojos grises le mirarán de esa manera tan especial. Como si dentro de él existiera cariño genuino.
—¿Por qué me siento tan vulnerable a tu lado? —susurró con voz temblorosa.
Jungkook sintió su cuerpo hincharse en orgullo, rio por lo bajo. —Porqud eres mío—dijo antes de besarlo y robarle el aliento, era un beso profundo, donde entregaba vehemente la pasión que su sangre desbordaba.
Aumento su unión, era una satisfacción sentir como el cuerpo de su esposo aceptaba con desespero el suyo, movió las caderas con rapidez mientras era apretado con fuerza, aquello le saco un jadeo sordo, Taehyung gruñó y rasguñó su espalda al llegar al clímax, eso le motivó para empujar con mayor fuerza y llegar dentro del calor ajeno, suspiró y se dejó caer de lado para no aplastarlo, le acercó acunandolo entre sus brazos, mientras sus respiraciones se modulaban.
—¿Te sientes cansado? —besó su frente aspirando su cabello rubio que le cosquilleo la nariz, tenía un aroma delicioso, a frutos rojos y sexo.
Taehyung se volvió para acomodar la cabeza en la curvatura de su cuello donde ronroneó satisfecho.
—Quiero dormir—susurró repentinamente cansado.
—Duerme—comenzó a acariciarle el cabello—. Nos ha llegado una invitación del Duque Park, sobre la presentación de su hija—suspiró—. ¿Deseas ir?
Taehyung abrió los ojos y le miró sonriendo. —¿Podemos? Si es mucha molestia entonces lo entenderé.
—Si así lo quieres está bien—asintió—. Es un día entero de viaje así que tendríamos que irnos en la madrugada o un poco antes.
—Me encantaría conocer a SoWon, debe estar enorme, ¿De verdad no te molesta?
—No—sonrió ladino—. Duerme, necesitas fuerzas, últimamente estás más cansado de lo normal, me preocupas.
—Puede ser que nuestra creciente actividad nocturna tenga algo que ver.
—¿Debería dejar de visitarte? —preguntó con una mueca—. Tal vez es menor que duermas solo por unos días y...
—No—interrumpió abrazándose más a su cuerpo—. No quiero alejarme de ti, sólo necesito dormir, pero no te vayas.
Jungkook negó antes de besar su frente. —Está bien, no me iré, pero debemos comenzar a disminuir el ritmo, hay que descansar. Duerme bien.
—Duerme bien—respondió besando su mejilla antes de volver a acostarse, sin esperar mucho y porque su cuerpo se lo pedía a gritos, cerró los ojos y cedió ante la inconsciencia.
Las tierras del Duque Park estaban en el territorio del reino de la Villa, era un camino de casi diez horas, a veces, cuando las condiciones del camino no eran las mejores, se alargaba hasta una día entero, Jungkook odiaba salir del reino, había un cambio notorio entre su castillo frío y las praderas, pero, ya que Taehyung estaba siendo muy complaciente con él y este había pasado mucho tiempo sin ver a su familia, decidió concederle la dicha de ir a ese lugar.
En el camino Taehyung admiraba el paisaje lleno de árboles, estos estaban a punto de perder sus hojas por el frío del invierno, recordaba así su hogar, a kilómetros de distancia, donde el sol adornaba los cielos la mayor parte del año, una parte de él lo extrañaba, el clima agradable, pero otra estaba feliz de dejar ese lugar, que realmente nunca fue un hogar.
—¿En que piensas? —preguntó Jungkook quien había bajado los papeles que llevaba leyendo durante la mayor parte del viaje, había decidido llevar el trabajo consigo para no retrasar sus obligaciones.
—En...lo maravilloso que es ver los árboles llenos de forraje—sonrió parpadeando con ternura—. Es más lindo que verlos en invierno.
—Debe ser difícil verlos de esa manera en el reino ¿No extrañas tu hogar?
Lo pensó por unos momentos, hizo una ligera mueca antes de asentir. —Podría decirse—se encogió de hombros—. Pero es complicado.
Jungkook le miró serio, apretando la mandíbula, estaba molesto porque pensaba que Taehyung no veía al norte como su hogar, esa era una de las razones por las cuales no le dejaba viajar solo a la Villa, tenía el presentimiento de que este no regresaría.
—¿Si tuvieras la oportunidad regresarías? —preguntó directo tratando de no demostrar ninguna emoción.
Taehyung le observó a los ojos por unos momentos. —¿Me regresarías? ¿Dejarías de lado el contrato para dejarme venir aquí?
Ninguno de los dos obtuvo la respuesta que esperaban tan sólo se quedaron en silencio. Taehyung decidió reanudar su vista hacia la ventana, con ojos brillantes y llenos de emocion pudo ver el lugar en donde había crecido, era el castillo en la montaña, repleto de árboles y flores, estaba alejado, ellos siguieron el camino, porque no muy lejos de ahí estaban las tierras del esposo de su hermano, se despidió con la mirada, recordando los buenos momentos que pasó al lado de su hermano ahí. Entraron por otro de los caminos que los llevaron a las tierras de Park, era un palacio, grande y repleto de rosales blancos y rojos, sonrió por inercia, sabiendo quién había ordenado su plantación. Había movimiento lo que le decía que el evento estaba dando inicio.
El carruaje se deruvo en frente, les abrieron la puerta, Jungkook bajó en silencio y le tendió una mano, la cual tomó como sostén. Ambos maravillados con la vegetación en ese lugar caminaron a la entrada, siendo seguidos por sus generales. Uno de los guardias anunció su llegada al momento que abría las puertas para ellos, por dentro era incluso más hermoso, los muebles blancos y pulcros, pisos relucientes y adornos dorados en las paredes color crema.
La decoración difería mucho del Castillo del Norte, este tenía una fachada más antigua y oscura. Ahí todo se veía vivo, iluminado, era el gusto de Taehyung, pero intentaba no demostrarlo en voz alta para no ofender a su esposo.
—¿¡Taehyung! —gritaron por uno de los pasillos.
Volvió la vista a donde provenía la conocida voz, sintiendo emoción, estaba feliz de escuchar a su hermano.
—¡No corras Baek!
Más allá de la sala aparecieron los Duques, vistiendo un atuendo dorado a juego, Taehyung sonrió ante la cantarina risa de su hermano mayor, quien sin dudarlo le abrazo, ya no estaban en el castillo, ese era su hogar y tenía sus propias reglas, no le importó ser mirado de forma desaprobatoria por nadie, abrazo a su hermano con fuerza.
—Me alegra tanto que hayan venido—se separó mirándolo con cariño—. Este festejo no sería lo mismo sin ustedes.
Park ChanYeol negó e hizo una reverencia a Jungkook, quien miraba con una ceja alzada la emoción en los ojos de su esposo, esa que no veía a menudo y que le confundía, porque parecía que Taehyung tenía más de una personalidad, que se mostraba ante los demás sin problema alguno, se preguntaba si la que reflejaba cuando estaban juntos era sincera.
—Mi señor, me alegra que hayan podido asistir y que su camino fuera ameno. Me imagino que están hambrientos y cansados, la comida está por servirse.
—Gracias por la invitación—dijo serio, pero demostrando amabilidad—. Mi esposo tenía especial interés en verlos, no lo culpo su compañía es preciada para nosotros, su hogar es maravilloso—halago con una tenue sonrisa que pasaba como una ligera mueca, no muchos habían visto al rey reír o sonreír genuinamente cuando no estaba bebiendo.
—Es un gusto servirle—asintió ChanYeol—. Hay algunos invitados cerca, si gustan acompañarnos.
BaekHyun tomó el brazo de su hermano condiciendolo al jardín trasero donde se desarrollaba la celebración, no espero a que el rey se lo permitiera, para él era difícil tratar a su hermano menor como si fuese un desconocido, por eso, estando en su hogar, podía convivir con él como en los viejos tiempos.
—Podrás ver a tu sobrina cuando despierte de su siesta—dijo cerca de su oído—. La he puesto muy bonita para ti, ella está emocionada de verte, siempre se pone atenta cuando le hablo de ti.
—Maravilloso, sólo Dios sabe las ganas que tengo de verla, ha pasado demasiado tiempo—susurró complacido, sus ojos brillaban llenos de ternura y anhelo.
Hay algo que tienes qué saber—hablo dejando que su esposo y el rey pasarán de largo—. Nuestros padres están aquí, ChanYeol creyó conveniente invitarlos, y ellos son los reyes de la Villa, entonces...lamento si es incómodo.
—No te preocupes, son nuestros padres después de todo, en algún momento tenia que verlos.
Taehyung hizo una mueca, no veía a sus padres desde el incidente y en la cúspide de sus memorias aún permanecería el rencor al recordar lo crueles que fueron, parte de la culpa que cargaba sobre sus hombros era a causa de las duras palabras que recibió cuando más necesitaba comprensión y apoyo, sin embargo, esa no era su celebración, y no le faltaría el respeto a su hermano poniendo oposición a ver a sus padres.
Caminó al lado de su hermano en silencio, tarde o temprano tenía que enfrentarse de nuevo a ellos, además frente a Jungkook no se les ocurriría decir algo equivocado, porque aunque ellos fuesen los reyes de la Villa, aún tenían que deberle respeto al rey supremo del Norte.
El jardín era precioso ideal para un brunch, las mesas con invitados vestidos en colores claros para la ocasión estaban llenas de risas, le hizo gracia ser además de Jungkook—que iba de negro—el único que vestía formal, con un traje azul cielo, las mesas con pastelitos y postres variados no parecieron ser suficientes, cosa que no podrían faltar, porque su hermano amaba lo dulce.
Los presentes se levantaron para reverenciar al rey, quien asintió en respuesta. A lo lejos Taehyung pudo ver a sus padres hablando con algun varón importante, a pesar del tiempo sus ojos permanecían siendo los mismos aunque sus rostros hayan cambiado a una máscara mas vieja y cansada. Baek se separó de él y le sonrió con más entusiasmo de lo normal.
—Quiero que hoy te diviertas TaeTae ¿Entendido? Este día es para que disfrutes, estoy emocionado de que estés aquí.
Asintió animado. —Lo haré Baek, no tienes de qué preocuparte, estoy ansioso por ver a mi sobrina y pasar un buen día con ustedes.
Jungkook sin querer ser maleducado había escuchado lo que Taehyung decía con emoción, dentro de su cuerpo sintió un azote de melancolía, la cual eliminó al instante en que llegó, no era el momento ni el lugar para comenzar a pensar profundamente en el pasado, mucho menos estando cerca de aquellos nobles que demandaban su atención. Caminaron por el jardín, era un dia hermoso para traer inusuales recuerdos a su mente.
Taheyung se acercó a él, tomandolo del brazo, cuando se volvió a verlo este le sonrió con calma, ese era el sentimiento que podía identificar ahora que veía al menor con detenimiento, la calma que le traía a su incontrolable corazón. Siguieron al Duque Park hasta una mesa donde se sentaron en soledad, los demás los observaban con una sonrisa en el rostro.
—Hace buen clima—sonrió Taehyung mirando al cielo—. El calor es abrasador, pero, no es insoportable y el aire huele maravilloso a flores.
—Prefiero el invierno—confesó con una media sonrisa—. No me gustan las flores o el calor, es incómodo, es mejor el invierno, el cielo grisáceo, la nieve y el calor de la chimenea.
Los guardias que estaban a su alrededor se disiparon por el lugar manteniendo una intensa mirada vigilante. Taehyung le observó, una chica traía postres para ellos, dejó que los pusiera en la mesa y se fuera para reír.
—Supongo que es normal puesto que vivimos en el corazón del invierno—asintió—. El invierno también tiene su atractivo, el calor que se puede tener dentro de la alcoba mejora ¿No?
Jungkook le miró escandalizado, se acercó ligeramente a su oreja. —No creo que sea el momento para hablar de eso—advirtió viendo como este reía por lo bajo.
—Pero ¿Me equivoco? —cuestionó con una ceja alzada.
—No, no te equivocas.
Jungkook negó ligeramente, observó a su esposo probar algunos postres y sonreír satisfecho, él también tomó uno, odiaba lo dulce, sin embargo últimamente le gustaba el sabor al chocolate. Era delicioso.
—Ahí están tus padres—señaló a una mesa donde una pareja les observaba con suficiencia.
El rey no los consoderaba del todo, ya que sólo los había visto algunas veces, a la madre de Taehyung cuando se formó el matrimonio, en la boda y después del accidente, al rey de la Villa, cuando había asuntos importantes qué atender, no les prestaba importancia alguna, había obtenido lo que quería de ellos y ellos también tuvieron lo que deseaban de é, no había nada más que tratar. Sin embargo, algo en la mirada del hombre no le gustó, mucho menos cuando los vio acercarse y Taehyung de inmediato se tenso, nunca supo la razón por la cual su esposo decidió dejar de tener contacto con ellos, antes intentaba invitarlos a las celebraciones, pero ahora hacia lo imposible para que no asistieran, la duda se sembró en su mente, debía ser algo importante si Taehyung reaccionaba de esa manera.
—¿Está todo bien? —preguntó en voz baja de manera que sólo ellos pudiera ser partícipes de la plática.
—Sí—susurró el rubio intentando guardar la compostura.
Los señores Kim, caminaron con orgullo a la mesa de su hijo, al llegar hicieron una reverencia, que fue correspondida.
—Buena mañana tenga usted mi señor—dijo el hombre.
—Buenas para usted también señor Kim—respondió bajando la mano y tomando la rodilla de Taehyung quien miraba a sus padres con enojo.
—Veníamos a saludar, nuestro hijo se ve muy bien, está en mejor estado del que tenía la última vez que pudimos estar a su lado—sonrió la mujer.
—Eso es verdad, ha hecho un gran trabajo—dijo el rey Kim observando fijamente a su hijo.
Jungkook no sabía cómo se tenían que comportar los padres, pero estaba seguro que hablar de su hijo como si de un objeto se tratara no era lo correcto. Sólo asintió, Taehyung desvío la vista de sus padres y sonrió de repente.
BaekHyun había llegado en su rescate junto a su esposo y a la pequeña Park SoWon de siete meses vestida de rosa pálido, estando cerca, se dieron cuenta como la pequeña les miró con sus enormes ojos castaños. Taehyung no tardó en levantarse, iba a tomar a la niña, pero su madre se lo impidió.
—Mi nieta preciosa—sonrió ella tratando de cargar a la niña, pero Baek la alejó.
—La sostendrá su tío a quien ha esperado por mucho tiempo.
—¿Estás seguro de eso? Puede ser difícil para Taehyung.
El silencio reinó en ese instante, Jungkook entrecerró los ojos mirando a la mujer severamente, NamGil, tragó en seco haciendo a un lado a su esposa.
—Claro que puede mujer, es su sobrina—reprendió.
La mujer no hizo más que una mueca de reproche y dejó que el menor de sus hijos tomara a la bebé, se disculparon y se alejaron dejandolos solos. . Taehyung estaba nervioso por lo que se sentó con la pequeña en brazos, su forma de mirarla y acariciarle el rostro llamó la atención de Jungkook quien no apartaba la vista de la afectiva escena.
Cuando Taehyung bajo y dio un beso en la pequeña frente, supo que era suficiente para él, se levantó tratando de alejarse, pero alguien se lo impidió.
—¿Puede acompañarme a dar un paseo mi señor? —preguntó Baekhyun aprovechando la distracción de su hermano.
Jungkook asintió, miró a BoGum seriamente. —Quédate.
Este asintió posicionándose detrás del rey Taehyung quien permanecía absorto en la niña, sus ojos parecían brillar del anhelo de tenerla cerca, pensó que sería difícil, pero fue todo lo contrario, aquella pequeña había llenado su pecho de cariño, de un sentimiento que no había sentido en mucho tiempo.
—¿Hay algún problema? —Jungkook le preguntó a ChanYeol quien nego para después asentir hacia Baekhyun con una sonrisa, permitió que estos se alejaran para quedarse cerca de Taehyung.
Ellos no tenían mucho contacto, apenas y se conocían, pero debido a Baekhyun pensaba que lo conocía, Taehyung levantó la mirada y le observó con una sonrisa.
—Es preciosa—dijo encantado—. No puedo creer que exista criatura tan perfecta.
—Me alegra que piense así alteza—asintió agradecido—. Se parece a su hermano, está ahí la respuesta a su belleza.
—Creo que se parece a ambos—suspiró—. Un hijo es de ambos padres, siempre habrá algo del otro en él, es por eso que son tan preciados ¿No?
—Lo son—asintió pensativo. La respuesta de Taehyung era sabia y estaba acompañada de un reclamo silencioso y triste.
—Creo que jamás he podido agradecerle lo bien que trata a mi hermano y lo feliz que lo hace—sonrío mirando a su sobrina—. Siempre me he preocupado por Baek, pero ahora sé que no tengo que hacerlo más porque él está bien, gracias.
ChanYeol aligeró el gesto, sonrió de manera cálida. —No tiene de qué preocuparse, cuidaré con él con mi vida, hasta que deje este mundo, porque nada me importa más que verlo feliz y bien.
Taehyung asintió mordiendo su labio inferior, se sentía aliviado de saber que su hermano había encontrado su final feliz, que estaba bien al lado de las personas que le amaban, y que crecía con la misma energía que siempre le había caracterizado, en eso, ambos eran muy diferentes.
Jungkook estaba incómodo, nunca había tenido la oportunidad de estar con BaekHyun a solas, este siempre estaba cerca de su esposo o de ChanYeol, era una grosería que ambos compartieran tiempo juntos, sin embargo, tenía una duda que sólo el mayor de los Kim podría responder.
—Es un lindo día ¿No lo cree?
Asintió serio. —El clima es bueno.
—Perfecto para una celebración— sonrió encantado caminando por el camino en medio de los arbustos de flores—. Tenemos suerte de estar alejados del reino, aquí el invierno no es tan brusco, si tuviera que estar ahí, moriría de frío.
—Es de verdad una suerte—concordó—. De ser diferente me temo que estas maravillosas flores no lograrían desarrollarse como es debido.
Caminaron en silencio hasta que Baekhyun se detuvo a observar algunos conejos silvestres a lo lejos, internamente intentaba organizar sus pensamientos, había cosas que quería hablar con el rey Jeon, pero todo tenía que hacerse de la manera correcta.
—Hay algo que me gustaría discutir con usted mi señor—suspiró antes de mirarlo—. Hoy en especial me he percatado de que Taehyung se encuentra un tanto enfermo, él no me lo dirá para no preocuparme, pero desearía que usted me confirme o niegue las sospechas que llevo en la mente durante días, que se han alimentado por los rumores que corren por los alrededores.
El pelinegro entrecerró los ojos consternado, él no había visto cambio drástico en Taehyung, al contrario, lo veía más animado y contento. —¿De qué sospecha me está hablando?
—¿Hay alguna posibilidad de que mi hermano se encuentre enfermo o...en estado?
Aquello tomó a Jungkook por sorpresa, porque se esperaba cualquier resolución menos la que escuchaba, trato de guardar la compostura, aún no comprendía cómo es que aquellos rumores habían tomado peso dentro de la nobleza, creía que era porque a esas alturas se sabía que ellos compartían el mismo lecho, algunas de las damas o criados debían haber hablado, pero, aunque lo entendía, estaba molesto.
—Ambos sabemos que una de esas opciones es imposible—señaló con obviedad—. Taehyung siempre enferma al entrar el invierno, últimamente lo he visto mejor, pero ha estado durmiendo mal, me encargaré de que lo revise el médico y le de algo para poder mejorar. No tiene de qué preocuparse.
BaekHyun le observó y simplemente asintió no estando convencido de lo que escuchaba, Aunque podrían ser sus ganas de ver a su hermano feliz las que infirieran en sus pensamientos, lo que sí podía agradecer, era el hecho de que el rey le hubiese dicho personalmente que se haría cargo de la salud de su hermano.
—Gracias—sonrió—. Es difícil para mí nl preocuparme por él. Espero que mi hermano pueda pasar este invierno en óptimas condiciones.
—Eso mismo espero yo—confesó con una mueca, después de quedar unos momentos en silencio recordó su inquietud, comenzaron a caminar de nuevo y fue entonces que decidió hablar—. Necesito hacerle una pregunta, es una curiosidad que ha llegado a mí de repente.
—Si puedo resolver sus dudas mi señor, no dudare en hacerlo.
Carraspeo poniéndo sus manos detrás en su espalda. —Es sobre sus padres, por lo que vi ahora me pregunto si tienen una buena relación, Taehyung tampoco a expresado mucho de ellos, y yo sólo los conozco de forma diplomática. La actitud de su madre también me ha puesto a pensar, ella ha faltado al respeto a su hermano en frente de mí.
BaekHyun asintió entendiendo a dónde quería llegar. —Me temo que me tomaré el atrevimiento de pensar que cualquier cosa que yo le pueda decir quedara entre nosotros. Hay cosas que mi hermano prefiere que se mantengan en silencio por el bien de nuestra familia.
—Naturalmente—dio su palabra sintiendo una oleada de nerviosismo.
—Bien, es una cantaleta larga mi señor, pero tratare de ser conciso—rio por lo bajo, relamiendo sus labios buscando las palabras correctas para continuar—. ¿Nunca se ha preguntado por qué fue mi hermano menor quien se unió a usted?
—Sí, es normal que el trato se haga involucrando a los mayores—asintió—. Su padre dijo que se había desposado primero ¿Es verdad?
—Sí, se supone que la unión con el hijo del rey del Norte siempre había estado en mi camino, aunque claro, las cosas cambian. Habría funcionado de no ser por la enigmática mente de nuestro padre—bufó en tono de burla—. Él o mejor dicho ellos, no son o han sido el mejor ejemplo de padres, desde nuestra niñez fuimos enseñados a seducir, ser educados y sobretodo obedecer, nos convirtieron en perfectos donceles para así poder casarnos con personas importantes—suspiró al recordar la frialdad de su infancia—. Mi padre tiene una afición poco saludable y esa es el juego, en ocasiones se ha metido en graves problemas, uno de ellos lo llevo a conocer al Duque Park ChanYeol. Le debía mucho dinero, más de lo que podría llegar a tener alguna vez, ambos trataron de llegar a un acuerdo, uno donde Taehyung saldría perjudicado.
—¿Cuál fue ese acuerdo? —preguntó Jungkook inmerso en la historia, sintiendo una opresión en el pecho.
—Pasar una noche con el duque— dijo avergonzado—. En ese entonces Taehyung apenas cumplía los quince y yo tenía dieciocho—suspiro, Jungkook recordó a su esposo siendo menor e inocente y la sangre le hervió—. Siempre he tenido una motivación personal y esa es proteger a mi hermano al cual amo con todo mi ser, naturalmente como lo estará pensando fui yo quien se ofreció a la tarea, pero mi padre no aceptó, entonces, mentí, tome el lugar de mi hermano—gruñó recordando su dolor—. Me llevaron a casa del Duque creyendo que era él—dijo con un nudo en la garganta—. Nunca tuve tanto miedo, estaba en su lecho cuando él se apiadó de mí y no me tocó—sonrió con los ojos cristalinos—. En vez de eso me enseñó a jugar cartas, perdonó la deuda de mi padre y comenzó a pretenderme, yo estaba feliz hasta que mi padre llegó con la noticia de que Taehyung sería casado con el Rey del Norte—negó chasqueando la lengua—. Me sentí miserable al ver que mis intentos por mantenerlo a salvo fueron en vano. En ese entonces no creía que nadie pudiese ser bueno para él.
—Lamento mucho tener que escuchar esta terrible historia, eran demasiado jóvenes para pasar por eso— le miro con amabilidad—. Siempre pensé que su padre era un hombre que le preocupaba sus tierras, y su gente y es lamentable saber que no es así. Un verdadero rey se preocupa por su pueblo.
—Mi padre no es un buen rey, no como usted—asintió perdido en el camino—. No lo conozco mi rey, pero de verdad espero que cuide de mi Taehyung como yo no pude hacerlo, sé que después de lo sucedido ambos están heridos, pero creo firmemente que juntos pueden sanarse, ya que no hay nadie en el mundo que entienda el dolor como ustedes.
Jungkook asintió, escuchar la historia le trajo una sensación de ahogo en el pecho, de sólo pensar que ambos muchachos tiernos y jóvenes hayan estado al cuidado de aquellas horribles y deshonrosas personas, le dio pesar.
—Tanto usted como su hermano han sido muy valientes—dijo con sinceridad—. He de cuidarlo bien, no tiene de qué preocuparse, gracias por su sinceridad.
—Gracias por decir que cuidará de él, eso me hace sentir más tranquilo. No dude en saber que yo estoy aquí para él y para resolver sus dudas.
En el camino de regreso al Castillo, Taehyung hablaba de su sobrina y lo hermosa que esta era, además de todas las cosas que deseaba regalarle, no pensó en sus palabras, detallaba cada cosa, quería ser para ella una fuente de confianza y amor, darle lo mejor, como si fuese una hija para él, Jungkook le observaba divertido, no sabía de qué estaba hablando, pero le escuchaba atento.
—...Y cuando sea mayor los vestidos que desee...
—No te regresaré—dijo interrumpiendo su discurso.
Taehyung le miró confundido. —No entiendo...
—La pregunta que me has hecho antes de llegar, está es mi respuesta, no te regresaré Taehyung, nunca—dijo sosteniendo su mirada sonando fríamente honesto.
—Mi hogar es el norte—sonrió—. No me gustaría estar en otra parte, el clima de las praderas es hermoso, pero también lo es la nieve que cubre la copa de los árboles, nunca he sido más feliz de lo que soy ahora en el Norte.
Jungkook sonrió ladino satisfecho de escuchar lo que su corazón deseaba, se acercó a él, tomó su mano y besó su dorso, en sus ojos vio un brillo que sólo podía ser comparado con el esplendor de las estrellas. Ambos se tomaron de la mano sintiéndose llenos de una emoción nueva e indescriptible.
¿No les parece extraño que yo relate una relación linda al principio? 🤔 jajaja y lo peor que esa relación sea KookV
💙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro